Sometida Por El Amigo De Su Esposo 1

Con El Sello De Placer y Morbo…
Todos habían tomado demasiada esa noche. Lo que no sabían era que Juan aquejado por un incipiente estado gripal, también había tomado medicamentos. Por lo que a pesar de sus esfuerzos, finalmente se quedó dormido debido la mezcla. Era el dueño de casa, pero el resto igualmente siguió con la reunión de amigos. Sobre la mesa se amontonaban algunas botellas vacías junto a otras a la mitad de las más variadas bebidas. Cerveza, Fernet, Gaseosas, Ron, licores y hasta Whisky, había de todo. Las mezclas eran muchas y el estado de los reunidos un poco menos que lamentable, poco a poco se fueron yendo los invitados. De pronto apareció Amanda, la esposa de Juan. Amanda era una mujer super buenota. A sus 38 años, tenía un cuerpo que muchas jovencitas quieran tener, ella es rubia natural de pelo largo hasta la cadera, de ojos verde felinos, labios carnosos, boca pequeña en forma de corazón, nariz respingada, es alta mide 1.77m, y pesa unos 57 kg, sus pechos son grande no exagerado, es atractiva de cara, sus muslos redondos de gimnasio y sus nalgas firmes que se me marca en su ropa y más de uno en su trabajo no deja de mirarles al usar faldas y pantalones, sus medias son 98-61-109. Sus tetas operadas, super firmes. Su cola bien carnosa y parada es mi mayor tributo.
--ja, el dueño de casa dormido. -Dijo alegremente y sorprendida a la vez.
Se sintió incómoda, no podía permitir que los amigos de su marido la pasaran mal o se sintieran desatendidos, ya en ese punto solo había un solo amigo de su esposo, su mejor amigo Lucas y decidió acompañarlos para intentar reflotar la reunión.
Lucas, es un hombre de 41 años, de ojos verde mar profundo, cabello negro azabache, piel blanca algo bronceada, de 1.88m de estatura de cuerpo atlético, musculoso, de brazos y piernas, largas tonificadas y musculosos, un cuerpo macizo de un jugador de Rugby, abdomen marcado, pectorales fuerte grandes hombros, espalda ancha, con pies y manos grandes y avilés, vos fuertes, de actitud segura y decidida, con una polla de 26 centímetros de largo y 14 de circunferencia, con grandes bolas. Un hombre rico de poder, que tiene el gusto de sentir placer con someter a mujeres a sus deseos, pero en especial mujeres casadas.
--¿De qué hablaba con mi marido ante de irse a dormir?- preguntó ella. Lucas la miro.
--¡De fútbol! -dijo el más amigo de Juan.
--No pretenderán que yo les siga el tema. -Dijo Amanda mientras llenaba un vaso de cerveza y tomaba un largo trago.
--¡Mira la señora! toma cerveza como una viejita, ¡de a poco!- desafió Lucas. Innumerables veces Amanda había escuchado a su marido hablar de él. Un tipo que su única diversión era desafiar a los demás en cualquier ocasión que se les presentara.
--Puedo tomar más que usted, borrachos de mierda. -Dijo ella riendo.
--Normalmente las mujeres tienen menor resistencia… no le conviene entrar en ese juego. -Dijo Lucas pero. Ya el segundo vaso de cerveza estaba en las manos de Amanda.
--¡No seas machista, tengo cultura alcohólica y puedo pasarme varios vasos sin que se me note!- exclamó Amanda ya un poco turbada por el alcohol que de a poco la iba modificando.
--Al que si le nota lo que toma es a tu marido, duerme como un bebé. -Dijo Lucas desafiante.
--Es un debilucho. -Dijo Amanda con el tercer vaso de cerveza en su mano. Lucas, que estaba sentado al lado de Amanda acercó su silla muy disimuladamente.
--Yo no me dormiría ni en de loco si fuera tu marido. -Dijo él. Amanda percibió la ambigüedad de sentirse alagada por un lado y el freno que significaba tener a su esposo en la mesa, aunque estuviera profundamente dormido.
--cállate vos, si debes ser puro verso. -Dijo mientras reía un poco desaforadamente. --Se lo dirás a todas.
