Vaya velada

Esto ocurrió hace tres semanas, tenemos una gran amistad con otra pareja compañeros de trabajo de mi esposa y míos. Salíamos de farra, a cenar, en fin que lo pasábamos bien. En cierta ocasión salimos de fiesta y después de cenar y tomar unas copas, entonces no había tantas restricciones, decidimos volver a casa y tomar la penúltima. Habíamos bebido, pero la que más cargada iba era mi amiga, a la que llamaré Carmín, habíamos cogido su coche, pero para volver a casa se puso su esposo al volante, yo a su lado y detrás Carmín y mi marido. Durante todo el trayecto no hacía mas que mirar y decirle picardías a Gabmamm, ellos me seguían la broma y yo toda seria al volante, procurando no perder la compostura, ya que aunque no había tanta prohibición como ahora, era evidente que si nos paraba la policía y veía como estábamos podíamos tener un disgusto, además de que yo quería llegar bien a casa y no tener problemas. Gabmamm además de decir tonterías, empezó a volverse hacia atrás y a intentar toquetear a su mujer y ella se reía y le decía que estuviese quieto que la estaba poniendo calienta y como iba de bebido seguro que al llegar a casa se dormía y la dejaba a dos velas. Él no paraba y Carmín llegó a enfadarse un poco, para evitar problemas decidí parar en un Pub cerca de casa y tomarnos algo fresquito, debo decir que era finales de Julio. En el pub, que tenía música, Gabmamm quiso bailar, pero Carmín no quiso, entonces se dirigió a mí y por no discutir le dije que si, salimos a bailar y a Carmín se le paso un poco su disgusto, mi marido se quedo tomando con Carmín, yo pensaba que la borrachera de mi marido nos estaba estropeando la noche, Gabmamm y yo volvimos a la mesa después de varios bailes muy contentos y entonces Carmín, que se le había pasado el enfado dijo que también quería bailar, salimos los cuatro, pero al ir a emparejarnos Gabmamm le dijo: Ahora soy yo quien no quiere bailar contigo. Y me agarró a mí, a lo cual empecé a reírme, y le seguí la broma, Carmín se quedó parada y se fue a la mesa con mi marido a seguir bebiendo yo me puse a bailar. Al rato decidimos seguir hasta la casa y los acompañamos a la suya, allí Luis mi marido se empeño en una última copa y como hacía mucho calor. En fin hay que ser de piedra y el Luisito que pone música y que sigue con la tontería de borracho cuando salía a bailar con Gabmamm, al cojerlo por la espalda y sentirlo a través de la camiseta, me iba poniendo a tono y todo era disimular, por eso no bailábamos todo el tiempo. Tomamos alguna copa más y como ya no había que conducir bebíamos con menos mesura y llego un momento que estábamos bastante “cocidos”, Luis se dejo caer sobre un sillón y Carmín en otro sillón medio amodorrados, como Gabmamm y yo habíamos bebido menos y como que estaba preocupado por que no se le notara el “tono” muscular, parece que el alcohol nos había afectado menos, pero eso es lo que yo creía. Cuando los vi en el sofá y como soplaban, empecé a arrimarme más y cuando yo retrocedía, eso si con mucho disimulo, nos acercábamos más, al final dejé mis prejuicios a un lado y mirando de reojo y viéndolos dormir me arrimé mas a Gabmamm, luego flexioné ligeramente las piernas y lo pasé por delante de mi vulva, él apartó la tela de las bragas y acerqué mi mano, para dirigir su pene y noté que estaba tremendamente mojada, se lo dije y contestó: Pues yo no me quedo atrás, vaya calentón que llevas, bueno llevamos. ¿No nos estaremos pasando,- le dije. Bueno ¿ahora me vas a venir con remilgos? Si quieres lo dejamos, pero me parece que tu tienes las mismas ganas de dejarlo que yo. Ahí ya me lancé, estaba como una moto y el miedo que tenía era que a se nos pasara el efecto del alcohol y me mandase a la porra, así que decidí que ya estaba bien, me fui hacia un sillón que estaba al otro lado de salón y medio tapado por la mesa, me senté, me quité las bragas y sacando su pene me senté sobre él, yo veía a los otros dos y él estaba de cara a mi y no los veía, empezó a subirme y bajarme, paré un momento y le dije, tu verga es muy grande y me esta doliendo rico papi, deja acomodarme para que me sigas dando verga, no paraba de jadear, y aaaaaaahhhhhh, mi primer orgasmo, tuve que besar a Gabmamm para evitar mis gemidos, empecé a suspirar y yo estaba tan cachonda, de pronto sus suspiros aumentaron de intensidad y de rapidez, por miedo a que se despertaran los otros dos lo besé y él seguía, de pronto se paro y me dijo: me corro por donde quieres mi leche, y yo le conteste échemela toda adentro, Bueno a ver que se puede hacer. Y levantándose, se coloco ante mi y empezó a bombearme duriiisiiimo aahhhh, de forma maravillosa, se corrió en mi concha, y luego se paro y me la puso en la boca para que se la dejara limpia que sabroso, a los pocos minutos se levantó y volvió subirse. Me he calentado otra vez con tú mamada, me la metió otro poco. Las sacudidas eran tremendas, tal parecía que esta segunda penetración lo satisfacía mas que la primera y la verdad a mi también, de repente empecé a agitarme de forma convulsa y yo notaba sobre mi vagina unas tremendas contracciones, al final me corrí como una bestia. Me quedé muerta y él no estaba menos agitado, me empezó a bombear mas duro, de pronto me volteo y me vi en cuatro sin poder hacer nada, y de una me la metió, que dolor mas sabroso, sentí que me estaba partiendo en dos y eso que estaba acostumbrada al sexo anal, pero no a vergas tan grandes, aaaaaahh me seguía dando no se como no se despertaban, estábamos totalmente fuera de control, al rato siento contracciones y electricidad en todo mi cuerpo aaaahhhhh, y casi simultáneamente su verga se hincha por la descarga que viene y me la echa toda en mi culito, aaaaahh. Se levantó y fue al baño a lavarse, yo hice lo mismo, y nos lavamos juntos como pude le di otra mamada, volvimos al salón, los otros seguían dormidos y decidimos esperar un poco charlando, Gabmamm se sentó en una silla y yo en un sillón, pero a los 15 o 20 minutos yo me sorprendí mirando hacia la verga de Gabmamm, la luz era muy tenue y no se veía nada, pero la situación corría el peligro de encenderse otra vez y eso ya sería demasiado. Le dije-Vamos a despertarlos y me contestó –Si será mejor, sonriendo. Los despertamos y después de vestirnos Gabmamm y Carmín se fueron a casa, y yo quede con mi colita ardiendo pero complacida. Espero nuestra próxima salida para seguir disfrutando, los mantendré al tanto.