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Solas en el caseron con Alberto

Relato enviado por : Anonymous el 09/03/2005. Lecturas: 6789

etiquetas relato Solas en el caseron con Alberto .
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Resumen
Mi amiga Monica estaba loca por nuestro monitor Alberto. Al final, acabamos las tres con el.


Relato
Solas en el caseron con Alberto
Esto sucedio hace unos años. Creo que ya no va a molestar a ninguno de los protagonistas que lo cuente.

Teniamos prevista una excursion para ese fin de semana. Pese al calor del verano que ya empezaba, hacia mal tiempo.

El viernes por la tarde habiamos quedado en la estacion. Llovia y Ginna y Alberto estaban alli cuando Monica, Natalia y yo llegamos. No tenian buenas noticias.

"Habiamos pensado que seriamos unos 12, pero con este tiempo hemos ido teniendo muchas cancelaciones. Solo habeis venido vosotras tres. Ademas el pronostico es que siga lloviendo todo el fin de semana".

Insistimos en que nos apetecia ir fuera aunque el tiempo no fuera bueno. Al inicio del verano las tormentas eran habituales, pero no solian durar mucho y esperabamos que hubiera los suficientes ratos de buen tiempo como para pasarlo bien.

Ginna y Alberto hablaron a solas durante unos minutos. Luego volvieron a hablar con nosotras.

Si decidiamos continuar con la excursion, Alberto iria con nosotras y Ginna se quedaria porque tampoco le iba bien venir. Con un solo monitor para las tres era suficiente.

Incluso si Monica no hubiera estado loca por Alberto, Natalia y yo tambien hubiesemos dicho que nos queriamos ir, para no tener que pasar el fin de semana con nuestras familias.

Quedo decidido que nos ibamos las tres con Alberto.

Alberto saco los billetes y nos instalamos en un compartimento del tren. El viaje iba a durar unas dos horas. Estuvimos jugando a varios juegos de viaje en el tren repleto.

Cuando llegamos a nuestro destino ya era de noche. Habia dejado de llover y seguia haciendo calor. Teniamos un plano dibujado a mano que nos indicaba el camino a seguir desde la estacion hasta la casa donde nos alojariamos.

Seguimos la calle que subia desde la estacion y a los pocos metros, tal como indicaba el plano, tomamos un camino de tierra. Estaba poco iluminado y un poco embarrado. Sacamos las linternas. El camino subia con bastante pendiente. Justo como indicaba el mapa, al salir de una curva entre dos grandes arboles, nos encontramos frente a la casa. Era un caseron enorme.

Aquella casa era apropiada para grupos grandes, de entre 20 y 30 personas. Para los 4 que eramos nos parecio un castillo.

La valla del jardin estaba abierta. Teniamos la llave para cerrarla detras nuestro. Caminamos un buen trozo hasta la puerta del caseron. En la oscuridad de la noche no habia manera de ver el jardin que nos rodeaba, pero sabiamos que tenia una piscina y una gran zona de bosque que se extendia al oeste de la casa.

Comparado con la temperatura exterior, un poco calurosa y ademas con una humedad pegajosa por la noche y la lluvia del dia, dentro de la casa el aire era fresco y agradable. Empezamos a explorar la mansion. "el primero que encuentre una momia no lava platos" dijo Alberto provocando las risas de todas y ayudando a rebajar la tension que un poco habiamos acumulado por la oscuridad y la sorpresa de las dimensiones de la casa.

Eran las 10 de la noche y habiamos comido en el tren, pero nadie tenia sueño. En el gran salon de la planta baja estuvimos charlando los cuatro hasta pasada la medianoche.

Normalmente en las excursiones los monitores dormian en dormitorios separados, pero dado que eramos tan poca gente y lo enorme que era la casa, buscamos uno en que pudieramos dormir todos comodamente.

Monica nos insistia en que si nos separabamos por parejas, ella queria estar con Alberto.

En la planta superior del caseron encontramos el dormitorio donde acordamos pasar la noche. Era grande, con literas. Para decepcion de Monica, Alberto dijo que el dormiria en las de abajo y nosotras tres nos acomodamos en las de arriba.

Al dia siguiente el dormitorio en que estabamos parecia mas pequeño. Mas acogedor. La luz que entraba por las grandes ventanas empezo a dar vida al dormitorio.

