SUCEDIO EN EL ARROYO

Esto que les voy a contar es un hecho real, me sucedió cuando era más joven, hoy tengo recién cumplidos los 20 años…
En aquella época yo vivía en el rancho de mis padres, hoy vivo en la ciudad ya que estoy estudiando la universidad…
Un sábado por la tarde regresaba de visitar a mis abuelos que vivían a media hora del rancho por lo que el regreso se hacia y se sigue haciendo a pie ya que no hay caminos pavimentados, como hacia mucho calor decidí darme una escapadita al arroyo que se encuentra dentro de las inmediaciones de una rancho vecino, por lo que después de asegurarme que no estaba el encargado ya que los sábados bajan él y su esposa al pueblo por víveres, decidí entonces darme una chapuzón en dicho arroyo, para ese entonces yo iba vestida con un pantalón pesquero y una blusita color crema con botones, por lo que no teniendo mas alternativa y estando sola me atreví a meterme al agua en ropa interior, me quite el pantalón y obvio la blusa quedando en tanga, por cierto yo acostumbro a usarlos en diminuto por la comodidad y en top, ambos en color blanco, deje en la orilla mi ropa con mi mochila. Me bañe en el arroyo un buen rato y ya que había pasado un buen tiempo salí del agua y cual fue mi sorpresa que no estaba mi mochila ni mi ropa, me asusté, y de repente sale entre los arbustos el encargado de ese rancho, un señor ya entrado en años como de 58 años pero para su edad muy bien conservado el tipo. Resulta que él se había quedado a cuidar el rancho mientras su esposa iba al pueblo por los víveres.
Me dijo que si buscaba su ropa y le conteste que si, me dijo que él lo había escondido y le pedí me lo devolviera para eso yo ya estaba de nuevo en el arroyo para que el agua me cubriera un poco ya que ningún hombre me había visto en semejante situación ni mucho menos casi desnuda. Me dijo que me las devolvería a cambio de algo y yo le dije que quería, me dijo que me había estado observando mientras me bañaba y que le había gustado, a cambio de devolverme mis cosas que yo aceptara tener sexo allí mismo con él y si no que me fuera así como estaba. Yo lo pensé, si decidía irme así a mi casa me podría encontrar con algunas personas desagradables ya identificadas que hay en todos lados y si aceptaba, seria mi primera ves y con un señor de su edad podría ser mi abuelo. Me dijo que decidía porque ya se estaba desesperando y sin decir palabras me salí del agua y me recosté casi en la orilla debajo de un árbol y él se acerco, se empezó a quitarse la camisa y el pantalón y quedando en ropa interior se acostó a un lado mío y empezó a besarme, yo lo esquivaba con cierto desagrado y me sentencio que si no cooperaba que me olvidara del trato, y no tuve mas remedio que corresponderle sus besos. Empezó a bajar por mi cuello hasta mis senos, me quito el top y empezó a chuparme mis pezones después se fue bajando por mi abdomen hasta llegar a mi tanga y despacio me lo fue bajando, yo quise taparme por pena ya que mis pocos vellos apenas relucían pero él ya estaba besando mi monte de Venus, le agradaba esa situación y bajo a mis labios vaginales y empezó a lamerlos, sentí como una descarga, no lo niego sentí delicioso. Entonces él se quito su ropa interior y vaya miembro, era enorme, jamás había visto uno igual ni en los libros ni en vivo. Me dijo que me lo metiera en su boca y así lo hice, él me movía su miembro dentro de mi boca y después de un rato se descargo dentro de mi boca, yo quise escupir pero me dijo que me lo tragara. Yo pensé ya termino, y no fue así, se subió en mi y empezó a penetrar mi conchita, hasta que sentí que topo con mi tesoro, él muy conciente me lo fue introduciendo agregando un poco de fuerza hasta que cedió y yo di un quejido, empezó a bombearme sentía delicioso, todo me lo metía, hasta que sentí mi primer orgasmo, de repente él se salio y me dijo que me acostara boca abajo y así lo hice, empezó a metérmelo por el ano y con delicadeza fue haciéndolo, me bombeo hasta que sentí algo calientito en mis entrañas, había terminado y se salio, me acosté boca arriba y él a mi lado me dijo que me subiera y lo hice, me monté en él pero no me lo metí todo, era enorme y él me tomó por mi cadera y me bajaba bruscamente, me provocaba un placer inexplicable y eso hizo que tuviera mi segundo orgasmo sobre de él, me recostó una vez mas y se montó en mí y siguió bombeándome, yo ya estaba perdida y hasta que sentí como ese liquido calientito me inundaba por dentro de mi conchita que delicioso sentí, él había terminado. Se levanto y detrás de un arbusto cerca de allí estaban mis cosas, me las dio y empecé vestirme, solo que mi tanguita no me las dio porque quería tenerlas de recuerdo, y me fui, no comente nada a mis padres. A él me lo he encontrado en el pueblo en varias ocasiones, acompañado de su esposa y de sus hijas. No volví a escaparme al arroyo.