Titulado buscando especialidad

Estoy a un año de titularme como médico general cirujano, me falta los dos años de practica en que debo estar meses en las especialidades y después me titulo como medico general cirujano y optar según mis capacidades y poder económico a una especialidad por dos años..., es decir debo continuar cuatro años mas de estudio para ser medico Gastroenterólogo y especialidad en Cirugía Digestiva. Cuando tenga 28 años tendré todo logrado. Mientras a mis 24 años debo estudiar y estudiar.
Soy Medico General Cirujano, pero no deseo acostumbrarme a mi titulo de medico joven recién egresado, deseo mi especialidad, estando en este año en mi primer año de especialidad mi medico guía me dice que debo servir con él hasta en la consulta particular y el me pagará mis atenciones al 50% por no tener especialidad y atender en su clínica los particulares..., acepte deseaba ser especialista en Gastroenterología y este doctor me aceptaba las dos practicas al momento, es decir saldría también como Cirujano Digestivo también. Lo malo que tendría que cambiarme de residencia por estar esta en una pequeña ciudad anexa a la capital, en la clínica hay una Enfermera Universitaria jefe que lleva el mando, es una estupenda mujer madura de unos 35 o mas años, bonitos y grandes senos, el cuerpo un poco consistente, pero con cintura y un destacado trasero que cuando pasaba entre ella y la pared en el quirófano o en otros sitios aprovechaba de refregarme en el, ¡que culo!, de admirar..., bueno ella vivía cerca de la clínica y su departamento tenía un anexo para una asesora de casa fuera de este.
Me llevó a conocerlo y al subir las escalas al segundo piso ella delante de mi al mover sus caderas al subir los escalones me hipnotizaba ver moverse esos cachetes llamándome gózame, manoséame. Llegamos y estaba para ser mas exacto frente a su departamento, eso si pequeño una pieza para la cama y un velador, su baño independiente y sin cocina, pero había un pequeño recodo de dos metros por uno que me permitía poner una pequeña mesa, ella sería mi escritorio, y pondría ahí un pequeño horno eléctrico que tenía y mi hervidor también eléctrico... Ella se mueve en esa estrecha pieza y al pasar se apoya empujándome con sus glúteos para pasar, al juntar sus glúteos con mi cadera notó lo duro y parado que estaba mi instrumento reproductor..., me mira sorprendida diciéndome esto es por mí, no me digas que esta mujer madura con dos hijos de 12 y siete años te excita, por que lo que es a mi marido ni siquiera creo, me lo mira..., y que un joven macho se excite con mi silueta corporal es un halago, siempre he deseado enajenar, embelesar un joven para que me de lo que mi marido me distancia y a veces me lo quita por meses. Toca por sobre el pantalón mi pene y lo amasa este más crece, se da vuelta y baja mis pantalones y calzoncillos y aparece mi extendido, severo, fiero, grueso pene..., ella lo mira y me dice este es tremendo si me lo metes me rompes mi marido no es ni la mitad de grueso, además es pequeño, eres un macho bien provisto y diciendo esto se saca la bata que traía de la clínica quedando solo en sujetadores, diminuto calzón mojado por los fluidos que su vagina aporta, sus medias y su porta liga trata de sacársela, pero lo impido, la empujo sobre un sillón cama que había en esa pieza por cama y en el la acomodo, saco sus bragas y trato de ensartarle mi pene en su vagina ... esta lo rechaza y ella ayuda tomándolo y guiándolo su vagina... por fin entro en ella como se sacude desesperada por este pene que la está abriendo mucho mas que cuando copula con su marido e inconciente comienza a gemir y gritar desesperada al sentirse mas que agredida por ese tremendo tronco ensartado en sus pliegues vaginales, se sacude sufriendo y a la vez satisfaciéndose feliz al sentirse exquisitamente apelotonada entre los brazos del medico macho que comienza a moverse entrando y saliendo de su vagina, cada entra es un alarido de ella, cada entrada son cuchillos clavándose en su vientre y eso la hace gritar y gozar de placeres que su marido no esta ni cerca, ¡ah! que placer ¡oh, ah, mm! Delicioso este apareamiento y quiere más.
