una amante para mi marido

Daniela era una chica de 19 años que venía en busca de un nuevo futuro en la ciudad, llego a mi casa por recomendaciones de una amiga quien había conocido a su familia. Yo necesitaba alguien que ayudara en casa y ella necesitaba un trabajo y un techo. La cite a mi trabajo para hacerle una pequeña entrevista, cuando llego quede sorprendida, para tener 19 años su cuerpo era muy formado. Lindas piernas hermosa cintura, sus pechos grandes, y muy hermoso rostro. Apenas la vi pensé en mi esposo, aquella mujer sería una tentación para el estando en casa. La admire por un momento y quizás ella pensó que me sentí perturbada por su cuerpo ya que se notó muy nerviosa. Le hice algunas preguntas y le explique de que se trataría su trabajo en casa, ella me expuso que estaba dispuesta a trabajar que era de muy poco salir, no era de mucho beber, y que solo necesitaba un lugar donde quedarse. Esa tarde la lleve conmigo a casa aun m esposo no llegaba de trabajar.
Le esplique cuál era su cuarto y le mostré la casa, la deje en su habitación arreglando sus cosas y le dije que iría a descansar un poco a mi cuarto que mi esposo estaba por llegar, me he podido quedar dormida por el agotamiento y cuando desperté me levante exaltada pensando que habría pasado con la chica, cuando llego al comedor veo a mi esposo sentado en la mesa cenando y ella estaba sentada a un lado conversando con él, así que ya se habían conocido.
Cuando mi esposo y yo fuimos a dormir le pregunte que le había parecido la chica y me dijo sinceramente que estaba muy hermosa, su forma de expresarse despertó mi morbo y le pregunte si le gustaría estar con ella. Me dijo que si, y comencé a pensar en ello. Le dije que si se daba la oportunidad tratara de seducirla y viera si accedía, me parecía excitante que fuera ella la amante de mi esposo, y así fue, mi esposo la fue seduciendo hasta que la chica comenzó a coquetear con él y a mi eso me excitaba mucho, ella creía que yo no lo notaba y por mi parte me hacia la desentendida aunque mi esposo me contaba en detalles sus pequeños roses y juegos de palabras en mi ausencia. Una noche le explique a mi esposo que quería verlo estando con ella y así lo planificamos.
Un dia llegue temprano a casa y pase directo a mi cuarto y le dije a Daniela que estaría durmiendo porque me sentía mal que no me molestara. Cuando mi esposo llego pude escucharlo, al rato me repico al celular con mucho cuidado Salí de mi cuanto y él estaba con ella en la sala como habíamos quedado, ella estaba sentada en el sofá y el cerca de ella vi como el se le acercaba a hablarle cada vez mas cerca y de repente su mano estaba en sus piernas, ella cargaba un shors muy corto se lo había colocado con toda intención para provocar a mi esposo, el metió su mano entre el shors y ella no protesto, a contrario lo beso. De pronto aquello que veía eran caricias y apretones desenfrenados, aquella mujer le tenía muchas ganas a mi marido. La desnudo y su cuerpo desnudo era hermoso, unas nalgas provocativas unas tetas grandes y ricas y allí estaba el disfrutando todo aquello con su lengua en su vagina, ella tirada en el sofá solo podía gemir y yo con ganas de estar allí pero aun no era el momento. El acariciaba esas ricas tetas y las apretaba, se fue sobre ella y su pene muy erecto toco sus labios. Allí la tenía. A la chica de servicio dándole placer. Por unos minutos ella le comia el pene a mi esposo. luego él la coloco de espalda en cuatro y le acariciaba su culo mientras la penetraba, la muy sucia lo estaba disfrutando. casa vez lo hacia mas rápido y mas duro ella no podía contenerse de gritar hasta que se retorcio con aquel orgasmo mi esposo rápido saco su pene y lo puso en sus nalgas allí acabo. Ella se dio vuelta y le termino de exprimir el pene a mi esposo con su boca. Algo preocupada luego comenzó a vestirse, yo antes de que pudiera verme volvi a mi habiatacion. A poco rato llego mi esposo con una sonrisa y me pregunto- ¿Qué te ha parecido? Me ha encantado ven y ahora lo hacemos tu y yo. Aquella tarde me hizo el amor y yo no dejaba de ver aquellas imágenes de la sala. Cuando fuimos a cenar ella estaba allí con su cara muy sínica tratando de ser tan amable conmigo y al mismo tiempo haciéndole miradas a mi esposo. Yo dentro de mi pues complacida de lo que vi y pensando como provocar otro encuentro pero esta vez estemos los tres... así me toque embriagarla le voy a morder esos pezones jajaja