un jeke hambriento

La madre Marjorie 37 años, trabajaba junto a su hermano en una pequeña industria de colchones donde ella cocía las fundas de estos. El hermano cortaba los colchones y ella los encerraba en sus costuras. El jefe un muchacho joven de unos 22 años de nombre Leo exigente en el trabajo, pero buen jefe en su trato.

Un lunes Marjorie le comunica a su jefe que su hermano Jon está enfermo y por dos días no vendrá el jefe le dice entonces tendremos que ingeniarnos sin tu hermano, ayúdame y cortaremos nosotros dos colchones de stock duro que nos han solicitado urgente y le haces sus fundas, ese día Marjorie andaba con tacones alto y una diminuta falda, cada vez que se estiraba sobre la espuma, su vestimenta se recogía y mostraba sus deliciosas nalgas y sus diminutos calzones. Sorprende a su jefe mirándole sus muslos y no ayudando con la espuma y le dice, ayúdame con la espuma y después te muestro mis piernas…, me contesta hasta los calzones de acuerdo…, y ayuda finalizado el corte ella dice haré las fundas y Leo dice falta algo que prometiste… muéstrame tus piernas, la madre Marjorie se ruboriza y sofoca mirándolo a los ojos, este dice estoy esperando que cumplas…, Marjorie abochornada se recoge la falda y mordiéndose ahogada le dice recuerda que soy mujer casada con hijas… hermosas piernas dice su jefe y te diré que son de primera y si me permites tocarlas y recorrerlas un premio de cinco mil… Marjorie siempre necesitada de dinero le dice que sean diez mil y te permito que me recorras entera.

Aún no terminaba de hablar cuando siente las manos de su jefe sobando sus nalgas con una mano y abriendo su blusa soba sus senos con la otra…, de la boca de Marjorie salen unos ahogados gemidos de aprobación, las manos de su jefe se mueven por su cuerpo excitándola, se arrodilla y bajando sus calzones besa su vagina e introduce su lengua saliendo a su encuentro un activado clítoris, se entretiene unos minutos en ella sacando gruñidos y jadeos de pasión de la boca de su empleada.

Marjorie ni se entera cuando es acomodada sobre las espumas sin calzones y sin blusa con sus senos meneándose al aire y sus piernas abiertas reciben sobre su cuerpo el cuerpo de Leo, este busca con su pene dilatado, abultado y grueso la entrada de su vagina, cuando Marjorie quiere oponerse a la penetración ya tiene medio pene escarbando y dilatando sus carnes vaginales por este miembro.

Como la poseen con maestría y fuerza siente ese pene en su matriz escarbando mas profundo que donde escarba su marido dilatándola hasta hacerla doler, ella desesperada abre sus piernas y su boca solo gime y gruñe entusiasmada con las duras penetraciones que este macho da contra su vientre, siente como este semental acelera sus penetraciones y sabe que serán llenadas sus entrañas de leche y semen del potro que la tiene ensartada, no son gotas de semen como riega su marido aquí son ríos de semen vaciándose en su vientre llevándola a un delicioso orgasmo que entrega al macho, abrazándolo y acariciándolo con pasión.
Se quedan retozando y acariciándose una media hora y luego en posición cucharita recibe nuevamente las inyecciones de semen en su vientre entregadas por su fiel macho, su jefe.

Desde esa fecha Marjorie recibe las caricias y espermas de su jefe en su vientre a lo menos una vez a la semana y a veces dos, este mes recibió por diez días las vehementes empotradas de Leo en su vientre sacando de esta hembra gemidos y resuellos de placer y llantos de gozo al ser agraciada por este bestial pene.

Jubila por edad y enfermedad el hermano de Marjorie y esta pasa a cortar las espumas y lleva para que aprenda el sacrificio del trabajo a su hija

Sandra una chica que se sentía incomprendida, era la hija menor de 17 años como fuera quería perder su virginidad, pero con placer y mantenerse en su desempeño galopando con amor, cariño y placer…, esto le contaba a su hermana mayor de 20 años casada con un hijo que la había llevado apresuradamente a este matrimonio del cual ella ahora se arrepentía, pero ya estaba mal casada. Su hermana trataba con sus palabras llevar a su hermana a buen criterio diciéndole como se sufría en ese momento que debería ser de gloria y ella era tratada peor que una puta… Sandra la miraba, pero no la comprendía.