A mi me despertaron las voces del resto del grupo y algun empujon de Natalia. No llovia y hasta hacia un poco de sol. Quizas podriamos aprovechar la piscina.

La voz gritona de Monica dirigiendose a Alberto fue la que de verdad me hizo despertar. "te he visto en calzoncillos" se reia Monica. Era verdad. Yo tambien lo podia ver incluso medio dormida. Natalia observaba el intercambio entre Alberto y Monica tambien con cara medio ausente de recien despertada.

Alberto estaba en calzoncillos a los pies de nuestras literas. No me sorprendia que a Monica le gustara tanto. Estaba muy bueno.

Yo me llamo Isa y era el patito feo del grupo. Pese a ser la menor de las tres, era la mas desarrollada de pecho, pero tambien la mas gorda. Aunque no lo estaba, a mi me lo parecia. La culpa supongo que era por intentar compararme con mis dos amigas. Ahora veo fotos de aquella epoca y me doy cuenta de que solo eran manias de adolescente y no estaba ni siquiera rellenita.

Monica era como una muñeca. Rubia, alta para nuestra edad, cabello rizado, ojos azules y cerebro ausente o eso parecia a veces. Estaba claro que para aquel fin de semana tenia una sola mision en su linda cabecita: Intentar seducir a Alberto.

Natalia, que tambien se movia en nuestras literas en un camison corto que mostraba sus muslos morenos, no parecia sentirse incomoda con la situacion en la que nos acababamos de despertar. Casi tan alta como Monica, delgada, de piel dorada, cabello muy negro y una cara con mucha personalidad era una chica como me habria gustado ser a mi en aquella epoca.

Hacia menos de un mes que habiamos celebrado con todo el grupo la fiesta de aniversario de Alberto. 19. En esa epoca, a nuestros 15 años, nos parecia todo un hombre, pero al recordar ahora esos momentos se me escapa una sonrisa.

El tampoco debia sentirse muy seguro con nosotras tres en plena adolescencia y sin desaprovechar ninguna ocasion de flirtear con el.

Oyendo las risas de Monica y viendo las miradas que Natalia y yo le dirigiamos, Alberto busco algo con que cubrirse un poco mas.

Se puso unos shorts, el bañador que debia tener preparado para la piscina.

"Ya me gustaria a mi verte asi en ropa interior" le dijo a Monica un poco burlon. A mi me parecio que lo decia en serio. Luego consciente de nuestra presencia y como de paso nos dijo a Natalia y a mi "y a vosotras dos tambien".

"Voy a las duchas, nos vemos alli" fue el ultimo comentario de Alberto antes de desaparecer en el vestuario cercano a nuestro dormitorio.

Monica nos dio rapidamente instrucciones: ella queria ducharse con Alberto al precio que fuera. Nosotras mejor nos perdiamos en el vestuario.

Tanto Natalia como yo, curiosas, no queriamos perdernos nada.

Entramos en la zona de las duchas. Era un vestuario amplio, con 6 grandes duchas, un pequeño jacuzzi, una sauna y una zona de taquillas. Ideal para 10 personas y con capacidad para hasta 15 o 20.

La ducha de Alberto era la unica en marcha en aquel momento. Un halo de vapor salia de ella.

Monica, timida y vistiendo un recatado biquini, se atrevio a asomar la cabeza dentro de ese recinto privado.

Alberto no se dio cuenta hasta al cabo de unos segundos de que alguien le observaba.

De espaldas a la entrada de la ducha vio la mirada de Monica que, despues de haber inspeccionado su ropa interior hacia un rato, ahora observaba atontada la piel de su espalda y su culo.

"Que pasa, ¿el vestuario es pequeño?" pregunto Alberto un poco molesto.

Yo tuve la idea que salvo a Monica, y la que nos complico la cosa a Natalia y a mi: "Perdona Alberto, es que solo hay agua caliente en esta ducha" grite por encima del ruido del agua de la ducha.

"Joder, pues podeis esperar a que termine, ¿no?" respondio todavia molesto, aunque enseguida su enfado desaparecio y se torno en invitacion un poco sarcastica "¿o preferis que nos duchemos todos juntos?"

"¿Nos podemos duchar contigo en serio?" pregunto Monica.

Alberto parecio sorprenderse por la reaccion de Monica pero acabo asintiendo con una sonrisa.

