una mujer no saciada es ayudada por su hija.

Me llamo Quena, soy una madre modelo me dicen en el colegio, preocupada de sus hijos y de su marido, lleva muy bien su casa, a mis 38 años soy la mamá modelo… cuan lejos de la verdad, tengo una hija de 13 años y un hijo de 9 años ambos me ayudan en mis camuflajes para descargarme de mis ansiedades carnales que mi marido por ser un esterilizado y su pene nunca está en posición de dureza, dilatado y firme para ser usado por su mujer en un apareamiento, debo conformarme con el consolador , eso hasta hace dos meses Quenita mi hija tiene un amigo Leo un muchacho de 18 años, es un chico muy servicial y lo que tu le pidas trata de suministrártelo.

Una tarde estaba muy alterada y mi hija sabía por que, estaba en mis días de crisis pasional por necesidad de calmar mis ansiedades carnales, mis hormonas perturbadas al máximo, las adrenalinas recorrían mis venas…caliente por un macho…, mi marido brillaba por su ausencia, mi hija comprendiendo mis ímpetus ardorosos mete a su amigo en mi dormitorio sin mi autorización…, el muchacho me ve desnuda de calzones mi sexo, enterrándome en mi vagina mi consolador y mis piernas abiertas gimiendo de calentura… se acerca a mi cuerpo me retira de mis manos el consolador y se agacha lamiéndome mi vagina con su lengua, mi clítoris excitado al ser lamido palpita y yo gimo y me sacudo carnalmente gozada…, si gozada por una lengua de macho…, tres lamidas más y mis orgasmos llegan inundándome mi matriz y sus efluvios salen cual río por mi vagina bajando por mis piernas. Mi cuerpo rígido, tieso y excitado solo sabe gemir y mis brazos atraen a este joven macho ubicándole entre mis piernas, sus pantalones y ropas interiores caen al suelo me adueño de su pene firme, extendido, duro como un tronco, grueso como el grosor de una botella de bebida individual, y lo llevo a mi boca, como lo lame mi lengua y luego lo bajo ubicándolo en mi vulva el muchacho estaba rígido, tuve que agarrarlo de sus cachetes de su culo y atraerlo hacia mi cuerpo lo que hizo que su pene entrara en mi húmeda vagina sin oposición hasta el fondo de ella…, grite de pasión y ardiente me entregue al mozo que me tenía ensartada…, me estremecía delirante con su pene en mi matriz, como nos movíamos parecíamos locomotora como pataleábamos, bufando, el catre rechinaba contra el suelo ante las duras arremetidas de mi macho contra mis entrañas…, de pronto me endurezco y mis fluidos salen por mi vagina al entregar nuevamente mis orgasmos ahora a este delicioso macho. Me había entregado a los placeres de este macho, un chiquillo aún, pero como me había zarandeado gozándome y entregada a este chico llena este con cascadas de caliente semen, llenándome mi matriz de sus espermas eyectadas por sus testículos.

Reposamos mientras le acaricio su cabellera diciéndole, espero que sepas callar de lo sucedido en este dormitorio… me mira y dice señora soy un caballero, y un caballero no tiene recuerdos, menos de este tipo.

Dos días después estoy en la misma situación ardiente por mis adrenalinas excitadas… mi hija conoce el remedio y llama a Leo, este ingresa a mi dormitorio… sabe que es el rey de este dormitorio, amo y señor de mi cuerpo alterado, se desnuda y me desnuda…, mira mi cuerpo y se saborea al introducirme su lengua en mi vagina ahí esta a lo menos diez minutos sacándome quejidos, sollozos y suspiros de apasionada entrega, él se sabe dueño de esta hembra que no es su mujer, pero si es su esclava amorosa de sus jadeantes deseos de disfrute carnal.