Como ya les he dicho, no es que yo sea una loca inconsciente, pero desde hace cierto tiempo, con cierta regularidad, le sido infiel a mi esposo. ¿Por qué? Simplemente quizás sea por tener una aventura, por la morbosa posibilidad de ser descubierta, por probar la verga de otros hombres. La verdad es que ni yo misma se porque lo hago, la cosa es que lo hago, y no puedo dejar de hacerlo.
Relato
Luego con el tiempo, como que no me conformé con Luis, sino que busqué fuera del trabajo a otros amantes. Y así encontré uno en el gimnasio, en el que comencé a entrenar. A otro lo conocí, mientras esperaba a una de mis hijas, en sus clases de piano. Y así he ido teniendo varios amantes, sin que mi esposo llegara a sospechar nunca nada.
Pero en ocasiones me he llevado mis buenos sustos, como la vez que durante una fiesta que hicimos en casa, me di cuenta de que Nelson, el hijo de mis vecinos, un desarrollado chico de 18 años, me miraba de manera insistente, ya que como la fiesta la hicimos en la piscina, yo andaba con un pequeño, y muy ajustado tanga. Bueno en una de esas yo me le acerqué, y al verlo tan interesado en mí, le busqué conversación, fue cuando recordé que él es aficionado a la mecánica. Así que haciéndome la tonta, le pregunte que podía ser lo que tenía mi auto, que en ocasiones, cuando manejo de noche, prende una lucecita, de inmediato Nelson se ofreció a darle un vistazo a mi carro, por lo que yo aproveché ese momento, para que me hiciera el favor de revisarlo.
Ya dentro del garaje cuando estaba mostrándole cual era la luz que se encendía, yo me coloque de manera que mis nalgas prácticamente descubiertas, rozaran contra su cuerpo. En menos de, cómo dicen, de lo que canta un gallo, sentí la inconfundible dureza de la erección de su miembro contra mis nalgas. Por lo que yo haciéndome la tonta, le pregunté en un tono bien ingenuo que era eso que yo sentía tan caliente, duro, y rico. Nelson no supo que responderme por lo que de inmediato me di la vuelta, y agarrando su traje de baño, lo bajé hasta que su erecto miembro quedó totalmente fuera. Yo por mi parte lo tomé entre mis dedos, y separando mis piernas, y mi tanga dirigí su verga dentro de mi coño, al tiempo que el jovencito como loco, comenzó a besar, y a chupar mis tetas, por encima de la tela de mi biquini. Ya estando en plena acción con mi joven vecino, sintiendo como su joven verga entraba y salía divinamente de mi caliente coño. Ignoro cuanto tiempo estuvo observándonos, pero de momento, el padre de Nelson apareció, y por lo tanto nos descubrió teniendo relaciones, dentro del garaje. Yo pensé que todo el mundo se iba a enterar de lo que yo, y su hijo estábamos haciendo, cuando para mi mayor sorpresa, él se bajó la cremallera del pantalón, y sacando su parada verga, agarrando mis nalgas, las separó con sus fuertes manos, y sin más ni más me ha enterrado toda, por el culo.
Sabiendo de seguro, que yo no se lo iba a decir a nadie. Luego para completar una vez que su hijo terminó de venirse dentro de mí, su propio padre le dijo, que me pusiera a mamar, cosa que sin pensarlo dos veces me puse hacer, por lo que agarré nuevamente su ya flácido miembro, empapado en mis propios flujos vaginales, y sin demora alguna me dediqué a mamárselo, mientras que su padre continuaba dándome sabrosamente por el culo, y diciéndole a su hijo, así es que se hace, mientras que yo movía mis caderas de lado a lado, sintiendo como su gruesa y larga verga entraba y salía atravesando mi apretado esfínter. Hasta que los hice acabar a los dos, nuevamente, pero a su hijo dentro de mi boca, mientras que su papá acabó dentro de mi culo.
Por suerte tanto Nelson como su padre, como al año se mudaron, pero durante el tiempo que siguieron siendo nuestros vecinos, prácticamente a diario me acostaba con uno de ellos, ya fuera el padre, o el hijo, o con ambos al mismo tiempo, claro sin que mi esposo, ni la esposa de mi vecino se dieran cuenta, lo más interesante de todo eso, es que el sitio que yo prefería mantener nuestros intimos encuentros, ya fuera con uno o con el otro, en mi propia casa, no sé, es que cuando lo hago, ya sea en mi cama, en la sala o hasta en el baño me siento tan, y tan segura, y lo disfruto tanto, que ustedes no se lo pueden imaginar.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513553 veces
Relato casi en su totalidad real que demuestra que toda mujer casada es una puta sumisa en potencia
Relato erótico enviado por morboso sadico el 29 de July de 2009 a las 18:09:16 - Relato porno leído 299793 veces
Si te ha gustado Si eres infiel, mira con quien… Parte 2 de 3 ( CON fotos) vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
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Comentarios enviados para este relato
zorraputita
(5 de January de 2015 a las 06:20) dice:
Wow wow wow, buen relato me dejaste bien mojada saludos y felicidades que seas una mujer así, yo te entiendo lo bien que se siente eso que describes saludos y un beso katebrown
(18 de October de 2022 a las 22:25) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:58) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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