--Solo a las que se lo merecen… aparte, ella bueno… tendría que ser más sensual para que corriera peligro conmigo. -Dijo Lucas sonriendo. Amanda una vez más se sintió desafiada por Lucas.
--Puedo ser todo lo sexy que se me ocurra. -Dijo ella con voz azorada.
--Mmmmm, ver para creer. -Agregó Lucas.
Amanda desprendió un par de botones que mantenían el cuello de su camisa cerrado. Dejando el nacimiento de sus tetas a plena vista de los asistentes. Lucas con sutileza intentó tocarle una de las tetas.
--¡sin tocar, sin tocar! -exclamó ella dándole un golpe suave en las manos. --¡¿Te das cuenta?! Un par de botones menos me fue suficiente para calentarte. -Dijo Lucas a continuación.
--Pero yo estoy medio en ebrio, cualquier cosa nos calienta. La cuestión sería que hicieras excitar de verdad. -dijo Lucas muy seguro. Amanda cayó en la trampa, el desafío estaba planteado.
--Pero bueno mejor no, no Amanda por favor… dejémoslo así, no necesito que me demuestres nada. -Dijo Lucas.
--Sos un cobarde, Lucas, y yo pensando otras cosas de ti… - dijo Amanda.
--No podrías calentarme Amanda déjalo así.
--¡Si puedo, si puedo! -dijo Amanda tambaleando un poco al intentar ponerse de pie. Lucas rio burlonamente.
Amanda se paró frente de Lucas, y levantó su remera hasta el cuello, dejando sus tetas solamente cubiertas por un diminuto sostén de encajes negro. Sacudió un poco su pecho haciendo que las tetas bambolearan de un lado al otro.
--¿te gustan mis tetitas? -preguntó Amanda a Lucas.
--Si, están buenas, pero termínala Amanda. -Dijo Lucas tomando su trago. --Es incómodo.
--¿Incómodo o es que te estás calentando?- preguntó Amanda.
Ella decidió ir un poco más allá, bajó su camisa, pero llevando sus manos hacia atrás se desprendió el corpiño, y empleando ese truco que hacen las mujeres se lo sacó sin levantarse la remera. Las tetas se sacudieron en libertad, los pezones erectos se demarcaban perfectamente debajo de la camisa, Lucas solo siguió bebiendo sin prestarle atención, Amanda decidida a lograr su cometido se acercó a Lucas y le apoyó sus tetas en el rostro. Con esfuerzo él logró hacer su cara hacia un costado.
--Así no vas a lograr nada. -Dijo Lucas a Amanda.
Sin demora, Amanda se sacó la camisa, ahora sus tetas se exhibían completamente. Dio unos pasos hacia atrás y comenzó a moverse lentamente. Fue hasta el equipo de música y luego de buscar por unos instantes puso a reproducir unas electrónicas movidas. Amanda comenzó a bailar suavemente. Sus manos de forma inconsciente subían un poco su falda mientras sus tetas se sacudían al compás de sus movimientos sensuales, ella tenía tetas grandes con pezones rosaditos carnosos con una perfecta aureola. Con displicencia se descalzó, las zapatillas fueron a dar contra uno de los muebles de la habitación. Todo eso lo hacía Amanda con la mirada fija en Lucas y el en ella, pero él no decía nada solo seguía bebiendo muy tranquilo, a él en realidad ya no le era posible desviarse de Amanda, pero no se lo hacía saber. Ahora las manos de la mujer fueron hasta el botón de su propia falda, que apenas desprendida cayó pesadamente al suelo. Inmediatamente se dio vuelta, ahora era su gran y duro culo el que quedaba expuesto ante Lucas, cubierto solamente por una diminuta tanga hilo dental. Las hermosas nalgas de Amanda fueron objetivo de la mirada de Lucas.
--¡Que buen culo que tenéis nena!- dijo Lucas al final aplaudiéndole. --¡Debo reconocerlo!
--¡Ho Gracias cariño! -Dijo coqueta Amanda muy caliente ella.
--¡Si te agarro te lo parto al medio! Dijo Lucas.
--¡-Uy que rudo! Dijo riendo Amanda sin dejar de bailar.
--¡Tenéis un culo como para festejar hasta fin de año! -Agregó al final Lucas.
--¿Tu crees? -Pregunto Amanda sintiéndose muy mujer.
