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Un excompañero de trabajo le había hablado y le comento que al día siguiente estaría en nuestra ciud

andamios Relato enviado por : andamios el 27/01/2025. Lecturas: 94

etiquetas relato Un excompañero de trabajo le había hablado y le comento que al día siguiente estaría en nuestra ciud   Intercambios .
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Resumen
Ella tiene 40 años, se conserva muy buena con un trasero hermoso, que es deseado por muchos ya que en sus trabajos la han pretendido y se lo han dicho, últimamente empecé a mandarle relatos de eliterelatos de tríos para que los leyera, y coincidió con la visita de uno de sus excompañero de trabajo.


Relato
Mi esposa y yo hemos estado casados por 20 años con 4 hermosos hijos, y nos amamos mucho, pero nuestras relaciones sexuales se habían enfriado, habíamos caído en una rutina aburrida, empecé a leer la página de elite relatos en la categoría de tríos, y me empecé a dar cuenta que mientras leía los relatos tenía un bulto tremendo en mis pantalones, empezaron a cruzar mi mente fantasías, y cuando estábamos cogiendo le decía a mi esposa, que imaginara que estaba cogiendo con otro y notaba que se excitaba más de lo normal, poco a poco fueron aumentando nuestras fantasías, le compré un consolador de látex, copia de una verga bien detallada, me costó trabajo, pero logré persuadirla que lo usara mientras me mamaba la verga, nos calentamos demasiado y ese día me vine en su boca, eso ella no lo acostumbra, pero disfruto de mi leche.
Ella tiene 40 años, se conserva muy buena con un trasero hermoso, que es deseado por muchos ya que en sus trabajos la han pretendido y se lo han dicho, últimamente empecé a mandarle relatos para que los leyera, no fallan siempre que los lee tenemos sexo y siempre incluíamos a su consolador en nuestros juegos la pasamos muy bien, y notaba que sus orgasmos eran muy intensos, en las sesiones de sexo le comentaba al oído cuando estábamos en el clímax que si quería coger con alguien más, ella se estremecía con un súper orgasmo, pero no decía nada, yo me corría de inmediato.
Le pregunte a ella ¿Te gustaría coger con alguien más?, me respondió, pero no te vas a molestar conmigo.
El viernes en la noche le mande otro relato caliente de trío, le pedí a mi esposa que lo leyera en vos alta, ella lo empezó a leer mientras yo le acariciaba sus tetas y le pellizcaba suavemente los labios de su coño masturbando su clítoris en el interior de los mismos, eso le gusta mucho, cuando estaba bien empapada y caliente, me hice el dormido, ya que ese día me había comentado que un excompañero de trabajo le había hablado y le comento que al día siguiente estaría en nuestra ciudad, ella se quedó bien caliente.
Al día siguiente le llamo, ellos trabajaron un tiempo y tuvieron una conexión, se hablaban mucho e inclusive viajo con él en varias ocasiones, yo creo que tanto tiempo juntos algo debió pasar, él le pregunto que, si se podían reunir, Ella dijo que ella estaba puesta y ansiosa, (como se había quedado caliente por el relato que decía, la visita de un amigo) lo cito a las 9.00 pm. Lo clásico de las señoras a las 8.30 PM. ¿Qué me pongo me pregunto? Ponte el vestido negro que tienes muy bonito de botones al frente, se lo saque del closet, me contesto, es muy escotado me queda muy pegado y es demasiado corto, pero se te ve súper bien, a él se le va a caer la baba cuando te vea, no sé si la de arriba o la de abajo, me gritó grosero, le escogí bóxer de encaje negro y un sostén negro pequeñito de media copa para que se le vieran espectaculares sus pechos, se maquillo perfectamente, unos zapatos de tacón, unas gotas de fino perfume y listo se veía súper, estas buenísima. Yo estaba nervioso y con la polla medio dura.
