Sin querer encuentro a la vecina con otro hombre

Estoy trabajando en la verdulería de mi padre y este me solicita si puedo ir a casa de su amigo Felipe que lo llamó por teléfono para que avisara a su señora que no vendría a almorzar, este la ha llamado a casa, pero no responde dice…

Voy a la casa me extraña el silencio y escudriño voy una ventana… ¡reflauta! Veo salir del baño a doña Leticia una mujer de 35 o mas años acompañada por un hombre de unos 40 años, esta dama es una de las mas rezongona cuando va al negocio y dos veces me ha acusado a mi padre de que no la atiendo rápido como ella desea…eso si tiene buen cuerpo unos senos que se notan acompañada de una delgada cintura y un trasero protuberante, de cara ahí no mas, fastidia como ella sola quiere que la atienda a ella sobre otras caseras que llegaron antes y eso la despoja de su sonrisa impacientándola.

Veo que acompaña al hombre hasta la puerta mira a ambos lados asegurándose que no hay nadie y sale el varón raudamente, la saludo diciéndole que debo hablar con ella, sorprendida y asustada por ser pillada cuando salía el hombre m e hace pasar, me pregunta que viste, me hago el inocente preguntándole donde, irritada me dice aquí en casa… ah le digo, que le estaba poniendo los cuernos a don Felipe con otro tipo le digo, se convulsiona completamente y se pone nerviosa diciéndome, eso no es verdad, pero si yo lo vi le digo cuando ambos salían juntos de la ducha y luego el se va… queda atónita, me mira y me dice me imagino que vas a cobrar por tu silencio dice, no tendría tanto dinero para pagarme Leticia, soy muy caro págame de otra forma digo…, como me dice, y como aun estaba en bata desato su cinturón, cae este y se entreabre su bata mostrándome su desnudo cuerpo, trata de cubrirse y lo impido, aun mas le abro su bata y admiro su cuerpo desnudo, su vagina bien cuidada estaba depilada, y saco su bata…, ella me dice eres perverso me quieres violar, no le digo cobraré por mi silencio, ¿de acuerdo?... me mira y me dice va ha llegar mi marido vuelve a la tare, no te preocupes le digo venía a decirte que no viene a almorzar llegará tarde…, atrapándola de su cintura, tenia recién cumplidos mis 17 años ver una mujer madura desnuda alteraron mis hormonas y mis secreciones se reproducían en mis testículos. Estaba excitado y caliente por poseer a esta mujer.

La llevo a su cama sin oposición, estaba entregada sabía que era la única forma de pago que aceptaría… en la cama se recuesta y acomoda abriendo sus piernas, me dice, hazlo con cuidado que ya tuve sexo y mi vagina está adolorida…, que mujer su vagina depilada me atrae como miel a las abejas y comienzo a besar, lamer y succionar esta, pronto aparece como una ramita tiesa y dura su clítoris al encuentro de mi lengua…, como se estremece excitada y ardiente esta hembra, mis lengüetazas están haciendo furor en sus ardientes deseos de ser penetrada por mí, un mozo joven y ella esperaba que sería de monstruoso su apareamiento, pero no la preparo y comienzo acariciar sus senos, su vientre sus piernas y cuando ella comienza a quejarse y sacudirse animada para ser penetrada la clavo suavemente con mi pene, se sacude absolutamente estimulada y deseosa de sentirse mujer de este chico…, ya por favor dice , no me hagas esperar mas penétrame con ese duro y tieso pene, comienzo suavemente a desplazar en su vagina mi pene abriéndola a medida que nos abrazamos, besamos y en cada movimiento entra unos centímetros mas adentro, dos minutos y lo tiene entero dentro de ella sacudiéndose angustiada por una nueva cópula ahora con un muchacho joven y poderoso que la clava con furia y siente ese pene hasta su estómago entrando en su cuerpo. Gime y solloza entregada y abraza a su nuevo poseedor de sus ardores sexuales, está totalmente entregada y sus piernas baten el aire al sentirse deliciosamente apareada, gime y solloza al sentir llegar sus orgasmos, va entregarle a este mozo su cuerpo con todo…., lo abraza del cuello entregándose con pasión y gusto al coito. Como la estremece este chico, como la clava si es un gran poseedor de sus orgasmos…, la satisfacía mejor que el macho anterior.