Sandra llega a trabajar a mi empresa y cree que es un baile de modelos, venía con una blusa apretada con un soberano escote que se veía ese maravilloso valle que creaban sus senos, una mini falda que si se agachaba mostraba sus calzones de amplio despliegue que con el andar se movían vislumbrándose unos maravillosos muslos, en verdad era ver a su madre nada mas que con varios años menos, a sus 17 años solo soñaba que era deseada por los hombres y que deseaba le contaba a su hermana perder lo mas pronto su virginidad eso si que quien la invistiera lo hiciera con amor , cariño y destreza obligando a su cuerpo a entregar sus orgasmos el elixir del placer al ser penetrada… sueños le decía la hermana, pero ella seguía deseando eso.

La madre Marjorie se fija en como miro a su beba y me dice, parece que esta chica te excita, cuidado es mi hija y si la deseas te saldrá caro si no sabes complacerla, por que es una idealista del amor…

Le contesto, es verte a ti a esa edad me imagino que serías igual a ella… si me dice, pero no era idealista sabía que los hombres solo querían aparearme para su satisfacción personal sin importarle mis sentimientos. Te contaré que copulé con tres antes de casarme con el idiota que me casé, hoy me arrepiento, pero es tarde, lo único bueno que me ha sucedido es haberte encontrado a ti por que si me satisfaces y me enloqueces al estar contigo apareándome. Eso que después de casada he probado varios penes mas…

Esa tarde ayudo a las mujeres a ordenar las espumas y con la última caemos arrastrada por ella piso sobre la espuma debajo mío queda Sandra. Su tibio calor emanado de su cuerpo, el perfume y sus cercanías me excitan,

Me mira a los ojos y me dice estas excitado por mi aproximación te contaré que yo estoy caliente, al llegar y verte, saber que eres dueño de esto mas mis deseos que tengo ahora por entregarme a un macho, pero está mi madre y yo ardiente en brazos de un hombre…, y me besa en mi mejilla eso me desespera y la beso en la boca, nada dice y no me rechaza, mas aun se apega mas a mi cuerpo sintiendo como mi pene esta alzado y alborotado por su enardecimiento al sentirla entre mis brazos y casi encima de ella apoyada en la espuma… la madre ve el cuadro y sabe lo que vendrá diciendo voy al baño y vuelvo… al salir su madre se estira sobre la cama de espuma riendo y tirando de mí caliente y ella ardiente…, nos acariciamos diez minutos y ambos desesperados nos besamos como locos…, de pronto ella se detiene y me dice… si mi distinguido jefe no es capaz de cubrirme ahora nunca lo harás, y se suelta sus ropas sacando sus blusa quedando desnuda, Dios casi me desmayo de impresión ¡que mujer!... ¡que senos!…, no demoro en desnudarme y en subir su mini falda a su cintura sacando su calzón, ambos nos seducimos en la espuma , amorosamente ella lleva mi alzado miembro a su entre piernas abriendo estas para acomodarme entre ella mientras mi pene comienza a penetrarla… que sensación mas exquisita, en eso llega la madre y me murmura al oído mientras mi pene era acariciado por los pliegues de la vagina de su hija, entraba en su entrañas…, satisfácela bien o te pesará dice la madre y toma la mano de su hija…, como se arqueaba y agitada ardiente de pasión Sandra aferrada a la mano de su madre, rindiéndose a mi cuerpo, me movía sobre ella en una loca carrera para llenarla de semen que producirían mis testículos… Sandra se arquea y apretándome fuertemente al tiempo que clama con un rugido en mis oídos soy tuya, tomas mis orgasmos son tuyos…, inundando el canal donde mi pene realizaba sus movimientos y al sentirse mojado acelera sus movimientos mientras Sandra gemía y lloraba excitada por el coito, casi destrozaba los dedos de la mano de su madre ardiente de pasión, deja escapar chorros de semen en su matriz esta dama… no aguanto mas y deshogo mis testículos inundando las entrañas de esta chica que grita y gime de pasión en brazos de su madre que la acaricia y su mano derecha me toma mi mano y la introduce entre sus piernas, me dice que ambas mujeres están llegando a un delirio de pasión por este apareamiento… una con mi pene en su matriz y la madre con mis dedos en su vagina acariciándole el clítoris.

Descansamos unos minutos y ambas mujeres me besan en mis labios, me estaban sellando un acuerdo de que ambas serían mis amantes con la condición me dicen de que sea solo de ellas, ellas me consolarían siempre de mis necesidades corporales carnales amorosas.

Llevan trabajando conmigo ya un mes ambas mujeres, me falta tiempo para dedicarme a mis tareas del trabajo, por que si no es la madre la que clama y rezonga con mi pene entre sus piernas satisfaciéndose con mi pene, es la hija la que me ha excitado y no se detiene hasta estar bien mojada por mi espermios y agotada por sus orgasmos.

Sandra comenta con su madre que aquí falta su hermana Lucía, debería estar trabajando y gozando junto a nosotras y no mordiéndose de rabia por su destrozado matrimonio…