Una Oficina Especial I

Después de haber trabajado un buen tiempo en el negocio familiar, con la experiencia y lo aprendido decidí formar mi propia empresa de exportaciones e importaciones. Luego de crear la empresa y registrarla procedí a alquilar una pequeña oficina en el centro financiero de la ciudad, llena de comodidades, segura y con cierto lujo para impresionar a cualquier cliente. Por el tipo de Negocio que todo lo subcontratábamos sólo necesitaba un equipo compuesto por mi persona como gerente general y conocedor de los contactos, un gerente comercial ambos con sus respectivas secretarías ejecutivas y dos asistentes. Diferentes compañías nos prestaban los servicios de almacenamiento, transporte, seguros e inspección. Además teníamos un asesor legal externo y un contador independiente.
Logré convencer a un amigo que era muy bueno en ventas para que me acompañe en esta aventura como gerente comercial y que además tenía conocimiento del ramo. Para los cargos de secretarias ejecutivas y asistentes encargamos a una empresa especializada para que seleccione las candidatas.
Dentro de mis preferencias eran que todas debían de ser mujeres, entre 25 y 39 de años de edad, de muy buena presencia, de mente abierta y dispuestas a trabajar en equipo, siendo la paga ofrecida 30% por arriba del mercado laboral. Adicionalmente sugerí a la empresa seleccionadora que las chicas deben tener buen cuerpo y ser simpáticas de cara, casi como modelos, esbeltas de buen porte y que por supuesto tengan conocimiento de comercio exterior.
Yo acababa de cumplir 40 años, soltero con cierto patrimonio familiar amasado, de mediana estatura, delgado y todo lo demás dentro del promedio, pero lo que más le cautivaba a las personas era mi sonrisa.
JuanJo, mi gerente comercial y amigo de la Universidad era alto, trigueño, delgado y muy carismático como todo vendedor.
Nuestra oficina operaría a puertas cerradas ya que la mayor cantidad de negocios lo hacíamos por teléfono con otros países y en muchas ocasiones de visita obliga para establecer contactos y cerrar negocios en diferentes partes del mundo. El acceso a muestra oficina ubicada en el piso 17 era a través de una puerta maciza con portero electrónico y cámaras de seguridad. Al ingresar se veía a las dos secretarias con imponentes escritorios y archivadores, dado que ellas manejaban casi todo el papeleo de la oficina. A ambos costados estaban las oficinas de las asistentes en ambientes total mente cerrados en lunas y con persianas y al fondo en la parte del medio un gran salón de directorio que tenía un bar completo, bañó propio y una puerta adicional que conducía a una recamara grande que servía de reposo para las largas jornadas que nos esperaban y que se comunicaba con mi oficina de amplias proporciones teniendo un escritorio amplio de vidrio que dejaba ver desde arriba hasta la alfombra y con sus respectivas sillas de cuero y en un costado una linda sala de estar con muebles de cuero 3-2-1. La vista era impresionante de todo el centro de la ciudad. Poe su parte Juanjo tenía una no despreciable oficina también. Ambas oficinas estaban equipadas de los más selectos artefactos electrónicos así como de computadoras de última generación.
Llegó el día de empezar a entrevistar a las chicas seleccionadas, siendo citadas 10 chicas que postulaban para el puesto de secretarías, en vista a que la remuneración era atractiva se presentaron casi un centenar pero empezamos con el primer grupo que se acercan más al perfil de lo solicitado, de no encontrar candidatas aptas seguiríamos con el siguiente grupo de 10 y así hasta conseguir el objetivo.
Dentro de la lista de las primeras diez note que un nombre me era familiar y se trataba de nada menos de Janet un chica bella de 27 años que trabaja para el director comercial de la empresa familiar donde la había conocido y que era sabido por todos de su eficiencia, que tenia novio y que vestía divinamente como nos gustan a los ejecutivos. Muy sensual al andar con una colita envidiable, de tez clara pelo negro y ojos claros y una silueta bien formada. Siempre con tacones altos y vestidos cortos o faldas cortas acompañadas no sé si de pantyhouse o medias que se sujetan al muslo, debido a que en las oficinas por lo general por el aire acondicionado se siente más frío que en otros lugares.
Cuando me tocó entrevistarla, me saludó y le pedí que se siente en la silla delante de mi escritorio que por ser de vidrio podía admirar su cruce de piernas. Después de todas las preguntas de rigor, conversar de las condiciones de trabajo y demás pasamos al tema de los requerimientos adicionales.
Le manifesté que queríamos chicas “open-minded” que significa de mente abierta en todo el sentido de la palabra. Empezando que nos gustaría tener un agradable ambiente de trabajo por lo que todas las chicas deberían vestir para agradar la vista de los jefes, es decir usar faldas cortas, tacones altos y estar bien arregladas y maquilladas. Janet no vio objeción alguna por ser su propio estilo. Estar dispuesta a trabajar largas horas de trabajo por que las horas de comunicación con otros países eran diferentes a las nuestras. Además mantener unido al equipo era necesario una convivencia después de horas de oficina como comer o salir a tomar unos drinks que permitan relajar la tensión del día. Por último, estar dispuesta y abierta a todo tipo de experiencia. Como muestra un botón, le dije que si todo estaba de acuerdo y si quería el puesto y ver cómo funcionarían todos los otros requerimientos debía regresar a las 5pm para darle todos los detalles, por cuanto tenía que seguir con las otras candidatas. Janet asintió y que regresaría a la hora indicada. Las otras candidatas con cumplían 100% con mis preferencias aunque muchas de ellas eran inteligentes y capaces no estaban dispuestas a quedarse sobre tiempo o compartir con el equipo horas adicionales para una mejor cercanía.
CONTINUARA……