Suavemente le susurro frente a su cara, sé que percibe mi perfume y huele mi aliento fresco a menta:
-No soy mujer, soy… digamos una chica con pene, te aviso porque no quiero que te molestes si es que no te habías dado cuenta.
Relato
Serían las 8:30 de la noche de un viernes cualquiera, estaba en mi casa terminando de arreglarme para dar una vuelta y ver si conseguía conocer a algún galán de mente amplia. (y verga grande y gruesa, aunque casi siempre se queda en deseo)
Estaba en la recámara terminando de maquillarme aún sin vestido, mi coordinado de ropa interior consistía en brassiere y tanga color negro, medias negras, liguero amarillo intenso, traía puestas unas zapatillas color negro. Mi maquillaje lo estaba poniendo en base de azules ya que la ropa que elegí para ponerme era un vestido de licra negro de tirantes y un blusón casi del largo del vestido, ya una vez vestida lucía suficientemente sexy sin parecer una zorra buscona, (aunque lo fuera, no me gusta ser tan obvia).
Terminé de vestirme y salí, cabe mencionar que no uso peluca, mi cabello a pesar de ser corto, lo uso con un corte unisex para lucir lo mas natural posible.
En mi bolso cargo aparte de lo mas esencial de maquillaje para los retoques, un cepillo para el cabello, boletos del metro, dinero suficiente para un taxi en caso de necesitarlo, gomas de mascar sabor menta o caramelos y condones (básicos los condones).
Salir de mi casa es una odisea porque vivo en un edificio y no me gusta que nadie sepa de mis incursiones nocturnas.
Una vez afuera el viento fresco me seca el poco sudor que ocasiona la excitación de salir pasando desapercibida, camino moviendo mi cadera lo mas sexy posible, los zapatos son altos y me ayudan a levantar mi cadera y nalgas.
Como el vestido es ajustado puedo jurar que los hombres que voltean a verme se dan cuenta qe uso liguero, ¡me encanta la sensación de sentirme admirada!
Estoy a cuatro calles caminando cuando veo que un hombre joven como de 25 años, vestido de traje, como que viene de trabajar o de alguna fiesta formal, se acerca mirándome fijamente.
Cuando pasa junto a mí, huele mi perfume de manera abierta sin disimulo.
Enseguida da la vuelta y comienza a seguirme, me pregunta a dónde voy y le digo que a ninguna parte, que salí a caminar… Son las 22:00 hrs. no es muy noche en una ciudad tan grande como en la que vivo, la inmensa Ciudad de México.
Camina a mi lado e intenta abrazarme, me hago a un lado, le digo que antes que siga tiene que saber algo….
Suavemente le susurro frente a su cara, sé que percibe mi perfume y huele mi aliento fresco a menta:
-No soy mujer, soy… digamos una chica con pene, te aviso porque no quiero que te molestes si es que no te habías dado cuenta.
Me lanza una mirada extrañada, me dice que no lo imaginaba, se queda pensando y resuelto me dice: -¿Que te parece si te invito una copa y platicamos un rato?
-Con todo gusto caballero – respondo lanzándole una mirada coqueta indicando mi triunfo. Sé que si desea seguir a mi lado es porque le gusto y quiere hacerse a la idea de lo que le espera.
Entramos a un bar en el interior la luz tenue me soslaya aún mas, se sienta a mi lado y pone su mano izquierda en mi pierna, mientras con la otra bebe un whisky que pidió.
Yo bebo lentamente mi sangría, mientras platico con él. Le pregunto a qué se dedica y si es soltero y cosas vanas para conocernos un poco.
Es casi la media noche, salimos nuevamente, adentro me había pedido que fuéramos a otro sitio más íntimo, acepto gustosa ¡lo conseguí!
Estamos entrando a un hotel de paso, el paga y pide unos condones y otras dos bebidas: ron y coca cola.
Entramos al elevador y se acerca a mi rostro, me toma por la cintura y acerca su boca a la mía, tímidamente me besa introduciendo su lengua en la mía, lo disfruto mucho, es como… como tener la primera vez de un adolescente, se portan muy tiernos sin saber que hacer.
Entramos a la habitación, se siente fría ¿o seré yo que estoy muy caliente? Me besa un poco mas intensamente, mientras sus manos me recorren por todos lados. Lo estoy disfrutando mucho, mucho.
Lentamente desabotono su camisa y beso sus tetillas y bajo por su abdomen, se sienta en la cama y se abre el pantalón….
