Era un domingo al mediodía, los negocios estaban cerrados y con el calor de ese día, no había una sola alma en la calle. Tenia que tomar el tren que estaba cerca de mi casa para viajar unas cuantas estaciones hasta lo de mi amiga y con el calor que hacia decidí llevar puesta una musculosa con capucha gris, una falda corta negra, zapatillas rojas y de ropa interior un conjunto blanco. Ya lista, tome mi bolso y salí.
Al llegar note que era la única en el anden a la espera del tren, era común ya que la estación no era la mas concurrida, salvo en los días mas laborables. Fui a buscar donde sentarme, al hacerlo me puse unos auriculares y ahora solo me tocaba esperar. Habían pasado unos minutos, estaba tan metida en mi teléfono leyendo los mensajes de mi amiga, que no me había dado cuenta que por el calor del día, abría y cerraba mis piernas a un ritmo algo lento.
Quería ver si el tren estaba cerca, entonces muevo mi cabeza para un costado y cuando quiero volver a mirar mi teléfono, veo a un tipo en el anden de enfrente que me veía fijamente. Me di cuenta a donde veía, me acomode juntando mis piernas, y seguí con lo mío. Al rato sigo notando que el tipo aun no me quitaba la mirada y le avise a mi amiga de esto. Ella en broma me preguntaba que si estaba guapo y me reí, para mostrarle active la cámara y solo le mande una foto del hombre sin que este lo notara.
El hombre era un tipo algo mayor, no tanto como mi padre si se podría decir, por como vestía, se ve que salió de trabajar de alguna casa particular y estaba algo ebrio por lo visto. Mi amiga responde al momento y me dijo que si vi lo que le mande, yo no entendía de lo que me hablaba pero revise la foto y al acercar la imagen note algo sorprendente, el tipo tenia su mochila en frente de el pero era muy evidente lo que hacia, se estaba tocando.
Levante la mirada viéndolo fijamente y el empezó a mirar para otro lado, tratando de ocultar que no me veía. No soy de pensar en que si estaba mal lo que estaba por hacer, pero siempre me gustó provocar a los hombres, me sigue gustando hacerlo y esta no iba ser una excepción. Apoye mi bolso sobre mis piernas pero subiendo mis pies sobre el asiento, abrí levemente mis piernas y fingía que estaba otra vez metida en teléfono pero tenia la cámara puesta, para ver que es lo que hacia.
Con una mano hacia que me acomodaba una zapatilla y luego, levantaba la cola para estirar la tela de la falda, dejándole a la vista lo que traía debajo. El tipo volvió a mirarme, tenia su mirada bien clavada en mis piernas y entonces con una mano me toco uno de mis muslos llevándola hasta la tela blanca de mi ropa interior. El hombre miro a su alrededor y volvió a poner su mochila frente suyo para tocarse. Estaba excitandome al punto que me iba empezar a tocar para que el pudiera ver, pero se escucha la bocina de mi tren que estaba a punto de llegar.
Me levante para ir hasta el medio del anden y vi al hombre algo molesto, después de todo el pequeño show que estaba teniendo había terminado como si nada. Sabia que esto tenía que terminar ahí, pero tras verlo así hizo que me quería divertir un poco mas con el. Llame a mi amiga y le dije que tenia qué buscar algo a mi casa y como el otro tren no vendría hasta dentro de una hora tardaría un poco mas de lo planeado. El tren frena, aproveche la poca conmoción de la gente, fui hasta el baño de mujeres y ahí dentro decidí sacarme solo lo que llevaba debajo de la falda.
El tren aun no se iba, si salía ahora podía irme y nada mas hubiera pasado, pero yo quería hacer esto, quería provocarlo y estaba lista para lo que pudiera pasar. Vuelvo a mi asiento, coloque mi bolso delante mío, cosa de que cuando me viera, lo dejaría caer para que viera que no traía nada, pero cuando termina de pasar el tren veo al hombre acompañado de otros dos mas que parecían ser sus compañeros. Busco acomodar mi falda, eso llama la atención de uno de ellos, dándoles como un aviso y los tres empezaron a mirarme.
El hombre que buscaba provocar me ve y mirándome como un viejo verde, se ve que les cuenta lo que el había visto antes de que ellos llegaran. Esto no era lo que deseaba, si estaba solo bien, pero ya esta era una situación que de seguir adelante se saldría de control y no era lo que quería. Sentía la mirada de ellos y no había nadie cerca, decidí irme hasta que llegara por lo menos mi próximo tren o el de ellos, no sin antes volver al baño y ponerme otra vez mi ropa interior. Mientras iba, no vi que venían por detrás mío y tapándome la boca me hacen pasar para el baño de hombres. Eran dos de ellos dentro y uno afuera haciendo guardia.
El que me tenia tapando la boca, me amenazó con hacerme mucho daño si intentaba algo y con la otra empezó a manosearme los pechos por encima de la ropa, estaba a su dominio dentro de ese baño. Uno toma mi bolso, y lo da vuelta dejando caer todo al piso y con ello mi ropa interior. Al ver esto, se acerca para levantar mi falda, cuando notan que no llevaba nada por debajo, eso hizo que los encendiera aun mas, me quitaron la falda y me hicieron quitar el bra pero sin que me sacara la musculosa ya que la levantaron por encima de mis pechos porque les parecía mas excitante así.
Me hicieron entrar a uno de los sanitarios y ahí dentro uno por uno empezaron a cogerme. No se cuanto duraron haciéndolo, pero al menos dos o tres veces se turnaron en entre ellos, si entraba alguien, se daban como una señal para que el que estuviera conmigo me tapara la boca haciéndome las mismas amenazas. Literalmente no hubo parte de mi cuerpo que se salvara de lo que ellos me hicieron ese día y menos mal que ya tenia experiencia en lo anal, porque sino, eso podía haberme dolido mucho mas. Al terminar, revisaron que no hubiera gente cerca y uno de ellos me llevo dentro hasta los baños de mujeres que no estaba muy lejos del otro, para dejarme ahí.
Exhausta, me lave la cara, acomode toda mi ropa y salí al anden. Vi a los tres del otro lado, me acerco y uno de ellos se acerca con la sola intención de amenazarme, cuando lo detengo y le digo si en vez de eso no me dejan sus números para que pueda volver a repetirse todo lo que me habían hecho. Pero lo que paso después de eso, ya les contare en otra ocasión.
Una quinceañera caliente, logra lo que tanto ansía: descubrir que el sexo va mas allá de meterse tímidamente un dedito. Su portero le dará una dulce lección.
Relato erótico enviado por euterpe el 11 de October de 2004 a las 10:03:00 - Relato porno leído 196135 veces