Nunca sabes como puede acabar una tarde, que se presentaba tranquila.
Relato
Sorpresas te da la vida
Recuerdo que era un día jueves del mes de Julio y yo andaba por el centro de la ciudad haciendo unos recados. Eran ya las 4 de la tarde y yo no había almorzado nada aún, me dirigí a un pequeño restaurante donde pude almorzar ya que ahora tenía que hacer hora para esperar a mi amiga Irene quién trabajaba en el centro y nos habíamos quedado en reunirnos con el fin de charlar un rato, era muy temprano y había terminado de almorzar, así me fui caminando hacia un lugar más próximo de su oficina que se encontraba en pleno centro de la ciudad. En eso que me detuve a mirar los anuncios de un cine que estaba justamente debajo de la oficina de mi amiga. Daban una película de acción y otra más del tipo comedia, por lo que me decidí a entrar, creo que con cierto temor por la hora y el lugar, pero me decidí y entré.
La primera película ya se había iniciado, el acomodador me había ubicado en el costado derecho del cine, lugar donde había muy poca gente fue lo que mis ojos pudieron notar después de un rato cuando ellos se acostumbraron a la poca luz reinante en el interior del cine.
Mis ojos miraron todo el entorno del cine y podía ver que en realidad no había mucha gente en él, total pensé para mi, es solo por un rato que he entrado y no debo de preocuparme tanto, estaba yo ya muy concentrada en la película cuando veo la luz de la linterna del acomodador que indicaba un asiento muy cercano al mío y me pedía permiso para pasar una mujer quién con la poca luz que había se acomodó en el asiento de mi derecha y ahí acomodó todas sus cosas, yo continuaba mirando la película que en realidad era bastante interesante, cuando sentí el brazo de ella que se acomodaba en el apoya brazos de mi lado derecho, al sentirlo yo automáticamente corrí mi brazo hacia mi cuerpo y miré de reojos hacia el lado donde estaba sentada ella, quién se veía bastante joven y su pelo era de un color claro, no me podía seguir fijando más dada la escasa luz de la sala de cine, cuando volví a colocar mi brazo en el apoya brazos de mi lado derecho sentí el calor que emanaba de su brazo, ella lo corrió muy poco o casi nada por lo que yo decidí dejar ahí mi brazo y concentrarme en la película.
Habrían pasado quizás unos diez minutos o tal vez menos, cuando siento que ella estira su pierna hacia mi lado rozándome con ella las mías, me quedé tranquila cuando ella me dijo perdón y continuo mirando la película. Yo ya me había relajado en el cine, por lo que estiré mis piernas a lo largo y me acomodé muy bien en mi asiento, cuando estaba mirando la película siento que ella me habla y me dice
- Perdona... te puedo pedir un favor-
- Por supuesto - le respondí yo en ese momento.
Ella continúa hablando y me dice que necesita ir al baño y si yo le podría cuidar su abrigo que vuelve de inmediato.
- Claro, yo te lo cuido.- ella entonces se levantó y pasó delante de mí y al momento de pasar yo tuve que recoger mis piernas y sentí el roce de sus medias en mis rodillas, en realidad se veía como bien aquella niña, por lo pronto yo tomé su abrigo y me lo puse en mis piernas encima de ellas y continué viendo la película.
Habrían pasado unos diez minutos cuando ella regresó, me tocó mi hombro y me preguntó
- Yo estaba sentada a tú lado.- sí le respondí. - Y aquí tengo tú abrigo.- Ella me dio las gracias y pasó a sentarse a mi lado derecho, y ella al sostener su abrigo me tocó mis manos y pude sentir un calor extremadamente fuerte que de ellas salían, ella lo recogió y se lo puso encima de sus piernas.
- Hace un frío terrible afuera, y creo que está empezando a llover.-
Yo al escucharla decir eso, sentí como una corriente de aire helado por mis piernas y en realidad me sugestionaron sus palabras dado que en ese momento me dio un frío increíble, por lo que corrí sin pensarlo mucho mis piernas hacia su abrigo que le colgaba entre sus piernas, y pude sentir el calor de su abrigo en mis piernas, cuando empezaba a abrigarme con su abrigo, sentí su brazo nuevamente que tocaba el mío, pero yo no moví el mío y lo dejé en igual posición, entonces ella corrió sus piernas y las puso en contacto con las mías, yo sentí un agradable calor en mis piernas, por lo que no las moví y las dejé en contacto con las suyas y en ese momento se terminaba la primera película.
