Simplemente para vos .

Simplemente... para vos!


( Este relato no es mío pero me siento muy identificada con el , con respecto a mi gran amor CECI si la que todos conocemos : La señorita misteriosa . )


Antes que nada quiero aclarar que es la primera vez que escribo, sepan disculpar si no llega a concretar sus expectativas.
La segunda aclaración es que esta dedicado para una personita muy especial, la cual conocí por medio de una pagina (Gracias Relatos y mas) y fue ella la que me ayudo a darle algunos retoques... Gracias mi cosita!!! Te mereces esto y mucho mas...

Era un día de invierno y me encontraba en una cabaña, esta estaba solitaria, alejada de la ciudad, cerca de unas montañas, me hallaba ahí ya que me había tomado unas vacaciones en mi trabajo. Era un día gris, muy frío y ya comenzaba a nevar. Encendí el hogar para que el lugar se calentara un poco mientras leía un libro que había comprado en el camino. De pronto escuche el ruido de u rodado, me llamo mucho la atención, ya que por ahí no se encontraba nadie.
Al asomarme por la ventana mis ojos no podían creer lo que estaban viendo, eras vos, bajando de tu auto y acercándote a la puerta. Mi corazón empezó a palpitar cada vez mas rápido y ya tenia un nudo en el estomago. Abrí la puerta y si, ahí estabas parada frente a mi con toda tu majestuosa belleza.

Eres todo lo que pude imaginar y mucho mas, ya que nunca te había visto personalmente, puesto que solo te conocía por fotos y por charlas en internet. Siempre hablábamos sobre si algún día nos íbamos a conocer, ya que vivimos en distintos países, y como seria cuando estuviéramos juntas.

Solo llegue a decir
- Hola, como has llegado aquí?...
Y me respondiste con el más lindo de los abrazos y me susurraste al oído…
- Hola mi amor, hace mucho que soñaba con esto.

No pude más que responderte al abrazo y quería detener el tiempo en ese preciso momento.
Te hice pasar y sentarte al sillón que se encontraba al lado del hogar, para luego sentarme a tu lado sin todavía creer que te tenia junto a mi.

Me dijiste
- No te esperabas esta sorpresa no?
- La verdad que no. – respondí – Pero como sabias donde estaba?
- Te acordas la charla que tuvimos hace un mes por el chat y me comentaste que te venias acá y el como llegar?
Y ahí me di cuenta de todas tus preguntas acerca del viaje y de todo lo que me habías dicho.
De pronto te levantaste y fuiste a poner música lenta, de esa que nos gusta a nosotras, te acercaste, me tomaste de la mano y me hiciste levantar acercándome a vos, a tu cuerpo, a tu piel, a tu perfume... A una de las cosas que anhelaba mas, tus labios. No podía creer que te estaba besando y bailando contigo.
- Te acuerdas todo lo que te conté, verdad? Ya que…
Y vos con tu mano no me dejaste hablar más y me dijiste
- Déjate llevar por mí y veras que, por el amor que nos une, todo será más fácil.
Y solo llegue a decirte…
- Ok mi amor, soy toda tuya

