tres vigilantes me compartieron

esa noche hacía norte y frío, llegué temprano al departamento de unas amigas que me dejaban vestirme ahí mientras ellas se iban a trabajar en un centro nocturno, una de ellas me prestó un vestido negro con encajes y me lo puse, me esmeré con calma en mi maquillaje y ya con mis zapatillas salí a caminar, cuando pasé frente a la entrada amplia de el estacionamiento de las oficinas del agua y saneamiento escuché que alguien me silbó, estaba oscuro hacia adentro de donde provenía el silbido y no lograba distinguir a nadie, esa voz me llamó y me dijo que pasara, yo en realidad me sentía nerviosa pero la posibilidad de tener una aventura pudo mas y levantando la cadena que estaba de lado a lado en la amplia entrada me metí, alguien me decía que caminara hacia dentro, entonces salió un señor que me hizo caminar con el hasta el fondo de ese patio, me hizo plática y luego me ofreció un café y que si quería le pondría un poco de licor, si quería le ponía un poco de licor y acepté, entonces me condujo hasta una oficina central donde abrió la puerta y me invitó a pasar, ahí preparó el café y me dio una taza que me cayó muy bien por el frío que se sentía, platicamos un poco y terminamos el café, yo hice a despedirme y el me dijo que si no quería tener sexo con el, acepté y sin mas se recargó en el escritorio y me abrazó por la cintura para darme besos en la boca y en el cuello, en los hombros, me bajó el vestido hasta la cintura y me besaba la espalda muy suavemente y me volteaba de frente para besar mis labio, me sentía en realidad muy complacida y relajada abandonada por completo a sus brazos y dejándome acariciar como el quería luego recargó ambas manos en mis hombros de frente a el y me hizo hincarme, se bajó el pantalón y me puso a hacer sexo oral, era una cosa gruesa y como de unos veinte centímetros que me costaba trabajo contenerla completa como el quería, me hizo que salieran las lágrimas mientras me la introducía casi toda en hasta la garganta, pude sentir como se ponía mas tensa y larga, el me guiaba colocando sus manos a la altura de mis oídos a los lados de mi cabeza, me dijo que quería que me tomara yo misma de las manos y que las colocara por detrás de mi cuerpo, yo accedí y pude sentir como se iba poniendo cada vez mas tenso, se levantaba en la punta de los pies y sentía claramente como iba acercándose el momento en que no podría contenerse mas, era claro que eso ya llegaba casi a la punta y regresaba, de pronto ,e dijo que la llevara al fondo de mi boca y se quedó quieto sujetándome de la cabeza para dejarme ir unos borbotones abundantes de su elixir caliente, muy abundante y espeso que me estaba haciendo atragantarme y que al salir casi en el fondo de mi garganta lo bebía todo y me costaba trabajo pero no me quité, así que se vació totalmente y se acomodó de nuevo la ropa, me dijo que si quería otro café lo traería y le dije que si, me senté un momento para retocar mi maquillaje y cuando regresó traía una taza mas grande con el café y me lo dio, me dijo que un compañero de el quería estar conmigo y que aceptara porque ellos compartían todo ahí en el trabajo, yo le dije que no había problema y que pasara, así que el se despidió dándome las gracias y salió, yo esperé unos minutos y se abrió la puerta, esta vez era un señor como denos treinta y tantos años, corpulento, fornido, moreno, alto, que venía tomando un café, me dijo que el me iba a penetrar y que me acomodara en el sillón del escritorio, ahí me quitó la ropa interior y me colocó de espaldas en el asiento abriéndome totalmente las piernas por sobre sus hombros, yo estaba descalza y con los pies al aire, entonces puso saliva en su cosa gruesa y muy grande de la punta y trató de penetrarme de una vez, yo sentí un fuerte dolor y no podía recibir tan enorme falo dentro de mi, era tan grande de la punta que podía sentir como trataba de introducirmela y no entraba, me jaló mas hacia afuera del asiento y mi trasero quedo al aire, el me hizo que lo bajara un poco y me dijo que me relajara para que los dos lo disfrutáramos, entonces lubricó la punta y con sus dedos me abrió primero un poco y me la colocó en la entrada introduciendo solo un poco de esa enorme cosa, yo trataba de adaptarme pero era muy doloroso, así que el me dijo que la iría metiendo poco a poco según yo lo pidiera, el problema para mi era el dolor y yo sentía que era imposible que eso tan grande cupiera por detrás de mi,, entonces el colocó un cojín en el piso y puso ahí su rodilla izquierda, la otra pierna la colocó a un lado mio y empezó a empujarla dentro de mi, yo le pedía que se detuviera y el hacia caso pero ya no la sacaba, así pasaron unos minutos hasta que logré recibir esa enorme cabeza, me sentía muy extraña, llena de eso en mi trasero y l tocaba dándome cuenta que no había entrado mas allá de la cabeza, entonces el lubricó y me la fue metiendo poco a poco pero no se detuvo, lo hizo muy lentamente pero constante y yo sentía cierta incomodidad pero me di cuenta ya no había dolor, cuando sentí que estaba totalmente pegado a mi supe que ya había logrado acepar esa enorme cosa por completo, el por su parte ya no me la sacó para nada, sólo me sujetó por los hombros y me tuvo un rato así y yo podía sentir esa carne palpitante y enorme dentro de mi, sentía claramente como se ponía mas tensa y gruesa, muy gruesa, me sentía llena de eso,de pronto sentí claramente como me estaba llenando de su semen al interior, percibía con mi piel de ahí como salían sus envíos y me llenaban con fuerza, así se recargó en mi y quedó un rato sobre mi pecho, me tenía con las corvas sobre sus hombros y mis pies estaban hacia arriba, luego sacándola de golpe se puso de pie, me dio las gracias , acomodó su ropa y salió,me dijo que no me saliera de ahí porque iba a venir otro vigilante que también quería estar conmigo, este era un señor ya maduro, quizá unos cuarenta y tantos años, muy moreno y de cabello rizado un poco canoso, me dijo que me desnudara y me parara en la ventana con los brazos en alto agarrada de los barrotes porque quería que me vieran los otros como me iba a tener delante de ellos, así que me quité toda la ropa y me dijo que me dejara puestas las zapatillas, me colocó en la ventana donde me iluminaba un poco la luz del alumbrado publico y se quitó los zapatos y el pantalón, la truza, y se me acercó diciéndome que sintiera lo que me iba a dar, me sorprendió lo que sentí colgando entre sus piernas, era una cosa floja pero muy gruesa, como con punta pero muy gruesa, una vez que estuvo listo me hizo voltearme de frente a el, dijo que me sujetara de los barrotes con mis manos y levantándome de las piernas me penetró, en realidad me dolió mucho de nuevo pero lo disfruté mucho también, terminó pronto y me esperó a que me vistiera, luego me invitó a salir y cerró la oficina, dijo que saliera y que aunque alguien mas me llamara no aceptara, así que me despedí y me fui a dormir, eran como las cuatro de la mañana y hacía norte, frío.....sucedió en el puerto de Veracruz