una muchacha me persigue 1

Conocí a Martina hija de Marisol una de mis amantes de la clínica en donde realizaba tareas menores de esterilización de los aposentos…. Esta chica de 15 años, me andaba con cerradas de ojo, gestos y mohines amorosos quería trabajar, mejor dicho necesitaba trabajar, un día se me acerca y me dice que desea hablar conmigo en privado sin saber donde llevarla la llevo a mi departamento para conversar sin reservas. Pero ella al encontrarse en mi departamento olvida el motivo de la entrevista, esta muchacha al llegar se recuesta en la cama recogiendo sus piernas y mostrándomelas hasta los calzones , conversa de diferentes temas hasta que me dice si no me excito verle sus piernas, mas ahora me dice y se saca su polera mostrándome sus senos…le digo por mi estudios de medicina veo muchas mujeres desnudas y no me provocan excitación, pero si me excita el tenerlas a mi lado y poder tocarlas, manosearlas sentir su piel en mis dedos, me recuesto a su lado y tocándole los senos le digo a mi me excita el tocártelos, amasarlos, apresarlos como míos, y se los oprimo, al igual las piernas me gusta acariciarlas metiendo mi mano en su entrepiernas y acaricio por sobre el calzón su vulva…, los gemidos, las contorsiones de la chica al estimularse su ardiente pasión, sus suspiros y llantos, sus gruñidos de consuelo, esa chica estaba a cien grados y deseaba macho para calmarse… saco su calzón aparece una bien cuidada línea de vellos en su vagina y sus piernas se abren ardiente de pasión suspirando y resollando, me acomodo sobre ella, la chica me toma por el cuello atracándome contra ella, suspira caliente deseando que la posea. Cuando comienzo a penetrarla mas fuerte el abrazo, soy tuya me susurra en mi oído permitiéndome empezar un meneo de entra y saca de mi miembro contra su vagina, mi pene trata de entrar buscando excitarla y aparearme con ella. Es rechazado por esta vagina bien protegida en su entrada. Su himen se resiste.

Esta chica Martina cuenta…, empezó a besarme en mi cuello , mejilla, boca…bajo su cabeza hasta mi vagina y sentí sus lengüetazas en mi vagina, suspiré y gemí abriendo aún mas mis piernas le estaba autorizando a que me usara como su mujer, sentía esa lengua recorrer mi vagina los escalofríos y recorrían mi piel, me acomoda tratando otra vez de penetrarme, mi vagina fiel a mi se lo impedía, de pronto me mira aparta su cuerpo del mío y deja caer este uniendo nuestros cóccix, que dolor, sentía que me habían roto algo dentro de mi, sollozaba sentía su pene grande y durísimo penetrando dentro de mi cuerpo, me besaba en mi cuello y mi cuerpo comenzó a adaptarse, era una sensación extraña dolía , pero ese dolor me daba placer…comenzó a moverse dentro de mí ese tremendo pene entraba y salía dentro de mis entrañas, gemíamos calientes el uno del otro, movía mi cintura subiéndola y bajándola mientras el me jalaba de mis muslos. Sentí que mi cuerpo tiritaba y entregaba a ese pene unos fluidos para que se moviera mas fácilmente era mi primer orgasmo de mi vida y clamaba pidiendo clávamelo soy tuya , clávame…, nuevos en peñones contra mis entrañas y resistía gimiendo y suspirando mientras de mis ojos caían lagrimas de pasión, nuevos escalofríos y no resistí tuve mi segundo orgasmos entre gritos de pasión y de ardiente entrega a mi violador, me abrazaba y besaba yo lo acariciaba y mordía con desesperación en su hombro derecho eran los mas maravillosos momentos vividos al ritmo de sus duras penetraciones de pronto se atiesa y descarga en mi matriz litros de semen inundándome mis entrañas al tiempo que nuevos excitantes movimientos de mi pelvis entregaban su tercer orgasmo… era feliz y me desmayo satisfecha y repleta de gozo y placer.
Vuelvo en mí mientras este macho me acariciaba y besaba…, lo abrazo y él sabe que soy su mujer por siempre y por cuantas veces el desee.

Esa noche dormí en su cama con el macho apretándome contra él y por la mañana nuevamente fui penetrada a pesar de mis adoloridas partes supe recibirlo y juntos nos satisfacemos de nuestro apareamiento, puso él mis piernas sobre sus hombros y de una estocada asilo su pene en mis entrañas, estas deseosas de sentir ese pene nuevamente se movían si descansar hasta la llegada de su orgasmo donde mi matriz es inundada nuevamente por los fluidos del macho en mis entrañas era feliz y estaba agotada del placer de sentirme mujer embetunada de semen de un macho..

Nos levantamos y quedamos de juntarnos el viernes por la noche y dormir si podemos hasta el domingo perteneciendo el uno al otro.

Llega el viernes y estamos juntos hasta el sábado, no necesitamos para comunicar nuestros deseos hablarnos mucho…

Pronto estamos acostados en la cama acariciándonos y excitándonos, pronto estamos deseando el uno el cuerpo del otro.

En el primer intento, pude meterle la cabeza de mi pene el glande, pero empezó a gemir y cada vez era mas sonoros esos gemidos que para mi resultaban un canto de una mujer bien apareada y satisfecha.

Con la punta de mi pene dentro de ella, sentía que toda su humedad me bañaba, poco a poco entre gemidos y gritos apagados ella escuchaba al ir metiendo un poco mas este pene totalmente erecto y duro , me decía en voz alta, así despacio, me desgarras, pero no pares, no tengas miedo, sigue así. La verdad es que yo no hacía nada, ella era la que se movía, ella misma con sus movimientos se iba ensartando poco a poco mi delicioso pene.

Se retorcía y me decía me estas rompiendo por dentro, pero no pares, sigue así, ahora ya casi sin control ella levantaba sus caderas, las bajaba y así poco a poco casi estaba, mi pene, totalmente dentro, pero, ella lloraba, sus lagrimas eran reales, con sus manos me apretaba mis brazos, a veces me rasguñaba, sus paredes vaginales me apretaban mi pene, a veces sentía oleadas de leche que mojaban mi pene.

De pronto le dije ya no puedo mas, se me quiere salir mi semen, ella me dijo, no, no, ahora no, dile a tu pene que se aguante, que tu eres quien decide cuando va a salirte la leche. Eso me hizo sentir mas caliente, mucho mas pero podía controlar mi eyaculación, no se, porque ya lo tenía próximo a brotar mi líquido.
Martina ya estaba en un estado de frenesí, con movimientos mas rápidos se ensartaba totalmente mi miembro, seguían sus lagrimas y sus jadeos, su respiración, era mas profunda, de sus mejillas rodaban sus lagrimas mezcladas con su sudor, repetía que sentía que le rompía por dentro, me decía si amorcito así, no la saques, no tengas piedad, esta es la segunda vez que he probado tu delicioso pene en mis 15 años, me haces feliz, ella levanto sus caderas un poco y aun la mitad de mi miembro estaba enterrada en esa mata de vellos rubios, finos ahora llenos de nuestros líquidos. Nuevamente había sido mi mujer.



Un mes después vuelve (continua)