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Una noche en Santa Cruz

Relato enviado por : Anonymous el 25/11/2008. Lecturas: 5714

etiquetas relato Una noche en Santa Cruz .
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Resumen
Se entregó esta vez por completo, las fuerzas la abandonaron y quedó echada sobre la mesa….con las manos sujetas al mantel, como si acaso pudiese contener tal descarga de energía…


Relato
Esa noche en Santa Cruz


Si bien aún no salgo del asombro; la verdad es que no puedo dejar de repasar en mi mente todo lo ocurrido y debo decir que tengo sensaciones encontradas al respecto. Tengo 30 años y aunque puede que les parezca un tanto ingenuas mis palabras, la verdad es que lo sucedido me ha dejado muy confundido.

Mi relación con ella había terminado de forma abrupta. Hubo muchas cosas que no se dijeron en su momento, y cuando intentamos hablar de lo sucedido ya fue demasiado tarde. Entre ambos ya había un mundo de motivos por los cuales no deberíamos volvernos a ver y ninguno de los dos intento cambiar eso. Pero lo que sucedió hace unas semanas me ha dejado totalmente confundido y daría cualquier cosa por saber lo que pasa por su cabeza.

Pensé que al separarme de ella no volvería a saber más de su vida, después de todo no frecuentamos los mismos ambientes, a pesar de que conocía a su hermano de mucho antes, nunca habíamos sido muy cercanos como para considerar nuestra relación como una amistad; pero el destino quiso que no fuese así. Yo me vivo en Santa Cruz – Bolivia y parte de su familia también se traslado acá. Ocasionalmente visitaba a su hermano (al menos las veces en las que ella no se encontraba en la ciudad, pues no deseaba tener un encuentro incómodo). Era seguro que un día nos encontraríamos, y mentalmente creo que me estuve preparando para ese momento, lo que nunca imagine es lo que sucedería en ese encuentro.

Habíamos acordado con Marco (su hermano) que aquella noche lo recogería de su casa como ha eso de las 7: 00 pm.; yo había tenido el cuidado de llamarlo a lo largo del día para recordarle nuestra cita, esto con el único fin de que llegado el momento fuese él quien saliese a la puerta y, sin más preámbulos, poder irnos sin mayor sobresalto.

Llegué a la hora acordada, toque el timbre y cuando levanté la cabeza la ví, esos segundos me parecieron horas, creo que quedé mudo por la impresión, me molestó el sentirme así y rápidamente me recuperé de la impresión y actué como si nada pasase

-Hola, disculpa está tu hermano?
-No, no está

Se notaba que no le agradaba para nada el verme, ni siquiera se acerco hasta la verja de calle.

-Bueno, ok, gracias…voy a esperarlo un rato, lo que pasa es que teníamos que vernos.

Un argumento como ese creo que no lo utilizaba desde colegio!, pero fueron las únicas palabras que salieron de mi boca. Me miro unos segundos, y esa mirada lo decía todo: no era bienvenido.

-No sé a que hora regresará, será mejor que vuelvas otro día.

Si acaso necesitaba conformación, aquellas palabras fueron bastante claras, fueron el modo educado de decirme: vete!, no quiero verte en mi casa!

-Gracias, (saqué el móvil para llamarlo, creo que quería demostrarle que no era invento mío nuestra cita) lo llamaré y veré que me dice.

Ambos seguíamos ahí, marqué el número y cuando me contestó fue un alivio, pues así vería ella que no eran historias mías.

-Aló Marco, que dices mi hermano?, che, te cuento que ya estoy en tu casa…cómo hacemos?, vas a tardar mucho?
-No viejo, mil disculpas, mi reunión se atrasó pero yo creo que en unos minutos más estoy de salida, será que me puedes esperar?
-Si, no hay lío, te espero entonces, tranquilo tú, que yo acá me quedo.

Esa última frase no le agrado mucho a ella. Colgué y le dije que esperaría unos minutos a su hermano, que ya estaba en camino (todo esto sin moverme de mi lugar, me sentía como clavado en el piso). Me miró por unos segundos y luego se acerco a la verja para abrirla, como si mis palabras hubiesen sido el motivo para eso.