A las nueve en punto sonó el timbre, y salimos a la recibirlo, abrí la puerta, ahí estaba con una gran sonrisa con un gran ramo de rosas rojas para mi mujer, y una cesta con dos botellas (una de Coñac y otra de champaña) con nueces y chocolates, le besó la mejilla a ella cerca de la boca, yo le dije pasa y siéntate, ella ponía las rosas en un florero se agachó para acomodarlo en la mesa de la sala y se le subió el vestidito, los ojos de él se fueron directo a sus nalgas, mi mujer se giró y le dijo; muchas gracias están bellísimas, él le contestó tú estás mucho más bella, los colores subían en la cara de mi esposa, le pregunté qué te sirvo, dame un Ron y a elle le pregunte lo mismo y me contesto una piña colada, me fui a la cocina a preparar los tragos le cargué la mano de Ron a la bebida de mi mujer, mientras hacía un poco de tiempo para que platicaran, regresé con las bebidas y brindamos, puse música suave platicamos de todo, los ojos de él le destellaban subían de las piernas a los pechos de mi esposa, ella era toda sonrisa se veía radiante, serví otra ronda y puse a enfriar la botella de champagne, ellos seguían platicando, brindamos de nuevo, él le decía que cada día estaba más bella que no parecía que hubiera tenido 4 hijos, yo asentía lo dicho, le dije a mi esposa, estas mejor ahora que cuando nos casamos, ella se levantó por otro platón de botanas, y regreso caminando como modelo moviendo muy rico sus nalgas, se agacho un poco de más para ponerlo en la mesa de centro dándole la espalda, y le vi lo ojos a el de como escudriñaron las nalgas de mi mujer, le dijo que rico perfume usas me dejas acercarme a olerlo, ella asintió con la cabeza él se puso de pie, se acercó a sus oídos y rozo su nariz en ellos, mientras sus ojos se posaban en sus tetas, se le notaba abultado el pantalón y a mi mujer sus pezones se empezaban a marcar en su vestido.
Ella dijo porque no cenamos de una vez por que la bebida me está mareando un poco, y sí seguimos tomando así no les voy a dar de cenar, pasamos a la mesa a cenar, ella preparo unos espaguetis a la mantequilla y unas pechugas de pollo a la jardinera, con un buen vino rosado, él dijo en la cena al estar comiendo el pollo, que ricas están tus pechugas, paseando sus ojos por las tetas de mi mujer, yo comenté, sí riquísimas y son naturales, mi esposa me volteó a ver riendo y me grito lépero, tomamos el postre, luego serví unas copas de coñac, en la sobremesa él nos dijo; que gusto me da ver a un matrimonio que se lleva tan bien, ella le pregunto ¿y ustedes como están?, Y él le contestó que prácticamente, tenían más de dos meses de no tener intimidad con su esposa., Rápidamente les dije fuera tristezas vamos a resolver eso más tarde ahorita a divertirnos, y ellos se vieron cara de extrañeza, les rellené las copas y les propuse un brindis por nuestra amistad, nos pusimos de pie y tomamos la copa a fondo, puse música para bailar, él le dijo a mi mujer ¿bailas? ella le extendió el brazo y empezaron a bailar, mientras yo levantaba los platones y copas vacías los llevaba a la cocina, los dejé como quince minutos solos, descorche la botella de champagne, serví tres copas largas, cuando regresé alcancé a ver a mi esposa como se separaba de él, y él subía su mano a la espalda seguían bailando lentamente, me senté en la sala a verlos bailar, mi esposa cuando estaba el de espaldas me guiñaba un ojo y el la oprimía hacia él, termino la música y él se sentó junto a mí, mientras mi esposa fue a poner otro video en la tele, puso música de Blues empezó a bailar ella sola mientras tomábamos la champaña, las burbujas le estaban afectando a ella, pues tomo su copa a fondo y seguía bailando cada vez más sensual, me estiro su brazo para que yo bailara con ella, me levanté a bailar se pegó como imán, sentía como embarraba su pelvis en mi verga yo le empecé a pasar mis manos por sus nalgas, le quise decir al oído te lo vas a coger.... y no me dejo, ella me beso termino la pieza, él había rellenado las copas de nuevo, brindó por la mujer más hermosa, yo la hice girar, levantamos las copas las tomamos a fondo, estábamos bastante alegres con la Champaña bailando los tres con los brazos entrelazados, me disculpé y me fui al baño a orinar, cuando salí del baño me detuve un momento a verlos.