Se encendieron las luces del cine, y yo la pude apreciar ahora a plena luz, ella era de pelo color castaño muy claro casi rubio y tendría unos veinticinco años o quizás menos, su cara se veía muy refinada y graciosa, junto a su pequeña nariz, y sus ojos se veían de un color claro y ella andaba de uniforme de oficina, es decir usaba una chaqueta color azul junto a una blusa color damasco y una falda me imagino en el mismo tono que su chaqueta, falda que no podía ver por el hecho de tener ella su abrigo cubriéndole su cintura hacia abajo y usaba unos zapatos color negros taco alto, minutos después se apagaban las luces y se iniciaba la segunda película.
Al iniciarse la película pude sentir como ella me rozaba mis piernas con las suyas, yo nada hice y permanecí tal cual estaba, yo podía sentir como ella ahora hacía mucho más notorio su roce por mis piernas y les puedo decir que ahora escuchaba el roce de sus medias por mis piernas y podía sentir sus rodillas muy próximas a las mías, ella en ese momento bajó sus manos y las puso bajo su abrigo y sus rodillas iniciaron un pequeño roce de las mías y sus manos ahora me tocaban mis rodillas bajo su abrigo, esta situación en realidad no me disgustó en lo más mínimo, y ahora podía sentir como sus manos trepaban por mis muslos acariciándolos muy suavemente hasta llegar a mis bragas, lugar donde se detuvo unos instantes para acariciarme mis muslos y oprimirlos un poco con sus manos, yo en ese momento abrí mis piernas para dejarla hacer, entonces ella me tocó por encima de mi tanga con sus manos para luego acomodarse y meter sus manos directamente en mi sexo, pero previo a eso ella me había corrido el elástico de mis braguitas, sus manos jugaban con mis vellos vaginales y de pronto ella introdujo sus dedos en mi sexo. Primero me metió un dedo después me metió un segundo dedo y me acariciaba mi clítoris causándome un rico placer, su otra mano me abrazó y me llevó hacia su cuerpo, mientras ella seguía acariciándome mi sexo y me producía creo que mi primer orgasmo en una sala de cine, su cabeza la volvió hacia la mía y me ofreció sus labios para besarla, cosa que yo hice en forma inmediata y nuestras lenguas se unieron en un muy rico y cálido beso.
Entonces yo lo que hice fue meter mis manos bajo su abrigo y tocarle sus piernas, fui subiendo de poco a poco por ellas y le oprimía sus muslos con mis manos los que se sentían muy duros y suaves a su vez, al llegara su calzón y oprimirle un poco su sexo y proceder a correr el elástico de su calzón sentí que ella abría sus piernas e incluso las subía para facilitarme el que yo tocara su sexo el que en realidad estaba sumamente húmedo le toqué sus vellos vaginales los que también estaban muy mojados producto de sus propios fluidos vaginales, le metí mi dedo en el interior de su sexo y escuché su primer suspiro de placer, esto me dio pauta para introducirle mi segundo dedo dentro de su sexo, yo podía escuchar perfectamente sus suspiros de placer por que ella me besaba mi oreja izquierda con su boca y ante cada movimiento que yo hacía con mis dedos en su interior podía sentir perfectamente sus suspiros de gozo y placer, mis dedos ahora le tocaron y acariciaron su ano y yo podía sentir como ella se acomodaba en el asiento para permitir que yo le tocara todas sus partes íntimas, mientras tanto seguíamos besándonos y nuestras lenguas se unían una y otra vez, entonces yo sentí como ella con sus manos me tocaba mis senos y me los oprimía muy suavemente, entonces yo con mis manos en su sexo inicié el movimiento típico de masturbación rozándole muy suavemente con ellas sus labios vaginales y tocándole una y otra vez su clítoris mi movimiento era circulatorio por su sexo, y ella gemía de placer y satisfacción, entonces fue cuando ella en un movimiento muy rápido que realizó se hincó en el suelo e inició con su boca los besos sobre mi sexo e introducía su lengua en el, originándome un grato placer y arrancándome una gran cantidad de líquidos vaginales de mi sexo con su lengua que me horadaba y jugaba dentro de mi.
Pasó como diez o quince minutos en que ella continuaba con su boca dentro de mi sexo me besaba por todos mis lados incluso metió su lengua en mi ano, yo como tenía que hacer y calculando más o menos la hora, le pedí que se detuviera y ella así lo hizo, yo le expliqué que me tenía que ir en busca de una amiga quién trabajaba en los altos del edificio donde estaba ubicado el cine, ella me pidió varias veces que me quedara otro rato, pero yo no lo acepté e inicié mi ida hacia la salida del cine, pero previamente a esto me había acomodado bien mi ropa y me puse mi tanga que lo tenía por mis pies.