-No!, no te preocupes!, él ya está por llegar…lo espero acá, no hay lío (esas mis palabras fueron más un ruego que una aclaración)
-No seas tonto, no te puedo dejar acá afuera, pasá y lo esperas en la sala (se paró al lado de la puerta con una evidente cara de molestia)

No tenía porqué soportar esa actitud por parte de ella, después de todo la razón por la que habíamos terminado había sido culpa de ambos, pero ella me trataba como si sólo yo hubiese sido el responsable. Quería irme!, mi razón me decía que me diera la vuelta y me fuese. Pero no lo hice.

Entré y esperé a que cerrara la puerta, acto seguido ella camino por el patio hasta su sala dando me la espalda, estaba claro que no pensaba siquiera dirigirme la palabra. Fue en ese momento que pude verla; hacía casi un año que no la había vuelto a ver, es cierto que por el Facebook de vez en cuando la veía en fotos, pero el volver a sentir el aroma de su perfume hizo que mis recuerdos volviesen de manera instantánea en ese momento.

Estaba con una solera de color celeste claro pegada al cuerpo, con tirantes en los hombros; traía un short a rayas y unas sandalias. Ella no es particularmente hermosa aunque por mis sentimientos yo siempre la ví como la mujer mas bella. Es alta pero delgada; su busto no es uno de sus atributos pero tiene una cintura muy marcada y el largo de sus piernas hacen (particularmente para mí) que se llame la atención; es de tez blanca y recién pude ver el color de su piel pues como el clima en Santa Cruz es caluroso invita a traer poca ropa; y esa noche (para mi suerte o desgracia, no lo sé) estaba haciendo un calor insoportable.

Caminé detrás de ella hasta la sala, a pesar que ya conocía la casa actué como si entrase por primera vez. Pasó directo hasta la cocina; yo me quedé parado en la sala contemplando los cuadros que estaban en la sala, ella parecía decidida a mostrarme su total indiferencia aunque sabía que estaba tan nerviosa como yo.

-Sentate, ya debe estar por llegar Marco.
-Si gracias, no hay problema.

Salió de la sala sin decir nada; decidí sentarme, la verdad es que las piernas me temblaban y aún no me recuperaba de la impresión. Volvió a los pocos minutos con el celular en la mano y me dijo (sin mirarme a la cara) que Marco había llamado y me pedía que lo esperase por favor (se notaba por su rostro que la demora sería más de lo que ella deseaba)

Había que hacer algo y era yo quien debía hacerlo.

-Mira, mejor es que me vaya, dile a Marco que no se preocupe, que yo lo llamaré
-El dijo que ya viene pero si quieres irte (el desden que me mostraba era tan sentido que era imposible ser indiferente ante eso)
-Si. Me voy, gracias de todos modos y disculpas por haberte molestado (me dirigí hacia la puerta de la sala)
-No me molestas (fue su respuesta seca y cortante, sonó a un: “no me conoces” como para decirme lo que me molesta)

En ese momento estábamos a menos de un metro de distancia; y no sé si fue el maldito calor que hacía en ese momento, o qué, pero no pude evitar quedarme ahí mirándola detenidamente, nuestros ojos se encontraron y ninguno de los dos bajó la mirada, podía sentir su perfume, el aroma de su piel, ese aroma que en muchas ocasiones lo tenía pegado al cuerpo por haberla abrazado o besado.

Nuestras miradas se quedaron congeladas, no sé si ella vio eso en mis ojos, su mano se quedó en la perilla de la puerta, no la giraba y yo tampoco quería que la hiciese.

Lo que pasó después, bueno, quisiera poder darle sentido pero la verdad es que no puedo. Sin decirle nada me agache para besar su labios, fue lento, como si con eso quisiese darle tiempo a que rechazara mi beso. No lo hizo, se quedó ahí parada cerró los ojos y correspondió a mi beso.

La besé despacio, muy despacio, en ese momento no me importo las consecuencias de aquél acto. No quería abrir mis ojos, temía que si terminase ese momento despertaría de esa especie de sueño. Sentir sus labios fue algo que me transportó a un estado de paz, fue como si con ese beso parte de mí flotara y esa sensación era mayor cuando sentía que sus labios también me besaban, de esa forma que ella sabía besar, tan delicada, pero a la vez con una pasión tan inocente.

