Lo que me sucedio en ese viaje es de no creer pero aun lo recuierdo
Relato
Esto se remonta a mis joviales y viriles 20 años, me encontré con un hecho nuevo. En mis continuos viajes desde Mendoza a Buenos Aires, siempre muy aburridos. Subí al al tren Libertador - a las 23.00hs- unos minutos antes de la salida. Como siempre puse mi bolso en la parte superior del asiento y me ubiqué en mi lugar sobre la ventanilla. Sin mucho para hacer me dormité un rato al abrir los ojos, con el tren en marcha, la vista se recreo descubrí a mi compañera de asiento, que estaba por ocupar el asiento La miré displicentemente. Era una señora de unos 40 años, de esas que se describen como interesantes con buena figura, buen cuerpo, lolas importantes, elegante para vestir y un perfume francés que embriagaba. Pidió disculpas y se sentó en su lugar. Me acomodé sobre al ventanilla, donde pude concluir mirar que tenia aparte de un buen cuerpo, unas piernas que eran un toque distinción, aparecían por los tajos de su pollera abierta al costado era larga pero ajustada, que marcaba sus caderas y permitía valorar el culo que tenia.
Trascurría el viaje, el aroma de perfume cada vez mas embriagaba mis sentidos, mis mentalmente con mis jóvenes 20 años, se incentivaban cada vez mas con la consecuente e incipiente erección se manifestaba.
Como la luz era tenue, para dormir en la semipenumbra, acomodé mi verga de manera más o menos ostensible y me acomodé sobre la ventanilla (como diciendo: no quiero rozarla, disculpe). Mientras podía mirar y admirar a esa hermosa mujer. No dormía, sus ojos vivaces no se perdían detalle de lo poco que podía verse dentro de un vagón oscuro. Simulé dormir con mi mano apoyada sobre mi verga que estaba erecta. Pude darme cuenta que mi vecina miraba mi bulto medio incomoda por la situación. Llegamos a una Estación de pueblo, donde hubo una pequeña detención, me despierto miré a mi vecina, sonreí y comencé a entablar conversación.
Todo comenzó a tornarse mas ameno, nos dimos nuestros nombres, y datos filiales, ciudad en fin lo protocolar, viajaba a Bs. As. Por razones profesionales abogada, casada, con hijos de mi edad , Note que no despegaba con disimulo su vista de mi verga que seguía en forma erecta y por su tamaño, sobresalía de mi pantalón, lo recalcó por que creo que estaba algo excitada, de trato amable, una vos sutil, me calentaba cada vez más comenzó a acercarse en su conversación, al tiempo de conversar por cuestiones en mi forma de ser, me apoyaba en su brazo y mantenía mi mano con firmeza y ella se dejaba tocar. Cuando partimos nuevamente, mi mano quedaba sobre su antebrazo y ella quieta no movía un músculo. Como atrevimiento apreté su mano y ella la mía. fue el detonante, para atreverme a avanzar en una locura, de un atrevido como yo
Tomé la manta, cubrí desde la cintura para abajo, casi la mitad del cuerpo de ella, creo que capto mi intensión, estiró la manta y se cubrió completamente desde la cintura a sus rodillas.
Sus manos estaban bajo la manta a la altura de su monte de Venus, en una actitud pasiva.
Yo, bajo el cobertor, busqué su mano y la tomé. La acaricié y ella devolvió la caricia con un apretón fuerte sobre mi mano..La tomé, con el dorso de mi mano acaricié su abdomen y ella, se replegó contra su asiento, abrió las piernas y cerró los ojos.