A lo menos media hora estuvo abrazada y gozando con este chico mientras él la clavaba y volvía a remecerle sus sentimientos, cuanto placer cuanto gozo. Finalmente en un grito carnal se entrega a su joven semental sintiendo como este vacía sus espermios y leches en sus entrañas.

Luego lo despacha exigiéndole silencio si desea nuevamente estar apareada con ella, este jura por su madre silencio anunciándole que volvería el día viernes por la noche cuando su marido va al club, ella le dice que sería muy problemática esa fecha por que ella podría estar en su días de fecundación, pero este igual anuncia su venida.

Leticia está destrozada, se entrego al principio a aparearse con este chico para comprar su silencio y le había gustado el sentirse poseída por este adolescente y deseaba seguir siendo de este, su marido no la satisfacía y buscaba otros machos, ahora había encontrado al macho que ajustaba con ella y la retorcía en sus brazos con sus entregas gozando con este juvenil amante como nunca había gozado.

Llega el viernes y el joven macho la atraca a la pared la abre de piernas tratando de satisfacerse ella le atenaza y le dice que con moderación ella será de él, se trasladan a la cama donde se desnudan y este chico da rienda suelta a sus deseos y ella se entrega con el alma al dulce coito con este bestial macho…, la arrastro al dormitorio vecino y Leticia dejó que le penetrara su pene hasta el fondo de su intimidad, quería sentirlo todo adentro de ella, pues ya la tenía completa y totalmente entregada sintiendo como la perforaban.
Comenzó a bombearme delicadamente y yo comencé a mover mi cola de adelante a atrás y de forma circular para poder devorarme ese rico pene y joven semental que me hacía ver estrellas. Sentía que le estaban llegando sus orgasmos y sin darme cuenta comencé a emitir gemidos apretar y aflojar los músculos de mi vagina como si de una mano se tratara, pude darme cuenta de que eso a Leo lo calentó aún más de l que ella esperaba… y este ansioso, desesperado embutiéndome y embutiéndole sus miembro
¡Tener ahí empinada a una mujer casada, madre de dos niñas fecundadas por el marido, bien abierta de muslos, firmemente penetrada y dejándose hacer todo lo que este nuevo macho desease, calienta a cualquier hombre por lo candente, prohibido y lujurioso de la situación.
Una y otra vez me jaló hacia él y una y otra vez me empujó para casi sacar su pene de mi vagina… me empujaba su pene hasta adentro y yo solamente me aferraba a los bordes de mi cama y cerraba los ojos mordiéndome los labios para no gritar… de repente se me nubló la vista y comencé a venirme, al mismo tiempo que él me eyaculó adentro de mi vagina con una fuerza que me hizo sentir un gran chorro de semen caliente y viscoso golpeando el fondo de mis entrañas,.delicioso!… me vine como nunca antes me había venido y casi me desmayo…, pero como él me tenía bien agarrada de las caderas me sostuvo con fuerza, y como si fuera una muñeca siguió envistiéndome con fuerza aún después de venirse…
El tiempo siguiente fueron para mi interminables, minutos de lujuria, placer y satisfacción total, me estaba usando como su mujer, buscando nuevamente el placer y venirse nuevamente adentro de mí, hasta que lo hizo una vez más, ya casi no me inyectó otra carga de semen, pero la calentura que él sentía por mi lo hizo convulsionarse de una forma que casi nos lleva a caernos de la cama.
