Un grito en la oscuridad

Mindy estuvo disfrutando de una noche de fiesta con varios amigos, con 18 años estaba en la edad de los sueños y de las ilusiones, toda su vida era color de rosa y no pasaba por su mente la sospecha de que en pocos minutos la vida le iba a cambiar por completo.

Franco era un ser huraño que rondaba los 30 años en los cuales había vivido una vida vacía, era adicto a varios tipo de drogas tenia varias estancias en la cárcel la mayoría por robo en pequeña escala. Principalmente robaba apenas lo necesario para comprar droga y jamás se arriesgaba mucho pues aparte de todo era un ser cobarde, a menudo vagaba por las calles recurriendo a la caridad de la gente para no tener que verse en la necesidad de arriesgarse robando. En su ultima estancia en prisión, Franco conoció a un tipo de muy mala calaña apodado el “Chucky” , con solo 22 años el chucky era un delincuente a gran escala el cual debido a la fealdad de su cara su única manera de conseguir compañía femenina era pagándola o robándola y le platico a Franco algunas de sus “faenas”, las cuales por cierto estaban por costarle muchos años de encierro. Franco no reparo en eso y solo resumió en su mente la forma como el chucky le relató que disfrutaba de las violaciones.

Mindy tuvo la mala idea de regresar caminando a casa la cual distaba solo diez cuadras, el camino le era familiar pero jamás lo había transitado a esa hora, debido a las bebidas se sentía demasiado alegre y no tuvo el tino de percatarse de que el mal acechaba. La noche era calurosa y Mindy llevaba un ligero vestido, sin sostén y con una tanga tipo hilo dental y tacones. Había recorrido la mitad del camino y vio a un hombre a la distancia, al parecer otro caminante nocturno en camino a casa, aun así al estar mas cerca de el cruzo la calle para no topárselo de frente, el tipo siguió por la misma acera y cuando estaban casi a la misma altura de la calle, repentinamente cruzo la calle y antes de que pudiera reaccionar la aprisiono con sus brazos.

Esa noche para Franco era una mas de las muchas que había vivido, sin ningún oficio en la vida vagaba a menudo solo, confundiéndose en la sombra de la noche, ese día había logrado vender lo que robo y consiguió la droga necesaria para pasar una noche de “loquera” una botella de ron complementaba los “víveres” para su solitaria fiesta. Después de un tercer cigarrillo forjado con dos diferentes tipos de droga y con media botella de ron en su cuerpo, escucho a lo lejos un taconeo. Se asomo por entre las tablas que tapaban la ventana de la casa abandonada en que se resguardaba y vio una silueta femenina acercarse tambaleante, decidió salir a su encuentro dispuesto a todo, de ultimo momento la chica se cruzo la calle y Franco para no atemorizarla siguió adelante como si nada y en el momento propicio se abalanzo sobre ella y la atrapo.

Mindy, presa del temor y de aquel hombre que tenia el reflejo del mal en sus ojos estaba paralizada, un extraño escalofrió recorrió su espalda y solo fue capaz de exclamar un grito de auxilio que rápidamente fue ahogado por la mano de aquel hombre sobre su boca.

Franco ataco a su presa por sorpresa conciente de que era la mejor manera de someterla, sin muchos problemas la repego contra la pared y cuando ella intento gritar le tapo la boca y en seguida extrajo una navaja de su bolsillo y la acerco a la cara de su victima para convencerla de que si no cooperaba la podría pasar muy mal.

Mindy vio la hoja afilada y puntiaguda cerca de su mejilla y el temor la venció por completo, lentamente se dejo llevar por su captor al interior de una casona vacía y oscura. En el camino aquel individuo había manoseado sus partes intimas hasta dejar al descubierto uno de sus senos por lo cual no tenia ninguna duda de las intenciones de aquel hombre, su instinto le decía que debía escapar pero su mente estaba paralizada por el miedo y no era capaz de hacer nada solo temblar y llorar.