Mientras bailábamos, empezaste a sacar la blusa que llevaba puesta. Sentía la suavidad de tus dedos al recorrerme, mi piel se erizaba, la lujuria se apoderaba de mí, lo soñado tantas noches se hacía realidad. Me besabas en la boca, luego seguiste por mi cuello y hasta llegar a mis pezones que ya se encontraban erectos, sacaste mi sostén y pude entregar mis senos a tu pasión, sentir tu lengua en ellos era un sueño largamente deseado. ¡Oh amor, como me succionabas! y no imaginas las sensaciones de placer que estaba sintiendo cuando tu cara se pegaba a mi vientre y tu lengua en mi ombligo jugando con él. Soltaste mi pantalón y me tomaste de la mano para llevarme y sentarnos nuevamente en el sillón.
Ya no aguantaba más y quise sacarte la ropa, a lo que accediste gustosa.
Nos encontrábamos las dos en silencio, casi desnudas, solo nos faltaban nuestras bombachas, pero aprovechamos a mirarnos y descubrir nuestros cuerpos.
Te acercaste a mi y empezaste a tocar todo mi sexo ya húmedo, te desprendiste de la ultima barrera que te impedía llegar a el y comenzaste a besarme mis piernas, mis muslos hasta que llegaste a mi clítoris ya erecto, a punto de explotar queriendo ser devorado.
Los movimientos de mi cuerpo acompañaban los gemidos que escapaban de mi boca, la excitación se había apoderado de todo mi ser, lo quería todo, lo necesitaba todo, había sido largo el tiempo de espera y muchos los sueños. Este, al fin, se hacía realidad, estaba siendo tuya, te estaba entregando mi cuerpo ,para que desataras en el todas tus pasiones, me estaba finalmente convirtiendo en tu hembra sí, solo tuya, y quería darte todo lo mejor de mi…………
Cada vez era mas intenso el movimiento de tu lengua, que ya a esa altura me estaba penetrando y estimulando maravillosamente, sentía la mas rica de las sensaciones que nunca había podido sentir y ahora lo estaba logrando gracias a ti.
El segundo te dije…
- Mi amor, ya no aguanto mas.
A lo cual respondiste – Quiero que te vengas para mí, yo estoy aquí solo para vos, sabes que lo he deseado por largo tiempo mi amor, quiero sentir el maravilloso néctar de tu placer en mi, quiero beberlo todo, quiero mojarme toda con tu éxtasis vida mía, dámelo todo amor…
Y al momento me vine dentro de tu boca, tu lengua no paraba de lamerme, ya había mojado toda tu cara, no podía parar de gemir, mis caderas seguían un loco movimiento sobre tu cuerpo, la lujuria era mi diosa y mis jugos seguían fluyendo sobre ti, me tomaste para que mi sexo recorriera todo tu cuerpo. Seguía fluyendo sobre ti amor, te había mojado ya toda, tu cara, tu boca, tu cuello y pecho, tus senos, todo tu cuerpo con mi néctar de placer……….. Había tenido el orgasmo mas largo y mas lindo de toda mi vida, no lo podía llegar a creer, estabas ahí, a mi lado, toda mojada por mi…….ambas jadeando, casi exhaustas de placer.

Cuando ya me encontraba un poco recuperada, te estabas parando por lo que me abalancé hacia ti y te dije…
- Donde cree que va mi cosita? Ahora es mi turno de devolverte el placer que me has brindado.
Te recosté de espaldas en el sillón, te acaricié tu pelo, besándote la espalda, recorriendo cada centímetro de tu cuerpo, baje mis manos por tu espalda, llegando a tu hermosa cola y pasando muy cerca del más preciado de los tesoros para mi, tu sexo. Te hice dar vuelta y empecé a masajearte los pies, muy lentamente seguí subiendo por tus pantorrillas, tus rodillas, tus muslos hasta llegar a la “moneda de oro”; te acariciaba con mis manos mientras mi boca se acercaba a tu clítoris, ya tu humedad lubricaba cada parte de tu vagina y ano. Mi lengua ya degustaba ese saborcito tantas veces imaginado y deseado por mí. Te penetre con mis dedos y seguí con mi lengua saboreándote con locura mientras tu cuerpo se estremecía cada vez mas. Con mis brazos levanté tus caderas y, abrazada, te acerqué más a mi hasta tenerte muy pegada, tus piernas colgaban tras mis hombros, estabas siendo toda mía amor, me gustaba sentir el gemir de tu placer cuando me pedías más y más, mil veces había soñado estar así contigo, poder penetrarte con mi lengua, tener tu clítoris ya muy duro en mi boca, que supiera quien era su dueña. Me gustaba tenerte así sobre mi cuerpo, soñaba con tus piernas sobre mis hombros, el resto de tu cuerpo colgando, entregada totalmente, mis manos podían recorrerte entera amor y no dejé pasar ese momento de éxtasis. Mientras mi lengua te penetraba con pasión , mis manos seguían recorriendo tu cuerpo, que delicia poder apretar tus senos! De pronto tus gemidos aumentaron, los movimientos de tu cuerpo se desenfrenaban en una loca espiral de lujuria incontenible, ya no pudiste mas y te viniste , había llegado tu deseado orgasmo, dentro de mi boca, sobre mi cara, mojando todo mi cuerpo amor y pude paladear el mas rico de los sabores, todos tus jugos...

Nos quedamos abrazadas, besándonos y, sin titubear, nos miramos y nos dijimos - Te Amo. Pero de pronto sentí que ya no estabas conmigo, que ya no te tenía en mis brazos, ya no sentía tu perfume y que no te tenía junto a mí. Entonces ahí me di cuenta que había tenido el más lindo y el más placentero de los sueños…