Todo por chocar su camioneta.

Todo comenzó con un amigo de mi hermana mayor que siempre ha querido conmigo, me invitaba a varios lugares y yo me iba de pinta con él y faltaba a mis cursos de la escuela por que me compraba lo que quería pero nunca había pasado nada. Un día le pedí que me ensañara a manejar y aceptó. El día que me enseñó dentro de mi inexperiencia choque su camioneta, la verdad se veía muy mal pero él me dijo que no me preocupara. Al poco tiempo que choqué la camioneta, me dijo que la había llevado a componer y que le cobraban 600, yo me sentía culpable porque yo la había chocado y le saldría muy caro, un día el me dijo que fuéramos a “Pueblo Nuevo” un lugar a 30 min. De mi casa, ahí se toma pulque y hay como q un bosquecito y quedamos de ir ahí.

Al llegar comenzó a llover, no había mucha gente porque era entre semana y no transitaban ni visitantes. Por el clima nos metimos a la camioneta, el clima era mucho más caliente, los dos sabíamos lo que pasaría pero yo esperaba que él diera el primer paso. Después de platicar puras tonterías y de varios pulques comenzó todo, el se acerco a mi, comenzó a besarme de forma habitual, yo correspondí, me sentía un poco culpable y la verdad yo tenía una idea de la intención de su invitación. Estábamos en la parte de atrás de la camioneta, me quitó el vaso de la mano y lo colocó en el suelo, me agarró de la espalda y me acomodó de tal forma que estaba semi acostada en la parte de atrás de la camioneta. Ágilmente movió una de mis piernas para quedar en medio de ellas. Yo comenzaba a asustarme, no era virgen pero no quería hacerlo con él, después tendría que hacerlo a cada rato para que me siguiera comprando cosas y no quería eso. Estaba encima de mí con una de sus piernas en medio de las mías aunque le estorbaba la falda del uniforme de la escuela. Intenté parar todo pero él continuo besándome hasta que comenzó a quitarse la playera. A mi no me gustaba mucho la idea pero por lo menos no pagaba 600 pesos.

Ya sin playera me desabrochó los botones de mi camisa de la escuela y por primera vez vio mis dos pechos, no de gran tamaño, a penas juveniles pero muy atractivos.
De igual manera que se quito su playera se quito su pantalón habilidosamente, me metía mano por todos lados, yo ya a esta altura estaba muy caliente. Lleve mis manos a su pantalón y lo desabroché, no traía boxer, salió un miembro de muy buen tamaño y comencé a jugar con él, seguía encima de mí hasta que se giro y yo quedé encima de él, él estaba sentado en el asiento, yo me hinqué en el suelo de la camioneta como él ya no tenia pantalón ni boxer comencé a  comerlo un rato.

Me metía su miembro hasta el fondo de mi boca y lo sacaba, cada vez lo hacía más rápido hasta que él me agarró de la cabeza para que lo dejara de hacer, cuando lo estaba comiendo me quite la blusa y el bra. Me paré, yo ni cabía bien pero le convino a él mucho porque me puso de espaldas y quedé como agachada. Él me quitó la falda y el boxer, me tocó y me chupó las nalgas, ahora era el que metía su lengua entre mis nalgas, la pasaba por toda mi rayita, nunca me habían hecho eso y me calentó mucho. No quise parecer aguafiestas, PERO.. le dije que si no usaba protección mejor ni siguiéramos pero buscó en la guantera y saco un preservativo, se lo colocó y en un movimiento me cargó y me subió en él, ahora estaba sentado y yo arriba. Lo cabalgué un rato, había perdido toda noción y lo hacía de la mejor manera, no podría parar así que por lo menos lo disfrutaría. Se le ocurrió hacer otra pose, pero ya había dejado de llover y a mí me dio mucha pena seguir ahí, así que sugirió que fuéramos a otro lugar más cómodo. En vista de que iba a ser más tiempo le pedí que fuera otro día, ya que tardaríamos en bajar y en ir hasta algún hotel, además yo era menor de edad y traía el uniforme de la escuela, no sabía si nos dejarían entrar.