Puse mi mano derecha en su mejilla para acariciarla, no deseaba que aquél momento se acabase. Mi mano izquierda tomó su delgada cintura, lo hice tan despacio, no quería que se alejase de mí. Lentamente ella puso su mano derecha sobre mi brazo y con la otra me tomó por la cintura. Había una complicidad entre nosotros; nadie lo había planeado, ella no me había dado señal alguna de que quería hacer eso, y sin embargo con cada beso, cada caricia sentía que me daba el valor para seguir adelante.

Pensé en detenerme y decirle algo como que la extrañaba, pero estaba seguro que si decía una sola palabra arruinaría todo, es cierto que había pasión en lo que hacíamos, pero sabía que era algo más que un momento alocado y no quería fallar ante una situación así.

El riesgo era grande, estábamos en su casa (donde no soy del todo bienvenido) su hermano estaba por llegar, y si el sólo hecho de encontrarnos juntos conversando ya hubiese sido difícil de explicar imagínense que hubiese sido si nos encontraban de esa forma?. Como les dije, el calor esa noche era particularmente alto, y el sentir su respiración, el sentir como su cuerpo entraba en calor hizo que no me pudiese detener.

Desde que había terminado con ella no había estado con mujer alguna, fue como si pensase que sentir otro cuerpo, otro aroma era traicionar ese sentimiento, así que cuando pude sentir de nuevo su aroma fue sentir que no la había traicionado, pero mejor aún, sentí que había sido fiel conmigo mismo.

Mi primer pensamiento fue actuar por impulso, pero sentí que ella y ese momento no se merecían eso…la fui abrazando lentamente…muy despacio…poco a poco nuestro cuerpo llegaron a sentirse el uno al otro…para mi fue la gloria! Correspondió a mis abrazos…también ella se aferraba a mi cuerpo, creo que no lo dije, pero para que se hagan una idea yo soy alto, ni delgado ni gordo, y de espaldas anchas, el sentir su mano tomar mi espalda me dio más confianza para seguir adelante.

La fui llevando al centro de la sala, donde estaba una mesa redonda, nos detuvimos casi al lado mismo de la mesa…seguía besándola, de rato en rato la miraba y podía ver que lo disfrutaba tanto como yo…pero tenía que decidir en ese momento si me detenía ahí y si daba el paso siguiente, al cual por cierto jamás habíamos llegado cuando éramos pareja.

Decidí entonces seguir adelante, poco me importó el saber que su hermano llegaría de un momento a otro. Mi mano izquierda empezó a levantar la solera que llevaba…deseaba acariciar su piel, necesitaba sentir su piel!...mi mano derecho bajo por su cuerpo hasta estar en la misma sincronía que la izquierda…lentamente empecé a subir la solera, mi mensaje era claro: no pienso contentarme con sólo un beso.

Sentía como su respiración se aceleraba, no se apartaba de mi cuerpo, señal que tomé como una aceptación de lo que hacía…llegué a suspender la solera hasta el lugar en el que su busto termina…era suficiente, el sentir en mis dedos la textura de su brasier me ponía muy nerviosos… acaricié por unos minutos sus senos por encima del brasier, lo hice despacio…muy despacio…como si acaso los dibujase con mis dedos…ella no hizo demostración de molestia alguna….sus mano derecha me tomaba la cintura y la izquierda acariciaba mi cabeza.

Regresé sobre los pasos de mi manos…deseaba acariciar su cintura, sabía lo mucho que eso la excitaba, posé mi manos en ella y luego empecé a rozar su vientre…despacio…muy despacio…en ese momento ella lanzo un par de suspiros, fueron involuntarios, y eso me animo más…lentamente desabroché el seguro de su short, podía sentir como ella entraba en calor, me tomó con las dos manos la cabeza sin dejar de besarme…me pareció que deseaba que yo siguiera adelante.

Despacio…muy despacio puse mis manos en los bordes de su short y lentamente empecé a bajarlo por su cintura…podía sentir en mis manos la textura de su ropa interior y eso me excitaba más aun…cuando estaba a media cadera el short ella susurrándome al oído me dijo:

-Sabes que quiero que mi primera vez sea especial
-Lo sé, y te prometo que tu primera vez será especial

La miré a los ojos en ese momento y puede que suene cursi, pero yo no pretendía aprovecharme en ese momento de ella, simplemente deseaba sentir su piel, para mí eso era lo que más deseaba y no estaba dispuesto a forzarla a hacer algo que realmente no lo quisiese o algo de lo cual después se arrepintiese. No sé si me entendió, pero creo que pude mostrarle a través de mis ojos que no le haría daño alguno.

