Un dia de lujuria

Me había levantado temprano, pues después de casi un mes por fin Andry había accedido a cogerme.
El chico me gustaba un mundo y a pesar de que tenia un grupo grande de chicos con los que tiraba regularmente, este me traía de cabeza.
Habíamos acordado que una vez que quedara solo en su casa el me llamaría y yo iria alla.
El vivía cerca asi que no había mayor problema en trasladarme.
El repique de mi teléfono me saco de mis pensamientos cachondos.
Efectivamente era él, quine con voz nerviosa me dio la señal esperada.
---Apúrate, Pierre, que ya los viejos salieron y mi hermanita esta en la escuela.
---Ve preparando tu cosa que te vas a comer un buen culo.
---Si se te ve bien en pantalones Ciertamente soy un chico de mediana estatura, de piel canela clara, delgado y con una nalgas bastante carnosas, entre las cuales y debido a esa característica me había engullido unos cuantos cientos de pingas.
La noche anterior apenas si había mamado un par de pollas jugosas, sin sexo anal pues no quería quedarle mal a mi amiguito.
Mi culo está muy dilatado pero con hinchazón quizá a mi amiguete no le gustaría, supuse.
Además, quería estar con el lo mas fresco posible.
Unos minutos después, estaba tocando su puerta.
---Pasa rápido que no te vean ---Ok.
Andry, era de ese tipo de chicos de los cuales había conocido varios.
A mi me encantan, porque son muy misteriosos y a veces hasta su torpeza es excitante.
---Colocate mirando hacia la calle en esa ventana, no se si mis padres o alguien viene y por aquí los puedo ver y cualquier cosa tu sales por la puerta de atrás---me dijo mientras yo le hacia caso y el buscaba quitarme los pantalones.
Sus manos temblaban de la emoción, mientras mi respiración aumentaba.
---Qué culo tienes, con razón dicen que follas tanto.
---En este momento es para ti solito, papi, pero quiero mamarte la pinguita---Le dije mientras me volteba y quedaba de rodillas frente a su pene de 21 cms o algo asi.
---Si, cómetela, mariposita.
Despacio lamí su cabezota, y la metí en mi boca con golosidad.
Estaba deliciosa, gruesa y larga y solo pensaba en que en unos instantes la tendría toda clavada por detrás.
La mame con pasión un rato muy largo.
Después me levante y me gire quedando semiinclinado mientras el abria mis nalgas y frotaba la cabeza de su pene en mi entrada anal.
---Coño, no tengo preservativos….
---No importa tu eres de confianza, le dije.
Acto seguido dio un empujoncito y no quedo nada de aquella polla afuera.
Mi culo hambriento y acostumbrado a comer esas cosotas la trago toda en un instante.
---Wao, vaya que lo tienes sabroso, me dijo mientras comenzaba a bombear cada vez con mayo fuerza.
---Si papi, dale duro que no es de vidrio, cógeme rico mi vida….
Le dije mientras apretaba mi ano para mayor fricción.
No le llevo mucho vaciarse en mis intestinos.
No era un experto y siendo su primera vez conmigo acabo rápido para mi gusto.
Ya flácida la saco de mi recto, todo empapado en sudor.
Sin importar lo corto había sido muy rico y placentero.
Un rato después se la volví a chupar y esta vez si tardo más.
Fue una cogida formidable la que me dio en esa segunda “entrada”.
Fueron unos 10 o 15 minutos de placer intenso, al final cuando ya sentí que se venia le pedí que me la diera en mi boca.
El, complaciente, la saco de mi culo y la puso en mi boca donde descargó un chorro de abundante y bastante espeso semen.
Estaba delicioso.
El semen casi siempre me parece rico, sobre todo si esta algo o muy espesito.
Lamí con lujuria aquella tranca saboreando su semen entremezclado con los jugos de mi ano.
Como habíamos acordado, una vez terminamos la jornada salí rápidamente de su casa.
---No vayas a comentar nada, no quiero que mis amigos sepan que me cogi a un gay.
---Tranquilo soy muy discreta, mi lindo.
---Gracias.
---Por la discreción o por darte mi culito? ---Por ambas cosa.
---Estoy siempre disponible para ti, cuando puedas puedes ir a mi casa o yo venir aquí.
Regresé a mi casa.
Contento de haber por fin probado aquella deliciosa pinga.
Me acosté al llegar y soñé con no se que cosas, lo cierto es que al despertar estaba muy caliente añorando ser atravesado otra vez por aquel semental.
Fue en realidad el repique del teléfono el que me despertó.
---Hola, Perrita, como estas? Ya te cogieron o no? Me dijo la voz desde el teléfono.
Era Jhony, un tipo muy sucio con el que follo muy de seguido.
El había estado preso por cogerse a un menor de edad y había salido hacia unos meses.
Casi desde ese tiempo nos habíamos conocidos y estábamos follando.
Me lo había presentado otro tipo con el que había estado varias veces al que conoció en prisión.
Recuerdo que aquella mañana en que nos conocimos y mientras no tomábamos unas cervezas, el se me acercó y en susurro me dijo: ---Tu novio me dijo que tiras rico, tienes ese culo muy grande y se ve sabroso, dejemos a tu amigo aquí y larguémonos a tu casa, te aseguro que la tengo sabrosa y grande, más que tu novio.
---No es mi novio, es un amigo.
Media hora después me encontraba en 4 patas con el encima y su gruesa y larga polla entrando y saliendo de mi culo.
Varias horas estuvimos en la cama, disfrutando de la acción lujuriosa del momento.
Fueron tres cogidas riquísimas.
Un hombre veraneado, deseoso de coger un culo y yo allí con mi culo a la orden disfrutando de la carne dura de su pene y tragando sus tres acabadas.
---Si ya me cogieron, por que? ---No quieres mas guevo? ---Si, quiero que me des duro tú Demás esta decir que pasé la tarde llevando polla, una polla deliciosa y jugosa.