estaba tan caliente que no me importó que me suplicara que la dejase marchar... no podía creerlo estaba dentro del cuerpo de mi amada Anita
Relato
Me llamo Leo y naci en Ecuador, hace tres años que vine a España para trabajar y la verdad, acá todo va muy bien.
Hace un año conocí a Anita, una chica guapisima y con uun cuerpo de escándalo aunque chaparrita, sus enormes pechos me ponian muy caliente cada vez que la veía y su culo tan redondo me sacaba de mi razón.
Sabía que follar con ella sería impposible puesto que estaba muy enamorada de su novio y cada vez que hablabamos, hacia referencia a él asi que no tenía nada que hacer con ella.
Habitualmente solía masturbarme pensando en ella: pensaba que lamía su conchita a la vez que le acariciaba sus tetotas y eso me ponia muy caliente, conseguía orgasmos muy intensos cuando me imaginaba metiendole mi berga por su culito...
Una tarde mientras conversaba con ella en la calle, un pensamiento loco recorrió mi cabeza:
"si pudiera ahora mismito te besaría en tus labios y acariciaria tu vagina" le dije sin esperar respuesta, ella se fue sin contestar.
Luego en la noche la llamé para disculparme pero le declaré mi amor, sentía la necesidad de decirle que estaba enamorado de ella y lo mucho que deseaba cojerla y gozarla...
Como era de esperar me negó así que ideé un plan para follarmela: la tarde siguiente la invité a pasar a mi casa, Ana negaba pero al final la convencí y subimos...
Un momento antes, yo me había puesto aquella camiseta que tanto le gustaba a las chicas porque decían que marcaba mi musculatura, y unos pantalones cortos también muy pegados al cuerpo.
Ana estaba preciosa con una camisetita pegada a su cuerpo marcando sus grandes pechos que yo había deseado tanto... y su escote dejaba ver su rajita entre sus pechos, mi polla comenzó a ponerse dura ya en el ascensor cuando la abracé y sentí su perfume casi embriagador, no me importó que se apartase, pues yo la apretaba más contra mi pecho... rodeé suss finos brazos con los mios y le besé en los labios. Ella me pedia que la dejase ir, que no queria más, no quería llegar hasta mi casa pero me dio igual, la saqué del ascensor y la conduje hahacia dentro.
Cuanndo entramos en mi casa la dirigí hacia mi habitación, yo estaba fuera de mi, mi berga latía por debajo de mi ropa dispuesto a comenzar de una vez. Me moría en deseos por arrancarle toda su ropa y dejarla desnuda, deseaba ver sus pechos desnudos y poder lamer sus pezones que tantas veces había imagina
dentro de mi boca...
No tardó en pedirme que la dejara ir a su casa, pero yo no la escuchaba estaba muy caliente y dispuesto a cojerla como nunca había cojido a otra chica.
Sin perder más tiempo, agarré su cuerpo y la acosté sobre mis manos, y me coloque sobre ella, Ana intentó apartarse al sentir como rozaban nuestros cuerpos pero le fue inútil, yo la tenía bien apretada entre mi cama y mi cuerpo, no la dejaría escapar por nada del mundo, ya era mía y estaba dispuesto a terminar .
Rápidamente bajé mi pantalón dejando ver mi ropa interior empujada por mi polla, agarre su mano y comencé a pajearme, estaba ya por correrme cuando paré y con sus dos manitas, bajé mi calzoncillo para dejarle ver mi polla dura y caliente.
Ella retiró sus manos a la vez yo bajé su pantalón, miré un instante su tanguita pero sin pensarlo, se lo quité de un jalón, ahí estaba su conchita preciosa cuidadosamente depilada sin un pelo y pidiendo a gritos una buena cojida...
me coloque encima de mi dulce Anita intentando rozar la punta de mi berga por su clítoris pero mantenía fuertemente cerradas sus piernas,
"Vamos amor, deja que te haga mía" le suplicaba que separase sus piernitas, que no le pasaría nada malo... mientras ella repetía entre sollosos que la dejara ir a su casa...
"deja que me vaya por favor" repetía intentando escapar entre los huecos que dejaban mis brazos y la cama... intentaba salir de bajo de mi pero yo la aggarraba fuerte contra mi cama...
no la escuché y conseguí abri sus piernas, entonces, de una vez metí toda mi polla en su agujerito, dio un grito de dolor pero a mi me puso más caliente, sentí enorme placer cuando levanté su camisetita y vi esos pezones redondos, enormes y sonrosados... me lancé sobre ellos, ayudandome de mis manos lami y mordi cada uno de ellos como si fuera lo ultimo que hiciera... en esos momentos agarraba con fuerza la cadera d e mi neiaña y le daba fuertes sacudidas...
Ella intentaba apartarmme, me empujaba con sus manos para que me bajase de su cuerpo, cosa que a mi me daba más gusto, su cuerpo comenzaba a erizarse no se si por el frío de la habitación o por el placer, noté como comenzaba a salir unnas gotas de flujo de su conchita, intenté darle el máximo placer posible, quería que alcanzase su orgasmo... asi le hice un mete y saca rápido y fuerte, ella gritaba dedolor.
Cada vez que acercaba su cuerpo al mio mordía una de esas tetas y más placer me daba, sentía como su vagina se extremecía cada vez que le introducia mi polla pero eso era lo que más caliente me ponía... ella intentaba cerrar sus piernas sin fortuna, pues yo había colocado mi pierna derecha en su pie y era imposible que juntase las piernas...
En cada embestida que daba a su rajita, me sentía más cerca de las estrellas, más maravillado por su cuerpo y por el placer que todo aquello me estaba provocando... mi polla dura salía y entraba de su rajita cada vez más húmeda, su agujerito estrecho me apretaba la punta hasta exprimirla por completo...
No podía creerlo, estaba gozando el cuerpo de mi amada Anita, estaba gozando tanto que no pensé nada de lo que ella estuviese sintiendo, es más en ningún momento escuche como me suplicaba que la dejase ir.
En unos minutos, me había venido en la vagina de mi querida Anita, mi amor, ya lo había conseguido... mi leche se derramaba por sus labios vaginales, su escaso flujo se mezclaba con el mío... sus pezones estaban marcados por mis dientes y sus pechos llenos con mi saliva...
Fue la mejor cojida de toda mi vida, lo gocé tanto que aún hoy, 6 meses más tarde me masturbo pensando en aquella fantastica tarde.
Después de eso, perdí la amistad de Ana y de su novio pero no fui consciente de que la había violado.
...Hermanito, ya no sigas. No sabes lo que haces”.-Me decía llorando Astrid.
Yo, cegado me dije a mí mismo que si ya había llegado hasta ahí, no podía irme sin meterle el polvo...
Relato erótico enviado por charly_bo el 11 de June de 2012 a las 00:00:02 - Relato porno leído 247198 veces
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Por eso dedica 30 segundos a valorar violando a mi amada .
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
eva sofia
(3 de August de 2010 a las 08:23) dice:
me exito mucho... keyssy22
(23 de October de 2010 a las 15:08) dice:
Mmm que Rico katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:21) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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