Como mi primo me hizo gozar como Susy en unas vaciones, aunque con chantajes descubrio a la mujer que vive en mi cuerpo
Relato
Pepe: Frotemos mi pene con tu ano?. Yo: No, penétrame! PARTE II
Lo que sucedió durante las segundas vacaciones que compartí mi cuarto con mi primo Pepe, cuando ya teníamos 15 años él y yo de 14.
Mi primo Pepe, la última que nos habíamos visto en las anteriores vacaciones, me había penetrado a petición y provocación mía, esa noche me juró que “haría cualquier cosa” para tener sexo conmigo todas las noches en la siguiente vacación…
Durante ese año, solo me dedique a mis estudios y rara vez recordaba lo que pasó con mi primo, pensé que quedaría en un simple recuerdo que no lo hablaríamos nunca más, me daba mucha vergüenza de eso y no quería tocar el tema, peor hacerlo nuevamente…
Para la siguiente vacación yo ya tenía mi propio cuarto, cuando llegaron ellos, nuestros padres nos acomodaron en camas separadas, pero en mi habitación, ya que por la edad, según ellos, teníamos muchas cosas que compartir. Al pasar de los primeros días Pepe me tocaba el tema y yo le esquivaba, y no quería quedarme a solas con él, porque me metía mano y solo tocaba ese tema…
Pepe: primita tengo mucho dinero, juguemos a los esposos? Te quiero coger!
Yo: primita??!!, no pasa nada!
Pepe: me rogabas que te penetre la anterior vacación
Yo: no te rogaba, eras tú el que lo hacía!
Pepe: pero te gustaba jugar con las ropitas puestas…
Yo: sí, pero ya no me gusta ese juego!
La tercera noche que dormimos, casi por la media noche, lo siento desnudo en mi cama, sacándome la pijama y metiéndome mano por todo lado…
Pepe: que ricas nalgas te crecieron primita, déjame cogerte!
Yo: no me hagas primo…si no te vas a tu cama, gritaré!
Pepe: no te atreverás nenita!
Yo: aaaaaayyyyyyyyhhhhhhh!!!!!!
Corrió y se metió rápido en su cama.
Padres: que pasó?
Yo: me dio una pesadilla…pero ya estoy bien
Esa noche dormimos sin decir nada. Al día siguiente, pensé que tomaría una acción más caballerosa, pero tomó la más baja y me chantajeó…
Pepe: contaré a todos tus amigos y a tus padres lo que hicimos la anterior vacación…y que te vistes de nena
Yo: no lo harás!
Pepe: tttttiiiiiiiiaaaaaaaaaaaaaaaa!!! Sabes que tu hijooooo….????!!!
Yo: sssshhhhh!!, está bien, haré lo que me pides, solo no le digas nada a nadie, ok?
Pepe: que bueno que entendiste!... para que estés tranquila primita, te prometió no decir nada a nadie, siempre y cuando te vistas como nena cuando yo te lo diga y que lo hagas solamente para mí, además te pagaré todo mi dinero semanal por tus servicios… cerramos el trato.
Durante el día él se fue a tomar prestadas algunas ropitas de su agrado de tías y primas. Ya en la noche cuando ya estuvimos solos en mi habitación, me las dio.
Pepe: vístete de niña para mí...esperaré aquí!
No tenía alternativa y empecé a ponérmelas. Me ponía nerviosa su mirada dominadora e intimidante supervisando mi transformación, mis piernas temblaban...
Yo: me dejas un rato a solas para terminar de ponérmelas?
Pepe: espero que valga la pena, tu reputación está en juego… iré al baño y vuelvo!
Al rato…
Pepe: ya estas bella primita?
Yo: ya estoy!, le dije algo ansiosa
Cuando volvió a entrar…
Pepe: mmm, wow si pareces una mujercita…
Yo le sonreí con nerviosismo. Él me veía de pies a cabeza con lujuria, poco a poco el miedo que sentía se fue convirtiendo en una sensación que no puedo describir, una sensación tan intensa de erotismo que me provocaba escalofríos por momentos. Me agarró bruscamente y me desplomó a la cama…
Yo: que te pasa! no me trates así! Estas loco?
Pepe: sshh, tranquila! que nos van a escuchar, no puedo con mi excitación
Entendimos que el silencio era fundamental, así que con más delicadeza, hizo que yo me acostará a lo largo de su cama y él también se subió…yo no sabía cómo continuar entonces quede pasiva y sumisa ante sus iniciativas, dejé que me manejara a su antojo. Comenzó a tocarme por sobre la ropa. A esa edad yo era totalmente lampiña, mis piernas y nalgas habían tomado una forma femenina que se pronunciaba por mi cuerpo delgado y de piel blanca. Mi primo en cambio, era de piel menos clara que la mía y de cuerpo de tendencia atlética. A pesar de haber cumplido recién 15 años, se notaba que sería un hombre robusto y muy guapo…sus manos incansables recorrían desde mi espalda hasta mis rodillas como si me quisieran devorar
Yo: basta, ya fue suficiente primo!
Pepe: ssshhhh!, si no quieres que le diga a todos las cosas que haces, vas a comportarte como toda una mujercita para mí!
Yo solamente asentí con la cabeza y deje salir un suspiro de lo más profundo. En ese momento comprendí que no había marcha atrás y que yo estaba sometida a mi primo desde el instante en que acepté nuestro acuerdo.
Se acomodó en el centro de la cama y me acostó sobre él abrazando sus piernas con las mías, su pene a la altura de mi anito, en esa posición le era muy fácil tocar mis nalgas y abrirlas y cerrarlas a su antojo, y hasta se podría consumar una penetración; el vestido que me había puesto era de colegiala, obviamente de una de mis primas, la blusa se abotonaba en el pecho y la falda me llegaba hasta los muslos, me había puesto unas calcetas largas color blanco para completar el atuendo. El brassier y la tanga eran un combinado de un tono de rosado y negro, de satinado y muchos encajes. Todo me quedaba casi perfecto como si fuera para mi talla.
Se escucharon algunos ruidos afuera, mi primo se levantó a apagar la luz dejando solamente una pequeña lámpara que manteníamos sobre el velador
Pepe: sshhh…no hagas ruido, no te levantes!, me dijo en voz baja.
Me asusté y quise levantarme. Mi primo me obligó a permanecer acostada, pero manoseándome por todo el cuerpo
Yo: ya no me toques primo…mañana lo haremos, tengo miedo
Mis palabras, creo que le incitaban a manosearme mucho más, cuando pasó el peligro me subió la falda y comenzó a acariciar las nalgas y muslos... mi cuerpo empezó a ceder ante sus insinuaciones…
Pepe: qué lindo cuerpo y qué trasero te ha crecido primita...estás linda
Yo: gracias…tu cuerpo también está wow…te parece que soy linda?
Pepe: seguro que sí, estas más linda que muchas de mis novias, además que me excitas demasiado porque contigo puedo hacer todo de todo… mmm cosas inimaginables
Yo: tienes novias?? pregunté con ciertos celos
Pepe: tuve, pero ahora no…
Mientras nos decíamos esas confidencias, se levantó un poco y vi cuando se bajó la ropa interior hasta las rodillas dejando al descubierto su verga ya un poco dura. No pude esconder mi admiración, le había crecido bastante, era la primera verga de esas proporciones que veía...era al único que le había visto su verga. Mi pene era demasiado pequeño en comparación con la verga de mi primo, que no era tan grande como la de un hombre adulto, pero que para mí en ese momento me parecía impresionante.
