Parte final de la serie de relatos y lo que pasó en la oficina.
Relato
Pasaron más de ocho meses y la empresa había tenido buenos resultados en el primer semestre, por lo que decidí compartir esos logros con todo el equipo. Mi filosofía de trabajo es de compartir los beneficios con mis empleados aunque no sea mucho dinero para la empresa pero para ellos le iba resultar como un incentivo y seguir esforzándose por atender a nuestros clientes y dar todo de sí a la empresa y a sus gerentes.
Decidí asignar unos $15,000 dólares a cada persona como bono por los negocios de los primeros seis meses a pesar que la empresa ganó más de lo proyectado alcanzando casi $400,000 antes de impuestos.
Reuní a todos y les comente la buena noticia que cayó muy a pelo a más de una, supe que Eva utilizaría ese dinero para poner al día la hipoteca de su casa y poder negociar mejores condiciones. Por su Parte Janet pagaría la deuda que por tarjetas de crédito la estaban ahorcando con los altos intereses. Marketa pensaba en adquirir un departamento y con ese dinero tenía para la cuota inicial, mientras que Carol se compraría un carro nuevo por que el que tenía le estaba dando muchos problemas por ser muy antiguo. Como verán este dinero adicional servía para solucionar algunos problemas económicos y eso era favorable para la empresa, porque lograba que el personal este enfocado en el negocio sin distraer sus pensamientos en problemas de dinero; además que ellas se sentían agradecida y sabían que vendrían mas incentivos siempre y cuando colaboraban con los otros “requerimientos especiales” que la empresa y sus gerentes necesitaban.
Esa noche, celebramos todos en la oficina y en el directorio nos juntamos a deleitar unos snacks y a beber champagne en abundancia, con una música suave empezamos a bromear entre todos y a departir alegremente a tal punto que tome la palabra muy seriamente para agradecer los logros alcanzados y acto seguido les pedí a todos como muestra de confianza y dedicación celebremos de una forma especial, a lo que todos se miraron, como diciendo cual es esa forma especial, si tenemos champagne, bocaditos, y música.
Luego de una pausa proseguí, diciendo que nos gustaría que esta celebración fuese especial y que por ello debíamos brindar todos en Ropa interior, empezaron a reírse pensando en que era una broma pero al ver que me despoje de mi saco. Corbata, camisa y pantalón; vieron que era en serio y sin pensarlo procedieron a quitarse sus ropas. Juanjo que sabía lo que iba a pasar fue el primero en quedarse en calzoncillo y como todos sabe tenía una verga descomunal que muerta dejaba ver que tenía un buen paquete entre las piernas. Janet fue la primera de las chicas en quedarse en ropa interior, llevaba un conjunto de licra negro y hilo dental, medias de nylon de esas que se auto sujetan al muslo de color negro y unos zapatos de taco aguja alto. Por su parte Eva, tenía su lencería de seda en blanco con un bikini de igual color y zapatos de tacones altos con medias blancas que hacían juego con su conjunto. Las prendas de Marketa eran rojas y usaba portaligas del mismo color, finalmente Carol también en negro con un hilo dental diminuto y zapatos con plataforma de color negro. Alzamos nuestras copas y brindamos como los tres mosqueteros “uno para todos y Todas para Uno”, Salud!!!
Luego del brindis dije en voz alta, a la primera que atrapemos le haremos doble penetración y todas empezaron a correr por la oficina en ropa interior, Juanjo fue tras Janet y yo estaba más cerca de Carol, pero finalmente fue Janet la que quedo entre los dos y la besamos Juanjo por delante y yo por detrás, luego de las caricias y de sacarle el sostén, Juanjo la alzó ligeramente para arrimar la tira de su hilo dental y empujar su pichula dentro de ella. Estando ligeramente en el aire cojo un poco de lubricante y lo pongo en la entrada de su ano y procedo a empujar hasta el fondo de su culito mi pene. Las otras chicas que estaban viendo desde la puerta del directorio la escena no paraban de reír y disfrutar lo que estaban viendo. Luego de los múltiples gemidos de Janet, dijimos que iríamos todos al cuarto al costado del directorio donde estaba la cama King size donde continuaríamos nuestra pequeña orgía.
