todo paso en semana santa

Hola mi nombre es Miguel Angel soy de Ecuador, pero he vivido los últimos tres años en Caracas, Venezuela donde después de un tiempo de estar de novios con Daniela, una hermosa Venezolana de 20 años yo tengo 30 decidimos dar un paso adelante y nos fuimos a vivir juntos en mi departamento que aunque no es muy grande nos brinda todas las comodidades que se necesita para vivir relajados por lo menos mientras no tengamos hijos.

Ella es morena no es muy alta al igual que yo mido 1,70 y ella 1,68 sin llegar a ser unos modelos de pasarela cada quien tiene a la vista algo para llamar la atención del sexo opuesto, y aunque ella no tiene los pechos tan grandes tiene un gran trasero y unas piernas hermosas que cuando se pone pantalones ajustados o mini faldas hace que todos los que les gustan las mujeres volteemos a verla.

Es la tercera de cinco hermanas las otras tienen 23, 22, 17 y 15 años respectivamente. Con las mayores mi relación no es tan buena que se diga aunque ellas no se meten en nuestra vida privada, pero con las dos menores no llevamos de maravillas, tanto es así que cuando hacemos un viaje a alguna parte nos las llevamos para que nos hagan compañía o las dejamos en el departamento para que lo cuiden mientras nosotros no estamos. Además de ellas hay 2 primas de ella que tienen 15 y 16 años que siempre pasan visitándonos a pesar de la incomodidad a la hora de dormir porque les toca hacerlo en el suelo sobre una colchoneta pequeña que tenemos.

Cristina es la que tiene 15, Isabel la que tiene 17, Y las Primas Wilmary 15 y Rosa María 16, y todas ellas tienen un cuerpo estupendo sobre todo Cristina que a sus 15 parece toda una princesa mezcla de diosa con cara de niña. A cada una de ellas las habíamos tenido como invitadas en nuestro departamento en ocasiones anteriores pero solo de a dos nunca a las cuatro juntas hasta que llego la semana santa en que los padres de Daniela se fueron de Vacaciones a Margarita con las mayores y nos dejaron a las 2 menores con nosotros y al ver esto las primas también quisieron irse a nuestro departamento a pasar la semana santa aunque esto hiciese que durmieran en el suelo o una sobre otra en la colchoneta, yo no acepté en principio pero después de mucha insistencia y convenciendo primero a mi mujer termine por aceptar.

Los días lunes y martes de esa semana pasaron sin ninguna novedad ya que a mi me toco trabajar durante el día y en la noche a la hora de dormir lo hacíamos mi mujer y yo en la habitación y ellas acomodadas entre el colchón en el suelo y el sofá que aunque no es demasiado grande te la comodidad para una persona, total como eran de la misma edad prácticamente y la estaban pasando bien durante el día no le prestaban mucha importancia. Las cosas cambiaron totalmente el miércoles en la noche ya que yo aprovechando era el último día de trabajo de la semana me tomé unas cervezas junto a varios compañeros y ya sabemos como va eso; primero una y luego no hay quien pare hasta que uno o varios se emborrachan hasta que no puede y ese día me tomé todas las que quise y estaba más de allá que de acá y al llegar a casa bastante tarde pero al llegar a casa todavía las encontré despiertas jugando en la computadora que tenemos en el departamento y al verme en el estado que me encontraba mi mujer empezó a jugarme bromas que yo me tomé en serio. Diciendo por ejemplo que no beba porque después no se me paraba y a las mujeres les gusta que a los hombres se les pare cada vez que ellas quieran y se reían a carcajadas ella y las visitantes, algo que yo en el estado que estaba comencé a decirles que a mi se me paraba a la hora que yo quisiera estando sobrio o borracho y para demostrarle que yo decía la verdad me bajé el pantalón y el bóxer al mismo tiempo, apareciendo en toda su majestuosidad mi pene que sin ser un súper dotado puedo decir que lo tengo sobre la media y en pleno erección sacando un oohhhhh de las féminas presentes. Lo que no me había dado cuenta por causa del alcohol ingerido era que las muchachas habían estado grabando toda la acción en sus celulares.