Comencé a buscar el hueco de su pollera abierta para llegar a sus intimidades. Ella abrió las piernas y me permitió acceder hasta sus bombachas, estaban mojadas. Acaricié sus labios mayores y ella suspiraba. Esquivé los bordes y entré a su monte de Venus, se notaba al tacto, cubierto por una tenue capa de vellosidad, estaba depilada me acerqué a sus oído y le dije “hermosa concha tenés. Ella, sin abrir los ojos contestó: te gusta? aprovéchala. Acaricié su clítoris, y ella suspiraba. Besé el lóbulo de su oreja, comencé un juego erótico, que la puso a punto de estallar, no dejo de manotear, mi poste, el que sobaba, mientras yo aplicaba todas, mis manos en los lugares, mas sensibles, ya en una situación limite quería penetrarla, y le dije: anda al toilette que te sigo, vamos a estar mas cómodos. Obediente se levantó fue al toilette y salí rápidamente. La alcance antes de un suspiro nos metimos al baño de discapacitados es el menos usado, siempre, trabe, y en una desesperación de ambos, por el tiempo acotado, Acomodó sus pendas alzo la pollera, saco su tanga, baje mi cremallera, y salio, mi muñeco, el que manoteo, se sentó en el inodoro, lo comenzó a chupar pegándome una mamada fenomenal, como estaba por venirme, la saque y apoyada contra la pared. Me coloque detrás y comencé un mete y saca fenomenal, sus gemidos, y eran excitantes, tanto fue el frenesí de ambos, que desbordamos en una venida estrepitosa, sus explosiones, me dejaron palmado, largue tanta leche que parecía interminable.
No lo deje así a medias, fui por mas, y ella estaba presta a seguir, nos olvidamos de todo.
Volví con mis dedos mientras nos besamos a fondo, a Jugar con su clítoris, ella entro nuevamente a suspirar y a gemir sin perder tiempo, me senté en el trono y luego la hice sentar sobre mi pinocho, comenzó a subir a bajar mientras le apretaba sus senos mordía su cuello, y lóbulos, no tardaron la llegaba a orgasmos cortos, uno detrás de otro. Mi verga estaba empapada de sus flujos, seguía en el goce que le producía estar sobre mi columna de carne y ella, después de un rato volvió a venirse, cuando se compuso un poco del torbellino, viendo que no había acabado, tomo mi pene en su boca y me dio una chupada que termino unos escupitajos de leche, que se esparcieron por todo su rostro.
Con lña suerte que nadie interrumpió, nuestro hermoso polvo, acomodamos nuestras apariencias, la hice salir primero y luego de un rato, Salí yo, así volvimos a nuestros asientos, eran las 03.00 AM, no se había aplacado, se fuego, de pasión que había brotado en forma casual, la besé, ella mordía mi labio inferior. Mientras me decía “Divino macho, sos divino. Acabé como loca es hermoso sentir tu virilidad. Gracias. Me besó y volvió a besarme. Ya estábamos, ampliamente satisfechos se acomodo en su lugar como una señora que es, dijo descansemos que mañana es otro día.
Dicho y hecho. Me dormí como un angelito. Cuando desperté entrábamos a la Terminal. La miré, ella me guiñó un ojo y dijo en voz alta: buen dia joven, durmió bien? yo contesté como de compromiso y me fui al toilette a higienizarme. Cuando estaba saliendo. Estaba parada junto a la puerta y no me dirigió ni la mirada. Fui a mi asiento a buscar mis bultos y desde allí la miraba: (pensé es una mujer hermosa y experta, quizás algún día la vuelva a ver). Por la ventanilla observe, que alguien se acercó a ella a recibirle el bolso. Se besaron con un beso en la comisura de los labios y salieron rumbo a las Escaleras. Yo, tomé mi campera y saliendo del bolsillo, encontré su tarjeta profesional con todos sus datos y al dorso estaba escrito (Pasé un muy buen momento. Quisiera repetirlo).
No podía creer, la alegría me embargo, era impensable, cosa que me llevo a llamarla para encontrarnos. Así lo hicimos repetidamente.-
Es la historia de como mi suegro poco a poco me fue seduciendo y como termine en brazos de el hasta que me enamore y tuve que terminar con el y de como despues de 4 años nos volvimos a encontrar ayudandome en una situación.
Relato erótico enviado por Anonymous el 31 de August de 2010 a las 00:12:22 - Relato porno leído 123132 veces
Quinto relato de la saga, continuación del relato “Follando con dos compañeras de trabajo”. Estoy de nuevo aquí para seguir relatando las peripecias sexuales que tuvieron lugar después de la gran follada en el despacho de Debla. La siguiente historia se desarrolla en una pequeña habitación de un local de intercambios de parejas.
Relato erótico enviado por ELMORROCHO el 06 de July de 2009 a las 14:00:24 - Relato porno leído 47221 veces