Toti 2

Toti 2

Me di el gusto con ella, la visitaba en mis vacaciones a mis 17 años casi a diario después de las diez de la noche… en la posición de perrito, ella lo prefería y sola me movía el trasero en círculos mientras la poseía, lo que mas deseaba en ese momento era satisfacerme y satisfacer a esta desesperada hembra. Cuando ella estaba a punto de venirme la tomaba por las caderas y empezaba a metérsela fuerte y profunda a mi adorada Tránsito a quien cariñosamente llamábamos Toti. Empezó a gritar, era una combinación de dolor y placer, algo delicioso, como gritaba y se satisfacía vaciándome en mi pene sus líquidos, estoy seguro que sus gritos se escucharon hasta afuera en la parcela mientras llenaba su matriz de mis fluidos saliendo de mi pene a borbotones. La vagina de Toti era un barrizal, pero ella era feliz y satisfecha.

Toti caía abatida ante la satisfacción de haber sido insertada con energía y su placer era extraordinario en el apareamiento, solo me decía… cuando vendrás nuevamente… te estaré esperando.

Durante mis vacaciones que duraron dos meses visite unas 30 veces por las noches la cama de mi entregada mujer y satisfacía a Tránsito a veces hasta dos veces en la noche y regresaba a mi cama en el amanecer.

Llega Marzo ingreso a la escuela de medicina y me olvide de Toti y cualquier mujer los estudios primeros, pasa el año y en enero vuelvo donde mis padres de vacaciones, encuentro a Toti con una nena en brazos de casi dos meses, sorprendido le digo fuiste madre nuevamente y ella me responde… y tu fuiste padre…, es tu hija…, tú la fecundaste en mis entrañas… casi me caí de impresión, pero me recuperé y dije te debo ayudar en algo…, si me dice ella debes visitarme a la noche que te estaré esperando o hablo con tus padres, no necesitas amenazarme digo, te deseo y a la noche te poseeré…, ella sonríe feliz… te estaré esperando.

No fue la única noche que dormí con ella ese verano su marido cada vez mas alcoholizado y parrandero ni se enteraba.

Vuelvo a mis estudios el marzo y alrededor de mayo aparece por mi facultad Transito, venía de color negro, pero el color le asentaba de maravilla y hasta la hacia mas esbelta, pregunta por mi y salgo a su encuentro mientras varios de mis condiscípulos admiraban a esa bella mujer que se paseaba por las oficinas…

Al ir a la cafetería para sentarnos y conversar ella me dice… soy viuda , mi marido falleció hace una semana en un choque y volcándose en la ruta, la miro sorprendida y ella me abraza besándome en los labios y soy en esos momentos la envidia de varios varones que miraban, ahora me dice soy solo tuya… en verdad no soy una ilusionada mujer que piensa que te casaras conmigo, pero si sé que solo te pertenezco a ti y te pregunto quieres que sea tu hembra, tu mujer así me traslado a la capital y mientras estudias te acompaño, te alivio la carga de una casa ya que tengo una aquí , es un departamento que me dejó una tía de mi marido como él murió ahora es mío… viviremos juntos y no te exigiré nada, solo que me seas fiel y me estar al tanto para sosegarme en mis exigencias corporales. Una hembra a tu disposición sin gastos, si con responsabilidad de confianza y franqueza.

Esa noche dormí acompañada por ella en la residencial donde habitaba y en la noche no fui al restaurante donde era cajero extra. El dueño me llamó y le dije una mentira que estaba enfermo. Ella me pregunta que cuanto ganaba y respondo apenas para asegurar el pago de mis gastos de mantención.

De ahora en adelante nada faltara por que el fundo nos proveerá, he dejado a cargo de este a tu padre y como colaborador a don Benjamín uno de los mas ancianos y colaboradores de mi padre, ellos se llevaran bien y no nos robaran.

