me di cuenta que me gustaban las casadas, pero una en especial era tan hermosa como fiel al esposo
Relato
Hola ¿como están? Los conocí hace un tiempo y aunque me parecieron una página curiosa no llegaba a comprender las historias que contaban ciertas personas.
Hace un tiempo me levante una mujer casada y terminamos en un hotel donde cogimos durante un rato, la pasamos bien pero lo curioso sucedió después, cuando comenzó a hablarme de su esposo sin parar. Al principio me sentí incomodo, pero de a poco me fue excitando mucho la idea de tener en la cama una mujer de otro hombre y termine cogiendola con una calentura terrible.
A partir de ese día coger mujeres casadas o comprometidas se convirtió prácticamente en mi obsesión. Me cogi algunas, por ejemplo una vecina con la que nos matábamos en la terraza mientras el esposo veía la televisión dos pisos mas abajo, pero todo termino cuando otra vecina nos descubrió y ella temió que se enterara el marido.
Siempre me ha ayudado mucho en esta cuestión ser alto, con el físico cuidado y principalmente el tamaño de mi pene, calzo muy bien, las mujeres rápidas no tardan en caer.
Pero aunque a muchos les parezca extraño descubrí que es muy complicado levantarse algunas mujeres casadas. Las hay directamente imposibles y otras casi imposibles. Al notar el trabajo que me causaba cogerme esas señoras y el placer que sentía al oírlas gemir al ser cogidas por mi me hice adicto a esas esposas, las fieles.
En mi trabajo hay una, mariel, que me enloquece, seriesita, casada hace poco mas de un año: castaña, bastante alta, con una cola que se mantiene firme y en su medida pese al casamiento y unas lolas enormes y tiesas que me pierden. Confieso que me he masturbado pensando en ella. Trabaja en la empresa y se la nota contenta pues el ambiente de trabajo es bueno. Siempre he sido cortes con ella, incluso he intentado ir un poco mas a fondo, pero siempre con su sonrisita de compromiso pone rápidamente los limites y no pierde oportunidad de hablar de su magnifico esposo. No soy el único que le tiene ganas, Seba un compañero también sueña con sus tetas y a partir de hablar de las ganas con que le partiríamos ese culo nos hicimos muy amigos y compinches. Nos prometimos que si alguno logra cogerla nos contaremos todos los detalles a fondo. Mientras nos contamos nuestros levantes ocasionales.
Paso todo el año y no pudimos acceder a mariel, cualquier broma subida de tono o chiste en doble sentido basta para que ella con una sonrisa abandone la conversación, ni que hablar de intentar alguna propuesta o invitación, trame muchos planes pero todos fracasaron.
Para celebrar la finalización del año la empresa organizo una fiesta, a la cual asistimos todos los trabajadores sin las respectivas parejas en un salón fuera de la ciudad. La fiesta fue muy buena, completa, muchas bebidas y lo mejor: gratis. La música, el lugar muy bien. Bailamos mucho con todos los compañeros, no perdí tiempo en apoyarme un poco a mariel, que estaba hermosa con su pequeño vestido y muy alegre, aunque reservada como siempre. Nos divertimos mucho y tomamos todos por demás. Bailando reague con una compañera, ya borracho, comencé a imaginarme una noche con ella y me concentre en levantarla. Cerca de las cuatro de la mañana estaba yo hablando con ella en un sector reservado cuando me interrumpe Seba: - Mariel vino con su jefe que parece se fue con alguien y ella no tiene con quien volver, voy a tratar de llevarla yo. Me olvide de todo y me prendí de Seba. Ni loco se la iba a llevar él solo, le dije que iba con ellos. El no quería pero lo convencí con la excusa de que con lo seria que es mariel no iba a aceptar ir en el auto con un tipo sola, distinto era si se trataba de un grupo de amigos.
Mariel estaba muy alegre pero con ganas de irse, nos ofrecimos llevarla y acepto al instante, creo que fue debido a que varios compañeros estaban bastante cargosos con ella. Fuimos hacia el playón de estacionamiento, que estaba alejado del salón y oscuro, se nos sumo otra compañera, me di cuenta que mariel ya no podía caminar derecho, había tomado mucho y la tuvimos que ayudar. Prácticamente echamos a la otra chica que se volvió en otro auto. Entre risas y risas mariel nos dijo que subiéramos los hombres adelante en el auto que ella iba en el asiento trasero sola.
Así lo hicimos, nos sentamos adelante. Encendimos la radio y comenzamos a charlar con ella haciendo chistes y bromas cada vez mas zarpadas. Riendo e intentando entender las cosas que le decíamos nos pidió que la lleváramos rápido a su casa porque la esperaba el esposo y se sentía muy borracha. Nosotros la convencimos de quedarnos un rato más allí hasta que se le pasara la borrachera porque si no su esposo se iba a enojar. - Es verdad mi pobre angelito si me ve así me mata. Decía y se reía con ganas.
