Violada en mis pesadillas por el demonio

Hola, ya que en esta página admiten cuentos de sexo ahora me tomare la libertad de relatarles mi escalofriante y su vez morbosa experiencia que viví ya hace un tiempo. La misma se trata de cómo tuve una horrible pesadilla en la que me soñé siendo violada salvajemente por algún demonio o algo así. Gracias a Dios sólo fue un sueño pero si me la pase muy mal esa noche, espero les guste y me cuenten su opinión de por qué será me paso esto. Iniciare presentándome me llamo Teresa, tengo 38 años y soy de nacionalidad mexicana, soy caucásica de piel blanca, mi pelo es rubio pero no natural si no pintado, mis ojos son color cafés naturales y sin duda mis labios son muy atractivos, más pues casa siempre los decoro los labial rojo brillante. Mido 1.69 cm y mi cuerpo está completamente en forma a pesar de que ya soy madre de dos niños, pero aun así mi belleza esta a todo su esplendor aun gracias a que me he cuidado hasta el momento, mi cuerpo tiene tres puntos los más sensuales y los que las saco buen partido, mis senos bien formados y duritos, mis nalgas bien paraditas y esponjocitas e igual mis cachondas piernas perfectamente torneadas y depiladas. Como ya lo dije soy madre soltera o más bien dicho divorciada, tengo dos niñas bien preciosas de mi pasado marido. Les comentare que estuve casada por casi 8 años con un hombre que me amaba al principio pero después se volvió todo un holgazán que ya no quería mantenernos a mí ni a las niñas, todo el día se la pasaba viendo televisión y cuando no hacia eso se iba con sus amigos a tomar, como consecuencia llegaba diciéndome groserías e incluso ya me quería golpear.

Con todo eso un día lo demande y nos divorciamos ya desde hace dos años. Ahora mi hija tiene cinco años y la más grande seis, vivo sola en el departamento rentado de una unidad habitacional de la ciudad de México pues no me alcanza para una vida más mejor, sin embargo no me quejo pues gracias al empleo que conseguí como empleada en una zapatería tengo lo necesario para mí y mis hijos. Soy una madre muy responsable y dedicada únicamente a mis hijos e incluso el quehacer domestico, así que desde que me divorcie hace dos años no he tenido aventuras sexuales ni amantes pues les confesare que únicamente cuando siento ganas de sexo me limito a masturbarme yo sola y con ello me quito las ganas pues no quiero a otra hombre que me decepcione igual o que no vaya a querer a mis adoradas hijas que para mí son toda mi vida. Por parte de mi ex esposo que es padre de mis hijas únicamente las viene a visitar los fines de semana pues el ya está casado de nuevo. En fin igual les comentare que soy una mujer muy alegre, positiva y humilde, lo único que más deseo en mi vida es el bienestar de mis hijas por ello me esfuerzo al máximo por darles una vida digna, aunque no de lujos pero por lo menos respetable si, al igual que una educación para su futuro.

Bien ahora si iniciare la historia de lo que me paso esa noche de domingo. Desde que se oculto el sol en mi casa comencé a escuchar ruidos extraños y pisadas como de hombre grande muy pesado, pero no le tome atención ya que mis niñas estaban aun despiertas y corriendo por todo el departamento. Yo sabía que esa noche no era normal pues de pronto sentía una brisa muy fría y un extraño temor de apodero de mí, pero seguía sin darle mucha importancia pues como soy católica en todo el departamento tengo imagines de santos y crucifijos, los ruidos eran cada vez más extraños y tenebrosos pero los mismos únicamente yo los escuchaba pues mis niñas jugaban sin espantarse de nada. Cenamos como eso de las 9:00 de la noche y después vimos una película de dibujos animados con la que el miedo se me fue al igual que los ruidos pues por el televisor ya no escuche nada en absoluto, la película duro un poco más de dos horas y al terminar mis hijas querían ver otra pero como ya era muy noche, para ser más exactos ya eran un poco más de las 12:00 de la noche, no les permití ya pues para amanecer lunes tenían que ir al colegio temprano. En fin les indique que se preparan para dormir y así me obedecieron, las dos se cepillaron los dientes, se pusieron sus pijamas y yo misma las acosté dándoles su beso de buenas noches, de una vez estando dormidas ellas yo también me dispuse a dormir. Esa noche tenia puesto un vestido de falda larga color rosa pastel con adornos de flores, portaba unas sandalias sencillas color azul y unas medias cristalinas que envolvían mis piernas.