--¡Déjame que te agarre y veras, te la pongo hasta la garganta! -dijo Lucas.
Los comentarios hicieron que Amanda se calentara aún más, en su alcoholizada mente la excitación se adueñaba de sus actos, se sentía una reina que tenía a su merced a un hombre como Lucas como vasallo. Realmente la calentaba el hecho de que la mirara totalmente desnuda. Pero Lucas en silencio, se quedó un rato mientras solo bebía y enviaba mensajes por teléfono sin prestarle atención.
--Aunque he visto mejores culos. -Dijo al final con desdén. Eso la hice enojar, y evitar a la vez. --No hay caso, no me vas a poder hacer calentar. -Exclamó Lucas. --Pero lo intentaste bien-
Amanda estaba decidida a cumplir su cometido, se acercó lentamente a Lucas y tuvo la visión que ella esperaba: La verga se divisaba dura y parada a través del grueso jeans de Lucas.
--Mmmmm, pero mira veo que a Luquitas se paró. -Dijo Lucas muy sensualmente.
--Termínala por favor. -Dijo Lucas, con falsa queja.
--¿Y si no quiero? -respondió ella mientras intentaba desprender el pantalón de quien aún intentaba resistirse a sus encantos.
Por un instante Lucas freno las manos de Amanda, pero finalmente cedió a la tentación y la dejó llevar adelante su objetivo. Apenas bajó el cierre, la verga se levantó dura, erecta y majestuosa a los ojos de Amanda pues jamás había visto una verga tan grande y gruesa, llena de venas y con el glande de un rojo brillante más carnosos que el resto de la verga.
--Ahhh bueno, nuestro amiguito está bastante bien armado. -Dijo Amanda sonriendo.
Se agachó para acercar su boca a la polla que se le ofrecía, dejando su culo en alto, y sus maravillosas piernas estiradas a la vista. Con su boca le dio un suave y pequeño beso en la punta de la verga a Lucas, que definitivamente se entregó al juego que Lucas estaba empeñada en jugar. Cuando ella se introdujo gran parte de la verga en su boca, él cerró sus ojos, un grueso gruñido escapó de su boca.
--¿te gusta que te la chupe?- preguntó ella.
Lucas asintió, no podía resistir el avasallador avance de Amanda. De pronto una mano se posó en las nalgas de Amanda muy suavemente, ella miró por un instante. Lucas comenzaba a manosearla. Tomaba grandes partes de sus nalgas y las apretaba con fuerza. Ella, totalmente excitada puso más énfasis en chupar la pija de Lucas.
--¡Que vergas para mí solita!- exclamó ella entusiasmada.
Con ritmo demoledor chupaba la verga de Lucas ya entregado, él se paró haciéndola girar la tomaba pro el pelo ella se giró caminando a cuatro patas. Sintió como la verga de Lucas se apoyaba con fuerza entre sus nalgas, y casi con violencia pujaba contra su ano absolutamente indefenso.
--Ohhhhhhhhhhhhhhhh… -Ella respondió a ese empuje, y apoyó su culo contra Lucas con suaves golpecitos. --Haaa, haaa, haaa… Mmmmnnn… haaaaaaa… ohhhhhhhhh… uhmm Ahhh haaaa, haaaaa, haaaaa Mmnnn… haaaaaa… Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac… haaaaaaaaaaaahhhh Sigueeeee, ha, haaaaaay, Mmmmnnnnn… Ahhhh ohhh que rico, Siiiiii… Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac… haaaaaa, ha, ha, haaaaaaaaaa…
Lucas abarcaba una de las tetas de Amanda con su mano, la apretaba suavemente.
--Ahhhhhhhh hufffffffff Mmmmnn, ¡No puedo mas! Mmnnn, haaaaaaaaaaaaaaaay… ¡No puedo mas! ohhhhhhhhh, ha, ha, ha, ha, ha, Haaaaaaaaay… Mmm Mmmmnn… ¡No puedo más! Haaaa… que rico haaaaaaaaaa, ahhhhhhhhh Sigueeeee Ahhhhhh ahhhhhhhhh…
--¿Te gusta la fiesta? -preguntó Lucas. Ella asintió. --Es una fiestecita. -Dijo.