Volví abesarla…esta vez la acerqué a la mesa llevándola con mi cuerpo…lentamente dirigí mis labios a su cuello…la besaba despacio, cual si rozase un cubo de hielo, sentía el deseo de recorrer su cuerpo con mis labios cual si de esa forma pudiese luego describir parte por parte…mis manos acariciaban su vientre…jugaban con los bordes de su ropa interior y podía sentir como eso la agradaba…empecé a besar su hombro y con mis dientes jugaba con el tiro de la solera…despacio empecé a bajarlo por su hombro

Mis manos terminaron por bajar su short hasta sentir que estaba en el piso…lentamente acaricié sus nalgas, no sé, la verdad es que estaba tan excitado pero el deseo de poder recordar cada parte de su cuerpo y el saber que posiblemente nunca más se repetiría esta situación hacían que realice cada movimiento con toda la calma del mundo.

Ella empezó a sacar mi camisa del pantalón y lo mismo hizo con mi corbata, desabotonó uno a uno los botones de mi camisa hasta posar sus manos en mi pecho…ahora fui yo el que suspiró…sentir como jugaban sus dedos con los vellos de mi pecho me hizo sentir como su poco a poco nuestro cuerpo se fuesen fundiendo en uno solo; han sentido esa sensación en la que sólo esas manos tienen el derecho de tocarlos?, pues así me sentí en ése momento.

Mi camisa cayó al piso al lado de mi corbata y yo necesitaba de sentir el contacto de su piel desnuda…levante las manos y fui sacándole la solera…ella levantó los brazos sólo un instante para luego abrazare con fuerza a mi cuerpo. Era la primera vez que estábamos así, podía sentir en ella la vergüenza y el pudor, pero yo hice todo lo posible porque no se sintiese incomoda. Lentamente puse mis dedos en el seguro de su brasier y le hice saber que se lo quitaría…no hizo movimiento alguno más que besarme y tomarme por la espalda, entendí que lo deseaba pero que no quería que yo la viese…cuando dejé caer el brasier al suelo ella se pegó más aún a mi cuerpo; entendía su situación y por otro lado, el sentir su piel desnuda tocar mi pecho hizo que me sintiera con mayor determinación, sé que es tonto, pero era como tocar una parte de mi propio cuerpo al cual había extrañado.

Ahora podía besarla sin nada de por medio, su piel era un territorio que mis manos podían recorrer sin restricción alguna, y así lo hice…acaricié su espalda…jugué con sus hombros…recorrí su busto…mientras ella se agitaba de a poco…frotaba sus brazos, lo quería todo!, quería poder recordar cada parte de su cuerpo y ella así lo entendió y me dejó hacerlo mientras ella alternaba sus caricias entre mi pecho y mi espalda.

Pero yo quería que ella compartiese conmigo su primer orgasmo, eso (según yo) sería algo sólo nuestro, algo que nadie nos podría quitar.

Baje las manos hasta su vientre y con mucha calma introduje mis mano izquierda en su ropa interior...ella hizo un movimiento involuntario de su cuerpo…podía sentir sus nervios…sus besos de rato a rato eran más apasionados y conforme acariciaba su vientre pude sentir un par de espasmos y un par de suspiros, como si acaso desease contener la respiración.

Cuando mi mano llegó a su sexo pude sentir lo caliente que estaba, lo acaricié despacio, no deseaba ser torpe y lentamente subía y bajaba mi mano sin perderla de vista, no quería que ella se asustase…pero su cuerpo parecía ya transportado a otro lugar…podía sentir como disfrutaba de aquello…podía sentir como el miedo y los nervios poco a poco daban paso a el placer. No sé si por deseo o porque se sintió en la obligación ella empezó a jugar con la hebilla de mi cinturón, pero con calma llevé sus manos a muy cuello, en ese momento sentía que era yo quien debía dar placer y no lo contrario.