El bailaba con mi mujer, ella se pegaba a él, el pasaba suavemente sus manos por la linea del bóxer de las nalgas de mi esposa, yo estaba muy caliente viendo sin hacer ruido me acerque a bailar por atrás de mi mujer la oprimí contra él restregando mi paquete en su trasero, ella giró suavemente con sorpresa, yo la bese rozando mi lengua con la suya, ahora él le pegaba su paquete en las nalgas acariciando sus piernas por los costados, ella se dejó hacer, restregaba con movimientos muy sensuales su panocha en mi durísima polla, le guiñe un ojo y le desabotone dos botones de la parte de arriba de su vestido negro, entonces mi mujer se giró hacia él y él se quedó observando por un momento su senos al descubierto solo con el brasier y ella se acercó besándolo apasionadamente y rozaban sus lenguas, yo le restregaba mi verga en su trasero, así estuvimos un rato, hasta que los gemidos y la respiración de mi mujer eran muy fuertes, se giró nueva mente hacia a mí y termine desabotonar todos sus botones, y le solté el sujetador nuevamente se giró hacia él y el al verle los senos se los empezó a sobar por debajo de sujetador a lo cual yo le jale el vestido quedando con el sujetador y su bóxer a la vista de él, ella termino de quitarse el sujetador y quedo solo con su bóxer continuaron con los besos y yo le sobaba sus tetas y él ya le tocaba su entrepierna por arriba de su ropa, llevamos a mi esposa al sillón casi desmayada del placer que le estábamos dando, quedó sentada en la orilla, él le quitó su bóxer, le separó sus piernas se hincó a mamarle su coñito bien rasurado, como se lo deja siempre que quiere que se la cojan y lista para la ocasión, las mejillas de ella estaban rojas jadiaba, me desabroche el pantalón brinco mi verga estaba durísima, se la acerqué a ella ha su cara, mi mujer la mamaba con todo, ella nos suplicaba jadiando y gimiendo cójanme no puedo más.
Él se desnuda rápidamente y ¡en la madre, tenía una ver gota! muy gruesa y venosa que contrastaba con una cabezota soltando líquidos espesos, la puso de pie y la hizo girar escudriñando el cuerpo con sus ojos, y dijo, estas buenísima siempre tuve muchas ganas de cogerte y me han encantado siempre tus nalgas, la besaba con fuego, mi mujer con los ojos de plato, no daba crédito al tamaño de la polla, tímidamente la agarraba, y la pajeaba suavemente, a su mano le faltaba mucho para poder cerrarla, él se sentó y le dijo ven súbete, pero mi mujer le dijo déjame mamarla un poco porque se ve riquísima, ¡la tienes enorme!
Ella se hinco a mamar esa cabezota que apenas entraba en su boca y se veían las hebras de líquido que salían de los labios de mi mujer, yo aproveché para desnudarme y me acerqué por atrás de mi esposa para acariciarle su panocha que estaba blanca de líquidos que salían, separó sus piernas me la empecé a coger de perrito mientras ella seguía mamando la verga, estábamos los tres súper calientes, estaba a punto de correrme y me separé, entonces ella se puso de pie, se subió al sillón, se empezó a hincar en la verga, él se tragaba los pezones de mi mujer, ella se centraba la cabezota con movimientos circulares en su coño, con una cara de lujuria, poco a poco él se la dejo ir a fondo, ella gemía, le dijo despacio que me lastimas! que ver gota tienes ¡un rato¡ después lo cabalgaba con todo, subía y bajaba, como película porno.
Por primera vez me sentí celoso y encabronado de oírla gritar y jadiar en esa forma, era toda una puta que yo desconocía, pero al mismo tiempo me calentaba muchísimo verla coger con tantas ganas y además con tamaño pollón, se besaban rozando las lenguas, le estrujaba las nalgas con fuerza le decía que nalgas tan ricas tienes, tú panocha esta apretadísima jadiaban y gemían los dos, la bombeaba con todas sus fuerzas, los orgasmos de mi esposa eran continuos, un rato después, el gritó jadiando! Me voy a venir ¡mi mujer se dejó caer en su verga metiéndosela toda, besándolo con mucha pasión, los dos se convulsionaban, la estaba llenando de leche sus entrañas, sus jugos salían y bañaban sus huevos, un rato después se desmontaba.