Desea que este macho no acabe nunca que siga penetrándola, que exquisitez es tenerlo acoplado a ella se me terminan todo cansancio y rabia... deseo sentirlo mas adentro aunque me duela ¡ah, que placer! Dame mi vida sigue..., si, sigue... ah...ah, oh....tuya.
Ahora ándate he estado durante una hora acariciándote o tu refregándote contra mi vagina. Dios, si no puedo moverme de adolorida.
Ese fin de semana me cambio al pequeño departamento, Maria Angélica la enfermera me ayuda a ordenar mis cosas ese sábado por la tarde en eso su marido le dice que va con su hijo al fútbol del estadio volverán después de las ocho de la noche, su hija la chica de igual nombre que la madre de 12 años aprovecha la salida del papá, para solicitar permiso e ir donde los amigos en una plazuelita del barrio, la madre le dice tu padre vuelve a las ocho, son las cinco en menos de tres horas debes volver..., si, si mamá dice eufórica y parte. Como hemos finalizado el acomodo de mis pocas cosas ella me invita a un café..., entramos al departamento y ella pone seguro a la chapa de entrada, es decir nadie puede abrir esa puerta de afuera....voy a cambiarme ropa que esta está transpirada me dice y entra al dormitorio dejando su puerta entrejunta para que la vea cuando se muda de ropa..., cuando se ha sacado su ropa y cambia de calzones entro pillándola a su trasero libre al aire y la tomo de sus cintura empujándola sobre la cama y sacándome mis ropas copulo con ella a lo perrito... trata de revelarse, pero al fin se entrega como gozaba moviendo sus caderas y quejándose de placer, si me decía, sigue, eres mío... oh..., ah y me entregaba su orgasmo al vez que recibía en su matriz mi riego de semne.






…, sacaba la blusa y por detrás sobaba sus senos, sin blusa, sin sostenes sus senos se liberan y los pezones crecen y endurecen, los acaricio y como puedo los besos y mis dientes se quedan mordisqueando sus pezones suavemente, la enfermera tiene su cabeza apoyada en mis hombros gimiendo mientras respira alterada, su cuerpo se está excitando mientras me desnuda pronto estamos ambos desnudos sobre la cama
Besaba y mordía los labios de Mª Angélica esta me dice mejor muérdeme los pezones mejor, y comenzamos a acariciarnos ambos excitadamente, miro los calzones de la tía y estos están mojadísimo , los saco, ella me toma y me sube sobre su cuerpo, mi pene queda a la altura de su entrepiernas y ella lo toma lo manosea endureciéndolo aun mas, llevándolo a la entrada de su vagina, esta está mojada y mi pene comienza a resbalarse por ella, no me dice, no debes aparearte conmigo, espera y mueve su trasero lo que permite que mi pene ingreso hasta el fondo de su matriz, no dice… no, me embarazas..., ¡ah! entro toda ¡oh! soy tuya me estas copulando, ah…, ah…, despacio, así suave, ahora mételo con fuerza…, así suave esto enloquece a las mujeres sigue…, ah, ah, ah soy tuya…, y comienza un zarandeo de caderas que maltrata a mi pobre pene en su vagina, gemía, lloraba diciéndome soy tuya, pero ahora soy tu mujer… sigue, me abrazaba y rasguñaba mi espalda al tiempo que aumentaba su meneo de caderas y sus gritos de pasión y entrega, entre los suspiros y gemidos de la mujer la pieza estaba llena de sonidos, pronto ella me dice mis orgasmos …, espera mis orgasmos, y abre sus piernas cruzándolas por mi trasero, abrazándome fuertemente siento como mi pene es inundado en su matriz con sus fluidos apasionados de sus entrega gozosa de un apareamiento bien realizado y culminado con pasión y gozo entre sus gritos y mis quejidos al entregarle mis ríos de leche que mi pene comenzaba a vaciar en su vagina, cae agotada y estresada en la cama y yo la lleno de besos y caricias, meneándome desesperadamente sobre ella hasta calmar mis pasiones. Me embarazaste estoy en mis días de preñez y no te protegiste, te vaciaste en mi tus cogones.
