Desde que Juan, mi esposo, y yo nos casamos, él siempre quiere por todos los medios, que practiquemos relaciones anales. Como buena católica practicante, siempre me he negado, pero ya les dije él insistía por todos los medios, y por lo general cuando salíamos a bailar, si yo cometía el error de beber demasiado, lo más seguro era que mi esposo terminara la noche, convenciéndome, u obligándome, de una forma u otra de que tuviéramos relaciones anales. En ocasiones comenzaba por mamar deliciosamente todo mi coño, al punto que me dejaba completamente agotada, por los tantos orgasmos que me hacía disfrutar, luego pasaba a darme el llamado beso negro, y cuando menos me lo esperaba, que me enterraba toda su verga salvajemente. Cuando eso no resultaba, sencillamente esperaba a que yo me durmiera por la borrachera, y así aprovecharse para darme por el culo.
Relato
Cosa que al día siguiente me causaba una gran indignación, por la cual hasta dejaba de hablarle por varios días. Ya me estaba acostumbrando a eso, cuando una de mis amigas, encontró en su casa, parte de los regalos que me hicieron en mi despedida de soltera, los trajo a casa, y las dos nos pusimos a verlos, cuando al abrir una caja de cartón salió una cosa rara, se trata de un arnés en cuero, y al frente sujeto por finas correas de cuero, un gran pene de goma. Yo la verdad es que me sorprendí al verlo, y cuando extrañada le pregunté a mi amiga para qué era eso, riéndose me dijo. Es para complacer a los maridos, que tienen gustos femeninos. Yo seré bruta, pero la verdad es que no la entendí, hasta que me lo explicó más detalladamente, que hay mujeres que los ponen, para penetrar y complacer a sus maridos. La sola idea me horrorizó, pero después lo tiré en una gaveta, y no quise saber más de esa cosa. Hasta que como a la semana, Juan volvió al ataque, aprovechándose de una salida que dimos, de seguro me puso algo en mi bebida, ya que apenas solo tomé un trago, y al día siguiente desperté nuevamente con mi culo todo reventado. Para Juan era como una gracia que había hecho, pero para mí como ya les dije es algo indignante, y aunque no les voy a negar que en ocasiones, hasta me ha gustado que mi marido me dé por el culo, lo cierto es que lo consideraba un abuso de su parte. Esa mañana al levantarme, estaba que echaba chispas, que si me cortaba no votaba sangre, me puse a limpiar para distraer mi mente, cuando al abrir una gaveta, que me encuentro aquella cosa, y al verla, pensé. Juan da gracias a Dios, que yo no te agarre borracho, porque me las vas a pagar todas juntas. Yo seguí con la limpieza el resto del día, ya que como maestra durante el verano agarró vacaciones. A los pocos días, Juan que me llamó de su trabajo diciéndome que llegaría tarde, que iba a beber con su jefe. Yo como aún estaba molesta con él, sencillamente le colgué. Pero cuando llegó a la noche, realmente él estaba bien borracho, tanto que lo trajo un taxi a casa, ya que no podía manejar en el estado en que estaba. Yo lo ayudé a llegar a la cama, así como a desvestirlo, y como él acostumbra a dormir sin nada de ropa, así lo dejé tirado en la cama, maldiciéndolo, y preparándome para ir a dormir a la otra habitación. No fuera que en la madrugada se despertara, y quisiera volver a darme por el culo. Ya me estaba desvistiendo, cuando al abrir la gaveta de la mesa de noche, para guardar mis lentes, que me topo con aquella cosa. No sé qué me provocó que lo agarrase, y por pura curiosidad me lo pensaba colocar para ver cómo se veía eso. Pero me di cuenta de que como tenía las bragas puestas, lo mejor era quitármelas. Y así lo hice, quedando parcialmente desnuda. Por lo que procedí a ponerme eso. La verdad es que al ajustarme las correas del arnés a mi cuerpo y ver esa cosa apoyada en mi coño, la agarré con mi mano, y comencé a moverla como si me estuviera masturbando. No sé si esa cosa fue hecha así a propósito, pero su base descansaba directamente sobre mi vulva, y cuando lo presionaba me presionaba parte de mi clítoris. Mi curiosidad, me llevó a verme en el espejo, y fue cuando me dije a mi misma, la verdad es que no me queda nada mal. Yo tenía agarrado ese pene de goma con mi mano derecha, cuando se me ocurrió aprovechar que mi marido estaba dormido, para aunque sea ponérselo encima de las nalgas. Y así procurando no hacer ningún movimiento brusco, para no despertarlo le fui separando sus piernas, y colocándome tras de él, por un momento me sentí satisfecha, al colocar la cabeza de aquella cosa contra las nalgas abiertas de Juan. Y ya me había levantado de la cama, cuando me acordé del sin número de veces que él me había dado por el