Su deliciosa vagina sabor a chocolate

Desde hace ya un tiempo guardaba un enorme deseo sexual hacia esta mujer a quien llamaré Brenda, ella es una muy gran amiga de mi madre y en cada fiesta que hay entre nuestras familias se invitan mutuamente, mis padres se llevan muy bien con ella y su esposo pues me parece que el esposo de Brenda y mi padre son compañeros de trabajo, así que por esto mantienen una profunda amistad. Yo por mi parte hacia Brenda desde hace ya aproximadamente un año, he venido sintiendo deseo de tener sexo con ella pues por su sensualidad natural de mujer me ha enamorado. Brenda es una mujer de treinta años de edad. Ella es caucásica, tiene cabello negro natural el cual está muy bien cuidado y largo, sus preciosos ojos son negros, sus labios rosados son muy sensuales e igualmente luce sus pestañas largas muy perfectamente remangadas, ella luce una mirada muy coqueta y una espectacular sonrisa de mujer, sonrisa que sin duda me enamoro. Goza de un cuerpo perfecto y en forma, su estatura es aproximada a 1.70, su cintura es esbelta y muy sensual, también luce unos pechos preciosos y unas piernas más que sensuales y por si le faltara algo lo más bueno de ella es su deliciosa vagina de mujer, la cual la tiene como cafecita y con una rajita un poco cerrada, sin duda esto la hace aun más perfecta pues muchas mujeres de su edad tienen la vagina ya muy abierta pero por fortuna la de ella se conserva muy bien cuidada. Como ya mencione ella es una mujer casada pero no tiene hijos, además de que siempre representa una actitud amable, positiva y por sobre todo ella es una mujer muy cariñosa y bondadosa. A lo que si diré es que le gusta vestir provocativamente, con ropa fina y a la moda.

Yo soy un joven de veintiún años de edad, no diré mi nombre por privacidad así que únicamente me describiré físicamente. Soy blanco, mis ojos son cafés claros, mi cabello es negro y el mismo lo tengo con corte normal, me gusta peinarme con pelos parados pues así trato de imitar al personaje Goku de Dragón Ball Z, pues confesaré ser un gran fan de esa serie. Como me gusta el deporta y me alimento sanamente me conservo en forma, debo aclarar que no soy musculoso ni nada de eso pero por lo menos estoy en forma. También debo aclarar que no fue mi primera vez con ella pues antes de cogerme a Brenda ya había tenido sexo, para ser más exacto desde mi adolescencia yo he venido acostándome con algunas de mis compañeras de colegio (siempre de mi edad) con esto podrán darse cuenta que nunca lo había hecho con una adulta, pues sin duda esta es la primera vez que hago el amor con una mujer mayor que yo. Soy un chico normal como tantos, no vayan a pensar que soy pervertido pero si me gusta mucho todo lo relacionado con el sexo. Mi actitud es igual normal pues siempre me esfuerzo por ser positivo y echarle ganas a la vida, a mí me encanta la ropa deportiva pues me siento más ligero.
Mi deseo hacia Brenda como ya dije viene de hace tiempo e igualmente antes de lograr tener sexo con ella ya le había dado un buen manoseo y con eso me di cuenta que de alguna manera no se resistiría a esta relación de amantes entre ella y yo. Este manoseo pude lograrlo un buen fin de semana en el que mis padres habían quedado con ella y su esposo para salir a cenar juntos. Brenda estaba muy sensual esa noche, ella portaba un precioso vestido de noche color negro y el mismo no contaba con escote, así que sus senos estaban ocultos, era además de tirantes a su cuello y la falda del mismo vestido era a sus rodillas. También usaba unas elegantes zapatillas doradas de tacón alto y lucía unos preciosos aretes. Mi padre estaba afuera de la casa platicando con el esposo de Brenda mientras que mi madre y Brenda estaban en la sala dándose sus últimos toques de maquillaje, por mi parte me moría de las ganas de hacer algo para que tan sólo pudiera estar tres minutos a solas con ella y así poder manosearla, sin embargo no encontraba la forma. Pero por fortuna si se me prendió el cerebro y así muy discretamente la llame haciéndole señas con mis manos y por suerte no le dijo a mi madre que la llamé yo, al momento que fue a mi encuentro, yo en voz baja le dije que mientras mi madre terminaba de arreglarse yo tenía que hablarle de algo muy importante y que era confidencial. Esto se lo dije poniendo cara como si estuviera preocupado de algo muy serio para que no sospechara de mis planes, además como nunca me había atrevido con ella no hubo problema, así que cuidándonos de no ser vistos nos fuimos directo a mi habitación en donde después de entrar aseguré la puerta. Andrea poniendo semblante interrogativo me pregunto ¿Qué pasa, de qué quieres hablarme? Yo ya sin temor alguno le dije ¡De esto mamacita! Y al instante con mis manos tome la falda de su vestido y se la levante, ante esto ella quedo severamente impactada e intento evadirme pero yo aplicando un poco de fuerza ruda la retranque en la puerta e inicie a tocarle sus piernas con mi mano derecha. Ella me pego un bofetón pero esto no me importo pues yo continúe acariciado sus piernas, al sentir sus calzones de inmediato los removí y sin prevenirla le introduje dos de mis dedos en la vagina, ante dicho acto ella dio un pujido leve y al fin cedió a su resistencia, únicamente cerro sus ojos. Mientras yo exploraba su raja vaginal con mis dedos, sin duda su vagina estaba despidiendo sus flujos en gran cantidad que toda mi mano ya estaba mojada y a los pocos minutos de estarla penetrando con mis dedos su vagina, ella estallo en un riquísimo orgasmo y para evitar gemir de placer mejor se chupo sus labios.
Al terminar su orgasmo yo retire mis dedos de su vagina y ella sin decirme nada se acomodo sus calzones al igual que su vestido y se retiro a prisa sin despedirse de mí. A causa de este comportamiento el pánico se apodero de mí al pensar que ella había ido a decirle a mis padres lo que hice, más por fortuna no lo hizo y pude saberlo cuando escuche mis padres se despidieron formalmente de mí y se fueron en su auto. Pero aun así no pude estar bien toda esa noche de sólo pensar en el problema que tendría.