Después de eso me subí el bóxer y el pantalón y me fui al dormitorio, pues pensaba tomar un baño antes de dormir y al estar por entrar al baño aparece mi mujer con las chicas y comenzaron a burlarse de mi por lo que había hecho mostrándome los teléfonos donde habían grabado mi desnudo improvisado, diciéndome que lo tenía chiquito y cosas así. Tomé una regla que tengo en la mesita de velador y como todavía estaba en plena erección me volví a desnudar, (esta vez solo tuve que dejar caer la toalla) y le dije a mi mujer que me lo midiera y pude ver como Wilmary y Cristina que eran las menores se quedaban viendo atentas mi paquete y las otras dos lo hacían pero un poco más disimuladas mi mujer con regla en mano se acercó a mi y agarró mi pene y comenzó a medirlo y las muchachas se acercaron más para ver 16cms de largo suficiente para satisfacer a una mujer dijo Daniela y de ancho miren, ocupa toda mi mano y eso que mis dedos son largos y agarrando por la mano a Cristina le dijo ven toca y esta ni corta agarró mi pene con toda su manita pude notar como tragó saliva y yo estaba que acababa ahí mismo de la excitación. Mi mujer se dio cuenta y las dijo que ya estaba bien que era hora de que yo me diera un baño para que me echara a dormir porque ya era tarde, pero pude notar que se había excitado de ver a la hermana como reaccionó con mi pene en su mano y como no habíamos podido hacer el amor en esos días quería su ración de macho esa noche.

Ellas salieron de la habitación y yo entre al baño sin mas novedad que el dolor en mis testículos a causa de la excitación comencé a bañarme y a los pocos minutos entró mi mujer desnuda y comenzó a mamarme el pene como mejor sabe hacerlo agarrándolo por la base y en ocasiones metiéndoselo todo en la boca, le hice saber que estaba por acabar pero esta vez no se apartó como suele hacerlo porque a ella no le gusta el sabor del semen sino que se lo trago por completo y eso que debió de ser bastante debido a los días que llevaba sin eyacular.

-Estabas demasiado excitado Te gusto que mi hermana te agarrara el pene verdad? No me digas que estabas pensando en mi hermana mientras yo te mamaba el pene.

-Que quieres que te diga uno no es de piedra pero ya sabes que con la que me gusta hacer todo es contigo, además ella es muy chica como para meterme con ella.

-Me vas a decir que si te pide que la cojas no lo vas a hacer sabiendo lo caliente que eres y que se te para solo.

-Mira chama es tu hermana, como vas a pensar que yo y ella vamos a tener algo por favor.

-Y si yo les diera permiso?

-mmm

-Que? No te gustaría estar en un trío con nosotras dos?

-No me tientes que después digo que si

Y con solo la idea se me paró de nuevo y ahora fui yo el que se agachó y comenzó a mamarle la cuca haciéndole ver estrellas y cuando la vi que ya estaba bien excitada me pare tras de ella y la hice voltear contra la pared del baño y comencé a metérselo por la vagina que ya estaba bien lubricada por mi saliva y por sus jugos de un solo golpe e iniciamos el mete saca de forma violenta hasta que ella acabó y esto lo sé porque se le doblaron las rodillas y no podía sostenerse de pie.

Me senté en el sanitario y la senté sobre mi con mi pene enterrado hasta el fondo de su vagina cuando un ruido me hizo ver hacia la puerta y vi que Wilmary y Cristina estaban viendo como me cogía a mi mujer. Esto me hizo excitar mas y comencé a moverme más rápido hasta que sentí que iba a acabar y mi mujer también comenzó a tener otro orgasmo en ese momento aunque este fue un poco menos violento que el anterior el mío si fue bastante especial creo que por el morbo de sentirse observado. Bese a mi mujer en los labios y la abracé fuerte diciéndole que la quería cuando voltee hacia la puerta pude darme cuenta que ya no había nadie.

