Tenia una estrategia para cumplir la fantasía de Belinda, nosotros ibamos en nuestro fiat brava con el clima a todo volúmen, mirábamos el paisaje haciéndonos los desentendidos; pero ambos pensábamos en que Renato y Flavio nos seguían en el su coche.
Se siente un vacío en la boca del estómago y un cosquilleo en el conducto seminal, la respiración me costaba mantenerla pausada, el corazón lo detenía a fuerza de voluntad y nuestra plática, por demás banal, se caracterizaba por pausas largas.
Relato
Llevaba una hielera en el asiento trasero y nuestras maletas en el porta equipaje, le pedí a Belinda que me abriera una cerveza mientras raudos cruzabamos la autopista, para llegar al cruce que conduce a mi casa de recreo a pocos kilómetros de la playa.
En el cruce disminuí velocidad y abrí la ventana, había una brisa que empezaba a calentarse, eran apenas las nueve y media de la mañana, nos daría tiempo para darnos un chapuzón en la alberca y preparar la carne en el jardín, le había pedido a nuestro guardian que saliera desde el sábado temprano y se tomara el fin de semana entero, que me dejara comida en la heladera y el carbón de la churrasquera encendido.
Quería que todo saliera bien, que tuvieramos un buen fin de semana, y que si nuestros planes se harían realidad, no habría que forzar nada que todo se desarrollara naturalmente.
Al llegar baje nuestro equipaje y lo llevé a nuestra habitación, recién había llevado la hielera a la pérgola junto a la alberca, cuando llegaron Renato y Flavio, ya traían una cervezas entre pecho y espalda y venían con la música a todo volúmen, lentes oscuros, unas bermudas y con sandalias.
Renato dejo la puerta del conductor abierta, se bajo y llevó su vista de un lado a otro del lugar, mientras Flavio caminó directamente hacia mi con una cerveza en cada mano, yo aún no terminaba la que Belinda me había dado y le recibí la otra, puse musica sabrosa con mucho volúmen y caminé unos cincuenta metros al porton para cerrarlo.
Cuando regresé la música los había animado, los tres bailaban en la sombra de la pérgola, pensé que las acciones se iniciarían entrada la noche o quizás por la tarde, pero la fiesta había comenzado en un parpadear. Belinda ya se había puesto un hermoso bikini blanco y una salida de playa transparente encima de su traje de baño, nuestros amigos ya venían preparados, el único que quedaba vestido era yo.
Así que bebí mi cerveza de golpe, tomé otra y les dije, ya vengo voy a ponerme ropa para descansar, me fui a la habitación y las maletas ya estaban volteadas sobre la cama. Belinda es una desordenada pensé, o quiza quería recibirlos muy sexy.
Como suelo ser muy metódico, decidí tomar una ducha, no sin antes guardar la ropa en el armario, dejar mi pantaloneta, playera y sandalias preparadas. La verdad me tomó muy poco tiempo, entré a la ducha con mi cerveza en la mano y la termine mientras bailaba bajo la regadera.
Cuando llegué a la pérgola los tres me estaban esperando detras del bar, parecían haberse puesto de acuerdo y ser íntimos amigos. Sobre el bar habían cuatro Shots de tequila de dos onzas, una botella de Souza bien comenzada y un juego de naipes.
Belinda me dijo: míra, vamos a jugar Carta Mayor y el que pierda se toma su shot, deslizando uno hacia adelante, bueno le dije, un cliente atendido por tres cantineros no tiene otra opción que obedecer, pero les voy a dar ventaja y me lo tomé de golpe, bueno es asunto tuyo pero igual pagarás cuando te toque y volvieron a llenar el vasito.
Las cartas hicieron su papel y tras unos cuantos minutos de alegría, baile y gritos para superar el sonido de la música, la botella llegó a su fin; la última en perder fué Belinda, quin después de beber su tequila se quitó la salida de baño y se dirigió a la alberca de un clavado.
