El tipo era feo y grande, pero tenía un duro y, grueso y duro pene de 22 centímetros. La primera vez fue horrible pues literalmente me forzó a ser suya, sin embargo, la segunda vez sí tuvo su chiste...
Relato
Me llamo Nancy y tengo 42 años. He tenido decenas de experiencias fabulosas con todo tipo de hombres, sin embargo, recuerdo una ocasión en la que, a los 18 años, fui a una fiesta en casa de una amiga cuyo hermano y su padre eran migrantes, es decir, trabajaban en Estados Unidos. A la fiesta llegó su hermano, un tipo no propiamente guapa, pero era alto y pesaba unos 100 kilos, de bigote y barba mal cortada. Me invitó una copa y otra y otra. Al final me sentía algo mareada y se ofreció a llevarme a mi casa. En el trayecto conversamos y me preguntó si podía acompañarlo a su casa, pues se había comprado una casa pequeña y la iba amueblando. Tontamente le dije que sí y eso fue un error, sin duda. LLegamos a la casa y me la mostró. Sin embargo, cuando regresamos a la sala me abrazó y comenzó a besar con dureza, pues me apretaba y además, detenía mis brazos cuando yo trataba de separarme. Me sentó en el sofá y comenzó a abrir mi blusa y a meter su mano por mi falda para dedearme, sin embargo yo estaba incómoda y algo impactada y sólo pensé que mejor no debía hacer fuerzas o terminaría por violarme. Aunque sentí su pene duro no disfruté el momento pues aún vestida sólo hizo a un lado mi pantaleta para penetrarme y posteriormente, en cuestión de dos minutos eyaculó en mi muslo izquierdo. Fue a la cocina y trajo unas servilletas y me dijo que nos fuéramos. Me llevo a mi casa y esa noche lloré mucho, pues aunque ya había estado con varios hombres nunca me había sentido tan humillada.
Sin embargo, volví a verlo como a los 15 días y me dio un ride hacia mi casa. En el camino se disculpó y me pidió una oportunidad para reinvindicarse. Se paró en una esquina y comenzó a besarme y se portó distinto. Era brusco pero en esta ocasión trató de ponerle romanticismo al asunto. Me llevó a un motel y allí todo fue realmente diferente. Me abrazó y me besó y me quitó mi blusa y mi sostén. Me bajó la falda lentamente y me frotó mi vagina con sus enormes manos. En ese momento yo estaba muy excitada y se quitó la playera y el pantalón, sólo se quedó en calcetines. Me besó mi cuello y mordisqueó mis senos. Cuando su barba tocó mi ombligo y sentí su lengua yo moría de placer. Llegó a mi vulva y la succionó y luego pasó su lengua lentamente. Metió un dedo y lo sacó y lo metió y después metió otro. En ese momento yo estaba vuelta loca pues gemía sin parar y cuando metió metió un dedo en mi ano yo tuve mi primer orgasmo de la tarde-noche. Finalmente se acostó y jaló mi culo hacia él y yo quedé justo frente a su pito que dormido medía unos 15 centímetros. Tan sólo lo metí en mi boca y el palo se endureció y creció. Realmente era descomunal, pues era grande, grueso y se venía sus venas tensas. Se lo mamé como pude pues no cabía en mi boca y le pasé mi lengua. Mientras tanto él seguía succionando mi vulva y yo continuaba derramándome sin parar. Entonces hizo algo que nunca he vuelto a vivir pues se levantó y me cargó pero me puso de cabeza de tal manera que continuó succionando mi vulva y yo le mamé el pene. Era algo incómodo pero me sorprendió. Luego me devolvió al piso y me pidió que me hincara y siguiera mamándole su pito grande y duro. o me excitaba más y saboreaba su palo y entonces me haló de los cabellos y me dijo "dáte gusto pinche puta" y esas palabras me encendieron pues yo estaba demasiado caliente y loca de placer. Pe puso en la cama y me colocó en posición de perrito y entonces me introdujo su pene. Soy sincera, me dolió pero lo disfruté a la vez, así me penetró unos tres minutos y luego me acostó boca arriba y me penetró nuevamente alzando mis piernas a sus hombres. Yo mido 1:57 y él medía como 1:80. Así penetrada me alzó y caminó por el cuarto mientras seguía penetrándome duramente. Me preguntó si me gustaba y yo le dije : "Sigue papi, me vuelves loca..."
Posteriormente se sentó en el sofá que estaba junto a la cama e hizo que me sentara en su palo y volvió a clavarme juntó mis piernas. Luego hizo que me sentara frente a él y yo sólo me dejé llevar mientras me embestía a gran velocidad. Soy sincera, nunca había gemido sin parar y había tenido tantos orgasmos. Finalmente, me hincó en el piso y se vino en mi cara y ne mi boca hasta que se vació. De allí no lo volví a ver hasta comot res años después y en esa ocasión no pudimos coger aunque sí me llevó hasta cerca de mi casa y durante el trayecto en la carretera le lamí el pene hasta que se vino en mi boca. Él ya adquirió la nacionalidad americana y vuelve cada año. Ya estoy casada y tengo tres hijos. Mi secreto durante esta vida es que las dos niñas son de mi hermoso esposo y el niño es hio de este hombre y su descomunal pene. La última vez que lo ví fue el año pasado y aunque sólo estuvimos una vez pude disfrutar de su enorme palo en un lindo paraje en donde me llevó en su camioneta y créanme, coger en un auto y con un pene tan rico como ese es una experiencia única.
Mis aventuras REALES, de un chico del monton, pero con un pollón de 28 cm.
La primera aventura fue con mi hermanita
Relato erótico enviado por Anonymous el 11 de May de 2006 a las 00:10:16 - Relato porno leído 157776 veces
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Comentarios enviados para este relato
herbertrivera
(3 de November de 2016 a las 02:15) dice:
dejame conocerte te gustara creeme te dejo mi Correo draco10112hotmail.com katebrown
(18 de October de 2022 a las 21:00) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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