En fin esa noche se paso volando con mi preocupación y ni me di cuenta a qué hora arribaron mis padres a casa. A los días posteriores pude saber que en definitiva no había hablado nada con mis padres de lo que hice y por ello al fin quede en paz, sin embargo mi deseo hacia ella, el deseo de hacerla mía aun no había muerto pues el hecho de haber logrado meterle mis dedos en su vagina no era suficiente para mí, no más bien yo deseaba poder lograr meterle mi pito en esa deliciosa vagina que tanto anhelaba. Por días estuve tratando de encontrar el mejor momento para al fin lograr este plan, sin embargo no encontraba la forma de ir a su casa o en su defecto que ella viniera a la mía, esto continuo hasta que por fin llegó mi oportunidad y esta fue cuando mi madre me pregunto si no tenía tiempo para ir a devolverle una revista de moda que ella le había prestado hace una semana, yo sin dudar ni un segundo dije que si rápidamente, de hecho la forma en que lo dije fue de una manera tan emotiva que le sorprendió a mi madre pero por fortuna no sospecho de mis intenciones. Bueno ahora yo estaba consciente de que Brenda únicamente estaba sola en su casa hasta las tres de la tarde pues después de esta hora la llegaba su esposo a casa, así que con esto ese día pedí permiso secretamente en mi colegio para salir una hora antes. Tan pronto logre salir del colegio, yo sin distraerme en nada me dirigí hacia su casa a prisa y con nervios por los planes que ya tenía, al llegar y tocar su puerta ella salió a recibirme. Brenda estaba vestida ese día con una blusa rosa, cuya blusa tiene un notable escote y también tenía puesto unos pantalones jeans muy bien ajustados, además portaba unas sandalias color azules y en su cabeza portaba una diadema que sostenía su cabello. Sin duda ella al verme recordó el manoseo que le di pues quiso cerrarme la puerta, sin embargo antes que lo hiciera yo me apresure para hablar diciéndole que yo sólo le había traído la revista que ella le prestó a mi madre.
Yo en cuanto tomo la revista la rempuje hacia dentro su casa y cerré la puerta, al instante la bese en los labios, como consecuencia a esto ella me dio un rodillazo pero esto no me detuvo nadita pues yo sabía que en su interior ella anhelaba hacer el amor con migo tanto como yo con ella, así que lo único que tenía que hacer era despertar aun más su excitación. Ella continúo resistiéndose a mis besos por varios minutos, pero al iniciar a tocarle sus nalgas esto mismo ocasiono que su temperamento diera comienzo al fin ¡Por favor permíteme hacerte el amor! Fue lo que le dije a su oído, ¡Estás loco, sabes lo que pasaría si tus padres o mi esposo se enteran!, ¡Si pero no lo harán! Le dije muy convencido, ella por fin había cedido y poco a poco ya se estaba dejándose llevar por la calentura del momento. Ambos fuimos hacia su recamara, no antes de que yo tomara de su nevera un recipiente de helado cremoso sabor chocolate. En cuanto llegamos a la habitación ella cerro con seguro y por fin ambos quedamos solos en su recamara, en el ambiente se respiraba cierto nerviosismo combinado con excitación, a mí me estaban sudando las manos no sé por qué.

Ella tratándome de no mirarme inicio a bajase sus jeans con algo de costo pues estaban muy ajustados, después de esto se quito la blusa y sus sandalias, así por fin ella quedo únicamente en sostén y bragas. Intento quitarse sus bragas pero yo imperativamente le dije ¡No! Pues quería hacerlo yo mismo, con delicadeza deslice sus bragas por sus piernas hasta que logre quitarse en totalidad. En este momento por fin pude deleitarme al verle su deliciosa vagina frente a frente, paso seguido ella se acostó en la cama boca arriba y separo sus piernas para que de esta manera yo pudiera maniobrar a mi ancho antojo. Yo tomando en mis manos una cantidad de helado le inicie a untar en toda su vagina, por esto al sentir ella lo frio del helado en su coño de inmediato quiso cerrar sus piernas, pero yo le dije que se relajara y yo sin perder más tiempo comencé a comerle el coño empapado de helado sabor chocolate, como no era la primera vez que mamaba una vagina yo ya tenía algo de experiencia así que esto mismo hizo que ella sintiera placer desde el primer tacto de mi lengua en su zona femenina. Y fue más sus gritos de placer cuando le introduje mis dedos en su raja ¡Hum, hum, hum! Ella no paraba de gemir, sabía que ese ya era el momento indicado, así que sin esperar más me pose sobre ella y con leve presión puse mi pene contra su vulva, unos minutos basto sólo con leve presión para que naturalmente me cediera el paso y por fin pude sentir mi pene dentro su vagina, ahí sin querer le di una fuerte envestida.
Yo seguí penetrándola por varios minutos hasta que note como casi sin querer me vacié dentro su vagina, al notar esto muy avergonzado le pedí disculpas a lo que me dijo que no tenía importancia, como perdí erección tuve que retirar mi pene de su vagina al instante, me acomode lo más rápido que pude y sin despedirme me retire de su casa cuidándome de no ser visto por nadie.