Una cogida inesperada

Tenía que terminar la auditoria en una semana, además de los costos de estar una semana en el extranjero yo quería regresar a casa. Las atenciones eran buenas, el Gerente de la filial me había facilitado vehículo y hospedaje en un hotel cercano, no había como perderme, así que solían dejarme trabajando hasta casi media noche desde el primer día. Contiguo al edificio se encontraba el estacionamiento, en un predio al que los trabajadores accedían por la calle, salvo el Gerente quien tenía una salida directa, la cual había puesto a mi servicio; me presentó al encargado del edificio y le dijo que estuviera a mi disposición para abrir la puerta, que además el encargado del estacionamiento vivía en una casita al fondo del predio, que le hablara para poder salir porque cerraban a la seis de la tarde.
El tercer día estaba cansado y el trabajo ya había avanzado, así que decidí salir como a las diez de la noche, todo estaba cerrado y oscuro, salvo las luces de los pasillos. El guardia abrio la puerta al estacionamiento y me dirigí a la casa del cuidador del estacionamiento al fondo del predio, había una luz, la puerta medio abierta y una televisión grande encendida, empuje la puerta y oí la ducha, así que pregunté por Max, pero me respondió una voz femenina que me dijo: Pasa adelante y sientate que Max salio un momento ya viene.
Me senté y vi que estaba corriendo una película porno de las fuertes, en la misma habitación una cama impecablemente arreglada, en la mesa una botella de aguardiente, unos vasos aún vacíos, adelante un plato con un encendedor y un porro recién envuelto.
Aquella situación era un tanto incómoda, pero me detuve por el cansancio en la comodidad de la silla dispuesto a esperar, ya estaba emocionado viendo la película de tres hombres contra una colegiala, cuando oí que se cerro la ducha y la puerta del baño se abría, salio una joven alta con unos pechos de excelente tamaño que se notaba eran implantes, envuelta en una toalla y otra en la cabeza.
Me pare para salir de aquella habitación y le dije yo espero afuera no tenga pena, pero me detuvo por la mano y me dijo no te muevas, quedate sentado, no te preocupes, si quieres sirvete un trago, que Max ya no tarda en venir fue por unas botanas, pero seguramente ya cerraron la tienda y tuvo que caminar hasta el servicio nocturno que está un poco lejos.
Me senté nuevamente y sirvió un trago, pense que se lo bebería pero me lo ofreció diciendome, mira para que no te aburras mientras viene, yo no tengo llave del porton, pero si quieres salir la puerta peatonal está abierta. De nada me sirve tengo que sacar mi auto.
Pareces entretenido con la pelìcula.
Si está muy fuerte y emocionante. Se sentó en la orilla de la cama secándose el pelo mirando la película, yo me le quedé viendo y lo noto, entonces me dijo: ¿Quieres preguntarme algo?
No, no tengo por que preguntarte nada, dije en tono un poco seco.
No te preocupes tienes duda de mi, no te hagas el desentendido. Ya se que te da pena preguntar, pero si quieres saber me puedo quitar la toalla. No me di cuenta hasta que sentí en la garganta lo fuerte del trago que me había servido, parecía lija, tosí y se rió.
De pronto se incorporó y parada frente a mí se quitó la toalla diciendo, esto querías saber.
Obviamente tenía una enorme tranca relajada. Yo balbucee no era necesario, soltó una carcajada diciendo mira tu estas excitado y en ese momento vi que tenia una erección tremenda.
No te hagas dijo acercandose a mi. No tuvo que decir nada más, en un impulso de curiosidad y calentura, tome con mis manos su enorme pene flácido y le dije en tono sarcastico, mira nomás, eres un hombre. De nuevo solto una carcajada, me tomo de las manos y me puso de pie quitándome el saco, diciendome estas muy tenso, vamos a ponerte cómodo. Como autómata me deje desvestir y en unos breves instantes estaba desnudo, se sentó y me empezó a chupar el pene. No sabía que pensar o no quería hacerlo, así que alcance la botella y servi medio vaso que tome de golpe.
La lleve a la cama, tenía una expresión muy femenina, era algo distinto, le besaba sus senos, estaban deliciosas, estaba impresionada por sus implantes, se podían ver las venas azules alrededor de sus bubis, a no ser por las pequeñas cicatrices, era difícil notar que no eran suyas.
Tenía unas nalgas muy redondas que empece a acariciar, le dí vuelta para poner mi verga en su canal trasero, mientras le agarraba las tetas, olía sabroso, le mordia el cuello y cuando baje mi mano pude sentir que tenía una erección tremenda, era una tranca bestial, no la veía pero la podía sentir, gruesa y larga, estaba completamente depilada(o).
Antes de darme cuenta, estabamos en un sesentinueve diferente, nunca lo había hecho así, con mucha comodidad nos atendíamos nuestros penes con la boca, yo pasaba la lengua por su ingle y podía sentir los pequeños rastros de vellos rasurados, un olor diferente, le besaba sus huevos a un lado de su enorme verga, no me habría imaginado aquello, pero estaba estupendo, ponía mi barbilla sobre su pelvis, donde nace el miembro, y ví que aquella tranca era mas larga que mi cara.