Nos quedamos los tres en el bar viéndo la belleza de mi mujer. Flavio me dijo que suerte tienes de tener una esposa tan guapa y yo le dije. Siii, tengo suerte. Renato completo nuestra conversación cuando dijo, pero también tienes suerte de tener unos amigos como nosotros, que también estamos ansiosos de cumplir sus fantasías ya Belinda nos dijo todo, así que somos materia dispuesta, tu nos dices cuando y comenzamos. Ya hemos comenzaaaaaado les dije, al tiempo que Flavio me daba una nalgada y salía corriendo para meterse al agua. Destape cuatro cervezas, le día dos a Renato y nos dirigimos a la alberca, ellos estaban al fondo, en la esquina donde se proyecta la sombra de almendro, de inmediato nos dirigimos para allá, platicábamos muy juntitos a medida que la sombra se empequeñecía y Belinda empezó a tocar a Renato diciéndole que te gusta más que te toque aquí, cogiéndole por los huevos o aquí, poniéndo su mano entre sus nalgas. En ambos lados putita le respondió. Y tu Flavio? Por que no le preguntas eso a tu marido, le dijo.- Bueno mi amor donde te gusta más que te toque? Aquí le dije cogiéndome los huevos. Mentiroso me dijeron los tres al unísono y soltamos una carcajada.
Belinda estaba ya entrada en tragos, y me dijo mira vamos a realizar aquí nuestra fantasía. Yo me descompensé un poco y le riposté, bueno no hay una mesa como lo quieres. No importa, eso será después por ahora será fantastico bucear un poco y se sumergió para bajarnos a los tres las pantalonetas, cuando salió dijo fuera las pantalonetas y los tres las pusimos a la orilla de la piscina.
Yo tuve una erección en el acto; sin embargo, nuestros amigos parecían estar más acostumbrados a aquel tipo de cosas y estaban inmutados, sin ropa en la parte baja pero iguales.
Belinda se quitó también el bikini y sosteniéndolo en la mano dijo: vean no hay preferencias.
Cariño tienes que sumergirte conmigo me dijo dandome su mano, coloqué la cerveza a la par de nuestra ropa y nos sumergimos juntos, en el agua sin gafas no podía distinguir nada, pero extendimos las manos para tocar sus instrumentos, que empezaban a reaccionar, ellos se colocaron con la espalda a pared de la alberca y cuando salimos a tomar aire se estaban riendo mucho.
Belinda me dijo cual primero y le señale a Renato, nos volvimos a sumergir y ella le agarro el pene y con su otra mano me acerco para que lo chupara, yo lo metí en mi boca medio flacido y me quede metiéndolo y sacándolo de mi boca pero sin chupar para no tragar agua, hasta que necesité aire y salí a respirar, pero ya Belinda me estaba tomando del cuello y me hizo sumergirme inmediatamente hasta Flavio a quien también le hice lo mismo. Salí de nuevo a tomar aire y le dije no puedo.
Ellos se sentaron a la orilla de la alberca y se recostaron sobre sus antebrazos, ahora si puedes enseñarle a tu mujer cual de las dos está más sabrosa. Belinda me vió, e hizo una de esas muecas que me vuelve loco, medio cierra un ojo, se le pronuncia el camanance, y tuerce un poco su boca. Es una expresión tan sexy que cuando la hace no puedo negarle nada. Además a estas alturas no iba a negar nada.
Flavio tenía la pinga más grande y venuda, pero apenas se detenía hacia arriba sus huevos eran grandes llenos de pelos negros, le colgaban entre sus piernas. Renato tenía la verga bien tiesa, con una gota en la punta de su glande, los huevos los tenía bien encogidos y pegados a la base de su falo, los observe con detenimiento por unos instantes hasta que Belinda tomo uno con cada mano y me dijo, los tienes que probar y decirme cual es más sabroso. ¿Se te olvida?