La semana siguiente ella pasa a buscarme cerca de media noche anunciando que esta sola en su casa por los peligros de la noche… me asustan prefiero estar acompañada, esta cama es muy estrecha vamos a la mía. Ahora trátame bien igual que la otra semana quiero ser tuya soñé todas las noches contigo…, nos desnudamos y nos acostamos bajo las tapas, Dios que hembra iba a tomarla de sus caderas y no se por que deslizo mis manos a sus muslos apoyándome en sus exquisitos glúteos y la alzo al asiento, me dice oye me estas agarrando mis carnes de mi trasero, creo le digo que esas carnes vinieron a mis manos querían ser acariciadas, me mira a los ojos y se ríe… eres un conspirador te estas aprovechando de mi, la acomodo en la cama y arreglo sus piernas trasformando los almohadones de la cama, al bajarlos su cuerpo cae hacia atrás y sorprendida abre sus piernas Gruñí excitado al ver esas preciosas piernas abiertas mientras metía las manos entre ellas, se las estaba acariciando…, ella resuella a mi contacto y me mira sorprendida y asustada, yo estaba en las nubes acariciando esos muslos, los acariciaba con placer… ella rezonga no tan fuerte me haces doler…suave, la miro y veo que no reclama…, me mira diciéndome el estúpido de mi marido no me acaricia y hace como dos meses que no conozco el placer de ser apareada por un macho…, bueno ya sabrás como están mis adrenalinas deseando un macho… así que acaríciame suavemente, saco sus manos y meto mi cabeza entre sus muslos…, tirita y se sacude angustiada, se siente la mujer mas deseada del mundo, la mujer mas feliz del mundo, sentía esa lengua entrando en mi vagina al encuentro de su clítoris que se fortaleció y se vivificó, estaba siendo explorada salvajemente por un macho y lo peor me gustaba como lo hacía y quería más…, gemía, gruñía, suspiraba alterada en sus hormonas agarraba mi cabeza y la apresa contra su vulva mientras me bamboleaba enloquecida de pasión por ser apareada…, permite que este macho cerrara las puertas y se acomodándose sobre su cuerpo. Ahí descubro que estaba desnuda con sus medias para abajo…, mi pene se acomodo entre sus piernas abiertas… metía mis manos entre sus senos, me sentía en el línea alta de los placeres, y me adueño de sus senos lamiéndolos y mordiéndomelos, me ruego sin dejar marcas…, son tuyo digo. Teníamos tiempo para aparejarnos. La mujer feliz conmigo sobre sus caderas, sin calzones, ensartada recibía las atenciones del joven macho quien en esos momentos se preparaba a ensartarle su feroz y descomunal miembro en su vagina, desesperada ante ese descomunal miembro que entra en su cuerpo abriéndome me abrazaba al macho gimiendo y pidiéndole si, rómpeme mi sexo como me lo rompiste el otro día, y abría lo que mas podía sus piernas pare devorarse ese pene en su vagina, con grandes suspiros de pasión y entrega como una colegiala me entregaba a mi, sentía mi pene que le llegaba hasta su garganta en cada arremetida era de este muchacho su hembra caliente. No se el rato que estuvimos acariciándonos, besándonos y copulando solo que casi dos horas nos levantamos tomamos un café y fuimos hasta la cama donde nos acostamos y reanudamos nuestras caricias, abrazos, besos y nuevamente fue ensartada por mi miembro mientras gritaba y gemía llena de pasión en mi entrega. Esa noche durmió acompañada en su casa, mejor dicho pernoctamos en su departamento por que dormir nada pasó su mayor tiempo acariciando mi cuerpo y apareándose a este, su pobre vagina le dolía después de tanto placer y de recibir ríos de espermas, leche en su matriz. Esa noche creo que fue apuntalada por mi no menos de cinco veces. Nueve meses después da a luz su tercer hija, el marido dice es mi hija y ella me mira sabiendo que quien la fecundo fui yo.