En tono de broma le dijimos que cuando estaba bailando era un volcán en llamas y ella respondió que si. Seguimos hablando como se conversa con una mujer borracha y entramos en temas sexuales, al rato Seba le pregunto si para ella el tamaño era importante y ella riendo contesto: - No, para nada. - Decís eso porque tu esposo la debe tener chiquita. - Que no. - Que si. Que hay que ver con que comparas, que cuales conocía, risitas vergüenza de ella y en un instante intentando parecer graciosos, primero yo y enseguida seba estábamos en el asiento trasero con ella.
- Chicos mi esposo me esta esperando en casa. Dijo riendo. -Bueno pero antes conta como la tiene tu esposo. Mientras ya disimuladamente ambos la acariciábamos y ella intentaba sacarnos de encima. Seguimos diciendo que el esposo de una chica tan bella la debía tener grande. – O se le pone grande cuando te ve, como a nosotros. Ya estábamos al palo y como si fuera parte de una broma primero mostramos nuestros bultos, cada vez mas mimosos con ella, después la bragueta un poco abierta… y en un acto de locura saque mi pija afuera, totalmente erecta y le dije: - Mira como me pones a mi.
Ella se asusto: - Seba pedile que guarde eso por favor soy una chica casada, vamos que hoy están muy borrachos. No podíamos dejar pasar la oportunidad. - A mi me pasa lo mismo cuando te veo. Dijo Seba y saco su pija. Mariel miraba para otro lado y cada tanto de reojo veía si la habíamos guardado. -No puedo creer que sean tan zarpados! Grito. Le dijimos que si no nos respondía si eran mas grandes que la de su esposo no las guardábamos y termino respondiendo que si que eran mas grandes. Le seguimos preguntando y ya al borde del llanto nos dijo que mucho mas grandes, pero que basta, que si estábamos locos y le respondimos que ella tenia la culpa de nuestra excitación.
Empezamos a jugar con ella, estaba sentada entre ambos y le dimos besos, caricias, le preguntamos varias veces si sentía nuestra dureza y mientras trataba de controlar nuestras manos contesto que la había notado realmente pero que era una mujer casada y fiel. Le dijimos que su esposo no estaba allí y la culpa era de él por no cuidar a una diosa como ella y siendo tan joven y linda no contaba como un engaño. Ella ya estaba seria pero se notaba que se estremecía al mirarnos, no se si por miedo o por ver nuestros tamaños que de verdad son importantes. Sin más volvimos a decirle lo mucho que nos excitaba, lo buena que estaba, que nos dejara tocarla solo un poquito, cuando en realidad ya le estábamos manoseando hacia un rato sus lolas, duras como yo las había soñado. Ella estaba asustadísima.
Le dijimos que no podíamos llegar a casa en ese estado, que necesitábamos desahogarnos. Ella dijo que no podía engañar a su esposo pero nos entendía y éramos chicos muy lindos. Esto termino por darnos confianza y comenzamos a pedirle que nos tocara solo un poquito mientras la acariciábamos. Dijo que se odiaba por haber tomado tanto esa noche y nosotros le respondimos que la amábamos que por favor nos ayudara. Agarramos sus manitos y las colocamos en nuestras entrepiernas, pudiendo sentir ella claramente nuestros miembros muy, muy duros. Se quedo paralizada, con sus ojos casi cerrados y con nosotros besándole los oídos y el cuello, no hizo nada, sólo trataba de apartar sus manos casi temblando, estaba paralizada sintiendo nuestras pijas. Guiándola con nuestras manos comenzó a tocar nuestras pijas. Le preguntamos qué tal las sentía y ante nuestra insistencia y al borde de un ataque de nervios contesto que muy duras como un fierro. Le dijimos que nos la estaba acariciando muy bien, que los agarrara más fuerte, los apretara, la ayudamos, le tomamos su mano y le marcamos el movimiento. Mientras seguimos amasando sus tetas cada vez más fuerte y comenzamos a bajarle las tiras del vestido y correrle el corpiño para poder disfrutarlas más. Sus pezones eran duros y erectos.