Salí y llegué al ascensor del edificio de la oficina de Irene, lo tomé y subí, al llegar a su oficina lugar donde ella me esperaba hacía un rato, le pedí prestado el baño y entré, me peiné y lavé bien mis manos ya que el olor del sexo de la chica del cine no se me pasaba, una vez finalizada mi labor en el baño salí de el y me dirigí hacia Irene.
Al verla a ella la noté como media molesta y ella me dijo qué llevaba más de veinte minutos esperando, yo le expliqué a Irene que había entrado a un cine a ver una película para hacer hora y como era tan buena la película me demoré un poco en salir del cine, explicación que ella me aceptó.
Bajamos de la oficina de Irene y al pasar juntas por la puerta del cine venía saliendo de el la chica con quién yo recién había estado y lo más raro de todo fue que se acercó hacia nosotras y saludó y le dio un beso en el rostro a Irene.
- Hola Irene, cómo estás.-
- Hola Rebeca como estás tú.-
- Bien Irene, ¿No me presentas a tú amiga?-
- Laura te presento a mi amiga Rebeca.-, quién se acercó a mi y me dio un beso en mi rostro.
- Hola Rebeca, encantada de conocerte- Yo estaba desconcertada.
- ¿Qué andas haciendo por aquí?- Pregunto Irene a Rebeca sorprendida de verla.
- Estaba en el cine y vi una película sensacional.- Mirándome y guiñándome un ojo, para luego acotar - Me excitó mucho, era una película extraordinariamente buena.-
- Oye, pues si no tienes prisa, podríamos ir a tomar algo las tres, ¿Que os parece?-.dijo Irene.
- Pues si os apetece, os invito a mi casa, que está muy cerca de aquí. No es muy grande pero es muy acogedor y os puedo ofrecer algo.- comentó Rebeca.
- Pues por mi perfecto, ¿que dices Laura?-. No tenía nada que objetar a las dos les parecía bien y a mi también, eso me daría tiempo para conocer más a fondo a Rebeca.
Rebeca es una chica de aproximadamente unos veinticinco o veintisiete años, tiene su pelo claro y sus ojos son verdes, su estatura diría que es normal y es más delgada que lo que parece bajo ese abrigo que andaba usando y sus piernas les puedo decir que son muy bellas las que movía con mucha gracia al caminar al igual que sus caderas yo me atrevería a decir que éramos tres chicas tipo modelo las que íbamos caminando hacia el departamento de Rebeca recibiendo todo tipo de piropos en nuestro andar, al llegar al lugar por ella señalado nos encontramos con un edificio de algunos años de antigüedad, y tomamos el ascensor para ir a su departamento.
Al llegar al cuarto piso nos bajamos y ella sacó las llaves y abrió la puerta del departamento en cuestión, entramos y pasamos por un pasillo y llegamos al living comedor del apartamento, ella encendió las luces y prendió una estufa catalítica aduciendo que tenía mucho. Al entrar por el pasillo de la derecha nos encontramos con la cocina y al volver hacia atrás pasamos al dormitorio. Éste era muy grande y tenía una cama matrimonial y su habitación estaba recubierto con espejos, yo al encender la luz pude apreciar que se encendían unas lámparas tipo halógenas sobre la marquesina del habitación, dándole un acogedor calor al lugar, yo me senté unos momentos sobre la cama y esta empezó a moverse, era una cama de agua la que tenía ella ahí.
Yo le dije a Irene, que viniera a ver la cama de agua, y ella llegó junto a mi y se estiró sobre la cama de agua, -Es Genial, no la encuentras tu igual-, a lo que yo le respondí, -Por supuesto que es genial la cama-. Irene permanecía estirada sobre la cama y abría sus piernas dejándome ver sus bragas de color celestes. En eso estábamos cuando entró Rebeca a la habitación y saltó sobre mi para estirarse en la cama y caer al costado de Irene, quién le preguntó por la cama y ella le respondió abrazándola y tocándole sus senos a Irene.
- La compré para hacer mejor el amor-, dijo ella sin soltarle los senos a Irene, quién en esos momentos solo reía, y ella también le tocó los senos a Rebeca quién abrió sus piernas y me dejó ver sus tanga de color blanco, al mismo tiempo que ella subía sus piernas sobre el cuerpo de Irene y le besaba su boca, beso que Irene le respondió en igual forma a Rebeca, mientras sus manos se tocaban y recorrían sus cuerpos,
Rebeca aprovechó para meterle su mano bajo la falda a Irene, e inició una serie de movimientos con su mano en el sexo de Irene, lo que resultó de que ella se bajara y sacara sus bragas celestes y lo dejara a un costado.