Cuando bajamos y estábamos cerca de mi casa dijo que le acompañara a dejar un papel con un pariente, que no estaba tan lejos y que servía que pasábamos a comer algo y no llegar oliendo a pulque. Acepté su invitación, después de haber pasado a comprar unas súper quesadillas y un jugo y antes de llegar a dejar el dichoso papel pasamos por un hotel y sin avisarme ni consultarme se metió con el carro al estacionamiento del hotel pintado de rojo. Cuando entramos lo miré y le dije que no había mucho  tiempo para eso, que no lo quería apresurar ni presionar, que  mejor otro día, pero el insistió, que sólo sería media hora que había pedido al inicio.

Entramos y me dio muchísima pena, él pagó todo desde la camioneta entramos y cerraron la puerta corrediza, yo moría de pena, pero cuando el tipo que le cobró se fue me sentí un poco menos nerviosa.

Subimos  a la habitación y me dijo que si no quería ordenar algo, lo que fuera, para que estuviese más cómoda y lo único q le pude pedir fue un ron.

Lo trajeron en seguida y apenas yo le daba el trago al ron de nueva cuenta me quitó el vaso, y comenzó a besarme y a recorrer todo mi cuerpo con sus manos. De inmediato se quitó la playera y el demás ritual ya mencionado, pero esta vez se quitaba una prenda y al mismo tiempo me quitaba una a mí, como si fuera un juego, cada que me quitaba algo admiraba mi cuerpo de forma morbosa, se veía que me tenía ganas de hace mucho tiempo.

Cuando estaba sólo con mi boxer, me volteó y me puso en 4 sobre la cama, de nuevo lamió a placer mis nalgas, desde mi vulva, toda mi rayita hasta mi espalda. Lo hizo las veces que quizo, me quitó el boxer y lo hizo sin ninguna protección sobre mis nalgas. Así estuvo hasta que igual manera de un solo movimiento me movió encima de él y ahí fue cuando entró, me movía con gran agilidad, después me pidió que me subiera a la mesita que había frente a un espejo y ahí volvió a entrar, yo sentada dándole la espalda al espejo y el parado, se movía rápido por momentos y despacio cuando sentía que iba a terminar, me abrazaba y eso me hacía sentir muy bien, me decía cosas al oído que me excitaban, “eres mi putita”, me decía. Me pidió que pusiera mis codos y rodillas sobre la orilla de la cama y de nuevo me penetró, en esa parte comenzó a agitarse más rápido y fuerte, otras veces que lo había hecho normalmente era muy callada pero esta vez el me hacía gemir y hasta gritar como si estuviera grabando una película porno, me sentía actriz pero no lo podía detener, con sus embestidas era inevitable gritar. Me acostó de nuevo debajo de él y me subió las piernas a sus hombros y siguió con la misma fuerza y rapidez, esta posición duro menos, me volteó y acostada boca abajo colocó una almohada a la altura de mi cadera y así quedé con la cadera un poco hacia arriba, me penetró y continuo moviéndose, sin duda era el mejor amante que había tenido. Para finalizar me puso de lado como cucharita y se movió más rápido, su respiración se aceleró y de pronto se detuvo, pensé que había terminado, yo estaba agotada pero me pidió si lo comía y yo lo empecé a comer hasta que me dijo que ya iba a terminar, me lo metí a la boca y terminó ahí, le enseñé su leche en mi boca, jugué con ella un momento y me tragué todo.

Me pidió otros 5 minutos en lo recuperaba la postura, yo pude terminar con el ron me vestí y él lo hizo igual, me subí a la camionera mientras él habría la puerta corrediza, yo me maquillaba un poco y de ahí salimos con la mayor rapidez posible,
Dejamos la camioneta en la esquina de mi casa y bajamos, hasta que me fue a dejar a la puerta de mi casa.

Desde entonces jamás dijo nada de su camioneta y yo no volví a sacarlo a conversación. Comenzó a comprarme cada vez cosas más grandes y valiosas pero yo también cada vez tuve que dar “cosas” más grandes y valiosas a cambio.