Monica ya habia entrado en la amplia ducha y Natalia y yo observabamos la escena desde la puerta.

Vaya culo tenia Alberto. Natalia y yo intercambiamos miradas. Si Monica se duchaba con el, nosotras tambien.

Monica no parecia saber que hacer. Mordiendose el pelo seguia observando a Alberto. Este, completamente de espaldas a nosotras, parecia haberse olvidado de que estabamos alli.

"¿Y como lo hacemos?" se atrevio al final a preguntar Monica. Alberto se sobresalto. Se giro un poco para decirle algo. Estaba sonrojandose pero la cara no era el unico sitio hacia el cual le fluia sangre en cantidad.

Menuda tranca. Al ponerse de perfil pudimos verle perfectamente el pene erecto. Natalia casi suelta un grito. No es que fuera nada del otro mundo, pero era la primera vez que cualquiera de nosotras veia una polla empinada. Yo me estaba empezando a mojar antes de meterme en la ducha.

A Monica no se le ocurrio nada mas que canturrear burlona "te la he visto!, te la he visto, jajaja". Su risa era nerviosa. La mirada de Alberto paseo por las tres. Ya no parecia avergonzado. Lentamente se dio la vuelta y quedo descaradamente expuesto a nuestras miradas hipnotizadas.

Alberto era alto y bastante delgado pero estaba fuerte. No era muy guapo pero no estaba mal. A mi no me gustaba tanto como a Monica, pero tambien reconocia que estaba bueno, ya antes de haberle visto desnudo. Casi no tenia pelo en el cuerpo, aparte de la mata negra y rizada del pubis.

Ahora me tenia con el coño empapado.

"¿Y que tal, os gusta lo que veis?"

Ninguna de las tres se atrevio a responderle.

"Venga, si nos vamos a duchar juntos, no vais a hacerlo con toda la ropa, no?"

Ese tono suyo desafiante daba un poco de miedo. Natalia se alejo de la puerta de la ducha. Yo tambien me aparte un poco.

Monica nos miraba indecisa.

"Tranquilas, que no pasa nada. Si no os apetece lo dejamos" sonrio Alberto.

Monica me volvio a mirar y parecio decidirse. Con un gesto rapido se quito el sujetador dejando sus pequeños pechos de pezones rojizos al descubierto. La marca del biquini dejaba blanca la parte de los pechos y contrastaba con la piel ya un tanto bronceada de su cuerpo.

Titubeo un poco, pero casi enseguida se bajo el resto del biquini. Su culito pequeño tambien lucia una marca blanca respecto a la piel de la espalda y los muslos que si habia recibido el sol. Su pelo pubico era escaso, rubio y rizado.

Alberto se la miraba como si fuera a comersela. Cuando Monica se atrevio a mirarle a la cara, el deseo que se desprendia de los ojos de Alberto le dieron seguridad y avanzo hacia el.

"Ven, dejame que te enjabone la espalda" le dijo Alberto tendiendole una mano y atrayendola hacia el chorro de agua que caia de la ducha. El agua aliso y oscurecio la cabellera de Monica. Yo busque mejor posicion para observarles y entre en la ducha, quedandome apretada contra la pared del fondo opuesto a donde estaban ellos. Natalia tambien se habia vuelto a acercar y observaba desde la puerta con excitacion lo que sucedia frente a nosotras.

Las manos de Alberto recorrian toda la espalda de Monica, enjabonandola. Cada recorrido llegaba un poco mas abajo y pronto se empezo a concentrar en su culo. Alberto besaba el cuello y los hombros de Monica que, con las manos apoyadas en la pared, parecia estar demasiado excitada, demasiado asustada o las dos cosas, como para tomar ningun tipo de iniciativa.

La boca de Alberto recorria la espalda de Monica. Sus manos, que ya hacia rato que no aplicaban jabon, envolvian el torso de Monica y, sin que Natalia y yo pudieramos verlo, obviamente estaban acariciando los minusculos pechos de nuestra amiga, que respiraba aceleradamente.

Alberto se arrodillo. Su cara se clavo en las nalgas de Monica. Sus manos le recorrian los muslos mientras Natalia y yo podiamos ver como la lengua de Alberto jugaba con el culito de Monica y luego bajaba recorriendole las piernas.