--Haaaaaaaay… Mnnnnnnnnn, Mmmmnnnnn, ha, ha, ha, Mmnnnnn, ha, Mmnnnn, ha, ha, ha, Mmmmm, ha, Mmmmm, haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaay… -Ella temblaba mientras se venía pero Lucas no paraba.
--¡Más que fiestera, es una putita! respondió Lucas.
Todos esos comentarios hicieron que ella fuera objeto de la más grande calentura en mucho tiempo. De pronto descubría que le encantaba tener a un tipo que la sometiera, que la humillara y la hicieran objeto de su dominación.
--Haaaaaaaaaaay, ahug.... ahuggg... ahhuu... haa, Mmmnnn, ha, ha, ha, haaaaaaaaaaaaaaaa, ¡AHHHHHHHHHH!... Haaaaaaaaay, ahiii...ahhhiii... Ahhhh, ohhh…. Uffff, ha, ha, haaaa, hussssffff, Uffff, haaaaaa, Mmmmnnnnn, ha, haaaaaaa, Haaaaaaaaaaaa… Mmnmnnn…
Con su culo empujaba hacia Lucas.
--¿Así que sos puta?, ¿te gusta la verga? -estalló de pronto Lucas mas agresivo, lo de ante había sido muy suave incluso dulce, Amanda se sorprendió por la reacción de Lucas.
Casi con desesperación, Lucas tomó a Amanda por las caderas. Con fuerza la hizo apoyarse contra el asiento de la silla. Con el culo en alto Amanda totalmente dominada por el furibundo Lucas se limitó a intentar mirarlo por sobre sus hombros. Lucas la tomó por las caderas, y en un solo movimiento la penetró violentamente, la vagina de Amanda se vio invadida por el grueso y duro miembro de Lucas.
--Hooooooooooooooooo Diosssssssssssss…
--¿Queréis verga?, ¡Yo te voy a dar verga! -dijo Lucas fuera de sí mientras embestía duramente contra Amanda.
--¡¡¡No!!! ¿¡Qué haces!?… Mmnnn, Ah, ahhhh, Mmmmnnn, haaaaa, Mmmnnn, haaaaaa…. Mmnn, Mmnn, Mmmnnnn, haaa, haaaa, haaa, Mnn, Mnnnn, Mmnnnnn, hay, hay hayyyyyy ¡¡¡eso no!!! ¡¡¡Por favor!!! No lo hagas, no lo hagas qué divino, qué divino ¡Uy! ¡Así, asi, asi, asi! ¡¡Me voy a veniiiir!! haaaaaaaa… ohhhhhhhhh uhmmmm ahhhhhhhhhhhhh ¡No puedo más! Haaa, haaaa Mmmmnnnnn para ya haaaaaay… Mmmmnn, ho, ho, ho, haaa Mmm ha… -Amanda se quejó amargamente, arqueó su espalda mientras su mirada hacia Carlos se volvía suplicante. --Despacito…por favor…está muy dura. -Imploró ella.
--¡Vos hiciste que se pusiera así! -dijo Lucas mientras continuaba con sus arremetidas
--Ayyy, me vas a partir, más despacio por favor. -Exclamó ella mientras imitaba los movimientos de Lucas. --¡¡Ayyyy!! ¡¡Pará, pará!! ¡¡Más despacio por favor!! ¡¡Ayyyy!! Haaaaaaaaay... ¡Qué verga! ¡Uy! ¡Así, así, así, así! ¡¡Me voy a veniiiir!! haaaaaaaa… ohhhhhhhhh uhmmmm ahhhhhhhhhhhhh ¡No puedo más! Haaa, haaaa Mmmmnnnnn para ya haaaaaay… Mmmmnn, ho, ho, ho, haaa Mmm ha… Haaaa, haaaaaaaaa, Haaaaaaaaay… ha, ahhhhhhhh huffff Mmmmnn, ¡No puedo más! Mmnnn, haaaaaaaaaaaaaaaay…
La verga entraba y salía una y otra vez de Amanda, que se debatía entre la necesidad de mirarlo y el empeño de sus ojos en cerrarse por el placer y el dolor del que era objeto.
--Sentí como se me puso la verga, sentirla perra. -Dijo Lucas.