Al siguiente día me desperté ante los llamados de mi mujer que me decía que quería salir junto a las muchachas a dar una vuelta a ver que encontraba para comer en el centro de caracas, yo todavía con sueño y con la resaca del día anterior le dije que mejor me quedaba en la casa para descansar un poco, además me daba un poco de pena al recordar lo que había hecho la noche anterior y quería que pasara un poco el tiempo para poder pensar con mejor claridad. Debí haber dormido como una hora mas después de que salieron mi mujer y las demás chicas y como no hoy ningún ruido en la sala pensé que no había nadie en el departamento. Me di un baño y después me senté un rato en la cama a mirar la televisión pero esto no hizo que sacara de mi mente los recuerdos de la noche anterior y esta vez vino acompañado por una gran erección al pensar en que la prima y la hermana menor de mi mujer estuvieran espiándonos mientras hacíamos el amor en el baño.

Como dije antes pensé que estaba solo en el departamento por lo que decidí salir desnudo como estaba a la sala a beber algo para la sed y pensando en como quitarme esta erección que tenía pero al estar frente a la nevera escuché una voz a mis espaldas que me hizo caer en mi error era Isabel.

-Hola, por lo que veo esto se va a convertir en un campo nudista o es fetichismo tuyo el andar desnudo y por lo que veo con la verga parada frente a la familia de tu mujer.

Yo ante estas palabras me quede sin habla, y no sabía prácticamente que hacer. Notaba el cinismo en las palabras de la hermana de mi mujer y podía sentir como el color subía a mis mejillas, opté por abrir la nevera tomar una jarra que estaba llena de jugo y me la alcé sin decir nada, luego la deje en su lugar y me volteé hacia ella. Estaba con los brazos cruzados mirándome detalladamente desde la cabeza hasta los pies y pude notar una sonrisa a lo que sus ojos posaron su mirada en mi pene que estaba bajando su erección ante la sorpresiva presencia de mi cuñada.

-Hola pensé que no había nadie en la casa, Daniela me dijo que iban a ir todas a la calle y como siempre ando desnudo cuando no tenemos visita salí así.

-Y Daniela también anda desnuda cuando están solos?
-Si por que?
-Entonces siempre andas así?
-Así como?
-Así con el pene parado?
-Bueno no siempre ¿Por qué?
-Como ayer te desnudaste y estabas con el pene parado y hoy te veo así supuse que siempre andabas excitado… Mi hermana debe de trabajar un poco más de la cuenta para tenerte complacido ¿verdad?
-No que va… No siempre ando así aunque cuando bebo al siguiente día se me hace difícil andar excitado…
-Y no te duele el pene… escuche decir que a los hombres les duele los testículos cuando andan mucho tiempo excitados.
-Si un poco
-Y de verdad te mide 16 cms a mi novio solo le mide 12 cms y no es tan grueso como el tuyo.

El pene cobró vida propia y comenzó a dar pequeños saltos hacia arriba ante la conversación de mi cuñada.

-Si quieres puedes medirla tu también, pero eso sí ni una palabra a tu hermana porque sino nos mata a los dos.
-Puedo Hacerlo?
-Claro, aunque ya sabes ni una palabra de esto a nadie…
-Está bien, pero no necesito regla.

Dicho esto se agachó y agarró mi pene halándolo más hacia arriba y después lo comenzó a acariciar desde la cabeza hasta la base y vice-versa haciendo que el prepucio bajara y subiera con ese movimiento, apareciendo las primeras gotas pre seminales. Tragamos saliva los dos y ella se pasó la lengua por los labios.

-Quieres probarla? – le pregunté deseando que me dijese que si. Pero para mi sorpresa no respondió sino que se la llevó directamente a la boca, metiéndosela casi por completo mientras con una mano me agarraba los testículos. La agarré de los cabellos y comencé a cogerla por la boca hasta que llegué a mi máxima excitación y le pedí que parara porque iba a acabar.

-Mi hermana llega hasta dentro de un par de horas.
-Como lo sabes?
-Me acaba de llamar están en el Centro Comercial
-Quieres Hacer Algo?
-Quiero que me cojas como te cogiste a Daniela ayer en el baño
-Tu también me viste?
-Las muchachas grabaron un video en el teléfono y lo pusimos en la computadora para poder verlo después.