Mi respiración estaba agitada pero fui relajándome poco a poco y empecé a disfrutar de la sensación de erotismo que se volvía más intensa a cada segundo. Me acomodó un poco para quedar a la par, en ese momento su miembro rozaba mis partes íntimas, pene con pene y su pene con mi ano sobre la tanguita que llevaba…empezó a moverse rítmicamente, me hacía llevar el ritmo de esos movimientos eróticos tomándome de mis nalgas y la cintura, él arqueaba su cuerpo hacia arriba para que la zona de mayor contacto sea su sexo contra mi tanguita que aprisionaba mi pequeño pene y anito…
Pepe: te acuerdas cuando frotábamos pene con pene?
Yo: claro…te gustaba demasiado, era tu pose favorita, veo que no cambiaste ese gustito
Pepe: frotamos pene con pene?
Yo: mmm está bien, solo un rato…
Literalmente nos revolcamos en la cama, tocándonos sensualmente nuestros cuerpos por varios minutos, hasta que quedamos él arriba y yo abajo
Pepe: que bien se siente el contacto de mi pene con tu tanguita!
Yo: no te olvides que mi pene esta aprisionado abajo, también le gusta sentir esa tanguita y sentir a tu pene duro y loco
Me volvía loca de excitación estar debajo de mi macho, con todo su peso encima de mí, toda su piel tocaba mi cuerpo y sus manos no se quedaban quietas, recorrían mi cuerpo entre las sensuales ropas de nena, así aumentó la excitación de ambos, lanzábamos gemidos ahogados, nos movíamos como desesperados…, luego de varios minutos, algo raro, pude sentir en mi tanga una ligera tibieza húmeda y unos líquidos melosos, prácticamente me regó con su semen hasta mi ombligo…sus movimientos se fueron apagando sensualmente,… cuando se incorporó un poco, vi una escena muy erótica, su pene parado tenia hilos de semen que conectaban directamente a mi tanga, ésta estaba mojada y manchada de blanco, mi penecito aprisionado totalmente empapado de su leche y felizmente resignado a su condición de ser regado con semen de otro hombre…
Yo: que fue eso?
Pepe: eso sale del pene cuando terminamos, es semen…quieres probarlo?
Yo: no primo, mejor no…
Pepe: por lo menos tócalo…
Me reusé a hacerlo, pero me tomo de la mano y la llevó a mi tanguita, justo donde me había derramado su semen…y me hizo tocarlo…
Yo: wow, mmm
No pude evitar decir eso porque a la vez que esparcía su semen con mis manos, sin quererlo me estaba tocando la tanguita y masajeando mi penecito humedecido con el semen de Pepe
Pepe: te vas a vestir así siempre que yo te diga...me encantas Susy, así te llamarás a partir de hoy en las noches para mi
Yo: Susy???... ok voy a cumplir mi parte del acuerdo- dije con un gesto de resignación.
La siguiente noche él salió con sus amigos y no volvía, yo ya estaba en mi cama con pijama de niño a punto de dormir, cuando llego de la calle tipo 11 y con olor a alcohol, cerró la puerta con llave y lo vi desvestirse, mmm estaba desnudo y con verga parada a tope, me hice a las dormidas… pero luego se me acercó y pensando que dormía, me intentó despertar de una manera algo brusca, me daba órdenes…
Pepe: ponte esto, y esto también, rápido…quiero culearte de una vez!
Yo: que te pasa! tranquilo no me gusta así, …quiero dormir en otro cuarto…
Con relativa violencia entre varios forcejeos me quitó la pijama de chico sin poder evitarlo, él era más forzudo que yo… estuve esquivándolo hasta que me agarró, me levantó, me arrojó a la cama totalmente desnuda y se me vino encima…
Pepe: te meteré esta verga en tu culo en seco…serás mi perra hoy y ahora…
Yo: no me hagas primo…mañana haremos lo que quieras, ve a dormir estás borracho…
No entendía razones estaba enceguecido de excitación, de pronto logre escapar de mi prisión debajo del él, corrí a la puerta, traté de abrirla pero antes de hacerlo, Pepe me alcanzó, me detuvo por la espada, me apretó contra la puerta y me hizo una llave inmovilizadora en el cuello y me tapó la boca… yo forcejeaba con todo lo que mi femenino cuerpo me permitía
Pepe: eres mía y lo serás el rato que yo quiera, lo entendiste perra?!
Yo: sí entendí, pero por favor no me lo hagas…
Nuestros cuerpos desnudos estaban en un forcejeo violento, pero poco a poco ese contacto piel con piel me hizo entrar en una excitación que fue creciendo y al mismo tiempo que la violencia de la situación iba bajando, hasta que, cuando me di cuenta, estábamos moviéndonos rítmicamente deseándonos sexualmente, gimiendo,…, ambos desnudos y mojados, Pepe seguía detrás de mí, sus manos abriendo y cerrando mis nalgas, algún dedo presionando mi anito, yo contra la puerta…mis manos tratando de alcanzar su cuerpo, su espalda, sus glúteos que los empujaba hacia mí,…a momentos Pepe agarraba su pene erecto y lo ponía presionando mis nalgas y mi anito, cuando…
Yo: aayyy, aaaayyyyy me duele!, no me metas primo!!
Sentí un dolor horrible en mi anito producto de que me punzó con su verga erecta, mi anito estaba cerrado y sin lubricación…
Pepe: déjate coger primita que estas súper buena!
Yo: nooo, por favor no me lo metas…
Yo de rato en rato agarraba su verga para quitarla de mi entrada anal y la colocaba entre mis nalgas, porque tenía miedo que me la metiera en seco…
Pepe: te quiero meter toda mi verga!
Me seguía haciendo la llave en el cuello pero ya sin fuerza, con su otra mano acariciaba mi culo, me tocaba el anito para poner su pene ahí, me levantaba la pierna para tener una mejor perspectiva de penetración, me mordía el cuello, se agarraba su verga y me la ponía en el punto preciso…yo con el pretexto de masturbarla la quitaba del punto de penetración y la volvía a colocar entre mis redondas nalgas…luchamos varios minutos de esa manera, y ya estábamos a punto de llegar al clímax, su excitación venció a sus objetivos…y encontró mucho placer masturbándose en mi culito sin penetración, con mis dos manos cerré mis nalgas aprisionando su pene, disfrutando mucho la espera a que él me terminara regando su semen ahí,… de pronto sentí chorros de su semen embarrar mis nalgas que inevitablemente resbalaban y se juntaban en mi esfínter, lanzaba más leche que sentía en mi espalda baja, mmm su pene esparciendo y llevando semen en toda mi raja anal…el roce erótico piel de nuestros cuerpos, pero principalmente la piel de mis nalgas y anito con su verga echando semen en mí, me hizo explotar de excitación…
Yo: seguí primo, un poco mas, aaaahhhh, maaaaas,
Por primera vez en esa vacación logré llegar al clímax por estimulación anal y además sentí mi primera eyaculación que cayó en mis delicados pies…
Pepe se botó en la cama, desnudo y empezó a dormir… pero por afuera escuche algunos pasos que venían al cuarto y una voz…
Tía: pasa algo? Están bien? toc, toc,…
Rápido tome mi polera del piso y me la puse… no encontraba algo para cubrir mi pene y tome una tanga que estaba por ahí tirada… abrí la puerta y solo saqué la cabeza, me mostré por arriba y se tranquilizó
Yo: todo bien tía, golpee sin querer la caja de juguetes y cayó…
Al día siguiente, me despertaron unas caricias y susurros, era Pepe que ya había reaccionado su borrachera…
Pepe: Susy primita de hice daño?
Yo: sí, eres un animal estúpido!
Pepe: perdóname, no sabía lo que hacía. La charla con mis amigos tomando unos tragos, era solamente de sexo…y yo no dejaba de pensar en ti… dónde te lastimé?