Desde ese día no duermo solo y todas las noches hay una mujer que solicita mi atención, ella se siente protegida, consentida, apoyada.
Puedo sentir el calor de su cuerpo. Sinceramente eso me agradaba mucho… y a ella más… entonces comienza a mover muy lentamente sus glúteos replegándolas a mi ya erecto paquete… Toti se movía muy lento como me retenía… sentía que se quemaba de la calentura, se quedaba muy quieta esperando mis caricias, su respiración agitada, entrecortada y cuando comencé a acariciar sus glúteos, mis manos recorrían sus muslos, vientre llegando a su pubis. Besaba su cuello, su respiración entrecortada, me confundía y me excitaba…
Cuando ella se da cuenta ya estaba clavado con ese erecto pene en sus glúteos copulando, con sus manos comenzó a acariciar mis tetas que ya estaban abultadas y mis pezones erectos. Sentía como me los apretaba con delicadeza recargué mi cabeza en su hombro y dejé caer mis brazos a un lado ya rendida a él, sentía que mi vagina estaba ya muy lubricada, y sentía una calentura entre mis muslos mis piernas se abrían y deseaba a Leo, como me tenía caliente. Yo sentía su respiración entrecortada en mi cuello, y la gran calentura que tenía entre mis piernas por lo abultado de su pene.
Se percibía ese aroma y escuché como respiró profunda y largamente, deleitándose con mis olores de hembra receptiva, caliente y entregada… recuerdo haber volteado hacia abajo y ver mis piernas abierta y entre medio de ellas ese émbolo entrando y saliendo de mí, los pelitos de mi vagina brillantes por la humedad de mi esta, mis labios mayores enhiestos y mi clítoris erecto y ardiendo por la calentura. Mis suspiros y su aliento entrecortados por el deseo era ya lo único que se escuchaba en la pieza.
Cuando menos lo esperaba en mi vagina sentí que me venía un orgasmo. Un temblor fuerte descubrió a una de mis piernas aireando a un lado y abriendo mis muslos para facilitarle el manoseo que me estaba propinando.
Seguía ese mete y saca de su pene en mi vagina con mucho cuidado, oprimiendo y relajando mi ya erecto clítoris, una y otra vez lo metió ahí y yo sentía que me derretía, así estuvo un rato dándome, yo abría mis piernas doblando mis rodillas para no entorpecer la deliciosa tarea de su pene, deseaba que me penetrara pero no podía articular palabra alguna por lo rico que sentía al llegarme el orgasmo
En ese momento abrí mis piernas lo más que pude… yo empujaba mis glúteos hacia atrás para disfrutar del apareamiento; pude sentir en mis entrañas un pene grande y parado, bien recargado entrando en estas chocando con mi espalda… sus caricias y penetraciones me arrancaron un fuerte orgasmo que fue largo y caliente, ¡muy largo y muy caliente!… ¡como nunca había tenido!…
Sentí que la vista se me nublaba y que mis piernas se me doblaban mientras me venía de una forma deliciosa, a su completa voluntad, mientras mi orgasmo pasaba poco a poco y él, mientras gozaba de mí a su gusto y placer metiéndome y sacándome su miembro de mi vagina. Sentí un grueso y caliente émbolo que me entraba en intimidad mejor guardada, este pene era muy diferente a los otros que había tenido, pues eran del macho que me fascinaba y yo deseaba… pude sentir un pene muy duro y largo que comenzaba a recorrer mi estrecha vagina… ¡sentí que el universo estaba adentro de mi!.
En ese momento me vino a la mente la imagen de tenerle a mi Leo amantes a su disposición … Adriana , una joven amiga divorciada que acababa de dejar a su marido por los malos tratos y que sería el juguete sexual de Leo, porque las casadas, divorciadas y viudas ya están libres de las penas y miedos y suelen dar a sus machos en turno todo lo que desean sin medida ni restricción, pues con ellos se dejan hacer de todo, a diferencia del marido con el cual siempre guardan recato para que no piensen que son unas putas… ¡y exactamente aquello me estaba pasando a mí!. me convertía en la puta de Leo!
Llego el día, y mi amiga fue entregada por mí a mi adorable macho. Adriana me comentaba las candentes sesiones de sexo que tuvo con Leo.