No le di importancia a esto ultimo ya que por lo caliente que estaba solo pensaba en poder cogerme a mi cuñada así es que la llevé hasta la habitación y la desnude sin gran preámbulo y la tendí sobre la cama, luego le abrí las piernas y metí mi cabeza entre ellas para poder saborear por primera vez su coñito depilado, metiendo mi lengua dentro de su raja, lamía desde arriba abajo y volvía a subir deteniéndome en su clítoris, halándolo con mis labios con fuerza haciéndole salir unos quejidos de placer a mi cuñada que no hacían más que aumentar mi excitación. Le subí las piernas hasta la altura de sus pechos y bajé mi lengua hasta su orificio trasero y jugar con el, Isabel se estaba volviendo loca pidiéndome que se lo metiera de una vez por todas pero yo no quería todavía, esperaba hacerla sufrir un poco más.

Le volví a meter mi lengua en su ano mientras me estiraba para agarrar uno de los pechos con mi mano izquierda y lograba peñizcarle el pezón sacándole un leve grito de placer. En eso estaba cuando ella en una acción rápida se paró y me acostó boca arriba y sin darme tiempo a reaccionar se sentó a horcajadas sobre mi sexo y se lo hundió hasta el fondo de un solo golpe, ahora fui yo el que casi grita de placer al sentir las paredes de su vagina ligeramente apretadas sobre mi pene. Se tomó un tiempo para acostumbrarse a él y después comenzó a cabalgarme primero lentamente hasta terminar de manera rápida y violenta hasta que los dos acabamos en un orgasmo simultáneo abrazados y besándonos de forma apasionada. Hay que decir que mi cuñada a pesar de su poca experiencia sabía utilizar muy bien su cuerpo para satisfacer a un hombre.

Poco a poco fuimos reaccionando hasta que ella se movió a un lado sacándose mi pene de su cuca bañada por sus jugos y el fruto de mi eyaculación que debió ser abundante por que le rodaba parte de esta por las piernas.

-Estuvo riquísimo, tal como me dijo Daniela que era. Yo creí que me estaba mintiendo cuando me dijo que eras bueno.-
-Que? Ella te ha contado como soy en la cama?
-Si, desde la primera vez que lo hicieron pero yo no le creía. Tu sabes a veces uno dice cosas que no son para quedar bien con los demás.
-Y ella sabe que estas conmigo?
-No, que va. Si lo sabe me mata
-Y entonces como le hiciste para quedarte en el departamento
-Le dije que me iba donde mi novio, tu ya sabes para tener algo de intimidad.
-Y ella te dio permiso?
-Si pero me dijo que no te diga nada a ti, para que no te molestases. Como quedaste de responsable de nosotras.
-Y como le vas a hacer para que ella no se de cuenta.
-Nada ella me va a llamar cuando venga de regreso así nos ponemos de acuerdo para encontrarnos abajo y subimos todas juntas para que tu no sospeches nada.
-Y porque no te fuiste donde tu novio?
-El muy marico me dijo que se iba con los padres a la playa y que no podía estar conmigo, que si quería lo hiciéramos otro día pero al verte desnudo me dieron ganas de nuevo y ya que el no está y mi hermana te dejó solo quise quitarme las ganas contigo y valla que volvió la pena o que crees tú?
-Si valió la pena, pero falta algo todavía.
-Que falta?
-Mira- mi pene estaba en plena erección otra vez, y ella al darse cuenta lo agarró en su mano derecha y sin decir nada más se fue agachando hasta que su cabeza quedó frente a el y poco a poco se lo fue metiendo en la boca y comenzó a jugar con la lengua en el glande, y comenzó a bajar y subir su cabeza haciéndome sentir que estaba en el cielo. La tomé por la cabeza y muy a su pesar la separe de su dulce y la fui poniendo en cuatro patas para ahora ser yo el que dirija mi cabeza hacia abajo y comencé a lamer su orificio trasero llenándolo de saliva para meter después uno de mis dedos. Ella al notar mis intenciones comenzó a protestar, diciendo que por ahí no se había dejado dar di por el novio y eso que lo amaba y que el lo tenía más pequeño y menos grueso que el mío. No le di importancia a sus quejas y seguí en lo mío, enterrando esta vez mi lengua en su agujerito, sacándole un leve quejido –Tu puedes querer a tu novio, pero el no te hace las mismas cosas que yo verdad?– esta vez fueron dos dedos los que metí dentro de su ano y comencé el mete y saca clásico haciendo que se dilatara su esfínter. Volví a lamerla para tenerla totalmente lubricada y recibí como respuesta otro quejido de placer por parte de ella. Me puse en pié detrás de ella y apunte mi miembro a su entrada posterior y comencé a presionar hacia adentro pero ella al sentir esto se me fue hacia adelante haciéndome imposible la penetración.