Podía sentir la humedad de su sexo en mis dedos…podía sentir lo dilatada que estaba su vagina y aunque mi deseo de sentirme dentro de ella era fuerte, ya había resuelto otra cosa.

Lentamente y con ambas manos empecé a bajar su ropa interior…ella volvió a suspirar…como si se entregase por completo a esas nuevas sensaciones…intentó nuevamente desabrochar la hebilla de mi pantalón pero nuevamente la detuve…al bajar su ropa interior pude sentir sus piernas palmo a palmo…me sentía como aquel hombre que descubre sensaciones nuevas por primera vez, realmente fue algo indescriptible…acariciar sus nalgas, apretarla contra mi cuerpo, sentir la pasión en sus labios...sentir como su respiración se aceleraba poco a poco y que ella ya no era dueña de sus reacciones.

Con mis movimientos la hice saber que deseaba que se sentara en la mesa...y así lo hizo e instintivamente ella abrió las piernas para que yo pudiese tener mayor contacto con su cuerpo al acercarme…había perdido todo miedo para ese momento, me di cuenta que yo era el dueño de la situación y esa responsabilidad me ponía muy nervioso.

Empecé a bajar nuevamente mis labios por su cuerpo…besé sus senos…ella contemplaba mis acciones como si acaso quisiese saber que pensaba de esa parte de su cuerpo, pero yo estaba muy ocupado sintiendo sus pezones en mis labios como para emitir juicio alguno…bajé hasta ponerme casi de rodillas y comencé a besar su vientre, sabía cuanto la excitaba eso…ella se limitaba a acariciar mi cabeza…su cuerpo empezó a temblar (fue el primer momento que me di cuenta de aquello)…ella se entregaba al placer que le producía el roce de mis labios con su vientre.

Acaricié con mis manos las nacientes de sus piernas y eso la estremeció…con un movimiento involuntario llevó su cuerpo hacia delante y me tomó con fuerza la cabeza…me detuve…no deseaba que todo acabase ahí…besé cada una de sus nacientes…despacio…muy despacio…ahora su excitación era evidente…su cuerpo entraba en calor…estaba a punto de tener su primer orgasmo…si espalda se enderezaba con cada beso que sentía en la parte interior de sus piernas…levanté la mirada y pude ver como sus ojos estaban entreabiertos…era evidente que sentía gran placer con cada beso, pero también podía ver en sus ojos la contrariedad que sentía por esas sensaciones nuevas.

Cuando rocé con mis labios por primera vez su vagina, simplemente ella explotó..pude sentir como llegaba al orgasmo…se aferró con sus manos a mi cabeza…tuvo espasmos que no pudo controlar…sus piernas se cerraron entorno a mi cuello…creo que deseaba controlarse poro ya era tarde…esa electricidad recorría todo su cuerpo y los primero gemidos empezaron a emerger de sus labios

-No te asustes, sólo relajate…no sabes como te deseo…

Ella no dijo palabra alguna hasta ese momento, pero cuando le dije que la deseaba…

-Ahhh…mmmm….ahhh…uuffff….mmmm

Sus gemidos fueron en aumento…su cuerpo ya no le respondía…

-Mmmmmm….ahhhhhh…….ahhhhhhh…….mmmmmm…..MMMMMM…..

Y llegó…sentí como sus fluidos emanaban de su gavina….apretó mi cabello con fuerza….y arqueó su espalda….estaba teniendo un orgasmo…al levantar mis ojos podía ver como apretaba los labios y eso hizo que fuera más dedicado en mis besos, estaba decidido a que ella disfrutase al máximo ese momento…

-MMMMMMM……ahhhhhhhhhh……..ya no puedo!!!!!!!!!!!.......AAHHHHHHH!!!!!!

Su cuerpo temblaba, sus gemidos ya no eran reprimidos…y sentí como se entregó totalmente al placer, como se entregó totalmente a mí, sentí como explotó todo dentro su cuerpo.

Pero yo estaba decidido a no detenerme ahí…ya sus manos no me tomaban de la cabeza, por las convulsiones se vio obligada a apoyarse con ambas manos en la mesa…estaba totalmente entregada al placer…estaba totalmente entregada a mis caricias.