Antes de acostarme decidí tomar un baño así que puse a llenar la bañera con agua caliente, le aplique jabón y champú. En lo que esperaba que se llenara la bañera me cepille los dientes y después de asegurarme que mis niñas estuvieran bien dormidas me dispuse a tomar el baño. Ahí dentro el baño inicie a desnudarme. Primero desate la cinta que amarraba mi vestido a mi cintura, luego me quite los tirantes de mis hombros y deje caer mi vestido deslizándolo por mi cuerpo hasta quitarme totalmente, luego me baje mis bragas y por último me quite mis medias. Así quede completamente desnuda ahí en el cuarto del baño, después de cerciorarme que el agua estuviera a la correcta temperatura me dispuse a entrar en la bañera, muy lentamente me acomode adentro sintiendo y deleitándome con las espuma del jabón en todo mi cuerpo. De esta manera quede perfectamente acomodada dentro la bañera con mi cuerpo cubierto con la espuma y agua calientes. Al principio estuve muy relajada disfrutando del baño, no medí el tiempo pero me parece que ya había estado dentro la bañera como un ahora y con la temperatura del agua en ese tiempo me quede dormida dentro la bañera, ahí inicio todo.
Yo siguiendo estando dormida pero soñándome despierta de nuevo me soñé ahí mismo dentro la bañera siguiendo disfrutando del baño caliente.


De pronto salte al escuchar cómo se acercaba desde la sala una fuerza tan fuerte que se parecía a un remolino, abrió la puerta del baño a golpe y clarito lo vi como un especia de vapor o humo como cuando hay un incendio. A toda velocidad se acerco a mí y de inmediato ya no pude gritar pues sentía que mi boca estaba amordazada, mi ser entero se lleno de pánico al sentir la presencia de una maldad tan profundamente diabólica que sentía morir lentamente pero no podía hacer nada. Por más que quería salirme ya no pude y aunque con mi cuerpo revoloteaba el agua no pude escapar. En ese momento sentí clarito como una fuerza enorme me tomo de las piernas y me las separo a golpe, de esta manera quede así en la bañera con mis piernas totalmente abiertas y recargadas sobre los extremos de la bañera, yo sentía que me moría de dolor y terror. Luego note como algo se metió en el agua como si fuera algo con vida pues se aproximaba a mí haciendo olas en la espuma, en ese mismo momento sentí como alguien me agarro de mis senos apretándolos de tal manera que vi como mis dos senos se apachurraron como frutas exprimidas, yo misma veía como unos dedos se marcaban en mis pezones lastimándomelos. Lo más horrible fue cuando sentí y vi como ese algo que se aproximaba a mí en el agua se metió en mi vagina, el dolor fue tan grande que yo misma mordí mi lengua del terrible dolor pues más bien parecía que mi vagina había sido penetrada por un trozo de metal ardiendo a más de cien grados centígrados, yo misma veía como mis labios vaginales se abrían y cerraban a cada embestida que eso me daba. El dolor de aquella penetración era tan terrible, abominable, grosero y cruel pues parecía que le gustaba violarme de tal manera, sentía como entraba y salía esa cosa de mi raja vaginal causándome el daño más grande que nadie se imaginaria jamás.
Al mismo tiempo esa cosa fuera lo que fuera continuaba pellizcándome los pezones con toda su fuerza. Y como si fuera suficiente tortura él me beso, al preciso momento sentí sus labios repugnantes en los míos, pero no eran de humano más bien parecían de animal, sus labios quemaron los míos como si fuera fuego y me dejo un aliento como de azufre en mi boca. Continuaba penetrando mi vagina a lo salvaje y yo me sentía bien destrozada como si ya no pudiera más. Hasta que de inmediato como chispa de esperanza de me ocurrió rezar, al momento intente rezar el Padre nuestro más sea lo que sea no lo permia y escuche su voz como si viniera del infierno decirme ¡Tu Dios no te oye ahora estas sola! Pero yo seguí insistiendo hasta que lentamente pude pronunciar únicamente ¡Líbrame de todo mal Señor! En ese preciso momento sentí como eso se retiro de mi vagina y me dejo dado una tan terrible bofetada que me sangro la nariz.

Ahí fue donde desperté gritando y me di cuenta que seguía en la bañera, mi corazón no paraba de latir como si fuera a reventar pero poco a poco me fui tranquilizando al ver que sólo había sido una pesadilla. Sin embargo sea lo que sea me dejo pruebas de algo real pues el sabor a azufre seguía en mi boca y al mirar hacia mi zona vaginal note como estaban manchada de sangre mis labios vaginales como cuando una pierde su virginidad o está en la regla. Pero no era así, espere a tranquilizarme totalmente y de inmediato me seque, me vestí y fui a ver que mis hijas estuvieran bien. Por suerte si lo estaban pues sea lo que sea que fue únicamente me hizo daño a mí. Al día siguiente desesperada de saber si fue real o no me dirigí al consultorio de mi ginecólogo para que me hiciera estudios si en verdad algo había penetrado mi vagina y la tranquilidad que sentí fue grande cuando él me dijo que no, que nada había penetrado ni forzado mi vagina, por lo que no había sido violada de verdad. Sin embargo no me explico el sabor a azufre de mi boca y la sangre que fluyo de mi vagina, ahora solo lo recuerdo como un terrible sueño pero eso también me ayudo a que me volviera más creyente en Dios. Tanto que ahora he ingresado a un grupo de oración de enfermos católicos de la ciudad.