Más o menos, algo así, fue lo que mi sobrino, Javier. Me dijo, cuando vino él solo a visitarme. Yo desde luego que me sentí orgullosa, de que el hijo de mi hermano mayor, acudiera a mí en busca de ayuda, y consejo. Pero la verdad, es que al principio, yo ni idea tenía de lo que él quería que lo aconsejase…
Relato
Javier creo que cumplió recientemente los 17, o 18 años. Es tan alto como su padre, que mide casi un metro, ochenta. Moreno, simpático, buen mozo, inteligente, en fin como que salió a mí, que soy su tía. Así que cuando esa tarde en la sala de mi casa, comenzó por decirme eso, yo como ya les dije me sentí bien orgullosa. Pero al mismo tiempo, algo ansiosa por saber sobre qué era, que mi sobrino quería que yo lo aconsejase.
Al principio Javier como todos en nuestra familia, comenzó hablando con muchos rodeos, por lo que yo después de un buen rato ni idea tenía todavía sobre que era, que mi sobrino quería que yo lo aconsejase. Ya que comenzó por decirme. Bueno tía, como tú tienes tanta experiencia, y te has casado varias veces, yo quisiera saber. Digo si puedes ayudarme, y no te vaya a causar ningún problema. Porque lo que yo quiero saber, es muy importante para mí. Bueno, y así siguió por un buen rato, sin decirme nada en concreto.
Justo en esos momentos, mi esposo Saúl, por motivos de su trabajo, había terminado de preparase para salir de viaje. Por lo que al ver a mi sobrino Javier, lo saludó afectuosamente, y tras despedirse de mi sobrino, y de mí, se montó en el auto de un compañero de trabajo que pasó a buscarlo.
Ya nuevamente Javier iba a comenzar con ese largo rodeo, para decirme sobre qué era lo que él deseaba que yo lo aconsejase. Cuando lo interrumpí diciéndole. Bueno Javi, no me vuelvas a decir lo importante que es para ti, simple y llanamente dime, ¿Qué es lo que tú deseas que yo te diga? y ya. Javier se puso rojo como un tomate, y tras tragar en seco, finalmente me dijo. Bueno tía es que yo mañana voy a salir con una chica que me gusta, y mucho. Y creo que yo también le gusto a ella, lo que sucede tía, es que jamás he salido con una chica antes. Y la verdad es, que no se qué hacer, ni cómo hacerlo.
Al escuchar a mi sobrino decirme eso, me dio algo de gracia, aunque procuré no demostrárselo. Y poniendo cara de seria, le pregunté. ¿Bueno pero que es lo que tú quieres hacer con ella? Fue cuando aun más colorado, por la vergüenza, me dijo casi en un tono inaudible. Lo más que yo pueda hacer tía. Eso me dejó de manera bien clara, cuáles eran sus intenciones. Yo me le quedé viendo, pensando para dentro de mí, le dije, desde luego sin que me escuchase. Sinvergüenza, tú lo que quieres es acostarte con ella.
Pero de inmediato le pregunté. Bueno y por qué no vas donde tú padre, o le hubieras preguntado a mi marido. A lo que él de manera ingenua me dijo. Lo que pasa tía es que ellos, son hombres, y yo quiero que sea una mujer la que me aconseje al respecto. A mi mamá no se lo pido, porque es capaz de mandarme para el carajo. Ya sabes cómo es ella, de religiosa, y de moralista. Además la chica también tiene un novio, que sale con otra chica.
Bueno con todos esos detalles, y realmente conociendo a mi cuñada, lo más seguro es que hubiera encadenado a mi sobrino a la pata de su cama. Bueno quizás exagero, un poco, pero desde que yo me divorcié la primera vez, ella se la pasó hablando pestes de mí, por divorciarme. Y cuando se enteró que estaba viviendo con otro hombre, creo que casi le da un ataque cardiaco. Pero cuando se enteró que mi segundo marido, me encontró en nuestra cama con otro, lo menos que dijo de mí cuñada fue, que yo era una puta. Bueno quizás, por eso mi sobrino prefirió venir donde mí, que acudir a su madre.
En ese instante, se me ocurrió hacer una de mis travesuras, por lo que me le quedé viendo a Javi, y le dije. Ok te voy a ayudar, pero eso sí debes hacer todo tal, y como yo te lo voy diciendo. Lo primero es que debes entrar en contacto con tú chica, es decir agarrarle la mano, por lo menos para comenzar, procura hablar lo menos posible, si no es para decirle a ella, lo linda, y hermosa que es. Así que vamos agárrame la mano, y dime algo. El pobre Javi se me quedó viendo, pero después de que se lo volví a recalcar, me tomó de la mano, y al principio se quedó en silencio, como pensando que decir. Hasta que finalmente me dijo, la verdad tía que tú eres muy hermosa, y por ahí siguió diciéndome un sinfín de cosas más, de esas que a las chicas les encantan escuchar.