Ahí estaba yo, inclinada frente a el.
Él, ya sin pantalón sentado en la cama tomó mi cabeza suavemente mientras yo lamía de abajo hacia arriba su pene, como si fuera un rico helado que no deseas que se acabe, poco a poco lo introduje en mi boca, llegando casi hasta la base, como dije en un principio, es un deseo que rara vez se cumple el que te toque un pene descomunal, éste como de 17cms, no muy grueso, cabía muy bien en mi boca….
Estuve succionando un rato, saboreando ese rico pedazo de carne palpitante que a cada chupada mía tenía una rica secreción sin llegar a ser eyaculación.
Él me levantó suavemente y me besó por un largo rato, yo me senté en sus piernas y tomé su joven rostro. Estaba hincada en la cama abrazada de él, quien me sostenía agarrando mis nalguitas y acariciándolas con vehemencia. De repente, desabrocha mi brassiere y yo me sonrojé porque junto a la prenda, se fueron mis postizos. Intenté detenerlo, pero me dijo suavemente al oído:
“-No te preocupes, está bien, sé lo que eres y me gustaste, por eso estoy aquí”
Yo no pude mas que besarlo aún mas ardientemente, agradeciendo que aceptara mi condición dual.
Enseguida, me cargó y se dio la vuelta, de manera que yo estaba acostada en la cama, frente a él, mirando sus ojos café oscuro y viendo como de manera muy tierna me volteó y levantó mi cadera, de manera tal que mi culito quedó frente a su cara, invadida por el deseo y la lujuria.
Pasó su lengua por el anito, una y otra vez, ensalivando y lubricando, de vez en vez, introducía un dedo, de repente metió dos y los movió despacio…. yo estaba extasiada de placer. lo siento intentando entrar, mi culo es un poco estrecho, por eso le costaba trabajo, le digo que así no entre, entonces le pongo un condón y mientras el lo extiende sobre su pene, yo aprovecho para untar lubricante en gel para facilitar la entrada y que no me lastime.
Me vuelvo a poner hincada mostrándole mi culo, apoyando mi cabeza en la cama para abrirme aún más… lo siento en la entrada, es delicioso, esa verga dura entrando en mi culo, el agarrado a mi cadera, despacio invade mi cuerpo, de repente un empujón provocado por su ansiedad, me hace abrir mis ojos que se encontraban entrecerrados por el placer, gimo de gusto, grito de placer -¡Así Papitoooo! ¡párteme, invádeme, cógeme!, el comienza a bombear despacio, entra y sale, gentilmente, despacio, acostumbrándose a mis paredes, yo acostumbrándome a su verga, me está matando de placer….
De repente acelera el ritmo, ¡me está cabalgando de manera deliciosa! yo sigo enfundada en mis medias y liguero, aún traigo puestos mis zapatos… me siento ¡putísima!
Se sale y me voltea de nuevo, me sube aún mas en la cama, se ve que estar parado ya le fatigó. yo lo recuesto y me toca sentarme en el un rato… Me siento a horcajadas sobre de él para abrir mi culo y que entre lo que tenga que darme por completo.
De un solo sentón me clavo en esa rica verga y me inclino un poco hacia adelante y el empieza a meter y sacar con frenesí.. lo veo sudar, yo estoy sudando sobre de el, siento mi orgasmo acercarse, no lo puedo evitar, eyaculo sobre de el, abundantemente, como pocas veces lo consigo, pero es que me ha tratado como pocas veces una es tratada, como toda dama desea ser tratada.
Siento que se va a venir, entonces me quito rápido de encima y le saco el condón y me pego a su verga que empieza a soltar semen espeso en mi boca, también ha sido abundante, me lo trago todo, no dejo escapar ni una gota. Lo estoy disfrutando de una manera única, porque así es, no lo volveré a ver después de este encuentro, lo lamento en mi interior, los hombres son posesivos y celosos y no puedo permitirme el lujo de ser de nadie. Nadie me posee más allá de un par de horas en las que soy la mas sumisa y puta de las putas.
Me acerca a su pecho y me recuesta junto a él, yo me dejo hacer, estoy agotada, el orgasmo ha sido violento y abundante, incluso creo que grité mientras me vaciaba.
pasan unos minutos y comienza a besarme de nuevo con mas ternura que lujuria… de repente pregunta lo que ya estaba esperando yo… -¿Cuándo te puedo volver a ver? ha sido delicioso y quisiera repetirlo.-
-Pues si deseas repetir aprovecha ahora que estoy aquí, junto a tí, no hay segunda vez, es mi privacía, te pido que la respetes.
