Me gustan las apoderadas del colegio y me gusta poseerlas hasta fecundarlas haciéndolas mama de uno de mis hijos.
Relato
Fuimos a buscar al niño con mi profesora de matemáticas y me presenta a la cuidadora y apoderada del colegio Valentina, una apoderada pequeña en tamaño, pero con un par de senos que quitaba el hipo y por detrás un culazo que uno se daba vuelta a admirarla…
Al día siguiente no se si fue casualidad o ella busca una excusa para hablarme a sola, bueno fui a un mercado que visito cada dos días para abastecerlos de verduras, en ella me encuentro con Valentina, esa mujer de baja estatura, pero con sus anatomías que llamaba la atención, me saludaron muy cariñosamente con besos en mi mejillas y casi en mi boca.
Me dicen que las verduras están caras ella quería berenjenas y estas están sobre los doscientos cada una, sabía que me quedaban algunas en mi camionetas y le digo cuantas quieres , responde con tres suficiente me dice…, la llevo a la camioneta, al pasar es estrecha la vereda y debe ajustarse a ella para permitirme mi paso y al sentir su cuerpo comprimido entre el vehículo y el mío aprovecho de mover mi sexo entre sus graciosas nalgas…, no reclama solo me mira, diciéndome oye tu profesora de matemáticas dice que tienes un pene que exponencialmente crece y aumenta al doble con sus exponentes y no claudica con sus divisores obteniendo ella excelentes resultados al descomponerse la operación gozando y satisfaciéndose con ardor y pasión. ¿Quieres guerra conmigo?, tu te lo estas buscando llévame a casa.
Llegamos a su casa entro las berenjenas, lechugas y tomates que traía y ella me abraza friccionándose su cóccix contra mi miembro…, no soy un bebé y reacciono.
Que sabes tú de eso me dice, eres un adolescente…, cuidado le contesto cuidado que puede uno dar la vuelta y convertir este muchacho en un lobo. Me mira medio sonriendo medio en serio, veamos si eres capaz de demostrármelo, lobo, dice, al tiempo que tira de mí hacia su dormitorio.
Bien, empieza como tú dices a besar que excitas a las mujeres, me abrazó y besó mi mejilla, reacciono mi cuerpo y con un estremecimiento en mi piel me abracé a ella y comencé a besarla en el cuello la recosté en la cama, manoseaba sus enormes y deliciosos pechos. Después se quitó la blusa y luego el sostén, dejándome ver sus pechos, unos deliciosos melones que unos por uno fueron míos junto a sus pezones hundí mi boca en sus pechos, los besé, los acaricié, succioné sus pezones, los tuvo entre sus labios los lamía con mi lengua la tía no paraba de gemir me acariciaba mi cabello mientras la hacia sentir una súper mujer en mis brazos, baje por sus brazos estos estaban sobre sus piernas continué con ellas, besándolas hasta llegar a sus glúteos cuando me acercaba a su entrepiernas esta tirita de emoción y aprovecho de recorrer con mis manos sus piernas, con una de ellas alcanzo su vagina sobre su calzón, lo quito. Valentina reacciona. Me quitó mi pantalón, luego mi camisa y terminó sacándome mis calzoncillos, me tiro sobre la cama y me empezó a lamer y a meterse mi pene en su boca, lo hacía tan delicioso, con tantas ganas que casi suelto mi leche en su boca mi pene era totalmente suyo. Luego ella se cambio de lugar. Valentina me empezó a montar, como estaba muy húmeda en su vagina esta se dilato y permite la entrada de mi pene en su sexo hasta el fondo, la hacia sentirse mujer en mis brazos…. me daba un placer muy grande al sentir como cobijaba mi miembro, igual ver ese rostro demacrado por la pasión, gimiendo de placer al satisfacerse me alborozaba y estimulaba.
Finalmente eyaculé mis efluvios en su s entrañas y ella me recibe con gritos mi leche tibia en su matriz. Quería más de ella, pero ella bufaba agotada.