Eche a Marketa en la cama abierta de piernas para poner mi boca en su vagina y pasar mi lengua por su clítoris mientras que Eva me chupaba la pinga, por su parte Juanjo le comía la panocha a Carol y Janet era la que le lamia la larga pinga de Juanjo. Esa noche nos culiamos a nuestras cuatro hermosas compañeras en todas las posiciones, con Janet y Carol hizo un 69, me las cache con piernas al hombro. Marketa y Eva se sentaron encima de mí cabalgándome intensamente. Me culié a Carol y a Marketa a la cual le rompí por primera vez el culo tan paradito que lo tenía, mientras que Juanjo arremetía con sus Larga Pichula a cada una de ellas le sacaba unos gritos de placer que se escuchaban por toda la oficina. Juanjo me comentó que a Janet le gustaba que le den por el culo, a Eva disfrutaba montándose encima, a Marketa sentía mucho en la posición de perrito y que Carol le gustaba saborear su semen. Antes de la medianoche exhaustos nos retirarnos todos contentos y cansados.
Pasaron cinco años lleno de emociones y buenos momentos, durante los cuales muchos de nuestros principales clientes quedaron muy agradecidos de cómo nuestro equipo les agasajaba y les hacía pasar momentos inolvidables de trabajo y placer. Nuestras chicas eran expertas en los negocios y en la intimidad, les rompimos el culo a todas, hicimos con Juanjo muchos DP y volvimos adictas al sexo a nuestras chicas que siempre estaban dispuestas a una buena mamaba y cachada. Nunca obligamos a ninguna hacer nada de lo que no querían y siempre fueron colaboradoras con nuestros clientes que les gustaban compartir con chicas que no fueran de bares o club sino más bien de su casa como las nuestras y con eso conseguíamos muy buenos contratos y duraderos en el tiempo.
Por mi parte, no había día que no metiera mano a una de nuestras chicas, acariciar una buena nalga, meter dedo y saborear su jugo y a veces culiar en plena oficina. Me acuerdo que una vez, lo que no era usual vino el novio de Janet a recogerla porque estaba con el coche descompuesto y él la estaba esperando en el hall y yo la tenía bien ensartada por el culo que tenía que taparle la boca para que sus gritos no se escuchen. En otra ocasión el esposo de Eva le estaba hablando por teléfono y me acerque a su escritorio la hizo que se pare me senté en su silla mientras que ella seguía hablando con su esposo y como tenía sus nalgas a la altura de mi cara, le alcé la falda le baje su calzón y empecé a chuparle el coño hasta que se corriera en mi boca, a pesar que su respiración iba acelerando su esposo le seguía hablando y aproveche para bajarme el cierre sacarla la pinga y clavársela en ese momento de un solo tirón mientras que le decía a su esposo que se la había caído el café. Todo esto a la vista de Janet que estaba en el otro escritorio haciendo su trabajo.
Esos momento de lujuria que vivimos en la oficina fueron los más excitantes, por qué tener a cuatro hembras bellas, vestidas provocativamente, sensuales con sus lencerías y con olor a perfume nos mantenía arrechos a mí a Juanjo que no dudamos para que en cualquier momento dar rienda a un merecido relax.
Finalmente, al cabo de unos años se dieron cierta situaciones que tuvimos que cambiar, por ejemplo Eva tuvo su segundo hijo y con todo el dinero que tenía ahorrado decidió por la vida hogareña y presento su carta de renuncia que fue bien recibida. Por su parte, Janet se caso con su novio de siempre y se fue a vivir con él a otro estado. Carol se fue a vivir con Juanjo y Marketa era la única que quedaba soltera y colaborando plenamente con el equipo. Así que no nos quedó más camino que el volver a seleccionar otras chicas para los puestos vacantes, pero eso será otra larga historia.
El Sr. Araneda es un importante empresario, 50 años, casado, adinerado y muy califa.
Kendra tiene 19 años y es su primer día de prostituta en un lujoso club.
¿Qué pasará cuando Kendra encuentre que su primer cliente es este exigente hombre? El cual sin duda buscará la manera de tenerla de esclava solo para él.
Relato erótico enviado por casadocaliente7 el 25 de July de 2014 a las 00:01:11 - Relato porno leído 360800 veces
Hola, soy Yuli, tengo 26 años, viuda con un hijo de 8 años. Mido 1.68 y peso 60 kgs. Tengo un trasero excelente y firme, piernas torneadas,
reconozco que tengo un busto pequeño pero también muy firme…..
Relato erótico enviado por Anonymous el 07 de February de 2009 a las 23:16:12 - Relato porno leído 61747 veces