Un masaje

Bueno comenzaré por contarles , qu mi nombre es Iván, vivo en la zona central de Chile, a 90 Km de Santiago. Todo comenzó en una sala de chat, me llamó la atención su nick, que decía, Masaje. Como era de mi misma ciudad entramios a conversar, me contó que era masajista, su mombre era Eduardo, y vivia en una localidad cercana a 10 minutos de donde yo estaba. Hablamos de nosotros , me preguntó en que trabajaba, le conté que mi trabajo era pesado y que estaba sometido a un intenso estress, a lo que él, me ofreció sus servicios de masajes, la verdad es que en ese momento yo no disponia de dinero para cancelarle sus servicios, y se lo hice notar, pero él me dijo que le gustaba su trabajo y se quería me atendia gratis, por ser la primera vez. La verdad es que soy asiduo a los relatos eroticos y siempre me he calentado, con las lecturas, sobretodo de gays y lesbianas, aunque soy Hetero, me gusta leer este tipo de relatos, me caslinetan muchisimo y me ponen a mil. Volviendo al tema de los masajes, accedí a su invitación, tomé una ducha, ese día estaba muy helado y recuerdo que llovía mucho, mis nervios hacian que el frio acrecentara en mi, llegué a la dirección señalada, muy nervioso, dudé en golperar a su puerta, pero ya estaba ahí, y lo lógico era continuar. cuando abrió la puerta, salió un tipo normal con una polera corta y pantalon paracido a un pijama, era un tipo normal de 1.80 de estatura unos 75 kg, unos 35 años, bonachón, nos saludamos y me invitó al segundo piso de su casa , donde en una habitación tenía una camilla , música de relajación encendió uns inciesios y me pidió que me quitara la ropa y quedara solamente en slips, tapandome la cintura con una pequeña toalla, la verdad es que en ese entonces tenia unos nudos por todo el cuerpo y la razón del masaje era solamente descontracturante, pero el hecho, me ponia muy nervioso, cuando me puse boca abajo en la camilla cerré los ojos, y sentí como colocaba aceite en mi espalda, comenzó masajeando mi cabeza y cuello, sentí una gran sensación, luego siguió por mis hombros y mi espalda, sus manos producian placer y dolor, cuando continuó en las piernas, yo ya estaba en las nubes, subio por mis muslos y mi placer se acrecentaba y mi pene se aprisionaba en la camilla, cada vez que sus manos, pasaban por mi entrepierna, ese momento se hacia eterno, el lo notó, y me dijo si me molestaba el slip, podia sacarmelo,a lo que accedí, sólo quedé cubierto con la diminuta toalla, continuaba con su masaje y mi erección era a full, llegó el momento que tenia que voltearme y quedar boca arriba, solo cerré los ojos, no quería mirarlo, mi erección levantaba la toalla y sentía verguenza, masajeo nuevamente mi cuello y hombros, volvió a mis piernas y comencé nuevamente a sentir ese placer indescriptible, con los ojos cerrados sentia sus manos en mi entrepierna, las abrí un poco, sus dedos rozaban mis testiculos, su antebrazo golpeaba mi pene, estaba en la gloria, la toalla, ya no estaba sobre mi vientre, de repente sentí su mano en mi pene, era la primera que un hombre acariciaba mi pene, yo no quería abrir los ojos, solo quería que ese momento de placer no acabara, luego sentí mi pene humedo, abro los ojos y lo tenía en su boca, que sensación más rica, no lo podía creer, luego se acercó nos besamos, abrazamos y comenzamos una especia de roces de nuestros penes , nos masturbamos mutuamente, tuvimos sexo oral, era algo desenfrenado, mientras afuera llovía intensamente, no hubo penetración, solo pequeñas punteadas que nos daban mucho placer, era mi primera experiencia de ese tipo y la estaba disfrutando al máximo, fué todo muy rico, estuvimos cerca de 2 horas, un llamado interrumpió nuestra sesión, una clienta estaba por llegar, n quedaba más que irse, nos despedimos y aunque he tenido la intención de volver a su casa, nunca he tenido el valor para hacerlo. Espero volver a encontrarlo en la sala de chat.