tome la decision de hacerle entender a Leila que era mucho atender sexualmente a todas, era tan puta no le hacia asco a nada, que mientras la covencia me conto como se hizo adicta al pene
Relato
Soy aquel que se hacia pasar por tonto, hombre de avería, que termino en un tambo, y ahora atendía a las tres damas de la casa, últimamente se había agregado, Leila, la menor, que era veterinaria, y se confeso adicta al sexo, que me había tomado como semental, que me entablo, un problema, que si seguía así, me iban a mandar al cementerio, porque era muy difícil sostener ese ritmo sexual.
Ella me había pedido que no contara nada los de ella, con migo, era muy viva, me dijo que Eva le había contado todo lo mío, y que para ellas tanto Etelvina como Eva, me tenían como ídolo.
Yo A leila le dije que era mucho, atender a todas, ningún hombre normal puede tener sexo todos los días, así que la cosa tenia que tomar otro camino y que ella era la mas osada de las tres y además la mas ardiente , y por el bien de la relación , no quería que todo por eso terminara en un verdadero desastre la relación y que entendiera, ella me dijo que si que ella era muy descocada y le gustaba el sexo, mas que comer como decimos en la calle, se puso como nostálgica y comenzó a relatar que Ricardo el hermano, era el que la había desflorado, y que de a poco, la convirtió, en una maquina sexual, que ellos siempre estaban solos y que el miraba en el canal porno de todo, luego venía y se lo hacia a ella, primero era espaciado, de a poco ya se degeneraron y el la llevaba a su cama, y le hacia, repetir todo lo que hacían en la película, y con lujos de detalles fue contando, como se la hizo chupar de a poco, para luego acabarle en la boca, y la vez que le hizo el culo, el dolor que sintió, era aberrante y que de a poco, s lo fue agrandando, que ahora le encanta, y confesó ser una adicta, que desde los trece toma pastillas anticonceptivas, era tan la pasión que le ponía a la forma en que la gozaba el hermano, me calentó y ahí nomás la comencé a penetrar y hasta hacerla bramar, no escatime, nada de mi repertorio, de donde saque fuerzas, pero le pegue una cogida inolvidable, que entendió que era casi como una despedida, me sonreí le dije perdóname pero si sigo así voy a quedar, tendido, y para el cajón, largo una carcajada, y solo me dijo la verdad creo que mama y mi hermana Eva te precisan mas,-
Le dije ¡esto! He inmediatamente le subí la falda metiendo mi mano entre sus piernas tocando su zona vaginal, puso resistencia y trato de gritar pero yo le dije severamente que o me entregaba su cuerpo o la denunciaba.
Relato erótico enviado por reycolegial el 30 de July de 2009 a las 12:08:52 - Relato porno leído 100018 veces