Sentí un jalón hacía atras y me hormigueó la espina dorsal cuando me paso la lengua en el agujero de mi culo, suspendí toda actividad para sentir como, sin ningun remordimiento, introducia su lengua en mi ano. Era una sensación exquisita, me incorporé hasta el alcance de mis brazos para que siguiera haciendolo, sentí como me llenó de saliva el agujero, pasaba la lengua por todos lados y pegaba sus labos contra mi hoyuelo.
Recuperado de aquellas sensaciones me apresté a seguir mamando, la verga casi no me cabía en la boca pero yo la quería tragar toda, hacía mi mejor esfuerzo por introducirla pero apenas llegaba a la mitad. No sentí en que momento entro Max, tuve noticia de el al sentir que subía a la cama atrás mío, estaba desnudo con el pene completamente erecto, lo apunto a mi esfinter y pasando sobre la cara de Johana lo empujo hacia adentro. Sentí de nuevo un escalofrío y para mi sorpresa, se deslizó suavemente en mi interior, estaba con mis brazos estirados, ignoro la razón pero levante mi cabeza completamente hacia atras, y con los ojos cerrados sentía como, con muchisima suavidad y precisión aquel pedazo de carne penetraba mis entrañas, es una sensación deliciosa, muy diferente a los aparatitos con los que algunas veces jugaba con mis parejas. Parecia que me estaba explorando, yo me interne en mi cuerpo y el dolor que sentía al estirarse mi ano para dar cabida a semejante leño, acrecentaba mi placer. Quería que me partiera el culo y de hecho estaba sucediendo, sentía como toda esa carne caliente me penetraba centímetro a centímetro, lo metió a fondo y disfrutaba tenerlo casí a la altura de mi estómago, hasta que mis nalgas sientieron el placer de toparse con su pelvis, fue un climax sin orgasmo, sentí a un hombre pegado a mis nalgas. NO saabía que podía disfrutar tanto de una relación tan extraña.
Cuando Johana se metio mi pene en la boca, pude darme cuenta que había perdido mi erección, que aquella nueva sensación había anulado cualqueir otra.
Max se detuvo manteniendome la verga a tope, me abrazaba con fuerza como si quisiera entrar más en mi, yo estaba inmovil, disfrutando con mi ano.
De pronto senti la lengua de johana que pasaba de mis huevos a los de Max. Por un momento tuve lucidez y pensé, que hago yo aquí fuera de mi país en esta casucha dandole el culo a un guardian de estacionamiento, pero aquel pensamiento me fue arrebatado cuando comenzaron las embestidas y cada centímetro de mi piel se erizaba de placer, sentí como me empezaba a salir semen y también un poco de orines con cada arremetida. Nunca me había pasado aquello, pero esa verga tan grande me sacaba un poco de orina con cada embestida, Johana estaba metida abajo de nosotros, así que empece a mamarle el pene, en ese instante me surgió la duda si el que tenía entre mis nalgas sería mas grande aún que el que tenía en mi boca, no sabía, no lo había podido ver. No sentí entrar a Max y me percate de su presencia a mi espalda y cuando ya estaba apuntando aquel cañon a mis nalgas.
Con el inmenso placer de tener tanta carne en mi culo, me empece a mover como bailarina, es increible, ni yo sabía que podía hacerlo, movia mis caderas en circulos. Bueno eso intentaba porque casi no lo podía hacer, no quería que aquello parara, ya mi semen había salido casi todo empujado desde atras por semejante tolete, Johana fue la primera que tuvo un orgasmo, pues yo le chupaba y masturbaba muy fuerte, me llenó la cara de leche y me comí la que pude, yo creo que estaba muy caliente viendo de cerca como me partía el culo aquella tranca.
De pronto sentí como Max se aferraba a mi cuerpo abrazándome fuerte y metiéndo su verga hasta más no poder, yo sentí una presión en el pecho y no se, pero me vine simultaneamente, sentía adentro los estartores del tieso riel en mi interior, al mismo tiempo que tenía un orgasmo diferente, suelto y fuerte, suelto porque sentía todos mis esfínteres relajados, abiertos y al mismo tiempo los destellos en los ojos y la explosión en la base del cráneo.
No había terminado mi orgasmo y sentí como aquel leño salía de mi hoyo, sentía como se deslizaba hacia afuera y como le seguían fluidos que no lograba identificar, pero igualmente no me importaba.
Pense que me había cagado, pero no fue así, tenía el culo abierto y lo que me corria era el medio vaso de leche que Max me había depositado muy profundamente.
Me bebí otro medio vaso de aguardiente puro, me sente mientras me vestía y ellos acostados en la cama, me decían, ojala no te vayas, si quieres podemos organizar otra fiesta antes de que te vallas, además no te apures mucho que tengo que quitar llave al porton para que puedas sacar tu coche.
Bueno fueron sensaciones distintas, el viernes regresé, y de eso hace más de una año, no ha pasado nada, todo regresó a la normalidad. Pero la verdad ansío que me envíen de nuevo a aquella filial y encontrarme nuevamente con Max.