Una de las cosas que más me indigna, es cuando escucho que a una mujer, por acostarse con cualquier hombre, la llamen puta. Mientras que ellos por acostarse con cualquier mujer, se dicen a mucha honra, machos.
Relato
Bueno no es que yo sea una santa precisamente, pero sabiendo eso, me cuido mucho con quien me voy a la cama, aparte de mi esposo. Que al igual que la mayoría de sus amigotes, piensa que cualquier mujer, que se acueste con otro hombre, que no sea su marido es una puta, sin importar las circunstancias que generen eso.
Yo recién me había enterado de una de las tantas infidelidades de Martín, mi esposo, precisamente con una de mis, y que mejores amigas. Estaba endiablada, pero a la vez me sentía sumamente frustrada por no poder vengarme. Tanta era mi rabia, que hasta Jaime mi peluquero, y ocasionalmente mi amante se dio cuenta, aunque yo estoy más que consciente que Jaime es bisexual, mejor dicho aunque es gay, no desprecia la oportunidad de acostarse con una mujer.
Bien, Jaime me preguntó que me sucedía, y no tuvo que insistir mucho para que yo soltara la lengua, y a medida que me escuchaba, cerró la puerta de la peluquería, bajó las cortinas, y continuó lavándome el cabello. Sus manos comenzaron acariciar al principio mi cabellera, pero lentamente la fue bajando por mi nuca, y él sabe muy bien que eso me desarma, así que a los pocos minutos ya me encontraba desnuda, sentada con mis piernas bien abiertas sobre la butaca, dejando que mi amante me besara intensamente entre mis muslos, chupándome mi clítoris y acariciando mis senos.
Después de hacerme disfrutar de un sin número de orgasmos, cuando enfiló su miembro entre mis nalgas, no me pude negar, sentí dolorosamente como poco a poco su herramienta fue entrando dentro de mi cuerpo, pero por dé tras. Al tiempo que una de sus manos se incrustó dentro de mi vulva, haciéndome disfrutar de una de las relaciones más ardientes y morbosas que he tenido en la vida. Por lo que estoy convencida que a Jaime, lo que le gusta realmente son las relaciones anales, sin importarle si es con un hombre o una mujer. El sentir como una y otra vez me apretaba intensamente contra su cuerpo, como su cosa entraba y salía de mis nalgas, me desarmaba, mientras que yo buscando sentir un mayor placer, restregaba mi apretado culito contra la verga de él de manera incesante.
Después de hacerme todo aquello que le dio gusto y gana y que tanto placer me produjo a mí, tengo la mala costumbre de caer en una especie de depresión al sentirme culpable por haberle sido infiel a mi marido. Pero cuando Jaime me preguntó cómo me sentí cuando me enteré que Martin se había acostado con Yaneth mi supuesta mejor amiga. Se me quitó la depre como por arte de magia, y le dije que mi mayor deseo era el vengarme de él, de ella ya me había ocupado, cuando hice correr la vos de lo que había hecho entre el resto de nuestras amigas, y por arte de magia, todas la excluyeron, ya que si había hecho eso con mi esposo siendo yo su mejor amiga que dejaría para el resto de las chicas.
Como a la semana cuando nuevamente me encontraba en la peluquería de Jaime, me preguntó si aun deseaba vengarme de mi marido. De inmediato le respondí que si, y él me dijo imagínate que ustedes dos se encuentran en la casa de campo, y que en medio de la noche justo cuando están por tener relaciones son asaltados por un dos o tres hombres. Al decirme eso de inmediato mi imaginación corrió, me vi a mi misma siendo violada a punta de pistola, frente a mi marido, sin que él no pudiera hacer nada para evitarlo. Como Jaime en más de una ocasión me ha acompañado a la casa de campo, no tuvimos que hablar mucho al respecto, la idea supuestamente era que mi marido y yo nos fuéramos a pasar ese fin de semana a la casa de campo, y que cuando estuviéramos a punto de tener relaciones, llegarían los asaltantes. Lo demás se iría dando según fueran sucediendo las cosas.
Realmente no me costó mucho trabajo convencer a Martin, sobre todo cuando le dije que no quería saber más nada de Yaneth. Realmente llegamos algo tarde a la casa ya que nos detuvimos en el camino a comer y beber algo así que al llegar a la casa, Martín no ocultaba su deseo de penetrarme, sobre todo después de que durante el camino comencé a darle una mamada, pero sin llegar a que se viniera. Así que apenas traspasamos la puerta, comencé a desnudarme completamente y a bailar seductoramente frente a mi esposo. Por lo que a los pocos segundos, que prendí y apagué la luz de la entrada, sin que Martin se diera cuenta, llegaron estos tres hombres vestidos de negro, con pasa montañas que ocultaban su rostro, y armados hasta los dientes. La verdad es que a pesar de que sabía que uno de ellos era Jaime, me asustaron.
Martin trató inútilmente de hacerles frente, y tras recibir un buen culatazo en la boca del estomago, se quedó quieto, mientras que yo trataba de ocultar mi completa desnudes tras mis brazos y manos. Después de que registraron la casa, y tomaron nuestros relojes, prendas y dinero en efectivo, Jaime le dijo a sus compañeros que no se irían de la casa sin antes acostarse los tres conmigo. Desde luego que Martin protestó y hasta les ofreció las claves de las tarjetas de crédito, y un dinero extra que tenía oculto en el auto, pero aun y así ya el plan estaba corriendo.