No mi amor, no se me olvida, le dije. Con mi mano izquierda doble mi pene hacia arriba para no lastimarme contra la alberca y me acerque a Renato, me introduje su pene en la boca y lo llené de saliva, estaba babeando, le pasé la lengue desde sus huevos hasta la punta y lo sentí larguisimo, quité la mano de Belinda para tomarlo con mis manos, le empecé a dar una mamada, sentía como si aquello fuese lo mío. Para...tienes que probar éste también, me agarre de nuevo la verga para no rozarla contra la pared y me dirijí a Flavio, aquel trozo de carne estaba muy bueno, le cogí los huevos y les di un beso mientras rozaba con mi mejilla su tronco.
Lo metí en mi boca y empece a chupar, lo metía hasta mi garganta y aún medio flácido no me cabía en la boca y no pasaba por mi garganta, es un pene masivo, pense. Le daba lenguetazos mientras Belinda miraba fijamente lo que hacía. Me separé y le dije tienes que probar ambos, los dos están exquisitos.
Belinda parecía esperar mi orden y de inmediato se dirigio a Renato, antes de introducirse aquel mástil en su boca le dijo, ustedes también tienen su parte y nos deben decir después quien mama mejor.
Flavio tenía ya una erección completa y el ancho de su verga me hacía dificultuoso meterla en mi boca, lo lamía, le daba chupetones, chupaba sus huevos, estaba en un verdadero regocijo de verga.
Belinda me decía, cambiémos y nos cambiabamos, yo le sugerí que debíamos irnos a la cama los cuatro, pues a éstas alturas quería ser follado como nenita, moría por sentir uno de aquellos palos entre mis nalgas. Pero Belinda se incorporo y me dijo, no eso lo haremos después. Ahora quiero que les mamemos hasta que se vengan. Entonces cambiemos le dije porque esta no me cabe en la boca, Belinda sonrió y se acercó a Flavio y la metió en su boca, a mi sí dijo, ahora hasta que tengamos leche.
Nuestra jornada se alargó por mas de media hora, ya la espalda me quemaba por el sol y me quejé de ello balbuceando entre la saliva y los liquidos preseminales de Renato, como respuesta sentí la mano de Belinda que me untaba semen de Flavio en la espalda y me decía aquí esta tu crema mi amor, cuando la ví tenía la cara llena de leche y me dijo puedes o te ayudo, sin responder seguí con mi tarea y apliqué un truco que se me ocurrió en el instante, le metí un dedo en el culo a Renato y le seguí chupando, en unos segundos descargo todas su leche en mi boca, mi esposa me jalo y me dió un beso con mi boca llena de semen, los dos nos intercambiamos fluidos ajenos y nos lamimos las caras, ella se dirigió a Renato para limpiarle con su lengua todos los restos de leche que habían en sus huevos y sus piernas, y Flavio me dijo no te quedes viendo haz lo mismo conmigo, y así lo hice.
Ha sido un buen comienzo dijo Renato, ya verán las sorpresas que les hemos preparado, pero por ahora los vamos a bautizar como la pareja mamona.
Lo que sucedió ese fin de semana no se los puedo contar ahora, pero por lo menos ya nos presentamos como la pareja mamona.
SALI DECIDIDA A CONQUISTAR A MI PAPI Y CUMPLIR CON MIS DESEOS, LE TOQUE DOS VECES LA PUERTA E INMEDIATAMENTE ME CONTESTO PASA, PASA BEBITA QUE ESTA ABIERTA., ABRI LA PUERTA Y DI UN PASO; Y ME DETUVE, MI PAPI ME DERRITIO CON SU MIRADA DE DESEO Y YO LE CORRESPONDI EN FORMA PROVOCATIVA, MI PAPI ME DIJO, ACERCATE BEBITA QUE DESEAS A LO CUAL LE DIJE: SABES UNA COSA PAPI, COMO MI MAMI NO ESTA, YO ME SIENTO MUY SOLA Y QUERIA SABER SI PUEDO ACOMPAÑARTE Y DORMIR CONTIGO, A LO QUE ME RESPONDIO: OK BEBITA NO HAY PROBLEMA ACUESTATE A MI LADO.-
Relato erótico enviado por BEBITA WILKINSON el 15 de August de 2009 a las 10:41:01 - Relato porno leído 66548 veces
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Oscar Verica
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:04) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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