SOY ALEJITA, LA MAMITA PUTA

Me llamo Alejandra, me llaman Alejita, soy una Mamita de 45 años y esta es mi vida.
Cuando tenía 14 años me desvirgaron entre siete pibes una madrugada después de salir de bailar, yo no tenía todavía cuerpo de mujer, pero les gusté por mi cuerpo carnudito y me cojieron casi hasta que salió el sol y me dejaron tirada en un pastizal. Y me dejaron preñada, yo ya estaba fértil y me vaciaron tantas leches adentro que me hicieron mi primera nena.
Cuando en casa me vieron crecer la panza me echaron y entonces para tener con qué vivir, empecé a trabajar de puta, mientras me crecía una tremenda panza. Como putita joven y con un tremendo preñe gustaba mucho y eso excitaba más a los machos. Desde esa vez, cada vez que me preñé, me crecía una enorme panza como una pelota, la primera vez aumenté 23 kilos y la segunda 29, la médica me dijo que con mi fertilidad, si me preñaba de nuevo iba a reventar. Yo no gozaba las cojidas, pero me las aguantaba, y así quedé de preñe otra vez, y fue cierto lo que me dijo la médica porque ya a los 5 meses estaba como un globo.
Con mis dos pendejitas seguí trabajando de puta, estaba más cuerpudita, caderuda y lomudita, me empezaron a llamar la Marroncita por el color de mi piel y Mamita Carnuda por mis carnes abundantes y duras, aunque mis tetitas siguieron siendo como de pendeja y cada vez gustaba más, pero yo cojía sin gozarlo.
Cuando tenía 36 años la entregadora que me llevaba clientes me mandó una tarde a uno que le había pedido una puta complaciente, y ahí lo conocí a mi Putasote, como yo lo llamé porque desde la primera tarde que me pasé con él en el hotel me cojía muy rico, él me enseñó a coger y tuve mis primeros orgasmotes. Me puso su “Puta Hermosa” y eso me gustó, y yo a él desde entonces lo llamo mi Putasote y lo amo y él se enamoró de mí y desde entonces, hace casi 10 años, soy suya completa, aunque nunca lo traje a vivir a mi casa porque se las iba a querer coger a mis hijitas que eran todavía pendejitas y muy lindas.
Mi Putasote me hizo su puta, su amante, su novia, su mujer, su pareja, y me hizo Completa, aprendí a comerle su tremenda pija (24 x 7 cm, una pijota de caballo) y aunque las primeras veces lo vomité encima, me enseñó a tragarle toda esa enorme pija y a tragarme sus acabadas con su pijota metida hasta el fondo de mi garganta, y desde esa vez fui también su Puta Tragota, me ahogaba con su pija enterrada casi hasta el cuello, pero me le prendía de los pesones y se los tironiaba para aguantármelo engargantándome.
Le entregué mi culo en la segunda tarde de cojidas, su pija espantosa me taladró mis tripas hasta casi desfondarme, él aullaba gozándome sometida a fondo, y yo lo amaba así, putasotaso conmigo, y empecé a regalarle mis acabadas de puta infernal, a los alaridos y él me ensartaba con furia haciéndome aullar y bramar para darle más gusto. Nos pasábamos toda la tarde, la noche y hasta el mediodía siguiente cojiendo como animales, en el hotel ya me conocían y decían: “ahí está de nuevo esa puta hermosa del infierno, qué cojidas hacen, hacen temblar las paredes”.
Yo ya no cojía con nadie más, mi Putasote me gozaba y me hacía gozarlo como una demonia, y entonces me enseñó a hacer la Aplastada. Yo me acostaba toda desnuda boca arriba en el medio de la cama y mi Putasote se me tiraba encima con todo su peso y me aplastaba contra el colchón, mi cuerpo lo recibía y yo sonaba como una bomba, rebotaba en la cama y mi Putasote me daba aplastada tras aplastada cada vez más fuerte, sudábamos como caballo y yegua durante horas, una noche me hizo la Reventada, se paró en la cama y se me arrojó encima desde más de un metro y me hundió en el colchón, me hizo crujir los huesos y de mi boca salió mi saliva con espuma que lo empastó, y me lo hizo de nuevo hasta casi quebrarme los huesos… quedé reventada, sudada y medio muerta, pero aprendí a gozar sus reventazos como una puta loca y me acababa una y otra vez en medio de esos aplastazos descomunales.
Nos cojíamos como deseperados durante años, yo me puse más carnuda, cuerpuda, y eso le gustaba cada vez más a mi Putasote, nos pasábamos dos noches y días cojiendo en el hotel, inventando cosas reputísimas, hasta que una tarde mi Putasote me dijo que quería que yo me lo cojiera a él, que fuera además de su Puta Hermosa, su Puta Pijuda, su Macha Alejita. Eso me encantó, éramos tan reputísimos cojiendo, que me deliré deseando ser la Macha de mi amor el Putasote. Me compró una pija de 18 x 5 cm con arnés para que yo me la pusiera en la cintura y me lo cojiera como él me cojía a mí, para que sintiera cómo aullaba yo cuando me llenaba mis tripotas con su descomunal pija al repalo.
Seguiré contando todo lo que me hace mi Putasote en una segunda parte.
Alejita