Una oficina Espevial VII

Llego el día de que los clientes nos visitarán y después de una reunión de trabajo en nuestras oficinas fuimos a almorzar a restaurant ejecutivo Juanjo, yo y los dos Jóvenes clientes. En la sobre mesa nos hicieron el comentario de que estaban impresionados por el buen trabajo de las chicas, ya que no solamente eran eficaces sino que también eran hermosas. A uno de ellos le gusto Marketa y al Otro Janet, por lo que les dijimos que las llevaríamos con nosotros en la noche para tonar unos tragos en el bar del hotel donde se hospedaban.

Hechas las coordinaciones con Janet para que le ponga al día a Marketa sobre la salida en la noche con los jóvenes clientes nos fuimos rumbo al hotel y concretamente a la barra del hotel y pedimos unos tragos para nuestras chicas y cuando llegaron nuestros visitantes y se sentaron uno al costado de cada una de las Chicas. Bebiendo y bromeando llegó la hora de despedirnos pero Janet insistió en quedarse un rato más junto con Marketa y los visitantes. Demás está decir que estaba planeado para que se queden y hagan pasar una jornada inolvidable a nuestros buenos amigos, teniendo autorización para faltar al día siguiente para compensar sus “horas extras” de esa noche.

En la mañana siguiente, sin Janet ni Marketa, le pedí a Eva que venga a mi oficina para que enviara unos documentos por Courier que eran importantes. Tan sola verla cuando se paró a mi costado deslice mi mano por debajo de su falda y sentí su nalga y empecé a sobarla hasta tocar su coño, ella se limitada a reír y moverse, pero entro una llamada del extranjero que tuve que atender y se fue a su sitio. Me había dejado con ganas y Salí de mi oficina con rumba a buscarla pero me tropecé con Carol la chica de pelo castaño y piel canela que tenía una Pechonalidad maravillosa y puntiaguda, me ofreció un café y le dije que lo llevara a mi oficina. Cuando entro la vi con una mini voladiza con zapatos de tacos y una blusa rosada transparente que amoldaba su figura. Conversamos ligeramente y me agradeció por estar en el equipo y que siempre había soñado con puesto bien remunerado y con un grato ambiente de trabajo. Yo le dije que sus cualidades eran las que habían determinado su contratación y que ella era muy hermosa sabía que era soltera y a sus 29 años había tenido mala suerte para el amor; La abrase como consuelo y le dije
Pero que ya llegaría la persona para tener una relación estable, se le pusieron los ojos rojos y yo la acaricié con ternura para reanimarla y sonrió por que el que se reanimó con ganas fue mi pene que lo tenía al palo y muy duro y ella lo sintió en todo su esplendor y me dijo, puedo? Por supuesto respondí. Lo toco por encima del pantalón y me dijo ummm que dura la tienes, te lo voy a mostrar, le dije. Me baje el cierre liberé a mi erecto y grueso pene y con mis manos acaricié sus senos y de frente le alce la falda busque arrimar su hilo dental y la penetré sin dejar de mirarla para luego colocarla con los brazos apoyados en mi escritorio y volver a penetrarla por detrás en su concha húmeda de liquido hasta que empezó a correrse y yo también terminé dentro de ella.

Al rato Salí en búsqueda de Eva, pero no estaba en su sitio y escuche un ligero gemido que venía de la oficina de Juanjo, cuando abrí la puerta me día con la grata sorpresa que se la estaba cachando, penetrando, follando en posición de perrito con su larga pinga, trola, verga de 10 inches y la rubia no paraba de gritar de excitación. Al final resultaba que a Eva era la que más le gustaba que la cacharan, follaran, culearan. Le encantaba la pinga, pene, trola y se convirtió en toda una mujer sedienta de pene.

Al día siguiente invité a Eva y a Janet a almorzar a un restaurant de la zona y después de los entremeses baje mi mano y la puse encima de la pierna de Janet que estaba a mi lado y la acaricié lentamente empecé a subir por debajo de su falda hasta encontrar su “pussy”, chucha, chocho, vagina o como quieran llamarla y metida mi dedo para luego sacarlo y saborearlo en mi boca, por otro lado, Eva estaba al frente mío y me saque el zapato con el pie lo dirigí hasta el medio de sus piernas que se sorprendió pero termino por abrirlas y pude poner dentro de ellas y rozar su vagina, mientras volví a bajar mi mano y ponerlas nuevamente dentro de las piernas de Janet y esta vez trataba de sacarle su calzón para lo cual ella me ayudada con los movimientos de un costado a otro para que puede liberar la prenda que cayó a sus pies y yo hice que recogía la servilleta para recoger la diminuta prenda y ponerla en mi bolsillo y al mirar por debajo de la mesa vi que Eva tenía bien abiertas las piernas como queriendo seguir recibiendo mi pie y masajear su pubis, lo cual lo continué haciendo y ella me apretaba mi pie en señal de que se estaba excitando.

Al terminar el almuerzo decidimos tomar el café en mi oficina y como los tres estábamos calientes nos sentamos en el sillón de cuero de tres cuerpos y empecé a besar a Eva y abrazar a Janet que se inclino sobre mis piernas y tocaba mi pene por encima del pantalón hasta que se animó a bajar el cierre y liberar la herramienta que tanto le gusta, continuando con una chupada, mamada y pasar su lengua de arriba abajo por lo grueso de mi pene y deleitarse con la cabeza dando círculos con su lengua en la punta de mi pinga. Eva recostada hacia atrás era desprendida de su blusa y buscaba sus pezones para mordisquearlos y con mi otra mano estaba que le sobaba la cuca, vagina, panocha de tal modo que estaba casi empapada de su líquido. Me voltee y le dije a Janet que no tenía su calzón que se abriera de piernas para propiciarle una comida de chocho, chupada de clítoris y saborear sus jugos, mientras Eva era la que me estaba chupando las bolas y el pene como desesperada. Las puse a las dos en cuatro sobre el sofá y empecé a meterle pinga a Eva tres mete y saca y se la colocaba a Janet con otros tres mete y saca. Al cabo de unos minutos Eva me estaba montando y Janet me besaba ardientemente y le dije que me chupara las bolas. Finalmente, Janet se puso de rodillas en la alfombra y la empecé a penetrar y poner un dedo dentro de su culito que parecía que ya había sido estrenado por su novio según me lo confirmó, lo que no dude en sacarla de su vagina y poner my grueso calibre a la entrada de su ano, que por su anchura le relamió de gusto y aullaba como perra en celo, lo que hizo que me viniera dentro de su culo. Eva contemplaba la escena y dijo que su marido le pedí su culo pero que ella no estaba segura aún, pero después de habernos visto seguro que se animaría en probar pronto.

…Continuará