Despues de un sueño muy caliente, su marido no puede satisfacerla y lo que parecia una paja en medio del bosque se convierte en una sesion de sexo brutal.
Relato
Estaba en la cama con un hombre y una mujer y yo era el centro de atención. Las manos de él masajeaban mis pechos y pellizcaban mis pezones, mientras esa dulce niña rubia de tetas enormes me chupaba el clítoris a la vez que introducía un dedo en mi vagina……. Pip, pip,pip.
No!! Eso no podía ser el despertador, justo ahora no!! Estaba a punto de tener mi orgasmo… Maldita sea…
Mi marido empieza a levantarse de la cama y yo estiro un brazo para retenerlo, mi clítoris esta palpitante por el sueño erótico y no pienso dejarlo escapar.
-¿Amor mío quieres que juguemos un ratito?- Intento coger su pene pero él se da media vuelta me mira y dice – Hoy tengo una reunión muy importante a primera hora nena, lo dejamos para esta noche- Vaya hoy no es mi día pienso…..Quizá podría quedarme en la cama y masturbarme pero justo en ese momento entra la doncella y nos anuncia que el desayuno está servido. Al final desisto me pongo en pie y voy en pijama hacia el salón donde un suculento desayuno me espera.
Mientras tomo mi zumo recién exprimido, pienso que el ser humano tiene una gran facilidad de acostumbrarse a las cosas buenas. Hasta hace un par de años mi vida era muy diferente a la de ahora y tenía que ganarme el pan de maneras muy “diversas”, hasta que conocí a Roberto, mi salvador….tiene 15 años más que yo pero tanto dinero en el banco como para que no se acabe nunca y a mis 23 añitos eso es un caramelo difícil de no saborear.
Mientras pienso todo eso recuerdo que hoy me levante muy cachonda y decido ir a las caballerizas escoger un buen caballo y dar un paseo por el bosque para que mi sexo roce muy fuerte con la silla de montar y se me pasen un poco estas ganas de polla que tengo.
Decido adentrarme en el bosque y galopar sin rumbo, nuestra casa está rodeada de pinos y encinas, mi marido es dueño de muchas hectáreas de bosque virgen, muchas veces pienso que la chupada que le hice a mi marido en nuestro primer encuentro sexual fue el detonante para que cayera rendido a mis pies, hombres……
Freno un poco al caballo y lo pongo al trote, mi clítoris, mi vagina, mi vientre siguen contraídos y empiezo a darme cuenta de que tengo una gran necesidad de aliviar esa tensión que tengo, entro en un claro y me bajo del caballo, siempre llevo una mantita y hoy me alegro de tenerla más que nunca.
Amarro a Furioso en un árbol y me alegro de a ver escogido a ese caballo hoy, es fuerte y dominante.
Estiro la manta en el suelo, oohh estoy tan cachonda….estoy un poco nerviosa por lo que va a pasar. En este bosque es sumamente improbable de que me encuentre con alguien pero nunca se sabe, aunque eso aumenta mucho más mi libido. Me tumbo en el suelo y la pinaza cruje a mis espaldas, es una sensación maravillosa, el olor a bosque, los rayos del sol filtrándose entre las ramas, la brisa….empiezo desabrochando mis pantalones de amazona, no pienso quitármelos, solo me los bajare por las rodillas, me hare una paja rápida, tendré un orgasmo maravilloso y me iré por donde he venido.
Cuando acerco los dedos a mi sexo húmedo, mi cuerpo sufre un estremecimiento brutal, empiezo haciendo círculos sobre mi clítoris y mi chochito se humedece cada vez más, la sensación es tan fuerte que no creo que aguante mucho sin correrme, así, que meto dos dedos dentro de mi y los muevo hacia dentro y hacia fuera sin control, mi cuerpo empieza a sufrir convulsiones pero……… escucho un ruido, pisadas, no no no, hay alguien observando?
Me incorporo de un salto y veo a un hombre vestido de forestal que me observa con deseo y lujuria pero su rostro cambia y de repente parece contrariado, quizá sabe quién soy…….
-Lo siento- Se apresura a decir –No sabía que estaría usted aquí, soy el guarda bosques-
-No pude evitar mirarla, aunque no era mi intención asustarla-
Yo estaba de pie paralizada, con los pantalones bajados y observando al intruso, el único pensamiento que rondaba por mi cabeza era que, por segunda vez hoy me había quedado a las puertas del orgasmo. Estaba furiosa con ese hombre y no pude más que observarlo, ya que de momento no era capaz de reaccionar
Tendría unos 35 años más o menos, piel morena de pasar muchas horas al sol, cuerpo musculoso, alto, en fin, muy atractivo. De repente me fije en su entrepierna y note una abultada erección. Se me paso por la cabeza que me encantaría chupársela…… me estaba volviendo loca?