Yo: aquí en mi cuello, mira mi brazo, mi espalda…
En cada lugar que mencionaba, el recorría con su boca dándome besitos y me lamía, tratando de curar las marcas que me había dejado…
Yo: me mordiste el cuello!, debo tener la marca de tus dientes…
Pepe me besaba tiernamente los lugares que noche antes los ultrajó…y me daba tímidas lamidas
Yo: casi me rompes mi anito, me contuve de no chillar…
Tiernamente me volteó para ver cuán lastimado tenía mi esfínter, me retiró la tira de la tanguita que me había puesto sin querer… y cuando menos me lo esperaba, me dio un beso en el ano…salté por la sensación tan agradable en esa zona tan sensible…
Yo: ay!, mmm siiii ahí mismo!
Pepe: perdóname Susy primita! muac, muac…slurp,
Me besaba las nalgas, lamía mi anito y las manoseaba también, sentí su boca en mi ano dándome besitos de sana sana, me hizo reposar de cuerpo entero en la cama…nuevamente no me lo esperaba y sentí su lengua tratando de vencer la barrera de mi ano…
Yo: ay! ay! primo no me hagas que todavía me duele…
Pepe: que pida perdón el agresor que es el culpable de todo esto…
Colocó tiernamente su pene en mi raja anal, rozando nuevamente por toda la línea y presionando levemente cuando pasaba la punta de su pene por mi ano…
Yo: me duele primito…solo que le pida perdón tu pene acariciando mi anito…
Pepe: si amor…lo que tú me pidas, sólo dime que me perdonas…
Mi ano estaba bastante húmedo por sus besos con lengua y su pene estaba votando líquido preseminal, que empezaban a aliviar mi dolorcito anal…
Yo: seguí primito, mas, maas, maaas, maaaaaaaaas
Pepe: Susy me perdonas?
Yo: no!
Ya estaba vencida por la excitación, Pepe me estaba masturbando analmente con su pene y por supuesto se estaba masturbando con mi ano, la posición era excitante, todo su cuerpo encima de mi cuerpo,… sus movimientos se fueron acelerando, la estimulación anal que me daba estaban a full acompañado de la masturbación de su pene… con mis manos cerré mis glúteos aprisionando a mi agresor en medio y agarrándola también aunque estaba muy movediza…
Pepe: te gusta primita?
Yo: siii, seguí moviéndote más…
Pepe: no la sueltes, colócala donde quieras y como quieras, es tuya…
Mis manitas abrazaban el más erótico escenario que jamás había vivido, mis nalgas abiertas, mi humedad anal, un pene caliente, mojado y movedizo ahí mismo, y me masturbó analmente por unos minutos…
Pepe: apriétala, no dejes que se salga de ahí…
Yo: más rápido primito! seguiiiiii, mas, maas… si me hacer terminar así, te perdono, sino olvídalo y olvida todo lo que somos y hacemos…
Pepe: si mi nena hermosa…. tómalo, siente como me vacío en tu cuerpo!
De pronto sentí su semen tibio en mi espalda alta, en mi cabello, en mis nalgas y en mi ano, votaba chorros y chorros de leche espesa…sus manos abrían y cerraban mis nalgas, su pene presionaba un poco mi anito pero pasaba y repasaba a lo largo de mi raja anal…
Unos segundos más de estimulación anal fueron suficientes para que llegue por segunda vez al clímax, aunque esta vez en seco, no voté leche….
Pepe: te gusto nena? Terminaste también?
Yo: sí primito, no sé cómo logras hacerme terminar por mi anito…
Pepe: pero si no echaste leche…
Yo: sí me hiciste terminar aunque no salió nada…
Pepe: esta noche te haré gozar tanto como yo…
Mi cuerpo estaba experimentando más cambios en el sentir sexual, me invadía la curiosidad de sentir lo que las mujeres sienten cuando están con un chico caliente y teniendo relaciones sexuales, concretamente hasta qué punto lograría disfrutar la penetración de un pene erecto en mi estrecho anito, si realmente es rico, porque las mujeres de las fotos porno, parecían sentirse en las nubes con uno o dos penes dentro de su cuerpo. Entonces me preparé con mucho esmero, estuve excitada todo el día, tocaba mi anito, sintiendo el semen seco que me había dejado Pepe en la mañana.
Ya en la noche, antes de ir a la cama, me duché y lo esperé vestida en lencerías coquetas y tacones en el cuarto. Pepe entró, cerró la puerta con llave y mientras esperaba vigilante al lado de la puerta
Pepe: estas dormida?
Yo: nooo, estoy de nena para ti…
Pepe: te pusiste ropas de nena?
Yo: sí, quieres verme?
Pepe: claro!
Me incorporé de la cama, caminé femenina en tacones, di unas vueltitas coqueta moviendo mis caderas y mi culito, él caminó hacia mí y me abrazo desde atrás, sus labios se posaron en mi cuello muy cerca de mi oreja.
Pepe: wow me excitas demasiado…, estas hermosa!
Una corriente cargada de erotismo, curiosidad y calor recorría todo mi cuerpo y al pasar por mi pecho lo hacía latir con mucha fuerza. Yo me separé de él y subí a la cama, me acomodé hasta el fondo en posición de perrita apoyándome en rodillas y codos. Agarrando la orilla de la cama con ambas manos, paré mi trasero y abrí las piernas invitándolo a que volviera a estimular mi ano con su lengua, cosa que había estado esperando todo el día.
Mi primo se afanaba por provocarme el mayor placer, más que en la mañana, separaba mis nalgas para que su lengua llegara más profundo y lamía frenéticamente mi ano. Yo estaba extasiada y se me hacía difícil no caer rendida. Por momentos olvidaba que había otras personas en la casa que podían descubrirnos si hacíamos demasiado ruido. Él se detenía y me susurraba.
Pepe: sientes rico preciosa?
Yo: sí, me encanta, seguí asiii
Mientras se subía encima de mí, me retiró a un costado la telita de la tanga y él tiró a un lado su última prenda de ropa, desnudo y encima de mí como me gustaba tenerlo, comenzó a deslizar su verga entre mis nalgas que ofrecían poca fricción por la abundante saliva que la lubricaba, el centro de nuestra atención era su hermosa herramienta parada y babosa, se masturbaba el pene con mis nalgas y también me masturbaba mi anito con su pene, apretaba su verga entre ambas nalgas con todo el peso de su cuerpo.
Pepe: que nalgas más ricas tienes primita, nunca me cansaré de comer este culito…
Se puso de rodillas, se dirigió a mí por detrás y agarró las nalgas con ambas manos. Yo seguía sus órdenes sin rezongar y a cada paso me sentía más como una chica con la que jugueteaba su hombre, dejó caer más saliva entre mis nalgas y de repente yo sentí su lengua explorando mi ano. No pude contener un gemido, pero que esta vez no era de dolor, sino causado por el estímulo que la lengua áspera de mi primo hacía en mi ano virgen. Paraba aún más el trasero por reflejó para continuar sintiendo ese estimulo, dejaba salir suspiros profundos y mi corazón latía cada vez con más fuerza, trató de introducir la punta de su lengua en mi ano, pero lo cerrado de mis nalgas se lo impedía. Puso la mano en mi espalda y me empujó hacia abajo, yo terminé con la cara sobre la cama apoyándome con los codos y rodillas.
Pepe: me vas a dar el culito mi amor?
Yo: sí, es tuyo
Pepe: páralo levanta bien las nalgas y abre más las piernas... Mmm que rico tu cuerpo princesa
Yo movía mi trasero lo más sensualmente que podía invitándolo a cogerme por el ano. Su saliva escurrió entre mis nalgas, él agarrándose de una dirigió su verga hacía mi anito usando la otra mano.