El se coloca otro preservativo en su ya recuperado pene y me recuesta de espaldas a el y levanta mi pierna y entra por un camino recién conocido por el, pero ya acoplado a su tamaño.
besa mi cuello, lame mi oreja, mordisquea mis lóbulos que cargan mis pendientes dorados en forma de gota (son de clip, no tengo orificios, sería muy sospechoso en un ejecutivo) aprieta mis pechos con su mano y se levanta sin cambiarme de posición… ahí estoy con el cuerpo ladeado en la cama y él encima mío hincado en la cama chupando mis pezones, dándoles pequeños mordiscos que mas allá de dolor, provocan espasmos de placer.
con su otra mano me está masturbando suavemente, en lo personal siempre me gusta mas la segunda cogida porque se tardan un poco mas y aunque no es tan abundante como la primera, el pene tiende a sentirse mas grueso y provoca mayor placer.
Sin salirse de mis entrañas, me gira alrededor de su pene y levanta mis piernas sosteniéndolas por los tobillos, lo siento totalmente dentro de mí, veo su cara transformada entre el placer y la lujuria. Su lascivia no tiene fin y me da un beso apasionado, introduce su lengua en mi boca y la mueve frenéticamente. Me siento venir de nuevo, no lo puedo creer, NADIE me había trabajado tan bien para hacerme venir dos veces seguidas.
Lo voy a extrañar, pero no debo romper mis reglas. un descuido y mi vida se derrumbaría.
Su cuerpo se tensa, cierra sus ojos muy fuerte u de su garganta surge algo así como un gruñido y lo veo que me está bañando con su semen en mi barriguita, yo bajo mis manos y empiezo a extender su leche en mi cuerpo, de manera por demás muy depravada, con mirada traviesa lo veo que pasa del placer extremo a la satisfacción y la alegría, incluso la fatiga.
dormimos un rato, yo casi no duermo, nunca sé si me pueden atacar o irse con mis cosas, es un mundo agresivo y peligroso el de nosotras las niñas con pene, vivimos siempre cuidándonos de todos, sobre todo de la policía, pero esa es otra historia.
Se despierta cuando siente que estoy en el baño lavando mis manos para maquillarme y salir casi tan guapa de como entré. Pero con una sonrisa de lado a lado por la satisfacción de haber sido amada durante tres horas…. Me abre la puerta del taxi, me ayuda a sentarme y se sienta a mi lado, le pide al conductor nos lleve al sitio hacia donde le pido que me acerque. Tímidamente me pregunta si me ofende si me ofrece dinero por el placer otorgado, le digo: -No hay problema, lo hago por gusto, pero toda cooperación es bienvenida…. Me extiende tres billetes de alta denominación, los tomo y guardo en mi bolso. Ya llegamos al sitio que pedí. me mira y me besa como un cachorrito extraviado.
Me bajo antes de decirle todos mis datos, camino sin mirar atrás, apresuro el paso para dar la vuelta en la esquina de la calle, estoy nuevamente cerca de mi casa, otra odisea para entrar, pero mas sencilla, son las tres treinta de la mañana, entro al edificio y abro la puerta de mi departamento, nadie me ha visto, voy al baño y me miro en el espejo, es hora de dejar descansar a Ana Lilia, entro a la regadera y comienzo a sentir el agua correr sobre mi cuerpo, limpiándolo, haciéndolo descansar.
Salgo del baño y me voy a mi cuarto, me pongo un camisón de satín y me meto a la cama a dormir, mañana puedo volver a ser Ana Lilia por la tarde.
Yadira y yo que me llamo Luis, llevamos varios años de casados, pero no nos consideramos una pareja común y corriente, ya que desde que éramos novios nos dimos cuenta que tanto ella como yo somos personas de mente abierta, ella no se considera dueña de mi cuerpo, ni yo tampoco me considero dueño del suyo, por lo que si nos place en algún momento llegar a tener relaciones con otra persona, las disfrutamos abiertamente, sin que por ello el amor que nos sentimos mutuamente se vea lesionado o disminuido. En ocasiones tanto ella como yo también le damos rienda suelta a nuestras fantasías, con la completa colaboración tanto mía como de parte de ella.
Relato erótico enviado por narrador el 13 de March de 2011 a las 21:45:11 - Relato porno leído 120890 veces