Me acomodé entre sus pechos y comencé a chuparlos. Su piel blanca, y sus pezones grandes y rosados estaban exquisitos. El tamaño de sus senos increíble... Ella se puso un poco indignada al comienzo, pero luego sentirse manoseada y acariciada por un hombre la desespera, me permite seguir acariciando sus dos mamas, pero a la vez, frotar mi erecta verga contra sus nalgas. Bajando por su cuerpo hasta llegar a su maraña de vellos, entonces cojo y abro sus piernas me sumerjo entre ella chupando su sexo hasta lograr que su clítoris saliera al encuentro de mi lengua. Se queja… que haces…, oh…, rico…, déjame…, pero comienza inconcientemente a mover sus caderas, se esta entregando a mis caricias. Me tomas mi pene entre tus manos y queda maravillada con aquel pene duro y palpitante en el que las hinchadas venas dibujaban su contorno, era primera vez que tenia y veía un pene entre sus manos lo volvió a agarrar, esta vez lo apretaba con ambas manos contra su cuerpo, apreciaba su dureza entre sus muslos, apenas abarcaba con sus manos este miembro y también concebía sus palpitaciones. Completamente desnuda le agarre sus nalgas y acomodándome detrás de ella comencé a penetrarla en la posición de perrito. Su excesiva lubricación, me dejó entrar hasta el fondo. Colocado detrás de ella, le comencé a enterrar mi verga, la que poco a poco se fue perdiendo por esa estrecha vagina. Cuando la tuve metida hasta la mitad adentro de la estrecha cavidad, ella gimiendo de placer y dolor se revolcaba tratando de sacarse mi miembro de su vagina, mientras mi pene la desentrañaba y se meneaba en su covacha, miraba sus manos empuñadas agarradas excitadas al cubrecama, como si por primera vez la tenían penetrada en su sexo, gritaba de placer, dolor y vergüenza. No pasaron ni tres minutos cuando conseguí que ella se bambolearse y contornearse buscando saciarse con un monstruoso orgasmo que al llegar la dejó agotada y desintegrada entregando su cuerpo para que este macho continuara siendo amo y señor de su excitación, gocé a esta mujer madura e inexperta en esa posición, ella solo gemía y suspiraba ayees de placer, acompañándome en mis movimientos apasionados vehementes e impetuosos con que le desgarraba su vagina recién flagela y golpeada, no aguanté más y comencé a llenarle su vientre con mi tibio semen que quedó casi todo dentro en su matriz y muy poco salió fuera de su sexo. Recibía mi leche en el interior de su vientre y sentía como esa leche tibia recorría sus recónditos partes sexuales inexploradas, que placer, el dolor ya no sentía, solo una flacidez al placer de un apareamiento bien culminado en su vientre y un gozo inmenso de haber refugiado por primera vez en sus entrañas a este un miembro masculino deseado y monstruoso, que ya no solo sería de la profesora sino también de ella.
...-“Espera”.-Le dije. Me terminé de quitar la blusa, me desabroché el sujetador y liberé mis senos.
Él ni corto ni perezoso acercó los labios y me los empezó a chupar uno a uno. Yo ya no daba, mi vagina se humedecía anhelando tener su erección dentro. Sergio me acariciaba y me chupaba las tetas y pronto puso su mano por encima del pantalón en mi vagina, lo que me hizo soltar un gemido de excitación...
Relato erótico enviado por charly_bo el 19 de February de 2013 a las 00:00:03 - Relato porno leído 150900 veces
Me quitaron mi virginidad mis profesores...en el colegio
Relato erótico enviado por Anonymous el 23 de June de 2013 a las 00:10:01 - Relato porno leído 76474 veces
Si te ha gustado Valentina la apoderada vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Valentina la apoderada.
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
learcu
(23 de March de 2016 a las 07:31) dice:
por que Anonymous está copiando mis relatos enviaos a Elite, este lo envie hace bastante tiempo Learcu katebrown
(18 de October de 2022 a las 22:17) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:44) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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