--si…está dura, muy dura. -Profirió ella. --Haaaaaaaaay… ahhhhhhhh hufffffffff Mmmmnn, ¡No puedo más! Mmnnn, haaaaaaaaaaaaaaaay… ¡No puedo más! ohhhhhhhhh, ha, ha, Haaaaaaaaay… Mmm Mmmmnn… ¡No puedo más! Haaaa… ha, ha, ha, que rico haaaaaaaaaa, ahhhhhhh Sigueeeee Ahhhh ahhhhhhh… ¡No puedo más! Haaa, haaa, ha… Haaaaay… Mnnnnnnn, ha, ha, Mnnnnn, ha, ha, ha, Mnnnn, ha, Mmnnn, Mmmm, ¡No puedo más! ha, ha, Mmmmm, ho, ho, ho, haaa Mmm haaaaaaa… ¡No puedo más! ¡No puedo más! ¡Más haaa! ¡Rico haa! ¡No puedo más! Haaaaaaaay… Mnnnnnn, Mmnnnnn, Mmnnn, ha, Mmnnnn, Mmmmm, Mmm, haaaaaaaaaaaaaaaaaay…
Lucas que se había vuelto el dominador absoluto de Amanda. Ella arqueaba su espalda y jadeaba una y otra vez mientras era penetrada con furia.
--si… está muy dura…muy grande…me vas a hacer acabar. -Dijo Amanda. --Mmnmnnn, ha, para ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaa… para ha, ha, haaaaaa, para Mmnnn, Mmnnnnn… para para ha, ha, ha, para, para, para ha, ha, Haaaaaaaaaaaa, para ha, ha, ha, para Mmmmnnnnn para ya haaaaaay… Mmmmnn, ho, ho, ho, haaa Mmm ha… Haaaa, haaaaaaaaa, haaaaaaay… ahhii.... ahhhiii... ahhhii... haaaaaaaaaaaay…
--¡¿Queréis mi leche?!- preguntó él.
---si…si…dámela. -Pidió ella. --Haaaaaaaay, ahhhiii... siiii... me corroooo... no pares... Fóllame, hay, ha, hay, ha, hay, haa, haaaa, ¡Que gusto! Mmnmnnn, ha, haaaaaaaaaa… ha, ha, haaaaaa, Mmnnn, Mmnnnnn… ha, siii... ahhhiiii... siiii... me corooo.... siii.... si...si... que rico... Dame mas, si dame más Siii así haaa ¡Siiii! ¡Dame más! ¡Mas! ¡Mas! ¡Mas! ¡Más haaa! ¡Rico haa! ¡Sigue no te pares! ¡Papi haaaa Ricooooo! Haaaaaaaaaaaaay.
--¡Toma perra, toma mi leche puta!
Las manos de Lucas se atenazaron con más fuerza en la cintura, ahora la verga entraba en su totalidad. Amanda temblaba mientras sentía como el orgasmo la invadía mientras observaba a su marido derrumbado sobre la mesa. Lucas la tomó del cabello, la atraía hacia él, y ella respondía jadeante con fuertes movimientos.
--Haaaaaaay, ha, hay, ha, hay, haaaa, ¡Que gusto! Mmnmnnn, ha, haaaaaaaaaa… ha, ha, haaaaaa, Mmnnn, Mmnnnnn… ha, ha, ha, ha, ha, Haaaaaaaaaaaa, ha, ha, ha, haaaaaaay… ¡Nooo no pares! ¡Nooo! ¡Pares por favor! ¡No pares! Haaaaaaaay que rico amor, ¡Papi no me dejes de dar! Haaaaa, ha, haaaa, haaaaa no… haaaaaa hay, hay duro…. Hayyyyyy.
El orgasmo fue increíble y muy extenso, extremadamente poderoso mientras ella abría en demasía su boca, como si buscara aspirar más oxígeno.
--Haaaaaaaaaa, ha, Mmnnnnn, ha, ha, ha, Mmnnnn, ha, Mmnnnn, Mmmmm, ha, ha, Mmmmm, ho, haaa Mmm haaaaaaa… Haaaaa, ha, haaaaa, haaaaaaaaaaaaaaaa.
