sucursal de la panaderia Aurora

Como necesito otra dependiente Marisol la busca a su voluntad y me trae a esta sucursal a su hija Aurora, le digo oye yo no voy a respetar a tu hija y la pasaré igual por mi cama…, me contesta hazlo, esta hija mía esta mal casada y el loco apenas la usa, siempre esta ardiente y deseando hombre…

Dos días después tengo a Aurora en mi cama acomodada y comienzo a lamer su clítoris al tiempo que baja los calzones de esta…, desnuda de su cintura para abajo tanto ella como el macho, siente cuando este se acomoda sobre ella abriéndole su blusa para manosear sus senos y como puede le inserta un gran glande en su vagina que la hace suspirar y gemir por su tamaño mientras al ingresar en esa mojada vagina su glande expande a máxima capacidad las entrañas de su vagina… Dios este macho la esta penetrando, exclama Aurora…, y al sentirse apareada lama a su madre a gritos esta no aparece y ella sucumbe entregándose con un loco meneo de cintura donde ambos cuerpos se refregaban angustiado en una loca transferencia de placeres del uno al otro. Como se satisfacía Aurora quejándose y refunfuñando de placer, si eso era lo que necesitaba un macho que la penetrara duramente si… sigue le dice, soy tuya…, soy tu mujer…, a lo menos diez minutos el macho la apareo zarandeándola en la cama, luego ella lo atrapa con fuerza sobre su cuerpo cruzándole sus piernas por detrás de su trasero sin permitirle movimiento mientras entregaba sus fluidos de su orgasmo en su entrañas a ese despiadado pene que la penetraba con lujuria, relajada suelta a su macho y este se mueve por un par de minutos mas antes de inundarle su matriz con los ríos de semen que eyacula en ella. Ahora eres mío le dice a Leo, este le dice te aparearé a lo menos dos veces por semana y serás mi mujer, mi puta hembra. Aurora sabe que lo que dice el muchacho es verdad, ahora tendrá que satisfacerlo las veces que se lo solicite, piensa que se le acabaron la escasez de placeres conyugales Leo la recompensara muy seguido de sus penurias carnales. Piensa en su madre y le dice al macho que hacemos con mamá y este semental le dice ella también ocupa esta cama conmigo llena de placer y en sus entrañas tengo fecundado un hijo que será tu hermano y tú me darás un hijo que será nieto de tu madre.

Aurora sin saber que decir calla y sigue meciéndose acariciada por este macho. En la cama se reubica y acomoda abriendo sus piernas, me dice, hazlo con cuidado que ya tuve sexo y mi vagina está adolorida…, que mujer su vagina depilada me atrae como miel a las abejas y comienzo a besar, lamer y succionar esta, pronto aparece como una ramita tiesa y dura su clítoris al encuentro de mi lengua…, como se estremece excitada y ardiente esta hembra, mis lengüetazas están haciendo furor en sus ardientes deseos de ser penetrada por mí, un mozo joven y ella esperaba que sería de monstruoso su apareamiento, pero no la preparo y comienzo acariciar sus senos, su vientre sus piernas y cuando ella comienza a quejarse y sacudirse animada para ser penetrada la clavo suavemente con mi pene, se sacude absolutamente estimulada y deseosa de sentirse mujer de este chico…, ya por favor dice , no me hagas esperar mas penétrame con ese duro y tieso pene, comienzo suavemente a desplazar en su vagina mi pene abriéndola a medida que nos abrazamos, besamos y en cada movimiento entra unos centímetros mas adentro, dos minutos y lo tiene entero dentro de ella sacudiéndose angustiada por una nueva cópula ahora con un muchacho joven y poderoso que la clava con furia y siente ese pene hasta su estómago entrando en su cuerpo. Gime y solloza entregada y abraza a su nuevo poseedor de sus ardores sexuales, está totalmente entregada y sus piernas baten el aire al sentirse deliciosamente apareada, gime y solloza al sentir llegar sus orgasmos, va entregarle a este mozo su cuerpo con todo…., lo abraza del cuello entregándose con pasión y gusto al coito. Como la estremece este chico, como la clava si es un gran poseedor de sus orgasmos…, la satisfacía mejor que el macho de su marido.

A lo menos un cuarto de hora estuvo abrazada y gozando con este chico mientras él la clavaba y volvía a remecerle sus sentimientos, cuanto placer cuanto gozo. Finalmente en un grito carnal se entrega a su joven semental sintiendo como este vacía sus espermios y leches en sus entrañas.