-No Miguel Ángel, por ahí no por favor. Me duele demasiado.
-Tranquila, ya vuelvo.

Fui hasta la cocina tomé un frasco de aceite de oliva que estaba en la alacena y regresé a la habitación. Me unté un poco en el pene y procedí a untarle un poco a ella en el ano y con mis dedos hasta donde estos llegaban en el interior de ella. Al sentir como entraban mis dedos con mayor facilidad no dijo nada esta vez. La tomé por la cintura y apunte otra vez mi pene hacia su ano y lo empuje de un solo golpe hasta adentro, pegó un grito e hizo ademán de soltarse pero no la dejé. Al contrario la halé hacia mi terminé de meterle lo que faltaba mientras me agarraba más de la cintura y le besaba la espalda y el cuello pero sin moverme de la cintura para abajo. Ella se fue acostumbrando poco a poco a tener mi pene dentro de su ano y comenzó a moverse lentamente y aunque aún le dolía un poco ya no hacía nada por intentar sacárselo. Con una mano en su espalda y con la otra en su clítoris comencé a estimularla mientras me movía para meterlo hasta el fondo y volver a sacarlo con cuidado para no causarle más daño, le mordía el lóbulo de la oreja y me quedaba quieto esperando alguna reacción por parte de ella y cuando vi que ya no le dolía comencé el mete – saca más rápido hasta llegar a hacerlo más frenético, ahora ya no eran gritos de dolor sino de placer los que le sacaba, mientras yo estaba que no creía en nadie. En esa posición duramos un rato hasta que ella dijo que quería estar arriba, entonces yo me acosté y ella a horcajadas sobre mi comenzó a metérselo solita por el culo y después a moverse rápido y pude ver como llegaba al orgasmo una y otra vez uno con mayor intensidad que el otro pero esto no hacía que se detuviera, no fue hasta que yo avisé que estaba por acabar que se bajó de encima de mí para agacharse y tomar mi pene con sus labios abiertos para que mi semen blanco y espeso llegara a su boca, el mismo que fue tragando poco a poco hasta que sacó mi pene de su boca y me mostró su lengua sin apenas rastro de él.

Nos abrazamos un rato y nos quedamos dormidos así desnudos como estábamos en la cama hasta que escuchamos el sonar el teléfono de ella, era mi mujer que le avisaba que ya estaban por regresar al departamento y que tenía media hora para llegar. Nos fuimos al baño y mientras nos duchábamos juntos me volvió a besar y acariciando mi pene me dijo esto no se tiene que quedar así. -claro– le dije –esto tiene que repetirse cualquier rato- dicho esto me beso y salió del baño para vestirse y salir a esperar a mi mujer como si recién llegara de donde el novio, quince minutos después llegó mi mujer y al entrar se quedaron todas asombradas yo estaba en un short (pantaloneta) y camiseta lavando la ropa, pero lo primero que puse a lavar fue las sábanas, mi mujer me besó y me dijo que por cosas así es que me amaba, le dije que comencé a lavar las sabanas porque las había ensuciado con vómito pero que ya había limpiado y echado desinfectante en el cuarto. Se comenzaron a burlar pero no dijeron nada más. Si supieran que las ensuciamos Isabel y yo con nuestros fluidos después de una larga sesión de sexo con todo incluido. Lo que yo no sabía era lo que ella y las demás chicas habían preparado para esa noche y pensar que era jueves santo faltaba el viernes.

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