La tome entre mis brazos la bese con todo la recosté, me la cogí con todas mis ganas, sentía su coño muy flojo y muy lubricado después de la cogida que le metió ella jadiaba, me besaba, sus orgasmos eran muy fuertes tenía muchas contracciones en su panocha, pero más me calentaba lo flojo y mojado le había dejado su coño, él nos veía coger pajeándose su cañón, yo aceleré mis movimientos, le mamaba sus pezones y pronto le llenaba de leche el fondo de su coñito, fue uno de los orgasmos más fuertes que he tenido, terminamos con un beso muy tierno que me dio mi esposa como dándome las gracias, tomó su vestido y se fua al baño.
Él me dijo, ¿todo bien? Le dije si claro, nos pusimos los bóxer, me paso una copa de champaña, brindamos y me dijo; tremenda mujer que tienes esta bellísima, coge riquísimo que afortunado eres, estoy muy caliente me puedo echar otro con tu esposa, le dije por mí no hay problema mejor pregúntale a ella, en eso iba saliendo del baño con cara de arrepentida, con su vestido puesto sin abotonar sin nada abajo, él le acerco una copa, ella la bebió rápidamente y nos dijo; tengo una pena tremenda con ustedes, ¿Qué van a pensar de mí? Se volteó hacia mí y me dijo con lágrimas en los ojos; gordo tú sabes que siempre te he amado, me siento muy avergonzada con lo que pasó estoy muy borracha, le dije no te preocupes de nada, no ha pasado nada relájate y disfruta, le has cumplido su sueño siempre te deseó y le fascinan tus nalgas, brinda con nosotros por nuestra amistad, le cambió la cara, tomo su copa y brindó con nosotros.
Ella le preguntó, tú ¿qué piensas? Que estas buenísima, para mí se me cumplió un deseo guardado muy profundo, y me siento feliz de estar con ustedes, pero no me voy a ir sin cogerte de nuevo, sonreímos los tres y le dimos un beso al mismo tiempo en sus mejillas, servimos más tragos nos sentamos los tres en el mismo sillón, empezamos a acariciarla, nos alternábamos para besarle su boca, el metió una mano por debajo de su vestido, acariciando sus muslos al rato ya estaba metiendo el dedo en su coñito mientras yo le acariciaba sus tetas, unos minutos después tenía sus piernas abiertas para que le mentira bien los dedos, mi esposa nos dijo, que calentada me están dando cabrones, le quitamos el vestido y nos quitamos los calzones, le chupábamos y besábamos todo su cuerpo.
Ella sentada en medio de los dos, tenía una verga en cada mano, las pajeaba lentamente concentrando su atención en el nuevo juguete de su ex compañero, que le corría el pellejo que se iba hinchando en una forma monumental y decía, no sé cómo me cabe semejante polla, sentía que me partías.
Mientras yo tenía la tanga empapada de Ella en mis narices con un olor delicioso, se la ponía a él en su nariz, la aspiraba a fondo, dijo, pero la prefiero directamente y se hincó a mamar la panocha de mi esposa chupándole el clítoris, ella jadeaba y se retorcía de placer en el sillón yo le mamaba sus tetas y se las pellizcaba, nos besábamos rozando las lenguas, mientras me pajeaba mi polla, él le decía tu clítoris esta delicioso, por la excitación le sobresalía bastante de su panocha y le metía el dedo mientras se lo chupaba.
