Titulado y mi profesora me ayuda

Titulado y mi profesora me ayuda.


He recibido mi titulo y debería buscar trabajo en la ciudad que me vio nacer para después de haber juntado unos pocos billetes poder buscar algo mejor, pero mi profesora Noelia de un delgado cuerpo, pero con un buen trasero y cintura con 38 años me ayuda a través de su esposo y cuñado para que en la empresa donde trabajan ellos me contrate y resulta. Me contratan con un sueldo mejorado dice el encargado y voy a la fabrica dos ubicada a tres calles de mi vivienda.

La primera semana es de turno nocturno así que me resigno a trabajar por las noches, claro que tiene de bueno que en las mañana duermo tranquilo en casa no hay nadie. Por las tarde llega a las 14,00 horas llega recién Noelia, como llega cansada pasa a saludarme a mi habitación, claro que de aquí no sale sino hasta cerca desde las 16,00 horas y sale bien sudada para ir a ducharse a su casa, pero con la sonrisa de oreja a oreja. Bien satisfecha por su macho y bien inundada su matriz.

En verdad me he vuelto un poco libertino y me he aprovechado de mi profesora Noelia, n le cancelo por la habitación y aun mas aprovecho de desayunar en su casa antes de salir ambos a su trabajo ella y yo a dormir ya que tengo turno nocturno, almorzar cuando ella llega alrededor de las 15,30 horas después de habernos acariciado en mi cama y satisfecho nuestras hormonas sexuales en ella. Solo gasto al irme al trabajo tipo diez de la noche y compro unos platos preparados en el supermercado.

Ahora Noelia le exigió a su marido una ayudanta para las cosas de la casa por estar ella en el último mes de embarazo y no puede realizar las labores, el marido gana buen sueldo por que es el gerente de ventas y le da en el gusto.

Llega una mujer de casi treinta años de buena figura no extraordinaria, pero atrae las miradas, está casada con uno de los chóferes de la empresa que gana por viaje realizado. Por lo que siempre andaba falto de dinero por su sueldo, tiene un hijo de seis años que estudia en el colegio hasta las tres de la tarde y luego su cuñada se lo lleva a casa para entregárselo cuando ella sale alrededor de las 17:30 horas.

Noelia en los últimos días de su octavo mes no puede responderme en la cama por su gravidez y teme que me vaya con otras mujeres, cuando llega Gina la ayudanta no se como la convenció, pero esta me sonríe en los primeros días de trabajo y me visita a mi habitación para avisarme del almuerzo diciéndome “su cama parece cómoda” .al tercer día nuevamente va a buscarme, me encuentra ordenando mi cama y me dice esa labor es mía y ella la comienza a ordenar, como anda con unos vestidos de corta falda al estirarse para ordenar los extremos esta se recoge mostrándome sus piernas y calzones, como estaba sin amante mis hormonas se alteraron y mi pene brinco deseándola, antes que se enderezara la capturo por detrás haciéndole notar lo excitado que estaba mi pene apoyándolo contra su trasero…, me mira y dice la señora me dijo que usted era sensible y que lo atendiera bien, pero para estas maniobras a de saber que tengo marido…, con su mano me toca el pene a través de mi pantalón pijama , exclamando lo tienes terriblemente ancho , gordo y duro si te permitiera entrar en mí me destrozarías, mi marido lo tiene pequeño y como sufre de los riñones no me revuelca muy duro y a veces quedo desesperada donde no me realiza un buen coito…, espero que tú sepas aparearte con placer y satisfagas a la mujer que esta copulando…, trata de irse, pero se lo impido acariciándole su entrepiernas y besando su entrada de los senos, cierra sus ojos y respira profundamente luego se cuelga de mi cuello Baja su mano izquierda hasta mi enorme paquete, dándose cuenta de la envergadura del mismo, en ese momento lo único que se le paso por la mente es que tenia que tenerlo dentro de ella lo mas pronto posible, no se incomodó cuando bajé mi pantalón pijama y saqué sus calzones solo gemía y respiraba entre cortado, estaba excitada…, luego siento como un macho cabrío caliente se ubica sobre mi cuerpo, con las ansias de un caliente y erótico muchacho que ubica su pene en mi entrada vaginal clavándome medio pene en mi vagina… me mira y al no ver reacción negativa de mi parte enfila su duro pene mas ancho que el de mi marido en mi entrañas… me quejo al ser tan duramente tratada, pero no me niego a recibirlo, quería que me tratase bruscamente en nuestros apareamiento, necesitaba que ese muchacho me tratara duramente en nuestro apareamiento, y lo logra como me penetraba mi sexo, como me ensartaba su pene tratándome de clavarme contra el colchón. Yo solo gemía mientras el resollaba en mis oídos ante sus esfuerzos por aparearme dignamente, de pronto siento que se aceleran y se profundizan sus esfuerzos clavándome mas profundamente su miembro en mi vientre llegaba su clímax, ante esa perspectiva mi cuerpo responde con la llegada de mis orgasmos y entre resuellos del macho, gemidos y alaridos míos, llegamos a una deliciosa entrega sintiendo en el interior de mi útero las descargas de litros de semen arrojadas por el macho y mi útero se inflaba llenándose con esos torrentes de semen que este chico llenaba mi entrañas. Dios parecía que no terminaría nunca de vaciarse sus testículos y luego se relaja sobre mí que había cruzado mis piernas sobre su trasero para impedirlo salirse de mi vientre. Ahora lo liberé y al sacar su grueso miembro que tenía taponada mi vulva, suena como el destape de una botella al sacarlo y sentir ríos de semen resbalando por mis muslos, esa esperma se acumula manchando mi cama, había logrado mitigarme de un enardecido apareamiento deseado por mi cuerpo con locura, ese muchacho adolescente había aliviado a mi cuerpo de sus aberraciones sexuales convirtiéndome en su amante. Me miraba si había enojo en mi cara, pero no, había placer y el lo nota besándome y le correspondo con dulces besos diciéndole ahora me voy que nos pueden pillar y salgo de su casa, mientras él va al baño y se ducha.

Gina me visita al día siguiente antes de ingresar a trabajar en el departamento, entra a mi habitación diciéndome te extrañe toda la noche. Después de un buen emparejamiento ella es feliz al ser regada por mi pene en su matriz y se lava diciéndome no se lo cuentes a nadie, pero ya sabes que soy tu mujer, y siempre lo seré.