culo, sin tan siquiera decirme nada, por lo que en lugar de quitarme el arnés, me dirigí al baño, y embadurné todo aquel largo y grueso aparato con vaselina, y de inmediato regresé a la cama, con la sola idea de aprovechar que Juan dormía esa tremenda borrachera, para véngame de las tantas veces que él me había dado por el culo. Así que llena de rabia, comencé a por separar sus nalgas con una mano, mientras que con la otra mano dirigía la cabeza de esa verga de goma entre las nalgas de mí marido. Pero justo en el instante en que lo pensaba penetrar, estuve a punto de detenerme, ya que me dije que de seguro Juan no me perdonaría que yo le diera por el culo, pero al volver sus paradas nalgas, y aquella verga de goma bajo mi poder, realmente poco me importól lo que yo deseaba era vengarme, así que tratando de no pesar, comencé a empujar mis caderas contra sus nalgas, y fui viendo como poco a poco aquella cosa de goma se fue abriendo paso entre el culo de Juan. En ese mismo instante comencé a sentir, algo así como un gran poder que recorría todo mi cuerpo, y aunque en principio mi idea era penetrarlo suavemente, la verdad es que me dejé llevar, por la agradable sensación de poder que recorría todo mi cuerpo, y sin consideración alguna, presioné con fuerza mi coño, contra sus nalgas, haciendo que la verga de goma desapareciera dentro de su culo. En esos instantes Juan comenzó a volver en sí, preguntando qué pasaba, a lo que yo sin dejar de empujar con fuerza toda la verga dentro de su cuerpo, le dije. Tranquilo cariño, únicamente me estoy vengando por todas las veces que me has dado por el culo. Yo pensé que Juan reaccionaría de manera violenta tratando de que yo me quitase de sobre su cuerpo, pero en lugar de eso, suavemente comenzó a mover sus caderas, al tiempo que comencé inconfundibles gemidos de placer que salían de su boca. Por un buen rato yo disfruté de darle por el culo a mi esposo, la sensación de poder, era alucinante, y a medida que más le daba por el culo, más me gustaba hacerlo. Fue tanta las veces que presioné mi coño contra sus nalgas, que la base de aquella cosa, al presionar mi coño una y otra vez, hizo que yo también lo disfrutase más. Hasta que bien agotada separé mi cuerpo del de Juan, sacando aquella cosa de entre sus nalgas. Yo me quedé rendida a su lado, y él de seguro continuó durmiendo la borrachera. A la mañana siguiente me desperté y él seguía dormido, me levanté me quité el arnés, y me di una buena ducha. Resignada a que cuando Juan se despertara, quisiera terminar conmigo, y hasta pensé que podía querer llegar a matarme, por yo haberle dado por el culo. Pero cuando se levantó, me vio de reojo, entró al baño se duchó, y al salir no me dijo nada en absoluto. Lo que me puso más nerviosa, al punto que le pregunté que quería. Juan estaba rojo como un tomate, pensé que era de rabia, pero sonriendo me dijo que se sentía muy avergonzado, por no haberme dicho, lo mucho que le gustó que yo le diera por el culo. Yo la verdad es que aunque lo escuché gemir de placer, pensé que lo había hecho por lo borracho que estaba. Bueno desde ese día, ocasionalmente le doy a Juan por el culo, hasta en la sala de la casa…
Mi Madre, a sus 42 años, es una hembra que está rebuena. Mi Padre, un pobre idiota. Así que una noche decidí darle marcha a ella con mis amigos, mientras mi padre miraba..........
Relato erótico enviado por domo54 el 12 de December de 2008 a las 11:35:56 - Relato porno leído 312203 veces
Era un día normal, común y corriente, yo regresaba de la prepa, yo soy un chavo moreno, alto, con buen cuerpo, bien dotado y muy atrevido, no tengo novia y ese día fue uno de los mejores en mi vida
Relato erótico enviado por Anonymous el 29 de August de 2008 a las 13:06:42 - Relato porno leído 212263 veces
Mi nombre es Alicia, y hasta no hace mucho mi familia, y yo desde luego vivíamos en un retirado pueblo, en el que apenas y nos enterábamos de las noticias, ya que ni tan siquiera llegaba la señal de la Tele. Por lo que cuando nos mudamos a la ciudad, lo que más me impresionó fue el baile del perreo
Relato erótico enviado por Narrador el 04 de June de 2012 a las 23:00:35 - Relato porno leído 149874 veces
Si te ha gustado Sorpresiva venganza… ( CON fotos) vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Sorpresiva venganza… ( CON fotos).
Narrador
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:45) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
Registrate
y se el primero en realizar un comentario sobre el relato Sorpresiva venganza… ( CON fotos).
Vota el relato el relato "Sorpresiva venganza… ( CON fotos)" o agrégalo a tus favoritos