Al interior de la casa Franco intento tirarla al suelo y Mindy en un supremo esfuerzo se resistía por lo cual Franco coloco e hizo presión con su arma sobre el cuello de Mindy quien al sentir la afilada hoja querer desgarrar su piel se dejo caer completamente abatida. Con su cuerpo boca a bajo sobre el sucio y maloliente piso sintió a su victimario apoyar su cuerpo sobre el suyo, la mano áspera y brusca recorrió su pierna hacia arriba y levanto su vestido dejando al descubierto sus nalgas, quería gritar pero aun la mano de Franco tapaba por completo su boca, con su mano libre la intento retirar mientras sentía como su ropa interior era cortada por la navaja de Franco. Como pudo separo un par de dedos de encima de su boca y con toda el alma grito por ayuda, rápidamente Franco cubrió una vez mas la boca de Mindy y tomándola fuerte de los cabellos puso la hoja de la navaja sobre la mejilla y la frente de Mindy al tiempo que le prometía que si lo volvía a hacer le rebanaría el cuello.

Mindy vio la hoja de la navaja a un par de milímetros de su ojo, Franco la jalaba del cabello hasta provocarle un dolor intenso y tensaba su espalda arqueándola grotescamente, sentía el aliento alcohólico en sus narices y escuchaba la decidida voz resonar en sus oídos que le amenazaba, se resigno a su futuro y dejo de luchar. Franco al sentir que su presa renunciaba a la lucha empezó a disfrutar de su triunfo, acaricio los pechos, las piernas, la espalda, pero sobretodo las nalgas. Jamás en su vida había sentido una piel tan delicada y fina en sus manos su excitación aumentaba cuando escuchaba el llanto quedo de Mindy. Cuando se hubo cansado de manosear a la chica empezó a desabrocharse el pantalón, Mindy levanto la cara y en sus ojos desorbitados de terror su mirada suplicaba un poco de compasión pero sabia que esta no llegaría. Franco libero su miembro y lo puso sobre las nalgas de Mindy quien al sentir que la violación estaba por suceder retorció su cuerpo y manoteo sin éxito. Franco casi reía al sentir los débiles forcejeos de Mindy y se excitaba mas por eso, metió su pierna por entre las de la chica y las separo, tomo su miembro y lo guió hasta la virginal entrada de la chica, apenas sintió que estaba en la posición correcta lanzo una embestida bestial que desgarro el himen de la chica y fue a depositar su verga hasta el fondo.
Mindy sintió la brusca invasión y un dolor tan terrible como nunca antes había sentido, todo su cuerpo se tenso y aunque quiso no pudo pronunciar sonido alguno, el grito se ahogo en su boca y solo dejo escapar un ligero gemido. Su vagina le ardía como si tuviera dentro una candente barra de acero, sentía el calor de su sangre entre sus piernas y como la verga de franco laceraba y lastimaba su cuerpo y su maltrecha personalidad. Franco estaba disfrutando como nunca, sentía la estrechez y el calor de esa vagina alrededor de su miembro y sentía también esa fresca y juvenil piel a disposición de sus manos, la droga en su cuerpo lo había insensibilizado y arremetía con fuerza dentro de su victima para sentir mayor placer.

Mindy sentía que llevaba horas en esa tortura aunque habían pasado apenas unos minutos, el peso de aquel cuerpo sobre el suyo casi no la dejaba respirar y aunque aun sentía dolor ya no era tan fuerte. Sintió a su verdugo acelerar los movimientos y se horrorizo al pensar que terminaría dentro de ella, reanudo la lucha y volvió a retorcerse tratando de liberarse y de esta manera solo consiguió acelerar el trance y Franco termino entre grandes bufidos de placer.
Ya todo estaba hecho, Mindy sintió el calor de la leche de franco en su interior y totalmente abatida se dio a llorar a con lamentos apenas audibles, Franco recupero un poco el aliento y soltó el cabello de Mindy, lentamente se dejo caer a su lado, admiraba el cuerpo de la jovencita que lloraba sin fuerzas y sintió lastima por ella, fue un sentimiento que duro apenas un par de segundos y luego se levanto para recoger un par de pastillas psicotrópicas que se le habían tirado, recogió también la botella de ron y salio perdiéndose en la noche.

Mindy siguió llorando y sintiéndose tan sucia como el piso en el que estaba…