Mientras Rebeca le besaba su sexo y le metía su lengua, mi vista se fijó en Irene quién se sacaba su blusa y le ofrecía sus pechos a Rebeca quién sacó su boca del sexo de Irene y se dirigió con ella a besarle y succionarle sus pechos.
Les puedo comentar que los pechos de Irene son bastante grandes y muy firmes o duros, mientras Rebeca le besaba los pechos a Irene ésta le metía sus manos bajo la falda de Rebeca y le tocaba y acariciaba el sexo, momentos después ambas estaban completamente desnudas haciendo un 69. Yo permanecía aún sentada al borde de la cama y no puedo negar que mi vagina me pedía que la tocara ya que ella estaba llena de mis fluidos vaginales los que me brotaban a raudales al mirarlas a ellas como se amaban delante de mí, yo me metí mi mano bajo mi calzón y toqué mi sexo el que estaba muy húmedo e introduje un dedo en él, con mi otra mano me tocaba mis senos los que estaban muy duros y erguidos. Ya comenzaba a sentir el placer en mi sexo y poco a poco me fui corriendo hacia donde ellas se encontraban, aproveché de sacarme mi vestido y quedé sola en tanga y sostén puesto y estiré mi mano en busca de ellas.
Al estirar mi mano y con ella tocarle el trasero a Rebeca quién estaba montada sobre la cara de Irene, ella se giró hacia mi y me dio un beso en mis labios y sus manos se dirigieron directamente a mi sexo el que me tocó por encima de mi tanga e inició la bajada de ellos. Momentos después ella ya me había retirado mis tanga y su boca me besaba y lamía mi sexo produciendo en mi una terrible calentura, lo que hizo que mis manos se fueran directamente a oprimirles sus duros senos, los acaricié un rato y después me los llevé a mi boca y con mi lengua le acariciaba sus pezones y mis labios le succionaban sus pezones muy parados y erguidos , yo sentía el calor de mi sexo unido a la boca de Rebeca y su lengua me tocaba una y otra vez mi clítoris y sus manos me tocaban mis senos, dado que, ella anteriormente me había sacado mi sostén , entonces yo empecé a sentir mi orgasmo por lo que me dejé caer sobre los senos de Irene y abrí muy bien mis piernas momentos que aprovechó muy bien Rebeca con su lengua la que me horadaba cada vez más mi sexo y ahora se introducía en mi ano causándome otro grato placer. Recuerdo que en esos momentos los labios de Irene se unían a los míos y nos besábamos como unas verdaderas locas de placer y mis manos jugaban con sus senos y con el resto de su cuerpo, hasta que todo fue violentamente detenido por Rebeca quién dijo: -Irene voy a sacar los consoladores-, a lo que ella le respondió en forma afirmativa con un brillo de lujuria en sus ojos azules. Mientras Rebeca iba en busca de los consoladores Irene me besaba y me decía que ahora me iba a amar como nunca lo había echo conmigo.
Llegó Rebeca con un vibrador sujeto a su cintura por medio de correas y con dos consoladores en sus manos más un pequeño frasco, Irene se le aproximó e inició la succión del aparato de Rebeca, quién abrió el frasco que tenía en sus manos y se esparció algo por sus manos y me dijo: -ven mi amor-, yo me acerqué hacia ella y me di la vuelta y sentí sus manos en mi trasero, y mis nalgas sintieron algo helado y húmedo al ella con sus manos oprimírmelas.
Segundos después sentí que algo se trataba de introducir por mi ano y era su vibrador el que estaba completamente lubricado por la vaselina de sus manos, yo me relajé al máximo y dilaté mis esfínteres y podía sentir como ella me penetraba con su aparato y bajo mío estaba ahora Irene succionándome mi sexo con su boca y con su lengua acariciaba mi clítoris.
Yo sentía como el artilugio de Rebeca me entraba y llegaba hasta el fondo de mi ano y sentía el roce de sus vellos vaginales en mis nalgas con cada introducción que ella me hacía. Irene no dejaba de mamar mi sexo y eso hizo que me viniera en ese momento sintiendo el vibrador dentro de mi ano el que me causó un placer indescriptible, Rebeca lo sacó de mi ano y me dijo: -Quiero amarte como lo hice en el cine-, y me besó mi boca y me pasó un consolador para que yo se lo metiera en su sexo.