Yo: así está bien…?. Pero no me la metas que aún me duele
Entonces prosiguió con su cometido, el estímulo que me provocó al estar en esa postura fue aún más intenso y me costó mucho trabajo intentar no hacer ruido que nos delatara, mientras su lengua abría mi ano yo no podía evitar decir repetidamente en voz baja
yo: ahhh, aahhh, aaay, aaaaayyyy, mmmm, mmmmm
Todo su largo pene en contacto movedizo en toda mi raja anal… yo apretaba fuertemente la sábana, mi primo se limitaba a decir de vez en cuando
Pepe: mmm... que rico me das tu culito perrita
Apretando continuamente mis nalgas con su verga y frotando todas las partes de mi cuerpo que sus manos podían alcanzar. Mi primo había logrado su objetivo, en ese punto yo estaba embriagada de erotismo y sometida a sus deseos. Ya no volvería a rehusarme a lo que mi primo me pidiera hacer, sin importar lo que fuera.
Pepe: te gusta lo que te hago Susy?
Yo: siiiiií, ahora sí primito…quiero sentir que eres mi machooo, dame lo que los hombres dan a sus hembras, riégame tu semen en mi culo…pero no me penetres que aún me duele
A los minutos de un bombeo de nuestros sexos, sin penetración, mi primo eyaculó en mi cuerpo, chorros de leche terminaron en mi espalda, en mis nalgas y en mi anito, él seguía frotándome su verga con fuerza mientras intentaba calmar su respiración sumamente exaltada. A los segundos de haberse vaciado en mí, tomó un poco de leche con sus dedos y la escurrió en mi trasero.
Pepe: ahora eres mía... y quiero que seas mía todas las noches
Yo: ssiiiií, te esperaré siempre como tu nena, aaahhh, aaahhh
La escena era tan excitante para mí, que no paraba de gemir. Sentí que tomo algo de su semen de mi espalda en sus dedos, y aprovechando que yo estaba de espaldas a él y que mi boquita de nena estaba abierta gimiendo, me metió un poco de su semen en mi boca …
Yo: qué es eso?!
Pepe: mi semen. Te gustó?
Yo: mmm creo que todo lo tuyo me encanta primo…
Sentí que esparcía todo su semen en mi espalda y mis nalgas, me encantaba que me llene de semen mi colita de nena, luego su mano la llevo a mi boca y mi cara, fue bastante que quedo en mi boca, yo no me animaba todavía a tragarlo aunque la idea me encantaba, me volteó y se acercó dulcemente y cerrando los ojos me besó, primero solo fue un contacto labios contra labios, pero luego nos comíamos nuestras bocas y lenguas pasando y tragando su semen, me llevaron al cielo, me sentía más mujer, una mujer que se deleitaba tragando el semen de su macho…finalmente ambos nos limpiamos con una camisa suya y me dormí desnuda entre sus brazos muy rápido…
Todo el día siguiente estuve súper contenta, más que buscar en que jugar de día, me dedique a tomar prestadas algunas prendas íntimas de primas y tías para jugar en la noche como nena… Tipo 9 de la noche, me fui al cuarto tome las ropitas y de ahí al baño, lo veía buscándome por toda la casa, mientras me ponía coqueta para él… me metí en la cama vestidita de nena, y a las 10 llegó…
Pepe: dónde estabas?
Yo: entra y cierra la puerta con llave, rápido! Pero no apagues la luz…
Mientras Pepe lo hacía, yo sentí un escalofrío y a continuación un calor que me recorrió el cuerpo completo, pero decidida me incorporé mostrándome de cuerpo entero toda vestida de gala, con un vestido de nena y mis atuendos femeninos interiores muy sexis, me había pintado de rosa mis labios y las uñas de mis pies, calzaba unos tacones de tacón delgado y una peluca rubia de ondas largas…
Pepe: wow que linda te pusiste…veo que quieres ser niña
Yo: si quiero sentir lo que sienten las nenas con un chico… me puse así para ti y por ti
Con sus manos contornó mi cuerpo de nena, primero galantemente por encima y luego eróticamente por debajo, sintiendo mis ropitas sensuales internas con el tacto…
Pepe: quisiera que seas mi novia!
Yo: mmm nunca me lo pediste… o debo tomarlo como una declaración?
Pepe: Ahhh... mi Susy que linda eres, sí es una declaración!
La escena parecía como en la primera vacación, pero esta vez no estábamos jugando, era una petición de noviazgo en serio, se colocó de frente encima mío muy dulcemente, me miro a los ojos y los fue cerrando mientras acercaba su boca a la mía, lo vi a los ojos con mucha ternura y también los fui cerrando mientras abría mi boca lentamente esperando el contacto de nuestros labios, labios contra labios, tímidos contactos de nuestras lenguas, cuerpo contra cuerpo, nos hacían estremecer y tocar el cielo…, los toques de lengua con lengua se hicieron más prolongados y nuestros labios ya no se despegaban…
Pepe: Susy, amor ahora eres mi novia, es el más grande secreto que tenemos…
Yo en este punto, ya no era para mi primo un muchacho sino una chica que además tenía que hacer todo lo que el deseara. Se deshizo de su ropa velozmente, se sentó en medio de la cama y me llamó con un ademán…me dirigí a la cama
Pepe: sube, te quiero tener más cerca
Subí a la cama y me puse de rodillas en la orilla esperando sus órdenes, me agarró de la mano y me fue llevando hacia él, a gatas fui avanzando sobre su cuerpo y cuando mi cara estaba a la altura de su pene erecto, me detuvo…
Pepe: a las chicas les gusta mucho este juguete, tú quieres ser mujer verdad?
Yo: sí, quiero ser una mujer, quiero ser tu mujer…
Pepe: mima este pene con todo lo mujer que tienes dentro! Es tuyo mi nena…
Empecé a tomarlo con mis manos dulcemente, lo contemplaba incrédula, era mío, me lo estaba dando mi primo, un chico, mi novio, mimarlo era lo que más quería, le daba besitos de un lado y del otro, acariciaba su testículos, los besaba tratando de sentir el semen que me lo darían minutos más tarde, abrí mi boquita y metí en ella la cabeza de su pene, sentí su textura y sabor, con mi lengua contorneaba su glande
Pepe: trágatelo entero mi vida!
Yo: mmm si, poco a poco, déjame saborearlo sin prisa…
Empecé a meterme esa verga en la boca, de milímetro a milímetro, cada vez veía más cerca sus escasos vellos púbicos, mi boca empezó a sentirse llena y sin espacio, mi garganta recibió un toque erótico con la punta de su verga, comprendí que mi boquita había llegado a su límite, pero Pepe me la seguía metiendo, más y más, mi boquita estaba siendo forzada y violada, luego la metía y la sacaba, todo afuera y luego todo adentro…
Pepe: que bien nos entendemos amor, ambos recibimos del otro lo que más queremos,…Susy eres una maestra en mamadas…
Tía: toc, toc, toc! Ya están dormidos?
Pepe: sssshhhh, no digas nada y pensarán que estamos dormidos…!
Me quede petrificada sentada en la cama, Pepe sigilosamente corrió a la puerta para escuchar mejor, yo en lugar de desvestirme, por instinto femenino me acomodé el vestido, como si fuera peor que me vieran desnuda que vestida…jiji, se apagaron todas las luces y pasaron unos minutos de mucho suspenso, hasta que el peligro pasó. Pepe seguía con su oído derecho en la puerta
Pepe: ven aquí primita…
Yo: no amor me da miedo!