Con esa libertad por mi parte me acomodé de mejor forma y tomando con ambas manos sus cintura empecé a besar su vagina…podía sentir como lo caliente de sus labios vaginales…sentía como ella misma presionaba contra mis labios su cuerpo…deseaba sentirse penetrada…deseaba sentirme dentro suyo.

En ése momento aceleré mis besos…jugaba con mi lengua en el contorno de su vagina…lo hacía casi con desesperación…apretaba su cintura…deseaba penetrarla con mi lengua…tenía mi cabeza sumergida en su sexo.

-MMMMMMMM……ahhhhhhhhh!!!!!!!!………..uufffffffffffff!!!!!!!!

-Qui..ero…..quee……estés dentro mío…..mmmmm…..por favor…….ahhhhhhh!!!!

-Por favor….quiero que….ahhhhhhh!!! me hagas tuya…mmmmmm….te deseo dentro de mí……uuufffffff!!!!!!!!

Y en verdad yo no podía estar más excitado de lo que estaba….pero sabía dentro mío que sus palabras eran fruto del momento, ella siempre me había dicho que desea que su primera vez fuese especial…y el hacerlo en una mesa no era algo que quería yo que ella recordase como su primera vez.

La seguí besando…sentí de nuevo sus espasmos…esta vez el orgasmo fue de mayor intensidad.

-AAAAHHHH!!!!!!!!!!.........MMMMMMMMMMM………………AH, AH!, AH!, AH!, AH!, AAAAAAAHHHHHHH!!!!!!!!!

Se entregó esta vez por completo, las fuerzas la abandonaron y quedó echada sobre la mesa….con las manos sujetas al mantel, como si acaso pudiese contener tal descarga de energía…sus piernas totalmente abiertas…intentando que mi lengua penetrase en su vagina…sólo atinaba mover la cabeza de un lado a otro, su cuerpo estaba empapado en sudor, ya no tenía dominio de nada...sólo se limito a cerrar los ojos y gemir….

Cuando sentí que pasa ese orgasmo, lentamente fui calmando mis caricias y besos, sentí como de a poco su cuerpo empezaba a relajarse…podía sentir como sus piernas quedaban sin fuerza alrededor de mi cuerpo…lentamente me levante no si dejar de besar por cada parte de su cuerpo que rozaba…ella extendió sus manos con la intención de corresponder a mis caricias, pero era evidente que las fuerza no la acompañaban.

La levanté despacio en mi brazos de la mesa y la llevé al sofá de la sala..ella sólo puso sus brazos alrededor de mi cuello y apoyó su cabeza en mi torso desnudo…sin decir una palabra la acomode en el sofá y acto seguido me dirigí a traer su ropa y la mía…ella me siguió con la mirada sin decir palabra alguna…tome mi camisa y se la puse en cima y ella se la puso y al ser ésta tan grande tapó toda su desnudez…me senté a su lado y la abracé…ella levantó la cabeza, me dio un beso en los labios y luego apoyo su cabeza en mi pecho.

No recuerdo cuanto estuvimos así…pero si sé (al menos para mí así lo fue) que fue mágico ése momento…no deseaba nada más en el mundo y creo que ella tampoco.

Se separó de mi pecho casi sin voluntad y me dijo que debía vestirse…nos miramos a los ojos y no dijimos más…se paró frente mío y se sacó la camisa…ya no tenía vergüenza de que fuera yo el primero en verla así…después de todo era un privilegio que ella quiso darme…tomó su ropa y se fue a su cuarto…yo sabía lo que tenía que hacer…no pensaba racionalizar el momento que había vivido…me vestí y me fui.

Cuando estaba por llegar a mi casa, sonó mi teléfono, era Marco

-Hermano, mil disculpas!, me dijo mi hermana que acabas de irte, viejo lo siento!, quedaremos para vernos mañana
-No te preocupes hermano…yo te llamo mañana…un abrazo.


Espero que les haya gustado el relato, me gustaría saber opiniones al respecto. Vivo en Santa Cruz-Bolivia, tengo 30, y me gustaría tener opiniones de gente de mi ciudad. Gracias por su tiempo. Mi correo es casinoroyal75@gmail.com

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Comentarios enviados para este relato
romeosmedieval (7 de June de 2009 a las 22:22) dice: muy bueno

katebrown (18 de October de 2022 a las 22:30) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

katebrown (18 de October de 2022 a las 20:04) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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