A medida que mi sobrino me tenía sujeta por la mano, y continuaba diciéndome cosas lindas, le dije. Ahora la vas a besar, así que olvídate por un momento que soy tú tía, y trátame como si fuera esa chica. Ya con un poco de más voluntad, Javier pegó sus labios a los mío, pero a los pocos segundos, yo separándome le dije. Si está bien pero necesitas ser más decidido. Así que cuando lo vuelvas hacer, en lugar de únicamente pegarme tus labios, vas a introducir tu lengua dentro de mi boca, al tiempo que comienzas acariciarle el trasero a tu chica, así que piensa primero en un lugar donde nadie los vaya a interrumpir, como por ejemplo ahora, puede ser aquí mismo. Pero si ella te rechaza, no te ofusques, que quizás luego te de otra oportunidad, pero sino dice, o hace nada para evitar que la sigas besando, lo más seguro es que antes de que caiga la tarde ya estés teniendo sexo con ella.
Ya desde ese instante, Javier se mostró mucho más decidido, nuevamente me tomó de la mano, y tras unas cortas palabras, alagando mi belleza, me plantó un soberano beso de lengua dentro de mi boca, al poco rato sin dejar de besarme de esa manera tan salvaje, sentí como una de sus manos, acariciaba una de mis nalgas, levantándome el vestido, sin dejar de seguir moviendo su lengua dentro de mi boca.
Fue en ese momento en que se me ocurrió decirle a base de mi experiencia. Javier en este instante, si la tipa va a tener algo contigo, puede que se comience a quitar la ropa, y al decir eso, al mismo tiempo yo comencé a quitarme el vestido que cargaba puesto. Luego si ella está decidida, puede que tome la iniciativa, y se agache, o arrodille para ponerse a mamar tu verga. Y tras decirle esas palabras a mi sobrino, me arrodillé ante él, al tiempo que él mismo se quitaba su camisa, y yo bajándole los pantalones extraje su verga, la cual me causó una grata sorpresa, y después de medio manipularla entre mis dedos, me dediqué a mamársela.
Javier de seguro estaba disfrutando al máximo todo lo que yo le estaba haciendo. Pero como yo también deseaba disfrutar algo más, separando mi boca de su verga, le dije que se recostase sobre la mesa de centro, y en ese mismo momento busqué que todo su duro y parado miembro, se enterrase por completo de dentro de mí depilado coño. Fue un momento increíble, el sentir como todo el tronco de la verga de mi propio sobrino, se deslizara sabrosamente dentro de mi vulva.
Ya desde ese momento en adelante, no tuve que seguir diciéndole más nada, por iniciativa propia Javier me hizo cambiar de posición en varias ocasiones, haciendo que tanto él como yo disfrutásemos al máximo de nuestro encuentro. Por un rato a medida que él sin detenerse, seguía bombeando toda su verga contra mi coño, nos besamos. Luego por iniciativa mía, le ofrecí mis bien formadas nalgas, las que mi querido sobrino no pudo rechazar.
Javier finalmente se vino dentro de mí, ambos quedamos la mar de satisfechos, pero yo como que estaba bien deseosa de enseñarle algo más, por lo que apenas pude, me fui asear en mis intimidades. Al regresar tomé una toallita húmeda, y personalmente le limpie todo su miembro. Para luego dedicarme a mamárselo, no sin antes decirle, que si deseaba que esa chica lo volviera a buscar, debía darle una buena mamada de coño, y no detenerse, hasta que ella nuevamente volviera a disfrutar de un verdadero orgasmo.
Mi sobrino, por lo visto ha seguido al pie de la letra mis recomendaciones, aunque ocasionalmente, ambos nos ponemos de acuerdo, para que repasar y poner en práctica nuevas técnicas….
A partir de ese momento ya no pude ver a mi sobrino como tal, sino ya lo veía como un hombre que deseaba cogerme sin control, a cada oportunidad que mi sobrino tenia lo aprovechaba para ver mi cuerpo, esto era cuando me cambiaba, bañaba, entre muchos otros momentos que tenia para verme y lo más lascivo era que yo no hacía nada para evitar que me viera, al contrario cada vez que me bañaba dejaba la puerta abierta para que me viera y así en la ducha con la certeza que me estaba viendo yo hacía movimientos sensuales e incluso con el pretexto de lavarme mi zona intima yo me la tocaba con tanta sensualidad que sin duda sabia que él tenía su pene bien erecto desde donde estaba viéndome.
Relato erótico enviado por putita golosa el 27 de July de 2010 a las 23:14:27 - Relato porno leído 309820 veces
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Narrador
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 22:31) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:02) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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