violada por dos chicos compañeros de mi hija

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Estoy sorprendida, pero es verdad, mientras mi hija consolaba placidamente a su novio en su dormitorio, yo una mujer de 36 años con marido poco activo en lo sexual, enferma en cama era violada por dos compañeros de mi hija en el colegio. Uno de los violadores eso si es un macho de primera como que estoy esperándolo para que me atienda y me viole nuevamente, empezare por el principio…

Estoy en cama con una fuerte gripe, mi hija una loca de 17 años debería atenderme, pero ella solo piensa en su bienestar, como debe estar en casa para mal atenderme trae unos amigos a esta casa, su novio y dos compañeros estos de un año mayor que ella.

La llamaba a mi hija para que me trajera más jugo de frutas y aparecen dos de sus amigos diciéndome que ella está muy ocupada satisfaciendo a su novio temporal en su dormitorio

Uno de ellos me solicita lo que deseo y envía al otro a prepararlo y traerlo, en esos momentos me siento muy acalorada y tontamente saco fuera de mis edredones una de mis piernas totalmente desnuda, mostrando además parte de mi entrepiernas, los ojos de Leo un compañero que conozco de mi hija, casi se le desprenden los ojos de sus orbitas. Me toca esta pierna acariciándola cariñosamente y sus dedos son pasados por ella con lujuria y suavidad alterando mis pasiones… que haces le digo… me contesta tocando algo mal investigado y no agasajado con ardor de macho ardiente y excitado… que sabes tú de esto digo… mucho me contesta, no serías la primera mujer que me suplica que la posea…lo miro extraño y mas cuando sacándose sus zapatillas se despoja de ellas recostándose a mi lado… asustada trato de alejarlo, imposible, es mas fuerte y además proviene de él un olor a macho excitado, este olor me regocija activándome como hembra en celo pues estoy en mis día de ovulación y lista para preñarme, Leo me abraza cosquillea mis oídos, lame mis orejas me exhala provocativamente en ellos, estoy caliente mas caliente que una perra con corte de machos pugnándosela.

El joven macho lo percibe y se recuesta abrazándome me precipita hasta mis cabellos, luego me besa, no evito sus besos, abro mi boca para correspondérselos y su lengua juega con la mía… esto caliente salvajemente. Sentí como deslizaba sus manos partiendo de mis hombros hacia abajo en dirección de mis senos, no opuse resistencia, siguió acariciándome y metió sus manos en mi camisola de dormir, delinea con su dedo índice la circunferencias de uno de mis pechos con gran suavidad, luego se adueña de uno de mis pezones con sus dedos, mi cuerpo se altera después de meses sin caricias y gemí para demostrarle que me gustaba lo que estaba haciendo con mi cuerpo… lo miraba curiosa de saber que más haría.

El siguiente paso me sorprende, aparta las frazadas y bajándose sus ropas me muestra su exquisito, duro, tieso y aumentado pene que me deja con la boca abierta es un digno pene de un potrillo no de un juvenil macho, no alcanzo a reponerme cuando siento esa maza de carne, músculo y venas sobresaliente en su glande entrando en mi vagina apartando bruscamente mis paredes vaginales, rasguñándolas en su entrada alocada en mi vientre… gemí adolorida y sollocé empotrada sintiendo a esa maza adueñarse de mis entrañas sin autorización, no era capaz de soportar la presión de su pene en ella, notaba su entusiasmo carnal y pienso es de buen tamaño y gordo…, le susurro al oído, si lo metes en mi vagina y ambos nos degustamos de un buen apareo y nos satisfacemos como corresponde a una mujer ser satisfecha por un macho, la empotro en la cama, no era una hermosa mujer, pero era una mujer de buen aspecto y de un agradable cuerpo además de limpia…, nos desnudamos y si este macho me calentó mis pasiones excitándolas… mi familia se demorarían mínimo cuatro horas en llegar…, lo llamé lo tome entre mis brazos nos acostamos en mi cama levante mis polleras y saco mi pene penetrándome de un golpe, como chillo y luego meneo desesperadamente mis caderas satisfaciéndome de este enlace a las maravillas, Gemía, susurraba, llorisqueaba, pero no dejaba de menearse mas…, más gemía…. Y abrazándome me entrega sus orgasmos diciéndome eres un semental deseado por las mujeres, me cuidaré si no es que ya me preñaste.

Quiero descansar y nuevamente me tenían empotrada….ahora era el mas joven de los chicos en verdad no era un macho en potencia se le salía a cada movimiento de mi vagina la que me dolía cada vez que la metía nuevamente a la docenas de veces se le salió y evacuo su semen entre mis piernas quedando saciado, en verdad no valía como macho se parecía a mi marido… se retira y cansado se sienta en el suelo, reacciono echándolos de mi pieza y casa, ambos salen, pero Leo pasa por donde están mis llaves sobre la repisa y me dice me las llevo mañana te vendré a ver por si me necesitas para ayudarte…

Al otro día salen mi marido y mis hijos al trabajo y colegio pasan unos quince minutos y siento la puerta, pienso que se le olvido a mi marido, pero no aparece Leo que había entrado con mis llaves… nos miramos y nada nos dijimos, me desnuda y yo lo desnudo nos acomodamos en mi cama y….

Cumplió con esta maduras voluptuosas y apasionada mujer que lo único que deseaban era de satisfacerse con este chico de 18 años, a pesar que por su desarrollado físico parecía mayor… lo compadecía ya sabía yo lo que nosotras las hembras sensuales deseábamos de este joven macho. Como me ensartaba con su inclemente, desarrollado, inhumano, firme, grueso y desaliñado, glande lleno de venas que se notaban desformándolo… mi cama se estremecía y crujía con nuestros apasionados movimientos carnales, cada clavada parecía una lanza estrellándose contra mi matriz, mis entrañas gemían de placer y dolor, lo abrazaba y enroscaba mis piernas en su cuerpo atrayéndolo aún más hacia mi cuerpo, deseaba que me partiera en dos, como suspiraba y sollozaba desesperada antes sus duras penetraciones era mi macho… si era mi verdadero macho, había desplazado el lugar de mi marido para empotrarme él mi predilecto gozador de mi cuerpo.

Leo me visitaba cada vez que podíamos a veces dos otras tres veces en una semana y algunas nada, en el mes lo recibía entre mis piernas no menos de seis apareadas

Empecé asentirme mal del estomago, fui al medico y después de los exámenes de sangre me dice… felicitaciones nuevamente esta embarazada.

Había sido fecundada por un joven semental un portentoso macho que me tenía adolorida mis piernas, destrozada mi vagina y preñadas mis entrañas.