Ella mantenía los ojos cerrados y comenzó a gemir muy despacio y cada tanto interrumpía los gemidos con un: -no... Soy casada… mi marido me espera…
Yo estaba en el cielo. Tan borrachos y ardientes comenzamos a meter mano por debajo de su falda. Mariel nos pidió que no siguiéramos que ella nos terminaba con la mano, pero su voz se entrecortaba con sus gemidos…
La situación era deliciosa, con la falda de ella en la cintura comencé a acariciarle la tanga. La oscuridad y el alcohol jugaban un papel importante. Cada -No, de ella iba acompañado de un suspiro, sentí su entrepierna calentarse. Seba comenzó, imagínense que incomodo en el asiento trasero del auto, a bajar hasta su tanguita, correr mi mano, su tela y comenzar a besarle la argolla. Esto la sobresalto e intento incorporarse, pero yo la agarre fuertemente. Hablándole al oído sin dejar de tocar sus lolas le pregunte si antes había tocado una verga más dura que la mía. Ella solo negaba pero con una voz casi inaudible, ante mi insistencia termino respondiendo que no, pero que por favor paráramos. La terminamos de acomodar casi acostada con nosotros a sus costados para que seba pudiera saborear su rajita. Ella quedo entonces casi a la altura de mi pene y le pedí que me lo mamara. Me respondió que era una señora y no haría eso por nada del mundo, que me conformara con su masturbación. La deje hacer mientras iba acomodando su boca frente a mi pija y una vez en posición la empuje hacia adentro, creo que apenas alcanzo a decir algo y se la metió en la boca mientras yo intentaba guiar sus movimientos. De a poco ella comenzó a succionar, fue cuando seba se incorporo y se acomodo para metérsela. Por propia iniciativa, le pidió que no se la cogiera que podía mamàrsela, tal vez pensando que si lo hacia acabar todo terminaría, pero seba tenía otros planes. Le corrió el vestidito y se la comenzó a acomodar, ella solo decía que no, pero no ofrecía resistencia, lentamente como para no lastimarla pero sin detenerse seba la empujo hasta el fondo. Ella se quejo fuerte, cuando ya la tenía bien penetrada, le hizo a un lado el cabello y comenzó a besarme el cuello bombeándola. Esto la dejo sin defensa. Comenzó a gemir mucho más fuerte y aproveche para colocar mi pija en sus tetas.
Mientras ella trataba inútilmente de no disfrutar la situación, nosotros victoriosos le hablábamos: “Al fin con unas vergas de las buenas”. Dentro de la incomodidad del coche la acomodamos en distintas posiciones y mientras uno se la cogia el otro la tocaba e intentaba meterle la pija en la boca, aunque el poco espacio no ayudaba para encontrar la posición. Seguimos así unos minutos y continuamos diciéndole: “le gusto la ensartada a la señora”, excitándonos por ser una mujer casada y extendiendo la burla a su marido: “no te estaban dando de verdad, pobre. jaja! Ahora si conociste machos de verdad, Pijudos!”
Cuando estábamos por acabar y recién allí ella volvió a hablar y nos pidió que no le terminemos dentro. Aprovechamos la excusa para acabarle entre las tetas, la boca y ensuciarle todo el vestido que a esa altura estaba todo enrollado en su cintura.
Esta fue mi mejor cogida a una casada difícil, devuelta a su casa nos suplico llorando que no fuésemos a contar nada. Se lo prometimos, pero es imposible no contar algo así. Ahora estamos intentando convencerla que no renuncie al trabajo ya que tenemos esperanzas de volver a cogerla. No se que hara. Por ahora esta de licencia. Yo me siento irresistible y cada día disfruto más de las casadas difíciles.-
Le subí completamente su falda abriendo sus piernitas exquisitas, inicie a mamarle sus piernas cada centímetro de ellas hasta que llegue a su zona vaginal todavía cubierta por su calzón, con mi boca muy lentamente le fui retirando el calzón hasta que le vi por primera vez su vagina hermosa, la cual estaba súper mojada de sus flujos vaginales, ella comenzó a gritar de placer y fue más cuando tome un poco de crema de chantillí aplicándole en toda su raja vaginal, con esto empecé a comerle el coño.
Relato erótico enviado por Anonymous el 25 de September de 2009 a las 17:28:48 - Relato porno leído 234375 veces
Llegue al bar y estaba Sebastian esperandome, me vio y no sacaba su vista de mi cuerpo, lo salude con un beso muy cerca de su boca para hacerle los ratones, inmediatamente me pregunto si no queria ir a su departamento (era del padre que se lo habia dejado encargado por unos dias ya que estaba en Chile). Le dije que bueno y subimos a su auto- Llegamos a su departamento y cuando entre hice un movimiento sexy con mi culo.....
Relato erótico enviado por gatitacelosa el 04 de April de 2012 a las 23:28:46 - Relato porno leído 201933 veces
Si te ha gustado una casada que me volvia loco vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:58) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF Ariel Yan
(11 de August de 2009 a las 05:44) dice:
Eso cómo pudíeron disfrutarlo, aprovecharse de una mujer que no estaba en sus cinco sentidos, equivale a poseer a un discapacitado, pobres de ustedes.
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