Sentía por mi parte un orgasmo tras otro una y otra vez, sentí que el mundo acabar en mi vagina que estaba hinchada y caliente, sentí su pene entrar y salir una y otra y otra vez., me estaba obsequiando orgasmo tras orgasmo y me encantaba darme cuenta de que despertaba en él una lujuria irrefrenable y enloquecedora, y esto hacía que yo me calentara más y más y le pidiera más y más a cada instante…
Una vez que terminó me tomó entre sus brazos y abrazándome me besó en la boca y nuestras lenguas se entrelazaron, me abracé a su cuello y besé sus labios con dulzura, con entrega, con pasión. Descansamos y ahí recuerdo que estaba en mis días de fecundación, Dios este chico, este novel macho me estaba fecundando de mi tercer hijo yo una mujer casada de 36 años me entregue y fecunde con sus espermios, iba a ser madre nuevamente y el semental era un chico de 17 años.
Si pensé es un chico, pero que chico me ha hecho satisfacerme como no había sido satisfecha por otros hombres, si este era mi nuevo marido, mi nuevo macho, mi nuevo semental, mi nuevo amo y señor de mi cuerpo era su esclava y sería de él las veces que me pidiera que lo recompensase con mi cuerpo, era su mujer.
Han transcurrido ya desde entonces tres meses Leo me visita casi a diario en la semana a lo menos cuatro veces soy penetrada por su pene y como me satisfago, como nos apareamos cada vez mejor, si hasta me desmayo cuando llego al placer de los orgasmos al entregarme a mi macho, mi joven macho…, mis piernas se abren a sus caricias me lo estas dando todo, dale mi amor, dame todo, muévete, quiero sexo, que rico lo haces, estas muy bueno, eres un macho, que rico lo haces rufián decía todo esto mientras me movía como una verdadera perra, nos besábamos como locos, solo le decía no te vayas a venir todavía, dame mas, déjame llenita de tu semen hasta arriba, me empezó a someterme con fuerza, forcejeando con los pies, tratando a abrirme hasta el fondo y yo apretándome, luego finalizado el acto le di dos besos en su rostro y me retiré agotada
Al día siguiente mi marido fue a trabajar y me manda a Leo con unas compras este no perdió la ocasión y se abalanzó contra mía, comencé a gimotear como llorando, cuando este se abalanzo sobre mi cuerpo dueño de la situación, su mano la acomodo en la entrada de mi vagina y fue moviéndola lentamente, recogió mis vestimentas y suavemente me metió toda su mano en mi desnuda vulva, comenzó a jugar con mi cuerpo, movía desesperadamente su mano en mi vagina, la movía hasta tocarme mi culo, subía, bajaba. Para luego arrodillarse y meter su lengua en ella, me quejaba abatida, gemía y jadeaba como loca, sentí contracciones, luego se soltaron todos mis líquidos dentro de mi matriz, cuanto gozaba, ese rico y miserable joven hombre lo hacia tan delicioso, que era rico sentirlo caliente por dentro, luego el amoroso macho me recuesta en el suelo y empujo su pene hacia arriba hasta sentirlo palpitar dentro de mi sexo, abandonada a los empujones del pene que se movía complaciente dentro de mi matriz y mirando a mi amo y señor de ese momento, me abracé con fuerza a su cuerpo moviendo mis nalgas como hacia tiempo que no las movía, empujó este pene contra mis entrañas y lo acompañé con movimientos de cintura hasta sentir llegar mi orgasmo, entre gritos y movimientos de cinturas recibía el semen que el macho inyectaba en mi profundo útero al tiempo que con desesperación entregaba mi orgasmo al pene que tan deliciosamente me mojaba con sus líquidos seminales, este macho me tenía embarazada de mi tercer hijo y yo era feliz de tenerle en mi vientre su futuro hijo, era su mujer y este podría tener cuantos hijos quisiera en mi cuerpo fecundándome las veces que quisiera.
Adoraba a mi Leo, estaba enloquecida por mi Leo.