Llevaba una vida sexual normal pero poco a poco descubri lo que realmente me gustaba.
Relato
Termine la universidad y empeza a trabajar en una organizacóon donde al cabo de unos años había escalado algunas posiciones teniendo a mi cargo una gerenecia dentro de la empresa. Este puesto me permitia tener buenos ingresos y darme ciertos gustos como todo joven que empieza por la vida. Frecuentaba por las diferentes night club donde podia tonar unos tragos y conocer a diferentes chicas. Una vez por semana terminada llevandome a una chica al hotel y poder hacer de todo lo que uno se imagina. Lo que mas me ecxitaba de estas chicas de la noche era su forma de vestir con tacones altos, minifaldas y medias de nylon, pero sentia que faltaba algo mas por vivir.
Mientras esto ocurria, en la oficina habia una secretaria de otro departamento que siempre venia a mi oficina para recoger algumos documentos con mi firma, recuerdo que era casada, simpatica de contextura delgada y que siempre a pesar del unforme usaba la falda arriba de la rodilla. Un dia entro a mi oficina y le dije que bien olía y que su perfume me emocionada demasiado asi que le dije si la proxima vez usaba ese perfume, yo no respondia de lo que podia pasar.
A la semana siguiente, entro a mi oficina derramando el aroma que tanto me ponia a mil, por lo que le dije que recordara lo que yo habia dicho si volvia con ese olor y solo atine a agararle la mano y llevarla al baño de mi oficina dejando la puerta abierta y recostándola en la pared y acercando mi cara a su cuello para oler tan delicioso aroma. Empeze a oler todo su cuello y senti como ella no era ajena a esas caricias por lo que acerque mi boca a su boca y me correspondio con un beso profundo,. Termine abrazandola y trayéndola hacia a mi, pegándola para que sienta todo mi cuerpo. Recorrí su curepo con mi mano hasta tocarle las medias de nylon e iba subiendo por sus piernas y por debajo de su falda hasta que me di con la grata sorpresa que usa portaligas con lo cual me puse a cien y empeze a sobarle por encima de su calzón y jugeteando con su pubis. Para no levantar sospechas la deje ir en ese momento.
La siguiente vez que la vi, me disculpe por mi conducta y le dije que no volveria a pasar, sabiendo ademas que ella era casada, pero me contó que no estaba bien con su marido. Asi que ibamos avanzando cada vez más, no solo besos sino que además toques y le dije que se quedara hasta tarde y que volviera a la hora de salida cuando todos se hubieran ido. La espere y toco mi puerta, apenas entro me avalanze sobre ella besándola y tocándola por todos lados y metiendo mi dedo en su cuquita, la cual estaba totalmente mojada.Termine follándomela en el sillon de mi oficina.
Dos o tres veces por semana se quedaba después de hora para que me la culiara en mi sillon, le quitaba toda la ropa y siempre usaba portaligas y se la metia con todo.Le ponia las piernas al hombro y para poder penetralrla profunadmnete, despues ella me cabalgaba, yo sentado en el sillon y ella encima moviendose cono un alocada, gemía y disfrutaba. Hasta que en una ocasión la puse boca abajo y la penetre y empezé a meter mi dedo en su culito y el dije que podia probar y sin ningu reparo que dijo que si. Empeze a metérsela por el culo y le gustaba tanto que hacia el perrito en todas las ocasiones y se la metia por el culo la sacaba y la metia en su vagina lo que conocemos como la puntada del zapatero por que se la metia arriba (culo) y abajo (vagina), abajo y arriba.
Los siguientes meses quedamos de encotrarnos a la salida cerca de la oficina, la recogía y nos ibamos directo al hotel a culiar por dos horas, era muy ardiente y le gustaba que se la meta por el culo también. En la oficina nos cuidabamos y cuando ella iba a mi oficina me sobaba el pene y me la chupaba rapidamente para que nadie nos sorprendiera.
Asi pasamos todo un año hasta que la promovieron y se fue a trabajar a otra compañia del grupo.
Por lo que otra vez saliendo de la oficina muy tarde pase por una avenida y volví a ver a “Lita”, le dije que vayamos a un lugar mas tranquilo. Esta deslumbrabnte, alta estilizada, siempre arreglada, olía muy bien y se arreglaba muy bien. Llegamos a su departamento y me hizo subir con ella. Era chico pero bien arreglado, pasamos a su cuarto y empezamos con caricias y besos hasta que nos desvestimos y tendidos en la cama sentia como se sentaba enxcima mio y me masajeaba con sus piernas en movimientos circulares. Era grandiosa, se echo a mi lado y pude sentir como su pene iba creciendo y cuando me lo estaba chupando, empeze a acaricir por encima de su diminuto calzón ese pene que me tenía loco. Terminamos haciendo un delicioso 69 sintiendo como su lengua jugaba con mi glande. Me puso boca abajo me besaba todo el cuello, la oreja y bajo a mis pezones, que cosa mas divina sentir como te besan y juegan con tus pezones, siguio bajando me chupo la verga, las bolas y hasta el borde de mi ano. Me dijo que me tocaba a mí y trate de hacer lo mismo. Cuando paso las caricias me puso boca abajo y me empezó a prepararme con su dedo lubricado y finalmente me penetro lentamnete hasta que se acostumbro mi ano y siguio con movimientos circulares y después un mete saca rapido que me hizo venirme. Desde ese dia soy bisexual, por que me gustan las mujeres, pero disfruto cuando estoy con “Lita”
Yadira y yo que me llamo Luis, llevamos varios años de casados, pero no nos consideramos una pareja común y corriente, ya que desde que éramos novios nos dimos cuenta que tanto ella como yo somos personas de mente abierta, ella no se considera dueña de mi cuerpo, ni yo tampoco me considero dueño del suyo, por lo que si nos place en algún momento llegar a tener relaciones con otra persona, las disfrutamos abiertamente, sin que por ello el amor que nos sentimos mutuamente se vea lesionado o disminuido. En ocasiones tanto ella como yo también le damos rienda suelta a nuestras fantasías, con la completa colaboración tanto mía como de parte de ella.
Relato erótico enviado por narrador el 13 de March de 2011 a las 21:45:11 - Relato porno leído 120893 veces