Monica empezo a gemir bajito cuando los dedos de Alberto se deslizaron entre sus muslos y, sin duda, llegaron a su vagina. No podiamos ver como esa mano de Alberto jugaba en la intimidad de nuestra amiga, pero eso duro poco rato. Natalia y yo estabamos a cien. Me parecio ver a Natalia tocarse.

A mi tambien me costaba resistirme a hacer lo mismo. Incluso me cuesta ahora al relatarlo despues de tanto tiempo. Vuelvo a vivir aquel momento.

Con suavidad las manos de Alberto en las caderas de Monica hacen que se de la vuelta.

Monica, con el agua de la ducha en la cara y recorriendo su cuerpo, esta fuera de control. Suspira y gime mientras mira a Alberto con cara de alucinada. Cuando nuestro monitor hunde su cara en el rubio coñito de nuestra muñeca, Monica empieza a gemir de placer.

Las manos de Monica tiran del pelo de Alberto. Eso le tiene que doler, pero esta claro que no va a hacer que cese en su apasionada comida de coño. Natalia y yo podemos ver que las manos de Alberto recorren el culo y los muslos de Monica y suben hacia sus pequeños pechos, pellizcandole los pezones.

La lengua en su coño debe estar jugando justo donde debe porque Monica empieza a estremecerse y sus gemidos se convierten en gritos de placer. El orgasmo dura unos segundos, no se cuantos. Finalmente Monica se relaja un poco y Alberto separa la cara de su coño.

Natalia y yo estamos a punto de entrar en combustion espontanea. Necesitamos estar bajo ese chorro de agua de la ducha, tanto como necesitamos las atenciones de Alberto.

Nuestro monitor se incorpora y deja que el agua de la ducha golpee su cara. Monica le agarra la polla y Alberto se sobresalta. La besa en la boca. Monica responde. No nos habia dicho nunca que se hubiese morreado con alguien, pero o ya lo habia practicado antes o esto debe ser instinto animal, porque Natalia y yo podemos ver como las lenguas de los dos juegan entrelazadas y visitan las bocas del otro mientras sus dueños estan abrazados con fuerza.

Monica empieza a besar el cuerpo de Alberto. Sabemos que no lo ha hecho nunca, pero las tres hemos visto peliculas porno donde mas o menos da una idea de como hacerle a un chico lo mismo que Alberto le acaba de hacer a ella.

Alberto la detiene cuando la lengua le llega a un pezon. "Espera, ahora no. Luego" dice. Su mirada se dirige a Natalia y a mi.

"¿Quien quiere ser la siguiente en ducharse?" Pregunta.

Natalia y yo estamos tan calientes como petrificadas. Nos miramos. Miramos a Monica que sigue con cara de alucinada por lo que acaba de gozar.

Estoy a punto de empezar a bajarme los tirantes del bañador azul marino que tenia preparado para la piscina y que me he puesto para venir a las duchas, cuando Alberto me rompe los esquemas y la autoestima.

"Venga Natalia, ven aqui que ya te quito yo el camisoncito este tan sexy que llevas" oigo, sin querer oir.

Veo, sin querer ver, que Natalia no se resiste al magnetismo sexual que desprende nuestro monitor.

Mirandola mientras avanza hacia el, claro que entiendo que Alberto la haya preferido. Delgada, morena, un tipo envidiable y que envidio.

Monica me abraza excitada y contenta. Es como si no se creyera que haya conseguido seducir a Alberto. No para de dar saltitos y darme abrazos. Yo miro como Alberto hace que Natalia se coloque, todavia con el camison cortito, bajo el chorro de la ducha.

Sonrio y me intento alegrar por Monica y su exito con el chico que hace tanto tiempo le gustaba.

Envidio la situacion de Natalia. El agua hace que se pegue el fino camison a su cuerpo. Se le marcan los pechos, incluso mas pequeños que los de Monica. Los pezones, muy oscuros, tambien se marcan. Parece que no lleva bragas, porque el agua hace que el camison tambien se le pegue entre las piernas y un pequeño parche oscuro aparece alli. Aparentemente, su pelo pubico no es muy abundante, pero parece tan negro como su cabello.

Alberto, con su ereccion a tope desde ya hace rato y con menos preambulos de los que se ha tomado con Monica, hace que Natalia se apoye contra la pared de la ducha, de cara a el y a nosotras.