Así que frente a mi marido Jaime y sus secuaces, lo primero que me obligaron hacer fue ponerme a beber casi media botella de ron yo sola, por lo que al poco rato ya me encontraba ebria pero bien consciente de lo que decía y hacía. Y de la misma manera obligaron a Martin a que se bebiera casi él solo una botella de vodka, más los que habíamos tomado previamente, hizo que se le soltase la lengua. Y a medida que los tres me acariciaban, Martin amarrado sobre uno de los sofás solo les decía que eran unos cobardes, que él solo podía con ellos uno a uno. Ya me estaban obligando a mamar sus vergas, cuando Martin me acuso de ser una puta, y eso fue la gota que derramó la copa. Jaime frente a mi marido me abrió las piernas y ante sus ojos me penetró salvaje y divinamente.
El sentir la verga de Jaime entrando dentro de mi coño una y otra vez, me fue casi imposible el evitar el que yo comenzara a mover mis caderas, y con mayor fuerza Martin me llamaba puta. Hasta que uno de los acompañantes de Jaime le colocó su revólver en la boca y le ordenó que se callase. Ya en esos momentos poco me importaba lo que Martin me dijera, pero mi amante tenía su plan aparte, así que les dio una señal a sus amigos y estos en cosa de segundos, no tan solo desataron a Martin sino que también lo han desnudado completamente.
Cuando Martin comenzó a protestar, Jaime ha sacado su verga de mi coño, y tras darle un fuerte empujón a mí marido, la ha tirado al piso. Sus compañeros se le fueron encima a Martin y lo sujetaron y separaron sus piernas, al tiempo que Jaime con su herramienta bien parada se colocaba tras Martin, este al principio los amenazó hasta de muerte si llegaban a tocarle las nalgas, pero a medida que la erecta verga de Jaime se le fue acercando a las nalgas de mi marido, casi llorando Martin les suplicaba que no le hicieran nada.
Mientras que yo sin que Martin me viera, acariciaba viciosamente mi coño, disfrutando de la venganza, Los gritos que pegó Martin seguramente se oyeron hasta en el pueblo, pero una vez que Jaime lo tuvo bien calzado, comenzó a meterlo y sacarlo, y para mi sorpresa el maricón de Martin comenzó a mover sus nalgas. Los acompañantes de Jaime soltaron a mi esposo, que lejos de protestar por lo que le estaba sucediendo, al parecer disfrutaba tremendamente de que le estuvieran dando por el culo. Mientras que yo no tuve que esperar mucho para que los otros dos hicieran conmigo lo que les diera la gana.
Era algo del otro mudo ver como Jaime le daba por el culo a mi marido, mientras que a mi sus amigos me tenían clavada por el coño y por el culo al mismo tiempo, frente a los ojos de Martin. Esa noche tanto Martin como a mí, nos han puesto a mamar las vergas de los tres, mi marido volvió a recibir en par de ocasiones más las vergas de los acompañantes de Jaime, y lo mejor de todo era que lo hacía sin protestar al tiempo que se masturbaba como un loco, al punto que en cierto momento, hasta lastima me dio el ver como se lo clavaban por el culo, mientras lo obligaban a seguir mamando.
A la mañana siguiente al despertarme encontré a Martin desnudo llorando en una esquina de la casa, realmente estaba muy avergonzado, por lo que le habían hecho tanto que estuve a punto de confesarle que yo había sido la causante de todo. Pero gracias a Dios no le dije nada, por lo contrario comencé a pedirle perdón por qué en el momento en que me violaban, supuestamente, yo había comenzado a disfrutar de lo que me estaban haciendo. Fue cuando Martin me pidió que me callase, que él sabía muy bien por lo que yo había pasado, ya que él al igual que yo, en cierto momento también disfrutó de lo que esos tres tipos le estaban haciendo, tan es así que en par de ocasiones se comenzó a masturbar al tiempo que uno de ellos le daba por el culo y otro le obligaba a mamar.
Cuando le pregunté en qué momento llamaríamos a la policía, Martin no encontraba palabras para decirme que no lo hiciéramos, por la vergüenza que tenía de que alguien más supiera que le habían dado por el culo, no una, ni dos veces, sino más de tres o cuatro. Eso sin contar la veces que se puso a mamar, de manera voluntaria la verga de los tres asaltantes. Lo cierto que la rabia que tenía contra mi marido se disipo, mi venganza fue total y plena, lo único malo de todo eso es que como que Martin le agarró el gusto a que le dieran por el culo. Por lo que estoy pensando en divorciarme de él, tras encontrarlo en nuestra casa, en nuestra cama, con un par de negros, mientras que Martin le mamaba la verga a uno, el otro le daba por el culo a mí marido.
Mi Madre, a sus 42 años, es una hembra que está rebuena. Mi Padre, un pobre idiota. Así que una noche decidí darle marcha a ella con mis amigos, mientras mi padre miraba..........
Relato erótico enviado por domo54 el 12 de December de 2008 a las 11:35:56 - Relato porno leído 313438 veces
Era un día normal, común y corriente, yo regresaba de la prepa, yo soy un chavo moreno, alto, con buen cuerpo, bien dotado y muy atrevido, no tengo novia y ese día fue uno de los mejores en mi vida
Relato erótico enviado por Anonymous el 29 de August de 2008 a las 13:06:42 - Relato porno leído 213148 veces
Mi nombre es Alicia, y hasta no hace mucho mi familia, y yo desde luego vivíamos en un retirado pueblo, en el que apenas y nos enterábamos de las noticias, ya que ni tan siquiera llegaba la señal de la Tele. Por lo que cuando nos mudamos a la ciudad, lo que más me impresionó fue el baile del perreo
Relato erótico enviado por Narrador el 04 de June de 2012 a las 23:00:35 - Relato porno leído 150465 veces
Si te ha gustado Una especial venganza… vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Una especial venganza….
Narrador
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 22:08) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:40) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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