-Me llamo Marco y le pido disculpas otra vez- Se dio media vuelta y se disponía a marcharse cuando de mi boca salió su nombre para llamarlo, porque hice eso?
-Marco, perdona pero yo no me he presentado- Me acerque a él y sin decir una palabra más me agache y acaricie su miembro a través del pantalón.
Su cara era una mezcla de asombro y satisfacción. Desabroche el cinturón de sus vaqueros y abrí su bragueta para descubrir que tesoro escondía ese hombre que cada vez me parecía más guapo.
-Madre mía- Dije cuando vi su polla dura y recta entre mis manos, era grande, potente se le notaba entrenada,-¿quieres que te la chupe?- pregunte.
El solo sonrió, cogió mi cabeza suavemente y guio mi boca hasta su verga palpitante, su sabor era delicioso, un poco salada, pero a mí me encanta el sabor a polla. Estuve chupando un buen rato mientras me tocaba y acariciaba mis pechos.
-Vamos a la manta- dijo
Empezó a desnudarme suavemente – Tienes unas tetas increíbles- Y empezó a chuparme sin control los pezones, me los mordía y me hacía un poco de daño, pero me encantaba. Bajó su mano y empezó a meter un dedo en mi agujerito, estaba muy mojada, muy cachonda, necesitaba que me penetrara ya y que lo hiciera muy fuerte, necesitaba su polla dentro de mí y no podía esperar más.
Me puse a cuatro patas y le rogué que me la metiera –¿Ya quiere que la penetre señorita Ortega? Oohh es el apellido de mi marido, este tipo me conoce, mi mente se nubla por un momento pero el deseo puede más y le suplico que me folle todo lo fuerte que sepa.
De repente su picha empieza a rozar mi coñito y mis jugos van lubricando su pene, está haciéndose de rogar – Maldito cabrón!! Vamos métemela!!-
La primera embestida me dejo sin aliento, mi vagina chorreaba de placer, el noto mi fuego interior y se puso a bombear de una manera frenética, notaba su polla dura dentro de mí, no aguantaría mucho más, así que le pedí que me follara más fuerte. Giro mi cuerpo y me tumbo sobre el suelo de espaldas, cogió mis piernas y las puso sobre sus hombros, su polla dentro de mi otra vez moviéndose sin parar – Vamos nena, córrete para mí- Dios, sus palabras, su polla, el bosque, me hicieron entrar en una espiral….. Mi cuerpo empezó a temblar, convulsiones en todo mi ser anunciaban que el orgasmo se estaba apoderando de mí y de repente estallo….
Me corro de una manera salvaje… mi mente todavía no se ha recuperado cuando él me incorpora del suelo y obliga que me arrodille delante de él, mete su polla en mi boca y me folla hasta la garganta, es muy grande y me hace daño pero no puedo reaccionar porque todavía estoy bajo los efectos de mi orgasmo, sigue fallándome fuerte y me tira del pelo mientras mueve sus caderas y me folla la boca sin compasión, su rostro es duro y severo ahora, siento como todo su cuerpo se tensa y unos gemidos salen de su boca, está a punto de correrse y quiere hacerlo en mi boca, intento resistirme pero él no me deja escapar, me sujeta fuerte la cabeza y esto le provoca más placer…….. De repente mi boca se llena de un líquido viscoso y caliente, él está retorciéndose de placer y su corrida es muy abundante, me mancha toda la cara con su esperma y restriega su polla por todo mi rostro.
Nos tumbamos unos minutos en la manta sin decir nada.
Se levanta y empieza a vestirse mientras yo lo observo- Eres un gran amante- Le digo.
-Tú eres muy buena follando y me encantaría repetir. Todos los jueves estoy en esta zona a esta misma hora, te esperare-
-¿Acaso crees que esto va a volver a pasar?- Le digo indignada
Mientras se marcha me mira sonriendo y en su rostro hay absoluta seguridad de que el próximo jueves me encontrara allí.
Lo veo desaparecer entre los árboles, yo sigo desnuda encima de mi mantita manchada de semen y mi mano vuelve a deslizarse directamente a mi entrepierna………
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Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513714 veces