La besa en la boca. La lengua de Natalia parece estar electrificada porque no deja de lamer la cara de Alberto y de encontrarse con su lengua.

Lentamente, las manos de Alberto apartan los tirantes del mojado camison de Natalia de sus hombros. El peso de la tela hace que se deslice hacia abajo y el agua que contiene hace que se pegue al cuerpo de nuestra amiga.

Sigo sintiendome frustrada y ridicula, pero tanto la mirada de Monica como, principalmente, la escena que va desarrollandose lentamente delante nuestro, me hace pensar que no vale la pena amargarse y, sobre todo, me devuelve al estado de excitacion que casi me lleva a perder el control unos minutos antes.

El camison cae lentamente. Primero deja al descubierto un pecho pequeño y moreno. Parece que la tela se encalla en el otro pecho en su caida. Es el pezon oscuro, diminuto y puntiagudo que la ha aguantado como si de una percha se tratara.

Alberto ya esta de rodillas ante Natalia y ella empuja su pelvis hacia adelante para acercar su vagina a esa boca que la va a hacer estremecer. Ese angulo hace que la ropa resbale mas lentamente y Alberto al final tira de ella.

Natalia esta completamente desnuda. El agua recorre su cuerpo moreno. Su piel no muestra ningun cambio de tonalidad. Ya nos habia dicho que le daba un poco de corte ir a la piscina este fin de semana porque seria la primera vez que pudiera tomar el sol este verano, pero no esta nada blanca. Su piel es naturalmente bronceada. Casi dorada. Miro mis brazos y mis muslos blancos como los de un ingles en su primer dia de playa. Me frustro aun mas. Me parece que ya se me han secado todas las humedades que tenia.

El espectaculo sigue siendo irresistible. La cara de Alberto se ha lanzado al coño de Natalia igual que antes se habia lanzado al de Monica y con los mismos efectos.

La cabeza de Natalia casi se golpea con la pared de la ducha y su cuerpo se mueve a espasmos. Con los ojos cerrados gime y se relame. Alberto le acaricia los pechos mientras su lengua, oculta a nuestra mirada, sigue en las calidas profundidades humedas de la vagina de Natalia.

El orgasmo de Natalia no se si es mas intenso que el de Monica, pero parece que las piernas le fallen, porque casi se cae sobre la cara de Alberto. Nuestro monitor parece que la aguante a peso con las dos manos clavadas firmemente en el culo de mi amiga. Se tambalean un poco y quedan en una posicion que me permite ver como su lengua relame la corta pelambrera negra del pubis de Natalia y va entrando y saliendo de su vagina como si una serpiente la estuviera explorando.

Cuando finalmente Natalia ha acabado de disfrutar, Alberto se aparta de ella y se incorpora.

Natalia se tambalea hacia nosotras. Alberto la mira un poco extrañado. Parece que a ella ni se le ocurre devolverle el favor y eso no le gusta mucho.

Con expresion un poco contrariada, la mirada de Alberto no se aparta del culito prieto y moreno de Natalia durante unos instantes. Luego, como si hubiera decidido olvidarla, levanta los ojos, sonrie y su mirada se clava en la mia.

Me guiña un ojo. "Venga Isa, ahora tu".

Me siento enfadada y frustrada por ser el ultimo plato. Me siento avergonzada por no tener el cuerpo que tienen mis dos amigas. Me siento totalmente fuera de lugar porque nunca he estado ni remotamente cerca de hacer algo como lo que acabo de ver que Alberto les hacia a Monica primero y a Natalia despues.

Pero no me puedo resistir. Mi deseo es al menos tan grande como mi miedo y mi vergüenza.

La mano de Alberto toma la mia y me acerca a el y al agua. Sus labios me besan la boca. Su lengua golpea mis dientes. Que calor.

El agua de la ducha empieza a caer sobre mi piel, pero no consigue reducir mi temperatura. Siento que mis pechos estan siendo recorridos por primera vez por las manos fuertes de Alberto. Noto que algo golpea mis piernas y, cuando consigo abrir los ojos, veo que es su polla dura como una piedra. Gimo.

Quiero que me desnude y que su lengua se hunda en las profundidades de mi vagina como ha hecho con Monica y con Natalia antes.

No se si conmigo esta tardando mas o es que la excitacion hace que esos momentos de caricias previas se me hagan eternas.