Él le dice ven vamos a coger de perrito, ella le contesta jadeando que primero me la cogiera yo para que le fuera abriendo su coño, él se sienta en la orilla del sillón, Ella se baja y se pone en posición, y me dice cojéeme mi amor que estoy muy caliente, mientras chupaba y mamaba su verga, su panocha estaba súper lubricada y ardiendo, se la dejé ir a fondo la sentía otra vez normal, que alivio pues pensaba que me la había dejado floja, un momento después Ella tenía uno de los orgasmos más intensos de su vida, gimiendo con la boca bien llena, los tres estábamos en la gloria, entonces él dice cambio, yo me separé y tomé su lugar en el sillón, le abrió más las piernas a mi mujer le empezó a ensartar su cabezota, mi esposa jadiaba y sollozaba con una cara de puta lujuriosa me volteaba a ver, y el la bombeaba lentamente dejándole por momentos su herramienta clavada hasta el fondo, ella gemía y jadiaba con unos quejidos tremendos, tenía una cadena de orgasmos como nunca, me quería mamar la verga pero no atinaba a su boca por las convulsiones tan tremendas que tenía, por momentos tenía los ojos en blanco, por la magnitud de la cogida que le estaban dando .

Él se aferraba con todo de sus nalgas, después de un rato se separa y la acuesta, mi esposa abre sus piernas al máximo y veo claramente que su verga tenía la cabeza llena de leche de ella, la centra de nuevo se la va empujando hasta los huevos, la escena era tremenda, mi mujer se venía orgasmo tras orgasmo con contracciones y punzadas incontrolables sus lenguas trenzadas en un interminable beso, sin dejar de gemir los dos, las acometidas de él eran cada vez más rápidas y violentas que le sacudían las tetas a mi mujer, un rato después el grito ¡me voy a correr! Mi esposa totalmente desesperada lo abrazaba con sus piernas, el jadiaba y resoplaba se empezaron a convulsionar los dos, los huevos chocaban con el culo de ella, un momento después le rellenaba de leche su coñito.
Mi esposa estiro sus brazos con una cara de puta y me invitaba a coger, yo acepté de inmediato, entré en su coño como cuchillo en mantequilla (pero derretida) porque le había dejado bien abierto el agujero y lleno de leche, que salía directa a su culo, yo tenía una extraña calentura pues mi verga estaba durísima e insensible, ella jadeando, de nuevo era una máquina de coger nunca lo había sospechado, su coño se iba ajustando a mi verga y tenía otro orgasmo, la seguí bombeando con todo sentí que estaba a punto de venirme, me separe violentamente de su coño y le dije, mámalo, se lo puse en su boca lleno de leche de el, se lo trago todo me chupaba con todas sus fuerzas, tenía unas punzadas muy fuertes en la polla, un momento después se atragantaba con la leche que le estaba llenando su boca, yo veía estrellas y él nos veía con ojos de plato, pajeando su polla.
Al momento de levantarse mi mujer, la ayuda, quedando los dos de pie, él la abraza le da un profundo beso en su boca trenzando sus lenguas, estrujando con sus dos manos las nalgas de Ella, la tenía medio parada le restregaba la cabeza en el coño, pero no entraba, la leche le escurría por la parte interna de los muslos de mi esposa hasta sus rodillas, ella lo separa, toma su vestido y se va al baño, yo me empecé a vestir, él me decía ¿ya se acabó tan rápido?, le dije si por mí ya fue todo no puedo más, Ella salió del baño, y nos dijo que bárbaros que cogida me dieron, no puedo ni caminar, le dije a ella él quiere más, no perdóname pero estoy muy cansada vamos a sentarnos a platicar le serví otra cuba a él, al rato Ella se quedó dormida en el sillón, le dije a ayúdame a llevarla a la cama, mientras yo destendía la cama, la recostó y me preguntó si la desnudábamos, asentí con la cabeza, le sacamos su vestidito quedó desnuda, la contemplaba y decía está preciosa, que suerte tienes le dio un beso muy tierno en los labios, salimos de la recamara vio la hora 4.45 am. Es muy tarde, me decía muchas gracias no sabes lo feliz que me hiciste.
Han pasado dos semanas, la llama frecuentemente, para saludarnos, mi esposa súper cariñosa conmigo cogemos con mucha pasión muy seguido, le hablo para que ella lo alcance a otra ciudad en dos meses y ella está más que contenta por ir.


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