Ese día como no tenía clase, había decidido ponerme a trabajar en el jardín, y en el patio trasero de mi casa, por lo que nada más me puse unos pantalones cortos, y una vieja blusa amarrada más o menos a la altura de mi ombligo, sin más nada abajo, ya que no pensaba salir, ni recibir a nadie en casa.
Relato
Ya llevaba gran parte del día trabajando en el jardín, por lo que aparte de estar toda llena de tierra, por todas partes, sudada, y muy apestosa, tanto que ni yo misma me podía soportar. Pensaba que apenas terminase de arreglar el patio, agarraría la manguera y en el mismo patio me iba bañar, para no ensuciar la casa, no es que sea una fanática de la limpieza, pero lo cierto es que tenía tierra de jardín, abonada con estiércol de vaca y caballo, desde los pies a la cabeza, las gotas de sudor me corrían por todo mi cuerpo, desde mi cabeza hasta mis nalgas, mis axilas chorreaban sudor, al igual que mis muslos y piernas.
Cuando sentí que el timbre de la puerta de casa comenzó a sonar, me pregunté quién podría ser, ya que no esperaba a nadie. Fue cuando me acordé que había citado a uno de mis estudiantes. En efecto se trataba de uno de mis estudiantes de maestría, a mí se me había pasado por alto que lo había citado para examinar su tesis. Muy avergonzada lo recibí en la puerta lateral de casa, pero me pareció indebido atenderlo en ese lugar, así que disculpándome le pedí que pasara al patio.
No bien entró me di cuenta la forma en que miraba mis nalgas, y mis tetas las que prácticamente yo tenía al aire, ya que los pantalones que cargaba puestos era tan y tan cortos, que mis nalgas sin mucho esfuerzo sobre salían de la tela, y la condenada blusa mientras estuve trabajando se me debió abrir, y no fue hasta ese instante que me di cuenta.
De inmediato comencé a disculparme, con la idea de cambiar la fecha de la cita para otra ocasión, pero algo en su manera de mirarme hizo que yo pensara o mejor dicho me imaginara por breves segundos como sería acostarme con él, en las condiciones en que yo me encontraba en esos momentos.
Pero como soy su profesora de tesis, además amo a mi esposo, que casualmente se encontraba de viajes en esos momentos. Comencé disculparme, y pedirle que nos viéramos en otra ocasión, que además debía darme un baño, ya que estaba toda sucia, sudada, y apestosa a tierra, y a estiércol de vaca.
Fue cuando mi estudiante, al parecer sin importarle en las condiciones en que yo me encontraba, me tomó entre sus fuertes brazos, y tras plantarme un cálido beso en mi boca me dijo. Puede que tengas algo de tierra encima, que hayas sudado un poco, pero definitivamente es ese verdadero aroma que emana de tu cuerpo que me ha impulsado a besarte.
Yo me quedé sin saber que decir, él volvió a besarme intensamente, a medida que sus manos hábilmente me bajaron los pequeños pantalones, y terminaron de quitarme la blusa, por lo que en cosa de segundos quedé del todo desnuda en el medio del patio.
En ese instante me sentí sumamente avergonzada, pero no por estar completamente desnuda, sino más bien por lo sucia, sudada, y apestosa que me encontraba, también me di cuenta que por sentarme, arrodillarme, o recostarme sobre la tierra, al momento de estar plantando las matas, tanto mis nalgas como casi todo mi cuerpo estaba lleno de tierra. Pero a pesar de cómo me encontraba no supe, no pude, o mejor dicho no quise oponer resistencia alguna.
Por lo que ambos terminamos tirados sobre la grama, acariciándonos y besándonos como hacía mucho tiempo alguien no me besaba y acariciaba todo mi cuerpo, yo fui abriendo mis piernas con mis piernas, a medida que él me fue pasando su lengua por todo mi cuerpo, oliendo profundamente toda mi piel, su rostro cuando llegó sobre mi coño, sentí sus dedos separando los labios de mi vulva, y como su lengua y boca comenzaron a deleitarme profundamente, yo por mi parte como pude le fui bajando sus pantalones hasta quitárselos por completo, hasta que su verga llegó dentro de mi boca.
Hacía mucho tiempo que yo no mamaba una buena verga, y mucho más tiempo que alguien me mamase el coño de la manera tan divina que mi estudiante me lo hacía.
Él me hizo disfrutar de una seguida series de ricos, y placenteros órganos, como hacía tiempo que no disfrutaba, por lo que cuando continuamos revolcándonos sobre la grama, lo dejé que me penetrase divinamente con su verga. Fui sintiendo como su sabrosa verga se fue deslizando dentro de mi húmedo y bien lubricado coño, produciéndome un éxtasis portentoso, al tiempo que también pude sentir su nariz olfateando mis axilas profundamente. Lo que me excitó mucho más.
En mi vida jamás me había sucedido algo semejante, si en unas cuantas ocasiones, he disfrutado de la intima compañía de otros hombres, sin que mi esposo se enterase.
Pero jamás ni nunca que me sucediera algo semejante. Yo movía mis caderas con una fuerza tremenda, restregándolas contra el cuerpo de él, buscando sentir más, y más dentro de mí su verga, que no paraba de meterla y sacarla de mi sudado coño. Yo pedí la cuenta del sin numero de orgasmos que mi estudiante me hizo disfrutar.
Al marcharse, me dejó su tesis sobre la mesa del patio. Luego de que él se retiró, al ponerme de pie, tomé la manguera del patio y con ella tal y como me encontraba me saqué toda la tierra y algo más con el pistero de la manguera, introduciéndolo por completo dentro de mi coño.
Fue cuando me di cuenta que Isabel, mi vecina, y amiga descaradamente me observaba desde su patio. No nos dijimos nada, pero en su rostro vi una sonrisa de complicidad, la que luego confirmé cuando a la noche nos reunimos para hablar. Al siguiente día, tras apenas ojear la tesis, le di la mejor nota posible a mi estudiante.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 515280 veces
Relato casi en su totalidad real que demuestra que toda mujer casada es una puta sumisa en potencia
Relato erótico enviado por morboso sadico el 29 de July de 2009 a las 18:09:16 - Relato porno leído 301071 veces
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:40) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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