Un hecho que cambio mi vida IV

A pesar de tener encuentros ocasionales con bellos travestis, me seguían gustando las mujeres y siempre que veía una oportunidad sea en el trabajo o con alguna nueva amistad no dejaba pasar el momento y terminaba culiando a una bella chica. Ellas coincidían en que yo era muy discreto, ameno y que les hacías gozar más que con sus parejas, porque siempre me preocupaba de que gocen y llegasen al orgasmo antes que yo terminara.

Luego de varios años me trasladaron a las oficinas principales en el País del Norte, país
De las oportunidades y es ahí, donde realmente empieza mi vida más placentera.

Después del periodo de adaptación y vivir en una gran ciudad, uno empieza a conocer las costumbres, sitios, lugares y demás de cómo la gente de ese país vive y lo que hace para divertirse.

Lo primero que llamó mi atención es que son muy complacientes con todo tipo de género, es decir no importa tu orientación sexual, siempre y cuando no llegues al escándalo. Lo pude comprobar cuando después de trabajar íbamos a algún club para tomar unos tragos y a veces a bailar. En estos lugares ves a parejas del mismo sexo compartiendo y también pues ver a travestis que se pasean libremente.

En las oficinas no pueden discriminarte por tu orientación sexual, así que aprendes a vivir con Lesbianas, homosexuales declarados y no declarados y todos estos visten de diferentes formas a pesar que en algunas oficinas el estilo es formal pero muchas veces te das cuenta por el tipo de ropa que llevan.

Otras de las cosas increíbles es que puedes sin ningún reparo comprar cualquier tipo de prenda femenina sin que nadie te mire de forma rara, piensa que es para tu esposa, novia o pareja. También lo puedes ordenar online y te lo envían a tu casa.

Comento todo estos detalles porque es así como empecé a adquirir por fetichismo prendas de mujer. Empecé con ropa interior comprando en el Mall en las grandes tiendas por departamento que ofrecen sexy lencería. Después seguí con los zapatos de tacos altos y por ultimo con medias de nylon que se auto sujetan al muslo. No podían faltar las minifaldas de todo tipo, seda, rayón, jean, etc.

Me vestía como hobbie, solo para admirarme como me quedaban las prendas. Muy pronto descubrí que me gustaba sentirme como una mujer cada vez que me vestía por lo que empecé a perfeccionarme. Decidí rasúrame todo el contorno de mi pene pero quería ser lo más parecido a una fémina; así que me depilé todo el cuerpo usando cremas especiales que te ofrecen en cualquier tienda donde vende productos de belleza. El sentir mi piel suave y libre de vellos me excitada cada vez más.

En cuanto a mi rostro, primero emparejé mis cejas para que se noten uniforme sin llegar a depilármelas completamente. Compre maquillaje y fue aprendiendo poco a poco como usar y que debería usar. Base, blush y rubor para las mejillas. Delineado y sombras para los ojos. Coloretes y gloss para los labios. Esmalte para las uñas y los mas importante cremas para el cuerpo.
Mi cuerpo por ser de contextura delgada fue fácil trabajarlo para empezar a tener forma.
Sólo tomaba agua y comía lo necesario para que las calorías sean las requeridas por mi organismo. A pesar que me gustaba comer no repetía mi plato favorito por qué, ese plato adicional no te alimenta sino lo que hace es que va directamente a engordarte.
Los ejercicios de cintura y piernas me ayudaron a tornear y moldear aun más mi figura y asemejarla a una chica.

Lo único que no podía cambiar era mi cabello por que aún trabajando para una corporación no podía llamar la atención de que estaba empezando a llevar una doble vida.
Ejecutivo de día y una ansiosa travesti de noche. Me compre diferentes pelucas y aprendí a ponérmelas.

Después de esta transformación, pude conectarme a diferentes grupos en internet y sitios web donde puedes encontrar a crossdresser, travestis, tgirls, shemales y admiradores de todos estos tipos. Al comienzo solo chateaba y luego me vestía y con cámara conectada podía ser observada mientras que chateaba con alguna amiga y/o amigo online.

Al conocer personas como tú, preguntas donde hay un sitio en tu ciudad para poder salir vestida y disfrutar. Todos te animan y te dan consejos.

Finalmente, me decidí salir vestida y frecuentar uno de estos bares amigables a Chicas como yo.

Cuerpo delgado, lencería fina, medias de nylon, tacones altos de 5, minifalda y pelucas rubia eran mis prendas favoritas. Mi primera salida como Monique fue divertida y llena de satisfacción porque fui a un club un viernes donde daban un show de DragQueen, que son Chicos vestidos de mujer pero exageradamente maquilladas y vestidas. No conocía a nadie y me puse en la barra y ordené un trago llamado “Sex on the Beach”. Pasaron varios minutos y tenía un hombre que me miraba y me dijo que me invitaba un trago. Le dije que sí y empezamos a charlar. Me sentía fascinada ya que todos me trataban como una mujer.

Todo esto se fue haciendo costumbre hasta que después de cierto tiempo de estar saliendo como Monique y conocer a gente en diferentes web sites cambió mi forma de vida de convertirse en un hobbie a empezar a disfrutar del sexo libremente.

Me acuerdo que mi primera experiencia fue con un hombre que conocí en el club al que iba y luego de unos tragos, me dijo lo linda que estaban y lo que bien que me quedaba lo que traía puesto y el perfume que desprendía lo volvía loco. Cada vez se acercaba más y rodea su brazo por mi cintura y me atraía hacia su pecho, luego empezamos a besarnos y sentí como su mano jugaba por debajo de mi minifalda yo usaba un hilo dental y el acariciaba mis glúteos, era delicioso sentir una mano que te haga sentir electricidad.
Me propuso ir a su departamento y yo lo seguí en mi carro.

Al entrar nos sentamos en su sala y me ofreció un trago lo que le dije que no porque tenía que manejar. Después de besos y caricias me agarró la mano y me llevó a su dormitorio, se quito la ropa y tenía una pinga, polla, verga como quieran llamarla divina. Comencé a mamársela y juguetear con mi lengua la punta de su redonda cabeza.
Saque lubricante y me puse en mi agujero y empezó a penetrarme, cacharme, follarme, como quieran llamarlo suave pero con ritmo y me hizo delirar de la emoción. Al cabo de una hora de mete y saca se vino en mi ano con lo que me fui al baño me limpié y me vestí.