En realidad el consolador era bastante grande y largo por lo que lo tomé de su parte central y lo metí directamente en el sexo de Rebeca hasta casi un poco antes de la mitad, el otro extremo se lo metí en el orificio a Irene y empecé a moverlo hacia atrás y hacia delante y las dos gozaban como locas, yo podía sentir las manos de Rebeca como me acariciaban mis muslos por lo que me acerqué hacia ella y le di un gran beso en sus labios sin dejar de mover el consolador que estaba metido en ambos sexos. La besé una y otra vez en sus labios y nuestras lenguas se unían una vez más, pero ahora con mucho más comodidad y soltura.
Después ella me puso el vibrador en mi cintura y me lo amarró por detrás y ella se dio vueltas para ofrecerme su ano, al que previamente le pasé mi lengua y después inicié la perforación de él con el aparato que ahora tenía puesto. Ella se encontraba en cuatro patas sobre la cama y yo se lo metía por su ano causándole un agradable placer. Mientras, mis manos le acariciaban sus senos hasta que sentí decirle: -Me voy, me voy-, y ahí retiré el consolador de su ano.
Mientras Irene se masturbaba con el otro consolador y se lo metía hasta el fondo de su velludo sexo, Rebeca ahora se estiraba sobre la cama con sus piernas muy abiertas y me decía: -ahora por delante mi amor-, yo me acerqué a ella con el vibrador en mis manos siendo succionada por la boca de Irene quién me metió su lengua en mi sexo mientras yo me preparaba para penetrar a Rebeca por delante. Sentía las manos de Irene como acariciaban mi pene, estas las retiró pronto y me empezó a acariciar mi espalda y mis senos, yo al mirar a Rebeca la veía como se introducía sus dedos en su sexo y se tocaba sus senos con su otra mano. Logré llegar con el pene hasta el sexo de Rebeca y metérselo muy suavemente para luego iniciar mi movimiento oscilante hacia atrás y hacia delante cada vez con más fuerza y presión sobre su sexo, en esos momentos me estiré sobre su cuerpo y nuestros senos se unieron.
Yo podía sentir como los pezones de Rebeca me clavaban mis senos, estaban demasiado erectos sus pezones tanto o más que los míos y sus muslos ahora me rodeaban mi espalda y yo continuaba metiéndole el pene en su sexo y recibía la húmeda lengua de Irene por mi espalda y por mis nalgas. Así estuvimos amándonos hasta las nueve de la noche hora en que nos vestimos y nos duchamos e iniciamos el camino hacia nuestras casas, recibiendo la invitación de Rebeca para ir al cine nuevamente con el fin de ahora poder ver la película.
Bueno esto ha sido todo por el momento y si alguna chica me desea escribir aquí está mi mail lauralopez1970@hotmail.com
Ese viernes fue el mejor de todos, porque desde entonces nunca me separo de mi amiga Lorena Con la que mas de una vez, y desde entonces nos hemos enloquecido de placer juntas!!!!
Relato erótico enviado por Anonymous el 07 de February de 2009 a las 22:46:05 - Relato porno leído 304530 veces
Mi nombre es Antonia, pero mis amigas me llaman tan solo Ant, cuando llegué a casa de Valeria mi amiga, me encontraba llorosa, triste y bien deprimida ya que me novio, momentos antes, sin más ni más, me dijo que terminaba conmigo, y que no lo buscase más. No me dio razones, y simplemente se montó en su motora y se marchó. Dejándome toda confundida y sin saber qué hacer, fue que me di cuenta que me encontraba cerca de la casa de Valeria, y me llegué hasta su casa, buscando consuelo, pero al tocar la puerta, salió su madre la señora Estela, únicamente cubierta con una pequeña toalla de baño alrededor de su cuerpo, pero nada más al verme, sonriendo me dijo, que Valeria había salido con su padre y regresaba a la noche. Fue cuando sintiéndome más sola y abandonada, estallé en llanto, Estela al verme en esas condiciones, de inmediato me hizo entrar a su casa.
Relato erótico enviado por Narrador el 24 de October de 2009 a las 11:09:24 - Relato porno leído 127159 veces
Acariciándonos nuestras piernas hasta que ya estábamos lo suficiente calientes nos quitamos nuestros calzones y comenzamos a mamarnos nuestras vaginas y a besarnos.
Relato erótico enviado por Anonymous el 22 de July de 2009 a las 23:49:21 - Relato porno leído 110301 veces