Pepe: ya no hay nadie afuera, ven y escucha
Casi a oscuras, me incorporé y empecé a caminar hacia la puerta, en tacones y vestido de galas, mi vestido se movía de un lado al otro mientras caminaba coqueta en tacones, me puse de rodillas de frente a él colocando mi oído izquierdo en la puerta,…no se oía ningún peligro, pero sentía miedo aún, estuve tratando de escuchar que pasaba afuera por unos minutos…, luego a ciegas estiré mis brazos buscando apoyo para incorporarme y sentí las caderas desnudas de Pepe, pensé si sus caderas están ahí, su pene está al alcance de mi boca…unos leves movimientos de cabeza a los lados y sentí con mis labios la verga erecta de mi novio, por instinto abrí la boca dando paso a mi juguete de carne dentro de mi
Pepe: mmm, en qué parte quedamos?
Yo: en que estabas a punto de darme tu leche en la boca…jiji, la probadita de semen de anoche me gustó mucho…
Pepe: en tu boca?, mmm claro, ya recuerdo
Besito a besito en su pene, por milímetros entrando y saliendo en mi boca, mi garganta forzada por su glande, luego me tomó por los cabellos y me movía adelante y atrás cogiéndome la boca…así me dio su sexo por unos cinco minutos, hasta que sentí dentro de mi boca muchos chorros de semen, apenas me cabían, así que mientras me daba chisguetazos seminales, yo tragaba y tragaba semen de hombre, de mi hombre… desesperada por la excitación me metí a la fuerza tooooda su verga en mi boca esperando que me diera más semen directo a mi garganta, succionaba su pene haciendo que se vacíen sus testículos en mi boca…la sensación de tener a mi hombre vaciándome su semen dentro de mí, por estimulación mía, asimilando que si la naturaleza varonil de su cuerpo le exigía darme esos líquidos, era porque yo era su hembra por naturaleza, un remolino se sensaciones eróticas y femeninas en mí, hicieron que llegue a tener una rica eyaculación dentro de mi tanguita y debajo del vestido de gala…
Pepe: mmm que rico es cogerte por la boca!
Yo: casi me ahogas primito…
Pepe: amor te sigue doliendo el anito?
Yo: sí, basta por hoy, mejor mañana continuamos…
Pepe: Susy mañana serás mi mujer!, te penetraré y te preñaré…
Yo: queeeee?!
El día siguiente prometía ser lleno de lujuria y sexo sin límites, nuestros padres y demás parentela, estábamos invitados a una fiesta de cumpleaños, así que era seguro que los mayores llegarían algo tomados, y directos a dormir…
Sus palabras “Susy mañana serás mi mujer, te penetraré…”, me retumbaban en la cabeza y me llenaban de excitación y ansiedad, pensé todo el día en seleccionar las ropitas más sexis y cómodas para mi noche.
Llegamos de la fiesta, todos cansados y rápidamente se apagaron todas las luces… nosotros sigilosos escuchando a que no haya peligro… Pepe entró al baño, yo me cambié y lo esperé vestidita con un conjunto de lencería blanco con encajes color rosa dentro de mi camita, dando tiempo a que todos se durmieran… y empezó nuestro amorío, me sorprendió alzándome de mi cama, cargándome dio una vuelta y me colocó tiernamente en la suya, continuamos con manoseos eróticos, apartó a un lado mi tanga dejando al descubierto mi anito rosado, me abrió un poco más las piernas para verlo mejor
Pepe: mmm que lindo anito tienes, está rosadito, cerrado y se ve delicadito!
Una sensación de amor, erotismo y temor mezclados llenaba mi pecho y mi respiración se aceleraba, mi primo besaba mis nalgas y pasaba sus dedos entre ellas, sentí nuevamente ese estímulo tan placentero en mi ano e involuntariamente comencé a dejar salir suspiros pequeños.
De pronto puso la punta de un dedo en la entrada de mi ano e intentó empujarlo hacia adentro, el dedo no pudo violar mi ano cerrado casi virgen aun adolorido y me provocó un dolor horrible.
Yo: aaayyyy, aayy, ay
No pude contener el gemido de susto y de dolor y aparte sus manos e intente levantarme, finalmente pude incorporarme.
Pepe: ssshhh te van a oír…, te sigue doliendo por lo de la otra noche?
Yo: no, ya no me dolió estos días…
Pepe: ves? no tiene por qué dolerte ahora…! Acaso no te desvirgue la anterior vacación…?
Yo: síí creo que lo hiciste, pero nunca más consumé algo parecido! Ya no primo, me duele mucho, basta por hoy…
Le dije caminando hacía mi cama. Él se quedó pegado a la puerta, tratando de escuchar los que pudieran ser los pasos de mi tía. Pero nadie había alcanzado a oír mi quejido por la distancia que separaba a las habitaciones. Después de unos minutos mi primo dejó de vigilar y se dirigió hacia mí, yo no me había quitado la ropa aún y solamente me había quedado sentada en la orilla de mi cama, asustada y un poco avergonzada.
Pepe: discúlpame, no era mi intención hacerte daño otra vez...mi dedo es delgado y no sabía que te iba a doler…
Yo: ya me quiero acostar amor, mañana en la noche me visto de mujer otra vez... pero ahorita solo quiero dormirme
Pepe: no preciosa... ven
Me jalaba hacía su cama, yo me negaba pero él tenía más fuerza que yo. De mala gana me volví a acostar en su cama y él volvió a manosearme entera, me acariciaba suavemente esperando que yo me relajara. Pasó un rato y apartó nuevamente la tanga.
Yo: nooo!, me va a doler
Pepe: ya verás que no
Acercó su boca a mi ano y dejó caer una gran cantidad de saliva encima. Yo suspiré. A continuación pasó sus dedos entre mis nalgas estimulando mi ano. Una vez más el erotismo me dominó y permití que él continuara hasta donde quisiera, siguió manoseándome y besándome sin que yo pusiera resistencia. Él intentó meter un dedo untado de saliva en mi ano y pudo entrar con mucha dificultad… aunque no avanzó mucho
Yo: aayyy, aaaay me duele, ya no hagas eso por favor amor
Giré mi cabeza y no podía dejar de contemplar su verga que estaba asombrosamente grande y rígida. Se acomodó a mi lado, para evitar que me la metiera, tomé la verga de mi primo y la apreté dulcemente con la mano, él suspiró, al ver su reacción continué masajeando esa verga que me resultaba fascinante. Repito que no tenía el tamaño de la de un hombre adulto, pero para mí era la verga más grande que había tocado y la primera. Él abrió mis piernas y metió su mano entre ellas. Mi pequeño pene no mostraba ningún indicio de erección pero me causaba un estímulo muy placentero que mi primo lo masajeara por encima de la tanga.
Comencé a explorar el cuerpo de mi primo con las palmas de las manos, examinando detenidamente con el tacto de los dedos las partes que me parecían más interesantes, tenía muy escaso vello, su verga lucía brillante y hermosa, lo acariciaba mientras mi pecho se estremecía con una descarga de sensualidad. A diferencia de mí, él era más alto y fornido, no tanto por la diferencia de edad entre nosotros, sino por su tendencia atlética que se notaba en lo definido de sus jóvenes músculos. Mientras que yo a los 14 años de edad bien podría haber pasado por una niña si hubiese tenido cabello más largo y me vistiera con ropa de mujer, en la calle nadie hubiera notado la diferencia.
Pepe: quiero que seas mi mujer!
A estas alturas el contrato de silencio de mi primo, se había convertido en chantaje, se me cruzaba por la mente la vergüenza y humillación que me causaría si él les contara a los muchachos del barrio que había sido penetrada por él y que además yo lo había aceptado.
Yo: que esto quede solo entre nosotros... si?
Pepe: te prometo que sí mi amor...