Las manos de Alberto ya han penetrado bajo mi bañador y mis pechos gozan de sus caricias. Mis pezones, con aureolas mas grandes que las de mis amigas, quedan al descubierto y Alberto empieza a succionarlos alternativamente.

Me atrevo a colocar la mano entre sus piernas. Siento sus huevos y mi mano, por instinto, agarra su polla. Besandome en la boca, una de sus manos toma la mia y la aparta.

Me detengo sin saber que hacer y pensando que he hecho algo mal. Mi mirada debe delatar que creo que me he equivocado, porque me tranquiliza "Es que si no te paro, me voy a correr enseguida. Me tienes a mil".

Oir que esta tan caliente por mi, me da moral. Cuando sus manos acaban de despojarme del bañador y quedo completamente desnuda frente a el, vuelvo a sentirme incomoda.

Se arrodilla frente a mi.

Miro a Monica y a Natalia. Sus cuerpos deliciosos. Sus pieles bronceadas. A Monica hasta le queda bien la marca del biquini en sus pechitos y su culo prieto.

Vuelvo a ser consciente de mi cuerpo menos agraciado, de piel muy blanca y con mas pelo en el coño que las dos juntas. Mis pechos son mas grandes, pero todavia no estoy segura de que esto sea una ventaja.

La lengua de Alberto en mi vagina me hace olvidar mis complejos y me devuelve a la situacion anterior, gozando del morbo de las circunstancias y del placer del contacto que con su mayor experiencia le esta proporcionando a mi cuerpo.

Siento que sus manos me aprietan el culo mientras su lengua llega a las profundidades de mi vagina. Mis jugos calientes se mezclan con el agua de la ducha. Noto como uno de sus dedos estimula mi ano. Con la otra mano, sus dedos ayudan a su lengua a estimular mi clitoris.

Me voy a correr. Va a ser la primera vez que alguien me de un orgasmo. Ya no siento ni vergüenza, ni envidia de los cuerpos de mis amigas, ni complejos, ni nada.

Solo siento placer. Mucho, mucho placer. Exploto en la boca de Alberto. Sus manos aprietan mis muslos y mi culo para hacer que mi coño este clavado a su cara mientras me da ese orgasmo fantastico.

Creo que grito, no estoy segura. Mi corazon late a toda velocidad y mi respiracion esta convulsionada.

No me he dado ni cuenta de que Alberto se habia levantado. Me besa en la boca. Se que ese sabor un poco salado que aun se nota en sus labios y en su lengua, es el de mi vagina. No me importa.

Le cojo la polla con la mano. Me la aparta igual que ha hecho antes.

No estoy muy segura de si es que no le gusta o si es que le gusta demasiado y esta intentando controlarse.

Su lengua recorre mi cara. Con la mano acaricia mi cabello moreno corto. Siento su pene clavandose en mi culo, sin buscar penetrarme, pero gozando del contacto.

Sin decir una palabra, Alberto cierra los grifos de la ducha y con la mirada invita a Monica y Natalia a acercarse a nosotros.

Las besa a las dos en la boca. Monica recibe la comida de los labios y la lengua de Alberto sin reaccionar demasiado. Natalia parece que haya sido instruida para besar durante toda su vida. Su lengua se escapa a la boca de Alberto y le recorre la cara. Le besa el cuello, le lame la oreja.

Alberto me sigue teniendo abrazada por detras. Sus manos aprietan mis pechos y me besa en el cuello, alternando con las bocas de Monica y Natalia.

Su polla esta entre mis piernas. Siento que mi vagina desprende mas calor con el contacto del miembro que mis muslos aprietan.

Alberto quiere correrse. Se lo ha ganado. Sin decirnos nada, va colocandonos en la situacion que quiere. A mi me hace apoyar las manos en la pared de la ducha, como habia hecho Monica al principio, aunque esta vez no hay agua que fluya.

Hago lo que me indica y vuelve a arrodillarse. Siento el calor de su lengua introduciendose en mi ano y sus dedos jugando dentro de mi vagina con mi clitoris.

Me encanta la sensacion que me produce y deseo que siga hasta llevarme a un nuevo orgasmo, pero se levanta al cabo de unos segundos.