Lucas fue bajando el ritmo agotado, mientras ella sonreía extasiada y satisfecha de haber logrado su objetivo y de paso haberse venido de tal manera había terminado oreándose en sima. Lucas apesadumbrado buscaba recuperar fuerzas en una silla. El orgasmo, sumado al alcohol hicieron que ella casi se desplomara, pero fue Lucas quien la sostuvo en sus brazos, ella casi sin voluntad propia dejó que él le acariciara una de sus tetas mientras ella se apoyaba en su hombro. Aprovechando la situación Lucas le dio un beso que ella respondió apasionadamente.
--¡¿Te gusta que te cojan como una perra?- preguntó Lucas.
--¡Siiii, me encanta papi! -dijo ella aún extasiada.
Lucas le tomó una de las piernas y la levantó hasta su cintura, ella se abrazó con fuerza al cuello de él, luego casi sin esfuerzo la otra pierna también se elevó, y ella quedó en el aire, colgada del cuello de Lucas, sostenida por sus fuertes brazos, que inmediatamente la penetró por la vagina.
--Haaaaaaah. -Ella tembló suavemente y exhaló un largo gemido. --¡¡¡Haaaaaaaaaaay Diossssssss!!! -Pues esa posición le estaba gustando demasiado. --Uffff, ha, ha, haa, ha, ¡duro! hooooo, Mmmmnnnnn, ha, Haaaaaaaaaa… Mmmnnn, ha, ha,¡dame duro papiiiiii! haaaaaaaaaa… ha, ha, haaaaaa, Mmnnn, Mmnnnnn… ¡Siii Diosito haaaaay! ha, ha, ha, ha, Haaaaaaaaaaaa.
Tanto que no se dio cuenta que luego de unos minutos así Lucas la puso muy cerca de su marido y el poniéndose atrás de ella él se acomodó. Amanda se sorprendió cuando sintió la verga apoyarse en su culo, miró hacia atrás cuando la verga casi sin esfuerzo también la penetró.
--Ayyyyy, por la cola también papi. -Dijo ella casi fuera de sí.
--Y el Cabron de tu marido durmiendo. -Dijo Lucas.
Entre los dos ejecutaban una coreografía de movimientos cortos y seguidos. Amanda se debatía entre gemidos y jadeos, sonrisas y expresiones de placer. Sus brazos apenas la sostenían en alto. La verga entraban y salían con furia de ella.
--Si, cabrone, cójanme, cójanme duro, así…así. -Decía ella entre gemidos. --Aayyy, que hijo de puta, así…así. -Continuaba. --Haaaaaaaaay, ha, ha, ha, ha, ha, haaaa, hussssffff, uffffff, haaaaaa, ha, haa, ha, Mmmmnnnnn, ha, haaaaaaa, ha, ha, Haaaaaaaaaaaa… Mmnmnnn, ha, haaaaaaa, ha, ha, ha, haaaaaaaaaa… Mmmmnn... Haaaaaay… -Soltó ella. --Mmmmnn, ho, ho, ho, haaa Mmm ha… Haaaa, haaaaaaaaa…
Un nuevo orgasmo se aproximaba, su cuerpo ya era un juguete en manos de Lucas. Su culo y su vagina les pertenecían a él, y el culo en ese momento eran asaltados bajo total dominio de la verga de Lucas que se empeñaba en besarla mientras la cogía y ella respondía esos besos con pasión. Ya su vagina y su ano rebosaban de semen del amigo de su marido. Por fin fueron aminorando el ritmo.
--Que putita resultaste. -Dijo Lucas. --Bien putita.
Amanda, agotada por el esfuerzo y por la tremenda sesión de sexo ha la que había sido sometida, buscó el descanso en una silla. Juan, aún inmóvil sobre la mesa ignoraba que su mujer totalmente desnuda e igualmente borracha, estaba a punto de quedarse dormida. Fue Lucas quien la vistió trabajosamente y la depositó sobre el largo sillón, donde finalmente ella se entregó de lleno al sueño y el descanso. Al otro día Juan se despertó primero, adolorido por la incomodidad de haber dormido toda la noche desplomado sobre la mesa. Miró a su esposa, aún dormida sobre el sillón.
--Pobre Amanda, es un amor, al final terminó ella atendiendo a mi amigo. -Se dirigió a la cocina. --Lo menos que puedo hacer es prepararle un buen desayuno- dijo mientras encendía la cafetera.
Continuara…