Sin saber exactamente lo que decía y hacía, acosté mi cabeza en su brazo a lo que él respondió abrazándome tiernamente por detrás, me daba tímidos y nerviosos besos en la oreja, cuello y parte de los labios, que yo intentaba responder demostrándole cuanto me gustaban ofreciéndole mi culo, llevándolo hacia su pene. No dejaba de respirar profundamente. El estallido de dolor que había sentido hace rato había quedado en el olvido porque no volví a pensar en eso. Sus dedos nuevamente exploraban entre mis nalgas buscando mi ano, tomó la tanga y me la bajó hasta quitármela, yo le ayudé comedidamente, la agitó en el aire y lanzó la tanga al piso como si hubiera conseguido un trofeo… luego me introdujo su dedo sin que mi ano pusiera mucha resistencia
Yo: ay, ay, aay, aahh, aaahhh, tu dedo está dentro de miiii
Intentó que entrara todavía más profundo, mi respiración se agitaba, por reflejo intenté apartar su mano al percibir el cuerpo extraño, pero él no desistió de su cometido. Nunca hubiera imaginado el estímulo tan placentero que sentiría al tener el dedo de mi primo atravesando mi ano. Yo trataba de contener los gemidos mientras él repetidamente volvía a empujarlo hacia adentro lentamente y sacaba hasta dejar dentro solamente la punta. Volví la mirada hacia atrás para ver lo que sucedía. Mi primo se apretaba la verga con la otra mano, me quedé viendo detenidamente.
Pepe: te gusta este pene amor? Te ha gustado el placer que nos ha hecho sentir en estos días?
Yo: síí amor
Se acercó, tomó mi mano y la puso sobre su pene para que yo lo masturbara, y luego la llevó a mi boca
Pepe: chúpala y mójala para que te la meta sin dolor…!
Yo: mmm, aaaggghhh, mmmm, ya está bien mojada?
Pepe: sí, ahora esto te hará una mujer y muy feliz…te la voy a meter en tu culito
Yo: no creo que pueda entrar en mi hoyito... la tienes muy grande!
Pepe: pero ya te la metiste por el ano tu solita en la anterior vacación y te gustó…
Yo: sí, pero tu pene era la mitad de largo y grueso de lo que lo tienes ahora!
Pepe: sí entrará mi amor... deja que te meta esto, que vas a sentir más rico que con el dedito y con la lengua
Yo: Y todo eso me tienes que meter para que sea mujer?
Pepe: no necesariamente, con la cabeza y la mitad de la verga adentro, será suficiente…y ya serás una mujer
Yo: está bien, pero no me metas todo...
Pepe: te voy a hacer con cariño...voy a hacerte mi mujer!
Me beso en la boca e hizo que me acostara sobre el costado derecho y él se acomodó de la misma forma detrás de mí. Sus manos me guiaban y yo obedecía adoptando la posición que me indicaba. Doblé las rodillas y mi trasero quedó más fácil de alcanzar para él, en un rápido movimiento untó su verga con mucha saliva y con más saliva mi ano, agarró mi pierna y la subió sobre la suya dejando expuesto mi ano…yo hacía un esfuerzo por conservar la postura, él guió su verga a la entrada de mi ano usando los dedos.
Pepe: frotamos mi pene con tu anito?
Yo: no, penétrame…!!! Hazme tuya de una vez!
Pepe: tomaa, tomaaaa, aaaahhh, aaaahhhh, tomaaaaaaa
Sentí la cabeza de su verga intentando abrirse paso a través de mi ano, con otro rápido movimiento mi primo jalaba mi cintura hacía él para acelerar la penetración.
Yo: ay, aayyy, ayyy, que doloroso es volverse mujer…!
Pepe: te amo princesa… gracias por aceptar que te haga mi mujer
Yo: Sólo resisto este dolor porque te amo y quiero verte feliz…
La cabeza de su verga había traspasado apenas la entrada de mi ano y ahora se dirigía adentro y profundo, yo experimente un instante de dolor que quedó ignorado por la emoción que me causaba tener a mi primo haciéndome su mujer.
Con movimientos torpes debido a nuestra inexperiencia continuamos viviendo nuestra primera penetración de magnitud real, pero por la posición, su verga no pudo entrar más y solamente introdujo la cabeza y unos escasos centímetros, un poco menos que la longitud de su dedo, pero suficiente para violar mi ano virgen.
Luego de algunos instantes de penetración constante, su pene llegó al fondo de mis intestinos y se detuvo…
Yo: no pares! segui suavemente, me gusta lo que me haces…!
Pepe: mi amor, estoy totalmente dentro de ti, una unión perfecta de nuestros sexos…sientes todo mi pene adentro?
Yo: siii amor, te siento en mí, siento que soy tuya…
Mi respiración estaba muy agitada y la de mi primo aún peor. A pesar de sus movimientos torpes que me causaban molestia por instantes, mi primo se comportaba firme y decidido en lo que estaba haciendo, penetrarme más y más, empujó hacía dentro y hacia afuera la porción de su verga que había logrado penetrarme lo que me causó una sensación muy placentera y erótica.
Pepe: quiero hacerte el amor todas las noches... aaaahhhhh, oíste preciosa?
Yo: siiiií todas las noches y en el día también…aaaahhh, aaaahhhh, aaaahhh
Pepe: seguro amor, en el día también te hare el amor…aahhh
Reprimir los gemidos para mantener el silencio era casi imposible. Luego de varios minutos de mete y saca inimaginables de placenteros…
Pepe: voy a dejar dentro de ti, lo que los machos dejan a sus hembras… ahhhh
Yo: dámelos adentro muy adentro amor, dame tu semen ardiente…ahhh
A los minutos mi primo regó mis intestinos, sentí su semen dentro de mí, me sentí femenina, perra y llena de leche de mi macho… las palpitaciones de su pene mientras eyaculaba me estimularon el ano, junto a sus gemidos me provocaban convulsiones eróticas que me llevaron directo a un clímax anal… mi esfínter se estrechaba y abría abrazando al invasor, al mismo tiempo su verga palpitaba y lo sentía en mi ano, nuestros sexos se estimulaban mutuamente con contracciones eróticas involuntarias y los dos gimiendo de placer… hasta que el volcán de erotismo se apagó lentamente… finalmente caímos rendidos y enganchados, toque mi tanguita y estaba mojada con mi semen, toque mi anito y estaba empapado con el semen de Pepe….
Yo: wow, que lindo es ser tu mujer!
Pepe: te gusta que yo te haya desvirgado?
Yo: siiiií, fuiste el primero, ahora me lo hiciste nuevamente…eres y serás el único hombre en mi vida
Pepe: que rico me hiciste acabar primita
Yo: no sé cómo me haces, que me haces acabar muy rico por mi culito…
Pepe: porque eres una mujer...
Yo: no soy solo una mujer, soy tu mujer!
Pepe: sí Susy y yo soy tu hombre!
Al poco rato nos levantamos para limpiarnos y componer la habitación. Una sensación placentera y agotadora permaneció en mí aún después de acostarme acurrucada entre sus brazos, en ningún momento pasó por mi mente la idea de considerar lo que habíamos hecho como algo malo, es más, me sentí enamorada de mi primo, besé sus labios y me dormí.
Ya acababan las vacaciones y era nuestro último día y noche juntos en esa vacación, así lo comentaban nuestros padres.
Mi primo salió de mañana temprano, fue a recopilar fantasías sexuales provenientes de la pornografía que le facilitaban sus amigos del barrio, me llevó un librito donde aparecían solamente parejas heterosexuales, para que yo tuviera una idea de cuales cosas probaríamos hacer durante la última noche.