Noto su polla palpitante entre mis nalgas. Sus manos me acarician el culo, las caderas y los muslos y me susurra "asi, dejate hacer. Tranquila que no te voy a penetrar".

Yo me dejo hacer y el hace. Su pene se frota lentamente entre mis nalgas. Cada vez que pasa por el cerrado agujero de mi ano noto una rebrincada y Alberto parece que apriete con mas fuerza mis caderas atrayendome contra el.

De repente, siento que el movimiento de la polla de Alberto frotandose contra mi culo sigue, pero sus manos dejan de estar en contacto con mi cuerpo.

No me atrevo a apartarme de la pared de la ducha, pero giro la cabeza y veo como Alberto esta besando alternativamente a Monica y a Natalia. Las dos estan alargando sus manos hacia sus huevos.

Los besos entre los tres se hacen mas intensos. Natalia es quien mejor usa su lengua de las dos y procura mantenerla alejada de la boca de Monica. Monica parece que quiere devorar a Alberto y esta dispuesta a lo que sea.

Las manos de Alberto acarician los culos y las espaldas de mis dos amigas y siguen subiendo hasta acariciar sus cabellos sedosos.

Lentamente, pero con toda la intencion, las manos de Alberto dirigen a Monica y a Natalia a bajar por su cuerpo hasta posicionar sus preciosas caritas muy cerca de su polla que sigue frotandose lentamente con mis nalgas y mis muslos.

Monica parece un poco sorprendida. Su mirada transmite un poco de miedo y sus ojos se mueven nerviosamente entre las miradas de Alberto que la incita, Natalia que, mas tranquila, le resulta complice y la mia, que ha dejado de lado cualquier inhibicion.

Girando la cabeza casi como un buho, yo no pierdo detalle. No se si voy a coger una torticolis que me va a durar una semana o si me voy a provocar una lesion muscular permanente, pero quiero ver cada instante caliente de esta situacion que va a llevar a Alberto al orgasmo.

Veo que Alberto presiona a Monica. No la fuerza, pero el camino que la boca de la muñequita rubia sigue no es del todo natural. Los primeros besos de Monica a la polla de Alberto son casi de risa, como quien besa a un conocido de un conocido en las mejillas.

La lengua de Monica lame la punta del pene de Alberto y ademas me roza las nalgas, donde descansa la polla.

Natalia toma una dosis de valor y va mas al grano.

Con la mano masajea con fuerza los huevos de Alberto, haciendo que de un brinco y se aparte brevemente de mi.

Aprovechando la oportunidad, la boca de Natalia engulle la polla de Alberto y empieza a chuparla con frenesi.

Es el turno de Alberto de soltar gemidos y descontrolarse.

Me aprieta los pechos hasta que casi me duele y veo como abraza a Monica con una mano por detras de su culo, los dedos buscando meterse en su vagina.

La lengua de Natalia le recorre el pene. Consigue que Monica baje tambien y empiece a lamerle timidamente la punta de la polla.

Siento como sus manos vuelven a agarrar firmemente mis nalgas y como su pene se desliza, cada vez mas lubricado por la saliva de Monica y de Natalia, por la raja de mi culo.

Monica y Natalia le estan chupando la polla tanto como pueden. El cabello rubio de Monica frotandose contra su barriga vuelve loco a Alberto tanto como los dedos de Natalia que juguetones se introducen en su ano mientras su lengua le recorre los huevos.

La leche de Alberto empieza a derramarse en mi espalda y en mis nalgas. Monica le come la punta de la polla, tragandose una buena parte. La lengua juguetona de Natalia amplia su recorrido desde los testiculos y tambien se traga algo del semen que ha llovido sobre mi cuerpo. Nunca olvidare esa sensacion de la calidez de la leche que desprende el pene goteando sobre mi culo.

Alberto vuelve a abrir los grifos de la ducha. Nos conviene a los cuatro.

El agua que cae con fuerza nos limpia. Veo como Monica y Natalia siguen sobando a Alberto, aprovechando la situacion. Las manos de Alberto se llenan facilmente con los pequeños pechos de las dos. Su boca me busca a mi. Me besa en la boca y me susurra al oido "Me gustas mucho Isa. Me gustaria volver a estar contigo, a solas."

Despues de eso, con mi moral por las nubes, casi no me acuerdo de lo que paso durante el resto del fin de semana.
 

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Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 20:08) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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