Acudí a la consulta médica por unas molestias en los genitales y la doctora me hizo un tratamiento sexual de choque
Relato
Aunque gozo de buena salud a mis 42 años, decidí acudir a la consulta del médico por unas molestias en los testículos. Estábamos en pleno verano, con mucho calor y la gente en la playa, en la piscina o de vacaciones, porque no había nadie. La puerta estaba abierta y no vi al doctor de otras veces, sino a una chica joven y preciosa, de veintitantos años. Llevaba la bata abierta que dejaba ver una falda cortita y una camiseta de tirantes con mucho escote. No se le veían los pezones por muy poco.
- Adelante -me dijo-. Soy la doctora Solano. Estoy sustituyendo al titular, que está de vacaciones. Dígame qué le ocurre.
Le expliqué todo con pelos y señales y me pidió que me desnudase y me echase en la camilla. Así lo hice. Ella me cogió el pene y los testículos sin siquiera ponerse guantes. Del manoseo la verga aumentó de tamaño y se puso como una estaca.
- ¡Vaya! Ya veo que está como un toro. Y dígame, ¿las molestias las tiene siempre o solo cuando eyacula?
- Pues no estoy muy seguro -respondí.
- Vamos a probar, relájese.
Empezó a frotar suamente todo el miembro viril, acariciándolo desde la base hasta la punta.
- Voy a provocarle una eyaculación para ver cómo reacciona.
- Necesito algún estímulo más, si no voy a tardar mucho, doctora -le dije queriendo aprovecharme de la situación.
- ¿Cómo puedo ayudarle?
- Si me deja que le toque las piernas, las tiene muy bonitas, y parecen tan suaves...
Accedió amablemente. Mientras acariciaba sus muslos, la doctora seguía frotando lentamente mi polla y también los huevos. A veces deslizaba su mano hacia el interior de mis muslos. Yo mientras tanto continuaba ascendiendo con mi mano hasta encontrarme con sus braguitas.
- Estas braguitas parecen de calidad. ¿Podrías enseñármelas? -le pedí con total atrevimiento.
- Bueno, si te vas a excitar con ello... -me respondió tuteándome también y quitándoselas. Eran pequeñitas y de color verde claro. Me las puso encima y siguió masturbándome lentamente, sin prisas. Yo le volví a meter la mano por debajo de la faldita, acariciando sus muslos, largos y excitantes. Subiendo, subiendo, llegué por fin a su coñito, tierno, con pelitos pero muy cuidado, los labios hinchaditos y el clítoris grande y carnoso. Le pasé los dedos por la rajita repetidamente hasta que finalmente se los fui metiendo en su interior. Parece que le gustaba mucho, porque paraba a veces su mano mientras daba pequeños gemidos. Poco a poco se le fue poniendo el coño húmedo, de los gemidos pasó a los jadeos y de los jadeos a los gritos porque finalmente se corrió.
- ¡Oye, que me has puesto cachonda! Creo que vamos a dejar lo de la masturbación y vamos a probar con un coito. Me la vas a meter y me vas a echar un polvo, a ver si tienes molestias.
Se quitó la bata, luego la faldita y también la camiseta. Como estaba delgadita, se subió a la camilla y se metió mi polla en su vagina. Nos pusimos a follar frenéticamente. Sus tetas, levantaditas y preciosas, se movían como flanes. Yo le tiraba pellizcos de los pezones, lo que la excitaba enormemente. Cada vez que se los pellizcaba se corría. Yo luchaba por no correrme, quería estar follando con aquella preciosidad mucho más tiempo, pero la muy putilla se movía magistralmente, mi largo y grueso chorizo entraba y salía de su excitadísimo coño.
Aguanté hasta que se corrió diez veces. Mi palo estaba duro como el pedernal, la leche pugnaba por salir. Finalmente no pude aguantar más, reventó la manguera y le llené el chumino de leche caliente. Tanta leche tenía que le rebosó el coño y se llenó de semen la camilla. La muy guarrilla se sacó mi verga y se puso a chuparla hasta dejarla bien limpia. Luego pasó su lengua por la camilla y la dejó tambien reluciente.
- Bueno, ¿has sentido alguna molestia? -me preguntó mientras se ponía las braguitas.
- Creo que no - le contesté -, pero me gustaría asegurarme, doctora.
- Te voy a dar cita para mañana. Vente a partir de la una, que ya no hay nadie, y probamos de nuevo...
Es la historia de como mi suegro poco a poco me fue seduciendo y como termine en brazos de el hasta que me enamore y tuve que terminar con el y de como despues de 4 años nos volvimos a encontrar ayudandome en una situación.
Relato erótico enviado por Anonymous el 31 de August de 2010 a las 00:12:22 - Relato porno leído 123262 veces
Quinto relato de la saga, continuación del relato “Follando con dos compañeras de trabajo”. Estoy de nuevo aquí para seguir relatando las peripecias sexuales que tuvieron lugar después de la gran follada en el despacho de Debla. La siguiente historia se desarrolla en una pequeña habitación de un local de intercambios de parejas.
Relato erótico enviado por ELMORROCHO el 06 de July de 2009 a las 14:00:24 - Relato porno leído 47243 veces
Le pregunte a mi esposa cuando tenia sexo con ella que sentia cuando la cojia por......y para algo me sirvio la pregunta.
Relato erótico enviado por Anonymous el 24 de October de 2008 a las 23:50:00 - Relato porno leído 46343 veces
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Por eso dedica 30 segundos a valorar Una consulta muy excitante 1.
Recaredo Rey
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
pelado45
(28 de September de 2012 a las 01:23) dice:
Que Doctora tan preocupada por su paciente ademas que pedazo de calentura que tenia Sos un GENIO Recaredo Te felicito Un abrazo katebrown
(18 de October de 2022 a las 21:53) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:18) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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