Nos escondimos en el depósito del patio trasero con la revista, con una emoción infantil como cuando teníamos un juguete nuevo, los dos nos echamos de frente en el piso, ojeamos varias veces el librito, por lo erótico de las fotografías pronto nos sentimos más que excitados, nos abrazábamos y besábamos, no tardamos en meternos mano en nuestras partes más placenteras…desabotonó mi short y tenía el camino fácil para acceder a mi culito, lo acarició varias veces sintiendo y excitándose con la tanguita que tenía puesta, mis manos tocaron sus nalgas pero rápidamente las llevó a tocar sus huevos por la parte trasera y pronto su verga estaba a merced de mi mano…en eso siento que me mete un dedo en mi anito
Yo: aaaahhhh, aaaahhhh, que rico
Pepe: te quiero penetrar! Ahhh
Yo: si amor, hazme el amor aquí mismo…aahhh
Me saque el pantalón, y dejé a su vista mi culito con la tanga, me mantuve recostada mirando al piso…Pepe se bajó el pantalón y sus boxers y se subió encima de mí, recorrió a un costado la tela de la tanguita y se colocó muy tiernamente cubriendo perfectamente cada parte de mi cuerpo con su cuerpo, su pene erecto en posición y ubicación de penetración de mi anito…
Pepe: acomódalo amor en tu anito…
Agarré firmemente su herramienta, la coloque en mi entrada trasera, abrí con mis manos mis redondas nalguitas…
Yo: despacio amor, penétrame ahora, hazme el amor, hazme tu mujer otra vez…
Mientras me penetraba…
Pepe: mmm que rico anito!, mmm está cerradito otra vez…aahhh
Yo: aaayyy, aaayyyy, segui amor, dame toda tu verga, sin prisa…!
Nuestros movimientos eran pausados, lentos y románticos, en penetración seguíamos ojeando la revista, unas cuantas bombeadas de intensidad variada me daba y era de acuerdo a la escena mostrada por el material porno, en esa posición a cada momento tenía la ternura de preguntarme si me gustaba esa postura, mis respuestas eran dos: si me gustaba, entonces empujaba mi culito para que me penetre más adentro, y si no me gusta tanto le hacía contracciones con mis músculos anales en su pene… así habíamos visto casi media revista y era demasiada la excitación que estábamos experimentando… casi una hora en plena penetración y seleccionando las posiciones que más nos apetecían a ambos…
Pepe: ya no puedo aguantar me voy a correr en tu anito… ahhhh
Yo: dame tu semen amor… aaaahh
Me dio unos cinco chorros de leche directo en mis intestinos…y yo también me corrí en la tanguita…no teníamos fuerzas para incorporarnos y descansamos en penetración unos cinco minutos, con unos delicados besitos en mi oreja y mi cuello…una escena súper romántica que hizo que me enamore más aún.
Tía: chicooos, dónde están? Vengan a tomar una soda…
Pepe: ya vamooos!
Llegada la noche, subí de prisa al cuarto nos cruzamos en las gradas e intercambiamos una mirada cómplice con mi primo, como indicándole que ya era nuestro momento. Todavía no terminaba de vestirme, cuando mi primo entró a la habitación y cerró la puerta con seguro. Nos miramos con una sonrisa nerviosa en nuestros rostros, mientras yo terminaba de acomodarme la ropa de mujercita colegiala, él se deshizo de toda su ropa en un instante. Se me abalanzó rápidamente con besos y deseos carnales.
Pepe: qué es ese sabor de tus labios?
Yo: es lápiz labial de fresa, te gusta?
Pepe: siií, y que rico aroma en tu cuello…
Yo: es el perfume de la tía…
Sus manos estaba sobre mí tocándome todo el cuerpo, sus labios recorrían mi labios, bajaban a mi cuello y espalda saltando de un punto a otro, y en minutos me quitó la faldita, la blusa y la tanga coqueta, dejándome solamente con las medias nylon transparentes, el brassier relleno y en tacones.
Pepe: cuál será la posición de despedida Susy?
Yo: la de parados de frente…
Prácticamente suspiramos esas palabas porque estábamos hundidos en un mar de erotismo y excitación, las manos de ambos tocando todo lo que podíamos del otro. Me arrinconó a besos y caricias llevándome hasta la pared, su verga erecta estaba a la altura de mi ombligo, parecía que quería traspasármela por ahí, yo retrocedía ante tan intimidante situación, hasta que mi espalda tocó la pared…me acorraló metiéndome mano por todo lado, ambos parados comiéndonos a besos…, intentamos varias veces, él flexionaba las piernas, colocaba su verga entre mis piernas y subía tratando de lograr la penetración, era muy excitante pero a la vez complicado, obviamente era para una pareja heterosexual, no para nosotros…
Yo: basta, creo que no podremos esa posición…
Pepe: abrázate de mi cuello, agarra mi verga y ponla en tu anito…
Yo: no alcanzará…aaahhh
Me tomó de ambas nalgas y me levantó hasta hacerme llegar más arriba de su altura, lo abracé del cuello con una mano, e hizo que mis piernas rodearan su cintura y sus glúteos, con mi otra mano tomé su verga, puse la cabeza de su verga en mi anito y… me bajó poco a poco ensartándome su pene en mis intestinos…
Yo: aaayyy, aaaayyyyy, aaaaaayyyyy
Pepe: mmmm, tomaaa adentroooooo, aaaaaahhhh, aaaaaahhhh
Mi primo bajaba y empujaba su verga adentro, sus manos en mis nalgas subiéndome y bajándome rítmicamente y mi ano sintiendo un mete y saca delicioso. Sentía en ese momento le pertenecía, que le había entregado algo que no se lo podía dar de otra forma que no fuera teniendo sexo con él, además me estaba haciendo el amor en una posición casi exclusiva para parejas hetero. Pepe ya no era mi primo, ahora era dueño de mí, y nadie debía saberlo nunca. En seguida supe que desde ese día en adelante tendría que darle mi ano y tener su verga dentro de mí todas las noches que nos veamos. Yo respiraba profundamente y dejaba salir gemidos discretos. Mi primo no se detenía y respiraba exaltado, su verga se movía afuera y adentro de mi cuerpo, incrementaba la intensidad de sus movimientos y por momentos hacíamos mucho ruido. Yo me iba acostumbrando a estar penetrada y lo que fue incomodo al principio se convirtió en una sensación placentera de entrega total.
Pepe: que rica estas... este culito es todo mío
Yo: siiiií, seguí dándome maaasss
Pepe me metía toda la verga que la posición nos permitía, calmaba su agitación y se quedaba quieto a momentos
Pepe: haz contracciones con tu anito y yo te haré sentir las de mi pene…
Yo: asiiiii?, ahhhh, aaaaahhh
Ambos delirábamos de placer con las contracciones de nuestros sexos, él me besaba apasionadamente y yo le correspondía con todo lo femenino de mi cuerpo.
Yo: me gusta cómo me lo haces… aahhh
Pepe: me haces estremecer de placer….aahhh, aaahhhh
Yo le comunicaba con tímidos gemidos y pujidos lo que me estaba haciendo sentir, y él me respondía fuertes palpitaciones de su verga en mis intestinos, yo disfrutaba cada mínimo movimiento suyo.
Luego de varios minutos, dejamos que la pasión de nuestros cuerpos saliera, de una forma desenfrenada me penetraba y sacaba haciéndome subir y bajar ensartada en su verga…así de frente, gimiendo en la boca del otro, gemidos apagados por los labios del otro. Mi penecito, en esa posición había estado recibiendo mucha estimulación en el abdomen de mi macho…y exploté echando un poco de semen que le embarró su cuerpo, al sentir que llegué al clímax, él se puso eróticamente desesperado de darme su leche… y se vació en mis intestinos, sentí que me llegaba sus semen en lo más profundo de mi ser, varios chorros de su semen me empapaban mis intestinos y me hacían sentir una completa mujer.
Rendidos deshicimos esa magnífica posición, nuestros brazos y piernas estaban entumecidos. Mientras reaccionábamos y recobrábamos el aliento, acomodamos un poco la habitación y
Pepe: vístete como una esposita sexi para mí…
Yo: soy tu esposa?
Pepe: por lo que nos pasó en esta vacación, creo que somos mucho más que novios, no?
Yo: lo que me pidas esposito jiji…
Lo hice como todas las noches, me puse sexi y caí a su lado en su cama, mi cuerpito femenino cubierto por el cuerpo y brazos varoniles de mi esposo, nuestros cuerpos en pleno contacto y entre besos nos dormimos...
Me desperté un tanto asustada por los movimientos de mi primo, era de madrugada y el cuarto estaba en total oscuridad, algo me querían meter en la boca…
Yo: qué te pasa amor?
Pepe: ssshhh...ahora somos marido y mujer, recuerdas?
Yo: uuhh, sí…
Hizo que tomara con mi mano su verga, que en efecto estaba muy dura, e hizo que me la metiera en la boca…me dedique a darle sexo oral a mi esposo por unos minutos.
Pepe: quiero estar contigo ahora
Yo: pero ya lo hicimos!
Pepe: te deseo...quiero hacerte mía otra vez
Tomo mis piernas y me arrastró en la cama hasta dejar mi culo a la orilla, se puso de pie al lado de la cama, luego me tomó ambas piernas, las levantó, las llevó adelante y abrió bastante para dejar totalmente descubierto y abierto el ano, retiró a un lado la tanguita y me dio unos minutos inolvidables de sexo oral en mi ano.
Pepe: ahora te haré el amor como la segunda posición que escogimos esta tarde…piernas al hombro!
Yo: nooo, en esa posición se nota que la meten toda…me dolerá!
En seguida lubricó con saliva mi esfínter, colocó mis piernas en sus hombros, se acostó encima de mí y me besó tiernamente sin penetración pero con demasiada estimulación, despegamos nuestros labios unos instantes
Pepe: coloca mi pene en la entrada de tu anito, esposita…
Lo coloque como me lo indicó, en esa posición veía mis piernas en sus hombros, a los lados de mi cara mis pies con las medias de mi prima, el camisón levantado totalmente y el calzón recorrido a un lado para dar paso a su pene… y de frente él bajando su cuerpo para colocarse encima mío, donde siempre lo querré tener, encima mío…!, al momento que sentí posar sus labios en los míos y su lengua entrando en mi boca, sentí también que me penetraba, una penetración tan dulce como los besos que estaba recibiendo…mi amor ahora estaba invadiendo mi cuerpo por dos lados… por mi boca y mi ano al mismo tiempo…mis sentidos no sabían a cuál enfocarse y decidí enfocarme en ser su mujer, darle todo lo que quiera para que nunca me olvide
Pepe: mmm...mmmm...ahhh...te amo preciosa
Yo: y yo te amo a ti… aaahhh, aaaahhh
Esta vez su verga se abrió paso con cierta facilidad, aún quedaban restos húmedos de semen de la cogida anterior, y me la empujó decidido a penetrar más profundo que las noches pasadas. Yo trataba de ahogar un gemido en mis boca pero no pude contener un
Yo: ay, aay, ahhh, aaaaahhhh, aaayyy
Al sentir su verga penetrándome, la ansiedad se mezclaba con la erótica sensación que me provocaba el acto sexual.
Yo: ay, ayy, despacioooo…no me metas todo, aaayyy
Sin quererlo mi cuerpo se movía al mismo ritmo en el que se deslizaba su verga a través de mi ano, que apretaba esa verga que avanzaba, sin poder evitarlo yo, cada vez más, más y más adentro, de repente mis intestinos cedieron por completo, sentí estar completamente enculada y sometida a mi primo, cada segundo me entregaba a él.
Ya no intenté detenerlo, quería tener toda esa verga dentro de mí. Yo le había entregado mi trasero a mi primo y ahora debía tolerar su incansable lujuria. Fue entonces cuando sentí que me había penetrado total y profundamente. Los minutos pasaban y mi primo no parecía satisfacerse.
Yo: aaahhh, aayy, aaaahhh, aaaayyy, seguí asiiiii
La sensación de ser cogida tan profundamente por mi primo, un hombre arrecho al máximo, me resultaba demasiado placentera, a pesar de que la penetración que estaba recibiendo se volvía dolorosa por momentos, yo quería que esa verga siguiera cogiendo mi ano, y no dejé de cooperar.
Yo daba quejidos y gemidos, él los tapaba con su boca, yo le mordía dulcemente sus labios y su lengua, queriéndole transmitir lo que me estaba haciendo sentir. Pepe seguía cogiéndome totalmente encima de mí, yo estaba prácticamente doblada en dos. No podía contener más los gemidos, pero si alguien escuchaba sería un desastre. Mi primo seguía empujando su miembro que ahora se deslizaba y alcanzaba una mayor profundidad, agarró mis hombros y me jaló haciendo que la verga entrara aún más en mí, sentí que llegó al tope de mí ser. Lo que me provocó un gemido que se me hizo muy difícil reprimir.
Yo: ahhh...aaaaayyyyy…ahhh....mmm...aaaaaaaaayyyyy, ahora estás totalmente adentro de miiiii, llegaste al fondo de mi cuerpo me siento llena de tiiii aaaaaahhhh
Recibí la última penetración, lo recuerdo muy bien, porque fue muy brusca y a los segundos, un torrente de semen regados en las profundidades de mi ser, fue tanta leche que me inyectó que se me salía del ano, oía unos ruidos excitantes de nuestros sexos empapados en plena copulación…
Yo: mmmmmaaaaaasss, mmmmmaaaasss lecheeee….que rico me inundas de semen…
….y descargue mi lechita en mi abdomen…entre los gemidos y movimiento en descenso, tomé su leche que salía de mi ano, la empapé con la mía y froté mi cuerpo con nuestra mezcla…Pepe tomo con sus dedos nuestros jugos de mis tetillas y, aun estando en penetración, me los dio en mis labios, abrí mi boca y me los metió, acerco su boca a la mía y terminamos saboreando nuestros jugos en nuestro último beso de esa vacación…
Algo que me sorprende hasta la fecha es que yo no pensaba en la relación con mi primo en términos de sexo homosexual, yo me había entregado a él considerándome a mí mismo como mujer, y él nunca más insinuó siquiera que yo fuera gay o que la relación que manteníamos lo fuera. Cuando estábamos solos y satisfacíamos nuestras fantasías, siempre me trató como si estuviera convencido de que yo era una señorita y no su primo.
Después de esa vacación, aunque fueron pocas las veces que volvimos a vernos, siempre nos dimos modos de que yo sea su mujer y él mi hombre.
Yadira y yo que me llamo Luis, llevamos varios años de casados, pero no nos consideramos una pareja común y corriente, ya que desde que éramos novios nos dimos cuenta que tanto ella como yo somos personas de mente abierta, ella no se considera dueña de mi cuerpo, ni yo tampoco me considero dueño del suyo, por lo que si nos place en algún momento llegar a tener relaciones con otra persona, las disfrutamos abiertamente, sin que por ello el amor que nos sentimos mutuamente se vea lesionado o disminuido. En ocasiones tanto ella como yo también le damos rienda suelta a nuestras fantasías, con la completa colaboración tanto mía como de parte de ella.
Relato erótico enviado por narrador el 13 de March de 2011 a las 21:45:11 - Relato porno leído 120861 veces